Del 1 al 4 de
junio de 2017 se llevó a cabo en Chantilly, Estados Unidos, la 65° reunión de
los dueños del mundo: el Club Bilderburg.
El
Club Bilderburg es la bȇte noire de
la derecha alternativa, todos los nacionalismos y de los partidarios de una
interpretación conspirativa de la historia, allí se reúnen año a año la élite
de los poderosos de la tierra para diseñar los destinos de la humanidad
(guerras, crisis económicas e incluso pandemias mediante) y tratar de forjar un
gobierno mundial.
Lo
único cierto, además de las reuniones anuales de esta elite de poderosos, es la
opacidad que rodea todas sus actividades y que dispara las sospechas y
acusaciones más alocadas.
Técnicamente,
el Club Bilderburg no es más que una reunión privada que dura varios días y a
la que asisten multitud de personalidades influyentes y representantes de una
veintena de países, múltiples organismos y empresas. En la misma se tratan una
serie de temas de gran importancia e interés común, que suelen ser fijados en
función de los sucesos acontecidos en el último año.
Este
selecto grupo se gestó por primera vez, los días 29 y 30 de mayo de 1954, a
propuesta del consejero político polaco, Josef Retinger. Dicha reunión se llevó
a cabo precisamente en el hotel holandés Bilderburg del que tomó su nombre.
En la
reunión inicial estuvieron presentes ochenta personas, entre los cuales
destacaban Edmond Rothschild, el rey Bernardo de Holanda y el poderoso
millonario americano David Rockefeller, quién hasta su muerte, el año pasado
con 101 años, fue el mentor del Club. Otro miembro del grupo fundador que
sobrevive es el ex Secretario de Estado americano Dr. Henry Kissinger quien
también ha estado presente en todas las sesiones del grupo. Fue el rey Bernardo
quién propuso como lugar de reunión el hotel Bilderburg y en esa reunión
inicial se congregaron representantes del clan Rothschild, del Banco Schroeder,
Rockefeller & Co y el periódico The New York Times, el Real Instituto para
las Relaciones Internacionales de Londres y de la Agencia Central de
Inteligencia.
Lo que
atrae las preocupaciones de mucha gente sobre las actividades del Club es el secreto
que rodea todas las actividades del mismo.
La
Fundación Bilderburg Meetings controla todas las acciones del grupo. La
Fundación es presidida por el ex presidente y CEO de Axa, una multinacional
especializada en seguros de inversión, Henri Castries y gobernada por un Comité
de Dirección formado por treinta miembros permanentes, elegidos cada cuatro
años.
La
Fundación Bilderburg Meetings tiene su sede oficial en la ciudad de Leiden,
Holanda, además cuenta con una sucursal en New York.
Los
gastos de mantenimiento de las reuniones, que se alternan un año en Europa y
otro en América del Norte, están cubiertos íntegramente por suscripción
privada. Además, los costos de hospedaje y traslados locales corren por cuenta
de los miembros del Comité Directivo del país anfitrión. Los Estados Unidos son
el país que cuenta con mayor número de miembros permanentes: ocho.
Los
asistentes reciben junto con la invitación papeles de trabajo para orientar los
debates. Debido a la importancia del evento, al que concurren Jefes de Estado,
monarcas y Ceos de las grandes empresas, las medidas de seguridad son extremas
y corren a cargo del Comité Organizador local.
Los
invitados no pueden concurrir acompañados (no se admite la presencia de
secretarios, asistentes o guardaespaldas). Son traslados al lugar de
alojamiento se realiza en vehículos del Club identificados con una letra “B” en
la luneta delantera.
Quienes
aceptan la invitación deben comprometerse a permanecer en el lugar por la
totalidad de la duración del evento.
Las
sesiones son en inglés, no hay traductores y se desarrollan vistiendo ropa de
etiqueta. Para facilitar la espontaneidad de los participantes, está vedado el
empleo de grabadores y cámaras de fotos. No se admiten coberturas
periodísticas, ni se proporciona información a la prensa sobre lo tratado.
Cada
reunión agrupa a 130 personalidades pertenecientes a 21 países, pero sólo el
50% de los asistentes a la sesión anterior pueden repetir su presencia.
El
Comité de Dirección selecciona a los invitados y elabora la agenda de cada
reunión.
Los
debates se llevan a cabo principalmente en Comisiones y bajo la llamada regla
“Chatman House”, que establece que, a pesar de que los participantes son libres
de emplear la información recibida en dichas discusiones, no pueden revelar la
identidad ni el contenido de los discursos de ningún participante a los mismos.
A
estas reuniones han asistido, desde su sesión inaugural todos los candidatos
que luego se convirtieron en presidente de los Estados Unidos con excepción de
Donald Trump.
A la
65° Reunión del Club Bilderburg han sido invitados entre otros la presidente
del grupo Santander, Ana Botín, quien además en miembro permanente del Comité
de Dirección, Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, el mayor conglomerado
informativo de España propietario entre otras cosas del diario El País, el
Consejero Delegado de Airbus, Thomas Enders; el presidente ejecutivo de
Alphabet (Google y You Tube), Eric E. Schmidt; el presidente de EDP Energías de
Portugal, Antonio L. Guerra Nunes Mexia; el Consejero Delegado de Ryanair,
Michael O´Leary; el director de Asuntos Exteriores de The Financial Times;
Gideon Rachman; el editor jefe de The Economist, Zanny Minton Beddoes, el
cofundador y socio de Linkedin, Reid Hoffman; el presidente de ING, Ralph
Hamers; el presidente del grupo KBC, Thomas Leysen, el CEO del grupo Claro, el
magnate mexicano Carlos Slim (el único latinoamericano presente).
Entre
las personalidades del mundo político más destacadas se encuentra el director
gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el ministro de
finanzas canadiense, Bill Morneau, el ex ministro de defensa británico,
Nicholas Houghton; el ex presidente de la Comisión Europea y actual presidente
de Goldman Sachs, José M. Duraö Barroso; el miembro del Consejo Federal y ex
presidente de Suiza, Johann Schneider-Ammann; el ex jefe de la Agencia Central
Inteligencia, James D. Petraeus, el vicepresidente de la Comisión Europea, Franz
Timmermans y el ascendente líder del partido liberal español “Ciudadanos”,
Albert Rivera.
En
esta ocasión el temario de los debates comprende asuntos tan amplios y diversos
como la Administración Trump, las relaciones transatlánticas y su alianza de
defensa, la dirección de la Unión Europea, la posibilidad de que se concrete la
globalización, los niveles de ocupación, la guerra informativa, Rusia en el
sistema internacional, el auge del populismo, la situación en Medio Oriente,
China y la proliferación de armas de destrucción masiva.
Ni la
existencia del Club Bilderburg ni su ideología de libre comercio, moneda y
gobierno mundial son hechos peligrosos o censurables.
Sin
embargo, una reunión de personalidades que detentan tanto poder y que rodean
sus movimientos y opiniones de tanto secreto no puede menos que despertar
sospechas en mucha gente.
Pero,
recordemos que, aunque los poderosos de la tierra en muchas ocasiones pueden
orientar los sucesos en una u otra forma, en modo alguno pueden determinarlos
totalmente.
Finalmente son los pueblos y los hombres quienes terminan
decidiendo sus destinos.
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