lunes, 29 de agosto de 2016

MARRUECOS ELIMINA LAS MAFIAS DEL SÁHARA


 
Una exitosa operación policial y aduanera contra las mafias en el sur de Marruecos despierta las protestas de los separatistas del Frente Polisario y las autoridades argelinas.



Los analistas en seguridad internacional conocen, desde hace décadas, que la presencia de los grupos parapoliciales que responden al Frente Polisario en zona argelina del Sáhara ha hecho prosperar al crimen organizado en esa región.

Al amparo de las milicias separatistas, y con la complicidad de las autoridades argelinas en la zona, se realizan todo tipo de actividades criminales. Allí se trafica prácticamente con todo lo que pueda resultar valioso desde ayuda humanitaria que se vende en el mercado negro, contrabando de combustible, de tabaco, etc. También se realizan otros ilícitos más complejos: tráfico de armas, desarmaderos de automóviles robados en Europa, secuestro de extranjeros, narcotráfico e incluso actividades vinculadas con el terrorismo yihadista.

La región es un auténtico espacio sin ley donde prosperan los más diversos negocios ilícitos y donde los grupos criminales operan al amparo de autoridades locales totalmente corruptas.

Para poner fin a esta situación Rabat concertó con las autoridades de Naciones Unidas, la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental –MINURSO- y el gobierno de Mauritania la realización de una operación policial para eliminar los elementos criminales que pululaban por la región y tomar el control de la misma.

En el cumplimiento de esa operación unos trescientos hombres pertenecientes a los cuerpos de seguridad y agentes aduaneros marroquíes avanzaron, el pasado 14 de agosto, sobre la zona de Guuerguerat, en el sur de Marruecos, distante a unos once kilómetros de la frontera con Mauritania.

Las autoridades marroquíes desarticularon tres puntos de reunión de carrocerías de automóviles y camiones robados con más de seiscientos vehículos y pusieron fin a las actividades de comercio informal y tráfico ilegal que allí se realizaban.

La operación policial consistía en la primera fase de un plan de seguridad y desarrollo regional que contempla el asfaltado de una ruta que une a ambos países, la instalación de luminarias, cámaras de seguridad y puestos de control para poner fin al crimen organizado en esa zona.

Lógicamente, el reforzamiento de la seguridad en el extremo sur del territorio marroquí, al poner fin a las actividades ilegales, afecto directamente los intereses de los separatistas y sus secuaces argelinos.

Haciendo que inmediatamente el Frente Polisario denunciara que Marruecos había violado los términos del armisticio de 1991 y amenazara, una vez más, con “retomar la lucha”.

Pero la maniobra pronto se vio desarticulada. La inmediata desmentida, tanto de las autoridades de Naciones Unidas, como del gobierno de Nouackchott, pusieron fin a las reclamaciones y amenazas de los separatistas.

No obstante, diversos factores podrían conjugarse para aumentar las tensiones en la región y las campañas propagandísticas de los separatistas.

El Frente Polisario tiene un nuevo líder: Brahim Ghali. Se trata de una figura muy cuestionada entre los miembros del Polisario y sobre quien pesan serias imputaciones sobre violaciones a los derechos humanos e incluso sobre un caso de violación de una joven saharaui. Ghali necesita desesperadamente un pretesto que le permita unificar a todos los separatistas en un frente común y bajo su mando.

Además, se aproxima la fecha en que anualmente se reúne la 4º Comisión de Naciones Unidas que trata el conflicto del Sáhara y el Polisario precisa reforzar sus cada vez más escuálidos apoyos diplomáticos para hacer frente a los argumentos de Marruecos para normalizar la zona.

Por último, el decidido accionar de Marruecos ha afectado los negocios ilegales que hacen a la prosperidad de los corruptos mandos polisarios y argelinos. Esto seguramente buscarán la forma de recuperar el terreno perdido.

Por lo tanto, es probable que el tema aúno no esté cerrado y que los separatistas monten algún tipo de incidente para por un lado victimizarse y por el otro continuar con sus amenazas de llevar la violencia al Sáhara.

domingo, 21 de agosto de 2016

EL REY MOHAMED VI DEFINE LAS PRIORIDADES DE MARRUECOS


El Rey Mohamed VI, aprovechó la conmemoración del Día de la Revolución del Rey y del Pueblo para definir claramente las prioridades de Marruecos en el actual contexto internacional y regional.


LA REVOLUCIÓN DEL REY Y DEL PUEBLO

Marruecos celebró, el pasado sábado 20 de agosto, un nuevo aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, denominación oficial del alzamiento llevado a cabo por el pueblo marroquí contra las autoridades coloniales francesas en defensa del entonces sultán y luego rey Mohamed V, deportado junto a la familia real, por los franceses a la isla de Córcega.

El exilio de Mohamed V, en 1953, dio comienzo a un alzamiento revolucionario en diversos puntos del actual reino marroquí, que forzó a las autoridades coloniales a permitir su regreso, el 16 de noviembre de 1955. Tan sólo unos meses después, el 2 de marzo de 1956, Marruecos recuperó su independencia.

Desde entonces, el rey de Marruecos, utiliza la conmemoración del Día del Revolución del Rey y del Pueblo para anunciar medidas trascendentales para la Nación.

EL DISCURSO DEL 63º ANIVERSARIO

El discurso de Mohamed VI, de este año, estuvo centrado en tres ejes fundamentales :

1.- Reafirmar y explicitar la permanente vocación africana de Marruecos.

2.- La posición del gobierno marroquí frente al problema humanitario y político que representa la migración ilegal subsahariana. Destacando los esfuerzos de Marruecos por aportar soluciones concretas a este drama.

3.- La decisión de Marruecos y de su rey de enfrentar al terrorismo yihadista.

LA VOCACIÓN AFRICANA

Mohamed VI comenzó su mensaje recordando los sacrificios heroicos realizados por la resistencia marroquí en la lucha por la independencia nacional y, en especial, al apoyo irrestricto que el Reino brindó  a Argelia para posibilitar su liberación del yugo colonial.

En una evidente referencia a la asistencia económica y política que Argel brinda al separatismo, Mohamed VI pidió a los dirigentes argelinos un mayor compromiso para servir a las “causas magrebíes”.

Al referirse a África, el Rey enumeró los principales flagelos que azotan al continente, pero destacó que su creencia es que la región cuenta con las “capacidades” necesarias para promover su desarrollo y cambiar por sí misma su destino.

Rememorando la reciente decisión de Marruecos de retornar a la Unión Africana, reiteró el compromiso del Reino en “la defensa de las causas de los pueblos africanos.”

Para alejar cualquier crítica o acusación de que Marruecos pudiera aspirar a sacar algún provecho espurio de su influencia sobre otros estados africanos, el Rey declaró terminantemente que la ayuda y asistencia marroquí se brinda a los africanos sin esperar nada a cambio.

Aclaró también que la “cooperación marroquí” para el desarrollo solo pretende lograr “beneficios comunes”. Señaló que el Reino no considera a África como un mercado para sus exportaciones sino un ámbito “de trabajo en común” para el desarrollo y el servicio al ciudadano africano.

EL PROBLEMA DE LA MIGRACIÓN

Al referirse a la migración ilegal Mohamed VI reiteró su rechazo a la forma en que las naciones europeas han enfrentado el problema. Al hablar de los inmigrantes los definió como “personas obligadas por las duras condiciones a arriesgar sus vidas y alejarse de sus familias y a sus países.”

Señalando que Marruecos, por su parte, ha procedido a regularizar la situación de los inmigrantes para permitirles integrarse, trabajar y vivir dignamente en su sociedad como cualquier otro marroquí.

Rechazando la existencia de cualquier prejuicio xenófobo dentro del Reino, el Rey destaco que cualquier dificultad que puedan sufrir los “hermanos africanos” en Marruecos nada tiene que ver con su color, nacionalidad o condición de inmigrantes.

Esta humanitaria política migratoria, le permitió al reino magrebí ejercer, junto a Alemania, la presidencia conjunta del Foro Mundial de Migración y Desarrollo para el bienio 2017 – 2018.

Mohamed VI concluyó su tratamiento del tema exhortando a quienes formulan críticas sobe la política migratoria marroquí a que “ofrezcan a los inmigrantes una mínima parte de lo que hemos realizado”.

LA LUCHA CONTRA EL EXTREMISMO RELIGIOSO

Mohamed VI concluyó su discurso con una terminante condena al terrorismo yihadista en términos que nunca se han escuchado de boca de un estadista musulmán.

El rey comenzó señalando que: “Condenamos fuertemente el asesinato de los inocentes y creemos que matar a un monje o sacerdote está prohibido por la religión; matarle dentro de una iglesia es una locura imperdonable; porque es un ser humano y un hombre de religión, no importa que no sea musulmán.”

Las definiciones del monarca alauí no se detienen allí sino que agrega: “No son musulmanes los terroristas que se presentan en nombre del Islam, y nada les vincula al Islam cuando esgrimen pretextos de esta religión para justificar sus crímenes y locuras. Por ignorancia, creen que lo que hacen es una lucha sagrada. ¿Pero cuándo se consideró matar a los inocentes como lucha sagrada?”

Luego Mohamed VI definió las características y alcances de la yihad. “En el Islam el yihad o la guerra santa –aclaró el Rey-, obedece a estrictas condiciones, como puede ser la absoluta necesidad defensiva, y no puede ser para matar o para agredir, prohibiendo matar a personas so pretexto del yihad.”

Haciendo referencia a los métodos empleados por los líderes del terrorismo yihadista para reclutar sus adeptos, dijo el Rey de Marruecos en duros términos: “También explotan a algunos jóvenes musulmanes, sobre todo en Europa, que desconocen la lengua árabe y el verdadero Islam, para difundir sus erróneos mensajes y descaminadas promesas. ¿Acaso la sana razón puede aceptar que la recompensa para el yihad consista en lograr una cantidad de doncellas de bellísimos ojos negros?”

“Los terroristas y extremistas utilizan todos los medios de persuasión para atraer a los jóvenes hacia sus filas y para cometer agresiones contra las sociedades que creen en los valores de libertad, apertura y tolerancia.”

Finalmente, Mohamed VI hizo una convocatoria ecuménica para enfrentar la amenaza terrorista: “Ante la expansión de las locuras en nombre de la religión, todos, ya seamos musulmanes, cristianos o judíos, debemos formar una sola fila para hacer frente a cualquier forma de extremismo, odio u ostracismo.”

UN CLARO MENSAJE PARA EL MUNDO

El discurso del Día de la Revolución del Rey y del Pueblo fue la oportunidad que aprovecho el rey Mohamed VI para fijar las posición del Reino frente a algunos cuestiones y problemas que enfrenta la sociedad actual. Pocas veces encontramos en la voz de un gobernante musulmán, al mismo tiempo árabe y africano, hablar con tanta claridad y autoridad sobre temas tan álgidos como la migración ilegal o el terrorismo yihadista.

Es necesario que los dirigentes de los estados involucrados aprecien en toda su dimensión y en su justa medida la audacia y resolución de Mohamed VI al asumir esta posición.


Los estadistas occidentales deben valorar su firme decisión de condenar y enfrentar al terrorismo yihadistas cuando otros líderes de la región prefieren callar. También sería oportuno que los dirigentes argelinos recapaciten sobre el daño que su aptitud de confrontación con Marruecos hace tanto al desarrollo del Magreb como a la paz y estabilidad del conjunto del continente.