martes, 31 de enero de 2017

UN DÍA HISTÓRICO PARA ÁFRICA, MARRUECOS RETORNA A LA UNIÓN AFRICANA


La certera diplomacia desarrollada por el rey Mohammed VI, en un hecho sin precedentes, conduce a Marruecos de regreso al seno de la Unión Africana después de 32 años de voluntario ostracismo de la organización regional.
La unidad de los pueblos africanos que lograban liberarse del yugo colonialista europeo fue un sueño del rey Mohammed V y para concretarlo trabajo intensamente para crear la Organización de Unidad Africana. Lamentablemente, la muerte le impidió ver sus anhelos convertirse en realidad.

Fue su hijo, el rey Hassan II quién contribuyó a fundar la organización panafricana, en la histórica Cumbre de Casablanca, de 1963.

Lamentablemente, veinte años después, en 1984, fue el mismo Hasan II, quien debió tomar la dura decisión de abandonar la OUA cuando sus rivales regionales lograron, mediante una artera maniobra diplomática, hacer reconocer a una entidad inexistente, autoproclamada “República Árabe Saharaui Democrática”, como un país africano cuando en realidad era tan solo un “sello de goma” al servicio de Argelia y de alguna potencia extracontinental.

Durante 32 años, Marruecos se mantuvo al margen de la Unión Africana, pero de ninguna manera estuvo al margen de los asuntos de África.

Durante décadas Marruecos estuvo presente en África colaborando sostenidamente con los pueblos hermanos del continente. Desde el año 2000, en especial, Marruecos ha otorgado becas a los jóvenes africanos para posibilitar que puedan estudiar en universidades marroquíes y así capacitarse para servir mejor a sus países.

También Marruecos ayudó a resolver los conflictos armados, que tan frecuentemente asolan a África, enviando a los hombres de sus fuerzas armadas a formar parte de las misiones de paz de la ONU. Aun cuando ello implica en algunos casos, pagar un alto precio en vidas marroquíes. Tal como sucedió, el mes pasado, con la muerte de dos cascos azules marroquíes, en la República Centroafricana.

Además, Marruecos mostró su solidaridad y compromiso en la solución de los problemas africanos en múltiples ocasiones, como lo demuestran sus esfuerzos diplomáticos para pacificar y estabilizar Libia.

Durante esos años, Mohammed VI realizó una intensa actividad diplomática visitando 46 veces a veinticinco países del continente. En esos viajes el monarca alauí forjó lazos de confianza y amistad con otros líderes africanos, conoció de primera mano los problemas de cada estado y aportó, en la medida de la capacidad de Marruecos, soluciones para esos males.

En esos viajes, el gobierno marroquí suscribió 949 convenios de cooperación de distinto tipo.

También Marruecos ha dispensado un trato solidario a los inmigrantes subsaharianos regularizando la situación migratoria de 25.000 personas residentes en el país.

En los últimos años, Marruecos se ha convertido en el primer inversor de África occidental y el segundo de todo el continente, solo por detrás de Sudáfrica. La aerolínea de bandera marroquí, la Royal Air Maroc, vuela a veintidós destinos en el África subsahariana, frente a los cinco de Air Algérie.

Por último, el Rey de Marruecos ha combatido también las interpretaciones erróneas del Islam, a través de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos y el Instituto Mohammed VI de formación de imanes.

Todas estas acciones y, en especial la activa diplomacia personal de Mohammed VI, crearon las condiciones propicias para que muchas naciones africanas demandaran el retorno de Marruecos a la máxima organización regional.

El momento propicio para ese retorno, ha sido la XXVIII Cumbre de la Unión Africana, en Addis Abeba, Etiopía, donde 39 de los 54 países que integran el organismo regional apoyaron el retorno de Marruecos a dicho organismo. Este hecho ha permitido a Mohammed VI afirmar: “Marruecos no entra en la UA por la ventana, sino por la puerta grande, como bien lo demuestra la calurosa acogida que nuestros hermanos africanos nos han reservado en el día de hoy.”

“Ya es hora de volver a casa”, señaló el monarca marroquí en otro párrafo de su alocución a la Asamblea de la UA, “en un momento en que el Reino se considera como una de las naciones africanas más desarrolladas, y cuando una mayoría de países miembros aspiran a nuestro regreso, hemos escogido el reencuentro con la familia. ¡Una familia que realmente no hemos abandonado!”

En su discurso, Mohammed VI realizó también un optimista llamado a un mayor protagonismo del continente africano en los asuntos mundiales al decir: “Con entusiasmo, invitamos a las naciones africanas a asociarse al dinamismo de nuestro país, con el fin de dar un nuevo impulso al conjunto de nuestro Continente.

“Ya es hora para que África se beneficie de sus propias riquezas.

“Debemos obrar a fin de que nuestra tierra, tras haber sufrido pillaje durante décadas, entre en una era de prosperidad.

“Es cierto que el colonialismo no es la única causa de los problemas en África; sin embargo, sus nefastas consecuencias perduran.

“Durante mucho tiempo, hemos vuelto la mirada hacia otro lugar para tomar una decisión o un compromiso.

“¿No es hora de orientarnos hacia nuestro continente y considerar sus riquezas culturales y su potencial humano?

“África puede estar orgullosa de sus recursos, de su patrimonio cultural y de sus valores espirituales. ¡El futuro debe sostener alto y claro este orgullo natural!

“Nosotros, los pueblos de África, poseemos los medios y el genio; juntos podemos realizar las aspiraciones de nuestros pueblos.”

El regreso de Marruecos a la Unión Africana es un duro revés tanto para Argelia como para Nigeria y Sudáfrica países que hasta el momento mantenían cierto poder en el continente. Poder que ahora parece haber pasado a manos de Marruecos.

Una mayor influencia regional de Marruecos se ha evidenciado también en la designación, como nuevo presidente de la Unión Africana, el mandatario de Guinea, Alpha Condé, gran aliado del país magrebí.

 Ahora solo resta saber qué ocurrirá con la participación de la RASD dentro de la Unión Africana. Marruecos no tolerará mucho tiempo la presencia de esta entidad títere dentro del organismo regional. Por otra parte, el año pasado 28 países de la UA solicitaron que se suspendiera la membresía del seudo estado de los separatistas polisarios de este organismo, pero el tema no se ha tratado en profundidad.

Algunos observadores señalan que el Acta Constitutiva del Unión Africana no prevé la expulsión de ningún Estado Miembro, sino como máximo su “suspensión” cuando el gobierno de un país ha accedido al poder por medios anticonstitucionales.

Pero quienes así opinan están obviando el hecho central del problema. La República Árabe Saharaui Democrática, no es un Estado porque carece de dos elementos fundamentales para adquirir esa condición: un territorio soberano y reconocimiento internacional.

Por lo tanto, como la RASD no es un Estado, no forma parte de la ONU y si puede ser separada de una organización regional que agrupa Estados y no simples sellos de goma.

Lo cierto, es que a partir de hoy se abre una nueva etapa para África, una etapa de mayor unidad y solidaridad para el crecimiento y el desarrollo.

También se abre una nueva etapa para el Reino de Marruecos que ve consolidada su posición de liderazgo y hermandad entre los pueblos africanos.


sábado, 28 de enero de 2017

AHORA MADURO SE CREE SUPERMAN


Como no le era suficiente hablar con el alma del Comandante Eterno Hugo Chávez encarnada en un pajarito, ahora el presidente Maduro también se cree Superman y quiere llevar a Venezuela volando hacia una superdictadura.

EL PAÍS MÁS CORRUPTO DE LATINOAMÉRICA

Al presidente Nicolás Maduro no parece preocuparle demasiado que Venezuela sea el país con la mayor inflación del mundo -estimada en 1.660% para este año- ni que los venezolanos carezcan de alimentos, medicamentos y otros insumos básicos, como plástico para tarjetas electrónicas o envases de gaseosas, sólo se preocupa por su continuidad en el poder.

Recientemente, ha afirmado: “Yo lo se todo. Soy como Superman: veo entre las paredes”. Es evidente que los superpoderes que dice tener Maduro no le han servido para ver e impedir la corrupción generalizada que impera en Venezuela.

Hace unos días, la prestigiosa ONG Transparencia Internacional calificó a Venezuela, por segundo año consecutivo, como el Estado más corrupto de América Latina y uno de los diez países más corruptos del mundo. Según el “Índice de Percepción de la Corrupción 2016”.

EL DILEMA DE LA OPOSICIÓN

También la democracia está seriamente cuestionada en Venezuela. La oposición reunida en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha decidido, ante la falta de avances concretos, abandonar la instancia de diálogo patrocinada, desde octubre de 2016, por el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

Aunque todavía los dirigentes opositores no parecen haber encontrado un plan de acción eficaz para forzar al gobierno chavista a fijar una fecha para los comicios regionales que están demorados desde fines del año pasado.

El gobierno tiene control absoluto del Consejo Nacional Electoral (CNE) y ha logrado que esta instancia judicial demore sin justificaciones el establecimiento de una fecha concreta para la implementación de los comicios que, constitucionalmente, deberían haberse realizado en octubre de 2016.

Pero, fue precisamente el 18 de octubre de 2016, que la presidente del CNE, la oficialista Tibisay Lucena, anunció la realización de las elecciones para gobernadores y alcaldes en el 1° y 2° semestres de 2017, respectivamente.

No obstante, hasta el momento no ha llevado a cabo ninguna de las resoluciones y tareas necesarias para cumplir con ese impreciso calendario electoral.

En opinión de Luis Emilio Rondón, el único rector del CNE perteneciente a la oposición, se estaría agotando el tiempo mínimo.

La oposición está convencida de que el gobierno se niega a realizar las elecciones porque seguramente sería derrotado en las urnas.

EL CAMINO A LA DICTADURA

Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro refuerza su estructura de control y represión.
En diciembre último, Maduro sorpresivamente anunció que los billetes de cien bolívares -que constituían más del 60% del dinero circulante- dejarían de tener valor y debían ser canjeados en tan sólo 72 horas por billetes nuevos de mayor denominación. Con esa escusa Maduro cerró las fronteras con Colombia y Brasil. El problema fue que los nuevos billetes no estaban disponibles para el canje. La medida desató fuertes protestas y el gobierno debió dar marcha atrás y prorrogar el plazo de vigencia de los billetes de cien bolívares hasta que se pudiera concretar el canje.

Luego, Maduro anunció la implementación de una tarjeta electrónica de racionamiento que denominó “Carnet de la Patria”. Este nuevo documento tendrá múltiples funciones, y cada venezolano deberá inscribirse para obtener la suya. El Carnet de la Patria será necesario para adquirir cualquiera de los beneficios sociales que otorga el gobierno chavista a través de las llamadas “misiones”, desde los bolsones de comida que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) distribuyen domiciliariamente a precio subsidiado a quince millones de venezolanos, hasta las viviendas construidas por el Estado, pasando por las prestaciones médicas más esenciales.

La oposición teme que la nueva tarjeta de racionamiento otorgue al gobierno un instrumento sin precedentes en el control de la población, mientras que otros observadores juzgan que potenciará aún más la economía clandestina en Venezuela.

Estas medidas económicas tuvieron también su contraparte en el plano político. Maduro designó al polémico abogado Tareck Al Aissami como vicepresidente de Venezuela. Al Aissami es un hombre con vinculaciones con las FARC, que tiene la confianza de los gobiernos de Cuba e Irán. Además, otras informaciones los consignan como uno de los líderes del Cartel de los Soles, que controla las redes de narcotráfico en el país caribeño.
Este es el dirigente al cual, además, Maduro le encomendó la conducción del “Comando Especial Antigolpe” un organismo recientemente creado para hostigar a los dirigentes opositores.

INDIFERENCIA GLOBAL

Todo este proceso tiene un solo propósito, la instauración de un gobierno de facto en Venezuela. Prácticamente todos los días Maduro toma alguna medida en ese sentido. Curiosamente, el mundo en general y los países latinoamericanos en particular, aceptan esta situación con gran indiferencia.

La opinión pública internacional está tan pendiente de las insólitas -y peligrosas- medidas que está adoptando el presidente Donald Trump, en el comando de la única potencia global del planeta, que presta poca atención a lo que sucede en Venezuela. No puede sorprendernos entonces que Maduro se crea Superman y sienta que puede hacer lo que desee en su país sin que nadie se lo impida. Quizá no sea su culpa. Quizá sea oportuno recordar la conocida frase de Edmund Burke, que resulta muy adecuada en este caso, Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada.”


MOHAMMED VI CONDUCE A MARRUECOS DE REGRESO A LA UNIÓN AFRICANA


Como parte de su política africana diseñada por el rey Mohammed VI, Marruecos planea reintegrarse a la Unión Africana en la Cumbre de Addis Abeba que tendrá lugar el 30 y 31 de este mes.

Desde hace años, el rey Mohammed VI ha estado desarrollando una política internacional destinada a incrementar la presencia de Marruecos en el continente africano que ahora entra en una nueva fase.

Esta política comenzó con la cada vez mayor intervención de tropas marroquíes en las misiones de paz de Naciones Unidas en el continente, con el otorgamiento de becas para estudiantes africanos (6.500 becarios pertenecientes a 42 países), la participación en la formación de imanes, el envío de ayuda humanitaria y medicamentos para los pueblos necesitados de África y muchas otras iniciativas similares.

Actualmente, Marruecos, con 1.700 millones de dólares en inversiones, es el segundo inversor africano en el continente, después de Sudáfrica y aspira a convertirse en el primero.

La presencia de Mohammed VI acompañado de delegaciones de funcionarios y empresarios marroquíes se hizo algo habitual en los países de la región. Cada visita del monarca alauí a un país africano dejaba al país anfitrión un saldo de donaciones y ventajosos convenios de cooperación bilateral.

Esta diplomacia económica emprendedora y su fuerte compromiso en el campo de la diplomacia cultural y religiosa pusieron de manifiesto la preocupación del Rey de Marruecos por las necesidades de los pueblos hermanos del África.

Marruecos se ha convertido, en las últimas décadas, en una potencia económica y diplomática dentro de África, lo que se traduce en la imposibilidad de que el Reino se mantenga ausente de la escena diplomática continental o de su organización la Unión Africana. La misma organización que cofundara en 1963, en la Cumbre de Casablanca y de la cual se alejó en 1984 debido al ingreso de la RASD.

Así lo señaló el año pasado, el rey Mohamed VI, en su discurso de conmemoración de un nuevo aniversario de “La Marcha Verde”, que permitió a Marruecos recuperar su integridad territorial al restablecer su soberanía sobre las provincias del Sur, en 1975, largamente usurpadas por España. “Marruecos -dijo el monarca en esa ocasión- está de vuelta para recuperar su lugar natural en África”.

Luego aclaró: “El regreso de Marruecos a la Unión Africana no es una decisión táctica, ni debida a cálculos coyunturales. Es más bien una decisión lógica resultante de una profunda reflexión. Así pues, al anunciar nuestra vuelta, no pedimos el permiso de nadie para obtener nuestro legítimo derecho.”

Para implementar la decisión de que Marruecos retorné a la Unión Africana, acompañado por el príncipe Moulay Ismael, el rey Mohamed VI ha salido el viernes por la tarde del aeropuerto internacional Mohamed V de Casablanca con destino a Etiopia, donde el 30 y 31 de febrero se reunirá la cumbre de la Unión Africana.

El monarca estará también acompañado, durante esta visita, por una delegación oficial que comprende, entre otros al Consejero Real Fouad Ali El Himma, el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Salahedine Mezouar, el Ministro delegado para Asuntos Exteriores y Cooperación Nasser Bourita y muchas otras destacadas personalidades civiles y militares.

La delegación marroquí cuenta, para oficializar el retorno de Marruecos a la Unión Africana, con el apoyo de 43 de los 54 países miembros. Para concretar su regreso solo necesita del apoyo de 28 de ellos.

No obstante, seguramente, hasta el último momento, Argelia y sus aliados Sudáfrica y Nigeria intentaran bloquear el regreso de Marruecos a la organización continental, por lo cual en Addis Abeba se librará una intensa puja diplomática.

El retorno de Marruecos a la Unión Africana conllevará a la perdida de la membresía por parte del seudo estado de la República Árabe Saharaui Democrática auspiciada por Argelia. 


jueves, 26 de enero de 2017

PORQUE EL PRESIDENTE MAURICIO MACRI NO PERDERÁ LAS ELECCIONES DE 2017



Mientras la grieta siga dividiendo a la sociedad argentina, el presidente Mauricio Macri no perderá las elecciones legislativas de este año, aun cuando no obtenga una victoria contundente.

La grieta que divide a los argentinos puede ser descripta de diversas formas. Yo elegiré en esta ocasión definirla diciendo que, mientras que la mitad -o algo así- de los argentinos respiran aliviados porque el país logró evitar convertirse en una nueva Venezuela, la otra mitad añora -y no se resigna-  a que Cristina Fernández no haya seguido el mismo camino antidemocrático y dictatorial que está recorriendo Nicolás Maduro.

En este contexto, en el próximo mes de octubre, en Argentina tendrán lugar las elecciones de medio tiempo, en las cuales se renuevan parcialmente la composición de los cuerpos legislativos nacionales, provinciales y municipales.

Algunos analistas periodísticos insisten en que el presidente Macri debe obtener una victoria contundente en estos comicios si quieren asegurar la gobernabilidad del país y posicionarse para aspirar a la reelección en 2019.

Pero esto no es necesariamente así. Es suficiente con que repita el 34,15% de los votos obtenidos en la primera vuelta de los comicios generales de 2015 para que Macri revalide su apoyo popular y se consolide como opción en 2019. Este objetivo está claramente dentro de sus posibilidades.

Estén parcial o totalmente conformes con la forma en que el gobierno de Cambiemos ha conducido al país durante los primeros dos años, es evidente que quienes lo votaron para oponerse al kirchnerismo hoy no tienen mejor alternativa electoral que seguir apoyando al macrismo.

Tampoco los aliados del Pro, es decir, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, tiene mejor alternativa electoral que preservar la coalición Cambiemos.

Al no haber surgido un candidato o un partido alternativo para el votante de Macri, este deberá necesariamente seguir apoyando al presidente, le guste totalmente o no.

Algunos de los votantes de Macri cuestionan algunas de sus decisiones. En especial censuran el gradualismo en el desplazamiento de los funcionarios residuales del kirchnerismo dentro del aparato estatal, la demora en suprimir las cotidianas protestas callejeras y los escasos -o nulos- avances en materia de seguridad ciudadana. También esperaban ver presos a algunos de los dirigentes kirchneristas más corruptos. No obstante, seguirán apoyando al presidente.

Pero, qué ocurre con los que están del otro lado de la grieta. Hoy, difícilmente el kirchnerismo podría obtener el 37,08% de los votos que recibió, en octubre de 2015, Daniel Scioli.

En primer lugar, ya no controla los recursos del Estado nacional con todos los recursos económicos y comunicacionales que uso indiscriminadamente en esas elecciones.

Tampoco controla la estratégica provincia de Buenos Aires, donde perdió el gobierno de 63 municipios a manos de candidatos de Cambiemos. Allí también el clientelismo manejado desde el gobierno provincial es clave para determinar los resultados electorales en muchos distritos. Actualmente, el gobierno provincial está en manos de la gobernadora María Eugenia Vidal, de Cambiemos, la política argentina con mayor imagen positiva.

Por otra parte, el peronismo se encuentra totalmente fragmentado en un caleidoscopio de dirigentes provinciales y municipales que controlan eficazmente sus situaciones locales, pero carecen de la suficiente proyección nacional para imponer su liderazgo al resto del partido.

Al mismo tiempo, las figuras centrales del régimen kirchnerista: Cristina Fernández de Kirchner, Daniel Scioli, Aníbal Fernández, Julio de Vido, etc., se encuentran seriamente desprestigiados y enfrentan numerosas causas judiciales por corrupción, narcotráfico, encubrimiento del terrorismo iraní, etc.

Actualmente, el kirchnerismo y su versión radicalizada, La Campora, parecen más encaminados a convertirse en una expresión política testimonial que en una opción electoral con capacidad de aspirar a llegar a la Casa Rosada a mediano plazo.

Después de haber perdido la mayor parte de su capacidad de movilización, el mayor potencial que tiene el kirchnerismo es el conjunto de artistas, intelectuales y periodistas militantes que aún le responden, la solidaridad de las organizaciones progresistas y defensoras de los derechos humanos, los apoyos de gobiernos extranjeros -especialmente de Cuba, Venezuela, Irán, Bolivia, Ecuador y Nicaragua- y la existencia de una conducción única que centraliza y coordina la estrategia del sector. Aunque, usualmente, estos apoyos no tienen demasiado peso electoral.

En Argentina, las encuestas de imagen no se relacionan directamente con la intención de voto. Al momento de decidir el voto, los argentinos suelen verse influenciados por muchos factores: el tamaño y desarrollo de los aparatos partidarios al momento de organizarse y encuadrar a los votantes y simpatizantes, las cuestiones ideológicas y de fidelidad partidaria, el desarrollo de la campaña electoral, las lealtades partidarias y a los dirigentes locales, el rechazo que sienten por los candidatos opositores, etc.

En otras palabras, la imagen positiva que Cristina Fernández puede tener en un sector del electorado argentino que le es ideológicamente a fin no se transforma automáticamente en votos para su lista o para sus candidatos.

Por su parte, Sergio Massa, el candidato que se situó tercero en octubre de 2015, con el 21% de los votos, tampoco ha sido capaz de convertirse en una alternativa de poder ni de encabezar una renovación del peronismo después de doce años de kirchnerismo.

Su Frente Renovador, por el contrario, cada día más se perfila como un nuevo partido, nacido de una fractura del peronismo, pero con un perfil y dirigentes propios. Su alianza con Margarita Stolbizer, y su partido GEN, lo llevan por ese rumbo.

No obstante, cualquier crecimiento electoral del Frente Renovador perjudicará mucho más al peronismo tradicional que a Cambiemos.

Stolbizer aporta un perfil de izquierda socialdemócrata marcadamente antiperonista. Massa al acordar con Stolbizer se aleja del peronismo histórico.

Por último, el peronismo histórico intenta recuperar su propio perfil como el mayor partido de masas de la Argentina. Para ello deberá encontrar un nuevo líder que los despegue de los años de corrupción y delirio populista del kirchnerismo y sea capaz de recrear la antigua mística del partido creado por el general Juan D. Perón en la década de 1940.

CONCLUSIONES

El presidente Mauricio Macri no tendrá problemas para repetir -e incluso superar- el resultado electoral alcanzado en octubre de 2015.

El Pro ha demostrado que es una nueva expresión política que excede incluso a la figura de Mauricio Macri. Es un nuevo partido, con nuevos dirigentes y una nueva propuesta política que ha llegado para ser una alternativa de poder en la vida política de la Argentina.

Las próximas elecciones legislativas, de octubre de 2017, confirmaran este hecho. 

martes, 24 de enero de 2017

REALISMO MÁGICO AFRICANO


Algunos acontecimientos de la política africana parecen salidos de una novela de García Márquez más que trágicos eventos de una realidad muy compleja.

EL REALISMO

El realismo mágico es un estilo literario que popularizó un premio nobel de literatura, el colombiano Gabriel García Márquez. Su libro “Cien años de soledad” se convirtió para muchos en un espejo de la particular realidad sudamericana.

Ahora, muchos elementos del “realismo mágico” pueden ser fácilmente identificados también en África.

Como le ocurría al general Aureliano Buendía, personaje protagónico del libro de García Márquez, perder el poder acarreaba perder la vida. La de él y la de sus hijos.

Así, muchos jefes de Estado en África llegaban al poder mediante un golpe militar o una cruenta guerra civil, gobernaban tiránicamente durante décadas hasta que otro militar los derrocaban y asesinaban, iniciando otro ciclo de dictadura, represión y saqueo del país.

Quizá el último ejemplo de un gobernante que corrió tal suerte fue el del coronel Muammar El Gaddafi quién llegó al poder en Libia, el 1° de septiembre de 1969, tras derrocar al rey Idris I y dirigió autocráticamente los destinos del país durante 42 años, hasta su muerte, en una calle de la ciudad de Sirte, el 20 de octubre de 2011, a manos de los rebeldes que lo derrocaron con la asistencia de la OTAN.

Los déspotas africanos que actualmente son desplazados del poder parecen tener mejor suerte. El exilio forzado ha reemplazado en muchos casos al asesinato. Esa fue la suerte del genocida general ugandés Idi Amín Dada, quien tras gobernar despóticamente a Uganda entre 1971 y 1979, huyo al exilio, primero en Libia y luego en Arabia Saudí, desde 1980 hasta el 16 de agosto de 2003 en que falleció de causas naturales.

Este puede ser también el destino final del ex presidente Gambia, Yahya Jammeh, después de que las fuerzas de la Comunidad Económica de África Occidental (en su mayoría tropas senegalesas) lo forzaran a dejar el poder en manos del vencedor de las elecciones del 1° de diciembre de 2016, el empresario opositor Adama Barrow.

Jammeh, quien llegó al poder en 1994, gracias a un golpe de Estado en que resultó muerto su predecesor Dawda Jawara, se mantuvo en el poder durante veintidós años en que instauró un régimen de terror persiguiendo a políticos opositores, intelectuales y periodistas independientes y violando indiscriminadamente los derechos humanos.

Pero, Yahya Jammeh no rendirá cuentas sobre sus crímenes ante ningún tribunal, sino que le aguarda un exilio dorado en Guinea Ecuatorial. Antes de abordar el avión que lo conduciría a su refugio, Jammeh se ocupó de cargar en él los últimos 11,4 millones de dólares existentes en el Banco Central de Gambia y su flota de automóviles de lujo.

En Guinea Ecuatorial, Jammeh será recibido por otro dictador, Teodor Obiang Nguema, el jefe de Estado más antiguo de África, quien lleva en el poder 35 años.

Teodor Obiang tomó el poder, el 3 de agosto de 1979, cuando siendo teniente coronel llevó a cabo un golpe de Estado contra su tío Francisco Macia Nguema, primer presidente de Guinea Ecuatorial, a quien juzgó y ejecutó según la mejor tradición africana.
Desde entonces Teodoro Obiang se mantiene en el poder ahogando con mano de hierro cualquier brote opositor.

LA MAGIA

Hasta aquí la realidad. Es momento para que la magia haga su aparición.

Haití posiblemente sea la nación americana con mayores raíces en África. Antigua colonia francesa, es un país francófono poblado por los descendientes de los africanos reducidos a la esclavitud y trasladados forzosamente a América por los europeos en los siglos XVII y XVIII.

Como africanos trasplantados, los haitianos conservan muchas de las tradiciones culturales de sus ancestros, en especial, sus creencias sobre la magia, que en Haití y otras regiones del Caribe se denominan “vudú”.

Entre 1957 y 1971, Haití sufrió una de las más atroces dictaduras que se conocieron en Centroamérica a manos del médico François Duvalier (1907 – 1971) a quien llamaban “Papa Doc”.

Para la mayoría de los haitianos, Papa Doc se mantenía en el poder, no sólo gracias a la ayuda de una milicia de parapoliciales conocidos como “Tontons Macoutes”, sino porque contaba con un ejército de “zombis” que lo protegían.

Creían que “Papa Doc” era un bokor (un brujo vudú) que había hecho un pacto con el dios serpiente del vudú, Iwa Damba Damballah Wedo, quién lo proveía de dóciles zombis, es decir de los muertos vivos tan de moda en los films de terror actuales.

Como los haitianos los gambianos también creen en la magia y atribuyen a Yahya Jammeh el haberse mantenido en el gobierno durante tanto tiempo gracias a sus poderes mágicos y por ello lo llamaban con respeto “el doctor”.

Es por ello que no les ha sorprendido la tragedia que hoy vive el presidente Adama Barrow. El nuevo presidente de Gambia tiene una esposa y cinco hijos, los cuales, durante los últimos días, permanecieron en el país mientras Barrow se refugiaba en Senegal.

Mientras Jammeh y Barrow se disputaban la presidencia, el hijo menor del nuevo presidente, Habib, de tan sólo ocho años, quien se mantenía al cuidado de un pariente y no de su madre, fue atacado y devorado por cuatro perros pitbull.

Los gambianos están convencidos que la tragedia no se trató de un accidente, sino que los perros, eran en realidad unos demonios enviados por “el doctor” para vengarse de su enemigo.

¿Realidad o magia africana? El lector elige.


MOHAMED VI MUESTRA SU SOLIDARIDAD CON SUDÁN DEL SUR


EL Rey Mohammed VI, pone de relieve el natural protagonismo de Marruecos en África con un nuevo énfasis en la solidaridad instalando ahora un ultramoderno hospital de campaña en Juba, para aliviar la crisis humanitaria por la que atraviesa Sudán del Sur.

El rey Mohamed VI, da nuevas muestras de su preocupación por África con medidas concretas que van más allá de las palabras. La política africana de Marruecos se ha fundamentado en tres aspectos básicos: la promoción de la paz y la seguridad, el compromiso constante a favor del desarrollo socioeconómico de África y el deber de solidaridad.

La búsqueda de la paz y la seguridad y el deber de solidaridad se han puesto de evidencia con la actual decisión del monarca alauí de desplegar en Juba, la asolada capital de Sudán del Sur, de un hospital de campaña multi-especialidades con una capacidad inicial de treinta camas, expandibles a sesenta, que son atendidas por veinte médicos especialistas y dieciocho enfermeros, que brindarán prestaciones médicas en diferentes especialidades, entre ellas pediatría, medicina interna, cirugía, cardiología, traumatología, odontología, Oftalmología y Otorrinolaringología.

El hospital cuenta también con un avanzado laboratorio de análisis clínicos y una farmacia una gran provisión de medicamentos.

Sudán del Sur es el Estado más joven entre los que integran las Naciones Unidas, obtuvo su independencia recién en julio de 2011, pero actualmente ostenta el dudoso honor de constituir la segunda mayor crisis humanitaria del planeta en el siglo XXI, después de Siria.

Al menos tres millones de sus once millones de habitantes se encuentran en condición de refugiados y desplazados, desde que, en 2013, estalló una cruenta lucha étnica entre los dinka (que componen el 35% de la población sursudanesa) y los Nuer (que constituyen el 15%).

Por el momento, los 13.500 hombres de la United Nations Mission in South Sudan (UNMISS) han resultado ineficaces para restablecer la paz y el orden en este empobrecido país

Aunque Sudán del Sur cuenta con grandes riquezas petroleras los conflictos étnicos han paralizado la economía y la población depende totalmente de la ayuda humanitaria internacional.

La intervención humanitaria de Marruecos será esencial para aliviar las penurias sanitarias de la población sursudanesa.

La cada vez mayor presencia de Marruecos en los conflictos africanos, ya sea, enviando tropas a las misiones de ONU, ofreciendo los buenos oficios y experiencia de su diplomacia (tal como ocurrió en Libia o en la reciente crisis de Gambia) o a través de la entrega de ayuda humanitaria, el otorgamiento de becas para estudiantes, contribuyendo a formación de imanes o, como ahora, desplegando un hospital de campaña; son una evidencia que las declaraciones del Mohammed Vi son siempre acompañadas de acciones concretas.

Todas estas acciones son complementadas con las frecuentes giras de Mohammed VI por países africanos a los efectos de intercambiar impresiones con los jefes de Estado, dirigentes políticos y las fuerzas vivas de los Estados visitados. Al mismo tiempo, constituyen una oportunidad excepcional para conocer de primera mano la realidad y necesidades de estos pueblos.

La presencia de Marruecos en África adquirirá una nueva dimensión cuando a fin del corriente mes el país magrebí se incorpore como miembro pleno de la Unión Africana en la cumbre de Addis Abeba, en Etiopía.

El dinamismo de la diplomacia marroquí y su mayor presencia en África no ha pasado desapercibido, incluso fuera del continente. Recientemente, Peter Pham, director del “Africa Center”, dependiente del influyente think tank estadounidense “The Atlantic Council”, no dudó en señalar que: “En estos últimos años, Marruecos desplegó, bajo el liderazgo clarividente del Rey, enormes esfuerzos con miras a volver a dar vigor y contenido substancial a las relaciones de cooperación con los países africanos”.

La política internacional que lleva a cabo Marruecos está cambiando el balance de poder en el continente africano, hasta no hace mucho bajo la hegemonía de un eje formado por Argelia, Nigeria y Sudáfrica.

Hoy, Marruecos desafía exitosamente esa hegemonía por ser el país más seguro y con mayor gobernabilidad de África. Marruecos registra importantes avances en la protección de los derechos humanos en general y, en particular, en la promoción del lugar de la mujer dentro de la sociedad marroquí. Ha podido supera sin mayores repercusiones la ola de inestabilidad generada en el norte del continente por la Primavera Árabe y ha albergado importantes eventos internacionales, entre los que cabe mencionar a dos sesiones (en 2001 y 2016) de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) y la Cumbre Africana de la Acción (2016).
Marruecos también, ha demostrado que puede controlar con éxito las actividades del terrorismo yihadista, y ser un aliado estratégico tanto de los países africanos como de las naciones occidentales en la lucha contra este flagelo.

En síntesis, Marruecos, rompiendo con todos los intentos de aislarlo del continente a través de un conflicto artificial de soberanía en el Sáhara, acciona decididamente en África para reclamar el papel preponderante que naturalmente le corresponde en la política del continente.



viernes, 20 de enero de 2017

CRUENTO ATENTADO EN MALI DEJA DECENAS DE VÍCTIMAS FATALES

Un atentado yihadista en un cuartel de la ciudad de Gao, en el Norte de Malí deja un saldo de 77 muertos y 117 heridos graves,  y reaviva la preocupación por la instalación en el corazón de África de un amplio territorio sin ley donde prosperan los grupos criminales y terroristas de todo tipo. Una región donde se evidencia la impotencia tanto de la ONU, como de la OTAN para controlar la seguridad.
EL ESTADO FALLIDO DE MALI
La República de Mali, es un estado sin fronteras marítimas que se encuentra situado en el corazón del África Occidental. Es el séptimo país más extenso del continente y limita con siete países africanos, al norte con Argelia, al este con Níger, al oeste con Mauritania y Senegal y al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso.

Su superficie es aproximadamente dos veces la extensión de Francia. La mayor parte del país forma parte del sur del Sáhara, por lo que el clima es caluroso, y las frecuentes sequías son propicias para que se formen las frecuentes tormentas de arena que suelen asolar el territorio de Mali.

Mali es un ancestral cruce de caminos entre el desierto y la sabana, el norte árabe y bereber y el África negra, el islam y el animismo. En su amplio territorio se dan cita los más diversos grupos del yihadismo, el separatismo, el crimen organizado (que lucran con el tráfico de drogas, armas, personas, tabaco, ayuda humanitaria, etc.) y los conflictos étnicos en torno a porosas fronteras surgidas de antiguas pujas coloniales y que no responden a la realidad humana del lugar.

Las crisis alimentarias son endémicas debido a la irregularidad de las precipitaciones, las rudimentarias técnicas agrícolas y la continua inestabilidad política que provoca el éxodo de la población de las áreas más violentas e interrumpe el flujo natural de los intercambios comerciales con los países vecinos.

Además, los circuitos habituales de pastoreo trashumantes se ven alterados. Los pastores se desplazan en busca de zonas de pasto y agua más lejanos para proteger a su ganado del creciente pillaje.

Por otra parte, el retorno de unas doscientas mil personas del pueblo tuaregs, que huyó de Libia para evitar la guerra civil y la crisis económica. afectó el equilibrio demográfico de la región. Faltos de recursos y de medios para ganarse la vida, los recién llegados agravaron la situación alimentaria y rompieron el equilibrio étnico.

El 22 marzo de 2012, un golpe de Estado encabezado por el capitán Amadou Haya Sanogo, al frente de las unidades de élite y paracaidistas y bajo la bandera del Consejo Nacional para la Restauración de la Democracia y el Estado (CNRDR), depuso al presidente de Malí, Amadou Toumani Touré y suspendió la vigencia de la constitución. El golpe de Estado originó el cese de la ayuda internacional que tanto necesitaba el país.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), el 2 de abril de 2012, en un encuentro en Uagadugu (Burkina Faso) suspendió a Malí de todas las instancias de la organización y llamaron a los embajadores de los países miembros en consulta, congeló los fondos de Mali en el Banco Central de los Estados de África Occidental y suspendieron los programas de ayuda para el desarrollo  

Además, las endémicamente débiles fuerzas armadas de Malí pronto se vieron divididas por las pujas de poder.

Lejos de estabilizarse la gobernabilidad de Malí siguió tambaleándose. Un mes después la presión de Francia llevó a un proceso de transición con el nombramiento del presidente de la Asamblea Nacional, Diondunda Traoré como presidente y Cheick Modibo Diarra, ex gerente de la empresa multinacional de capital estadounidense Microsoft en África, como primer ministro de un gobierno provisional. En diciembre de 2012, Diarra fue reemplazado por el ex funcionario del FMI, Django Sissoko.

En julio de 2013, se celebraron nuevas elecciones generales, en la cuales se impuso Ibrahim Boubacer Keïta, quien asumió la presidencia del país, el 4 de septiembre de 2013, en un clima de inestabilidad política, lucha militar contra los separatistas Tuareg del norte del país y la intervención francesa. Keïta decide dejar a un lado la política y llena su gabinete de gobierno de tecnócratas e intelectuales.

LA INTERVENCIÓN EXTRANJERA

A principios de enero de 2013, los grupos yihadistas que controlaban el norte de Mali desde junio, reagruparon sus fuerzas y lanzaron una exitosa ofensiva contra la localidad de Kona –situada al centro oeste de la provincia de Mopti, que sobrepasó a las tropas malienses.

Tras la caída de esta ciudad, el 10 de enero, en manos de los rebeldes, el entonces presidente Dioncunda Taoré, al verse acorralado por la rebelión, solicitó al presidente de Francia, Franҫois Hollande, asistencia militar para enfrentar a los grupos armados compuestos por tuaregs y fundamentalistas islámicos. Hollande aceptó ayudar al gobierno de Mali pero con el consentimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Todo sucedió con celeridad. Francia consiguió primero el apoyo de los Estados Unidos que suministró la capacidad de repostar combustible en el aire para los aviones franceses que operarían en Malí y luego logró que el presidente argelino Abdelkader Buteflika abandonara sus reticencias y abriera los cielos de Argelia a la fuerza de intervención.   

El 13 de enero comenzaron las operaciones de combate francesas cuyo objetivo primordial era asegurar la vida de los seis mil ciudadanos franceses residentes en Mali y para proteger los intereses estratégicos galos en la región, en especial sus inversiones en el campo petrolero y el abastecimiento de uranio.

Francia inicialmente brindó apoyo aéreo y más tarde de tropas terrestres para apoyar al Ejército de Mali.            Sobre el terreno, los 1.700 soldados de la fuerza de intervención francesa, apoyados por fuerzas del maltrecho ejército maliense y efectivos de la Comunidad Económica de África Occidental -CEDEAO-, especialmente ochocientos soldados de Chad, repelieron con aparente facilidad el avance de los grupos rebeldes y recuperaron el control de las principales ciudades del norte de Malí: Tombuctú y Gao.

En agosto de 2014, la Operación Serval se transformó en Operación Barkhane, que además del norte de Mali cubre parte de Níger, Mauritania, Chad y Burkina Faso y el contingente francés se incrementó hasta los 3.000 hombres. A ellos se agregaron los “cascos azules” de la ONU (MINUSMA compuesta por 12.000 efectivos pertenecientes a 123 países) realizando una clásica -y desfasada- labor de interposición y estabilización, que ya contabiliza más de cien muertos en sus filas y la misión de la Unión Europea (EUTM: 600 efectivos de 26 países, entre ellos España y Holanda), destinada al entrenamiento y asesoramiento de las Fuerzas Armadas malienses para que se encuentren en capacidad de controlar la seguridad en el país.

También están presentes los asesores estadounidenses, sin fuerzas terrestres, pero con medios de inteligencia, drones, satélites y bases secretas. Los americanos incluso han construido, para los países de la región, una nueva generación de embajadas, más parecidas a un bunker que a una sede diplomática.
Pero la intervención europea no solucionó el problema del terrorismo, solo lo desperdigó por todo el centro de África.
Hace poco más de un año, el hotel Radisson de Bamako, el más importante de la capital maliense, fue blanco de un atentado perpetrado por el grupo yihadista Al Murabitun. La recuperación de la instalaciones hoteleras dejó un saldo de 27 pasajeros muertos. El establecimiento volvió a abrir sus puertas tras ser reforzada la seguridad, esfuerzos que dan fe de la voluntad del país de seguir hacia adelante.
Un acuerdo de paz fue rubricado en mayo de 2015, en Argel, por el Gobierno maliense, la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA), que representa a la mayoría de los insurgentes separatistas tuaregs y las milicias unionistas pro gubernamentales del Gatia. La conferencia nacional, prevista en marzo de 2017, debería acelerar este inicio de entendimiento con los jefes rebeldes. Los habitantes del norte de Mali así lo esperaban.
Pero, apenas dos días después de la visita del presidente francés a las tropas francesas destacadas en la ciudad de Gao, un suicida a bordo de un coche cargado de explosivos mató este miércoles a 77 personas en un cuartel militar de la ciudad maliense en el peor atentado que sufre el país en los últimos años y que pone de nuevo de manifiesto la fragilidad del país.
Fuentes militares explicaron que el coche bomba que explotó dentro del cuartel iba camuflado de los mismos colores de los vehículos de las fuerzas ubicadas en ese cuartel, por lo que pudo entrar sin llamar la atención. La nube de polvo causada por la explosión cubrió entera la ciudad de más de 80.000 habitantes, provocó un caos general, el cierre de los comercios y de las escuelas.
Las instalaciones atacadas pertenecen al denominado Mecanismo Operacional de Coordinación (MOC), que agrupa a fuerzas gubernamentales y grupos armados locales, y cuya misión es la protección y la estabilidad en la región de Gao, tal como lo estipula mencionado el acuerdo de paz.
En el campamento se encontraban en ese momento unos 600 combatientes del ejército y de las milicias tuaregs, a punto de salir en las nuevas “patrullas conjuntas” para restablecer el control de la región.
Poco después, el grupo yihadista Al Murabitun, dirigida por el veterano yihadista argelino Mokhtar Belmokhtar, se atribuyó el hecho.

AL MURABITUN

Este grupo yihadista se originó en una escisión de AQMI producida por Mokhtar Belmokhtar, primero emir de la región novena hasta que, en 2008, por desavenencias con el emir supremo Droukel, se lo destituyó quedando a cargo del “Batallón Enmascarado” que recibió esa denominación por operar entre las tribus tuaregs. Finalmente, sus conflictos con la conducción de AQMI hicieron que se separara y formara un grupo propio.   

El emir Mokhtar Belmokhtar, alias “Bellaouar” (El tuerto) o “Míster Malboro”-, es un ex militar argelino que se convirtió en un “afgano”, es decir, un veterano de la guerra de Afganistán que a los veinte años se unió a los talibanes en su lucha contra los soviéticos en la década de los años 1990. Precisamente, Nació en 1972, en Ghardaia, 600 kilómetros al sur de Argel. En la niñez por un accidente (una pedrada) perdió un ojo. Belmokhtar regresó a Argelia en 1994 y en 1996 se incorporó a la organización salafista Grupo Islámico Armado (GIA) desde donde pasó al Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC), en 1998, y finalmente a Al Qaeda en el Magreb Islámico. 

Era el emir de la novena zona militar con jurisdicción en el Sahel, y el verdadero artífice de la expansión de los salafistas argelinos en estos territorios. Interlocutor de Bin Laden durante una época en la que se encargó del desplazamiento de los emisarios de Al Qaeda por el África Occidental y al Magreb.

Los hombres de Belmokthar trasladaron sus acciones al sur del Sahara y hacia los estados anárquicos y desprotegidos del Sahel. Allí montaron una lucrativa industria secuestrando a turistas y cooperantes extranjeros, participando del contrabando de tabaco, medicinas, drogas y armas provenientes de los campos de refugiados del Frente Polisario, América Latina y de Afganistán, a través del Cuerno de África, y del tráfico de inmigrantes subsaharianos rumbo a Europa. Con los yihadistas convertidos en traficantes, la línea que separa al terrorismo del crimen organizado transnacional es demasiado delgada.

Los grupos terroristas operan en columnas de tres a seis vehículos 4X4 –Toyota Land Cruiser, por ejemplo-. En la parte trasera llevan un cargamento de ruedas de repuesto, bidones de quinientos litros con combustible, agua, sacos de dormir, alimentos y municiones. La tripulación suele estar constituida por entre cuatro y seis hombres armados con kalashnikovs o lanzacohetes. Sus conductores son hombres del desierto con experiencia y disponen de GPS y visores nocturnos. Durante el día suelen ocultarse en grutas o bajo lonas o árboles. Tienen sus propios depósitos y se abastecen de los nómades y de las redes logísticas que emplean los traficantes del desierto

Mokhtar Belmokhtar, a quien también llaman “El Diplomático”, en alusión a su gran habilidad para trabar alianzas con las tribus bereberes del Norte de Mali, donde tiene sus bases móviles y su tacto al momento de lograr suculentos rescates por sus rehenes. Además del dinero con el que compra lealtades y ofrece un medio de vida a los jóvenes de la depauperada región en la que opera. Belmokhtar utiliza una forma clásica de ganarse fidelidades y establecer contactos: el matrimonio con mujeres de la minoría árabe que habita en la zona y ofreciendo a las poblaciones de estos territorios, dinero, asistencia médica y alimentos.

Esta misma estrategia de captación ha sido empleada por otros salafistas que se han casado con mujeres peuls, tuaregs, berabiches y de otras etnias.
Desde su refugio en los desiertos que rodean la región de Taoudeni, y con la complicidad de contrabandistas de Níger y Mali, Belmokhtar se hizo con el control de las rutas de tráficos ilegales.

A Belmokhtar y sus hombres se les atribuyen el secuestro del enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas a Níger, Robert Fowler, y a su asistente, Louis Guay, en diciembre de 2008, el secuestro de los tres cooperantes españoles que se desplazaban a Naouadhibou en noviembre de 2009 y el de dos ciudadanos franceses en enero de 2011, que fueron ejecutados como consecuencia de la intervención de una unidad de las fueras especiales francesas. También se lo considera responsable del atentado contra la embajada de Israel en Nouakchot, en febrero de 2008.

Otra operación importante llevada a cabo por los hombres del Belmokhtar ha sido el ataque a la planta de gas de In Amenas, en el sur de Argelia, en enero de 2013, en que murieron 37 rehenes y 32 terroristas.   

Algunas versiones, que nunca han podido ser confirmadas plenamente,  Belmokhtar mantendría o habría mantenido en algún momento vínculos con los organismos de inteligencia de Argelia. Belmokhtar ha sumado a su organización los restos del grupo yihadista “Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental” -MUYAO- y aún mantiene fuertes vínculos con vínculos con AQMI –o quizás con la central de Al Qaeda-.

CONCLUSIÓN


Al Murabitun es el grupo yihadista más activo y peligros de Mali, mientras Mokhtar Belmokhtar es el líder terrorista más buscado por los gobiernos occidentales. El atentado contra el cuartel de Gao es claramente una respuesta y un mensaje, tanto a la presencia del presidente francés François Hollande, como a la Cumbre de Francia – África que reunió a 35 jefes de Estado africanos en la ciudad de Bamako, de que los líderes terroristas son parte del esquema de poder en la región. Un mensaje que no puede pasarse por alto.