domingo, 30 de mayo de 2021

GOLPE PALACIEGO EN MALI


 

En una suerte de “golpe dentro del golpe” el vicepresidente de Mali coronel Assimi Goïtia al frente de un Comité Nacional para la Salvación del Pueblo destituyó el martes 25 de mayo al presidente de transición Bah N’Daw y al primero ministro Moctar Ovane convirtiéndose en presidente y jefe de Estado.

Tal como lamentablemente suele ocurrir en algunos países del Tercer Mundo, los militares que llevan a cabo golpes de Estado inmediatamente comienzan a pelear entre sí. Así los militares que destituyeron al presidente Ibrahim Boubacar Keïta, el 18 de agosto de 2020, comenzaron a disputarse el poder en un país que vive en medio de una larga guerra contra el yihadismo que se libra en el norte de su territorio.

Desde mediados de mayo la gobernabilidad en Mali se vio alterada por un conflicto surgido al fracasar las negociaciones por incrementos en los salarios y subsidios entre la Unión Nacional de Trabajadores Malienses (UNTM), el sindicato que representa a los empleados estatales y privados y el gobierno de facto. El conflicto derivó en una masiva huelga general.

Para aliviar el conflicto y recuperar la iniciativa política el presidente de transición Bah N’Daw llevó a cabo una reorganización del gabinete ministerial que dejó fuera de sus cargos a los coroneles Sadio Camara y Modibo Koné. Al parecer el presidente tomo la decisión sin consultar al vicepresidente Assimi Goïta, hombre fuerte del golpe de Estado de agosto del año pasado, que reaccionó destituyendo al primer mandatario y a su primer ministro y asumiendo esas funciones el mismo.

Los militares reaccionaron y el Comité Nacional para la Salvación del Pueblo cuyo presidente es el coronel Assimi Goïta, de 37 años, tomó el control del país. Ante los hechos consumados el viernes 28 el Tribunal Constitucional de Mali ratificó a Goïta como presidente de transición de un proceso que deberá culminar antes de un año en nuevas elecciones generales aunque todavía no hay un calendario al respecto.

En esta forma se ha consumado el quinto golpe de Estado en los sesenta años de vida de esta antigua colonia francesa que constituye un auténtico Estado Fallido. Veamos cuál es la situación imperante en el país del África Occidental.

UNA FUENTE INESTABILIDAD EN EL SAHEL

La República de Mali, es un estado sin fronteras marítimas que se encuentra situado en el África occidental. Es el séptimo país más extenso del continente y limita al norte con Argelia, al este con Níger, al oeste con Mauritania y Senegal y al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Fasso.

Su superficie es de 1.240.000 km² -aproximadamente la extensión de Sudáfrica y Angola- y lo ubica también en el puesto 24 en la lista de países por extensión territorial. La mayor parte del país forma parte del sur del Sáhara, por lo que el clima es caluroso, y las frecuentes sequías son propicias para que se formen las frecuentes tormentas de arena que suelen asolar el territorio de Mali.

La población total se ha estimado en alrededor de trece millones de personas dividida en diversas etnias: bambara (36.5%), senufo, sarakolé, dogón, peúl (fulah 17%)), tuareg (tamashek) y árabe (10% entre ambos). En opinión de José E. Mosquera: “en Malí cada etnia ha ejercido el poder sobre otras dependiendo de la época, se han entremezclado desde hace varios siglo y enfrentado entre sí, han formado alianzas y se han esclavizado entre ellas y a la vez se han unido en la yihad en diferentes períodos históricos.” En verdad siempre ha existido una cierta tensión étnica entre las poblaciones del Norte (blancos, árabes, bereberes, musulmanes y nómades) que habitan grandes espacios por todo el Sahel; con respecto a los habitantes negros del Sur, que constituyen la mayoría de población y que suelen ser agricultores sedentarios y  musulmanes, pero con pequeñas comunidades cristianas y animistas en su seno.

La estructura económica del país se centra en la agricultura y la pesca. El algodón es el principal producto de exportación y se lo envía a Senegal y Costa de Marfil. Además del algodón, el país produce arroz, mijo, maíz, verduras, tabaco y maderas.

Pese a que algunos de sus recursos naturales son el oro (es el tercer productor de África, después de Sudáfrica y Ghana y el cuarto a nivel mundial), el uranio, el petróleo, los fosfatos, la piedra caliza y la sal. El oro que se extrae en la región sur, como principal producto de exportación desde 1999 ayudó a mitigar el impacto negativo de la caída de los precios del algodón desde 2003.

El ochenta por ciento de la población se desempeña en la agricultura y un quince por ciento lo hace en el sector servicios. Sin embargo, las variaciones estacionales dejan sin trabajo temporal a la mayoría de los campesinos. Azotada por frecuentes hambrunas es considerada una de las naciones más pobres del mundo: el índice de desarrollo humano lo sitúa en el puesto 175 entre 182 estados. Con un PBI per capita de tan sólo 1.123 dólares, el 68,4% de la población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza.

Otros índices de calidad de vida son igualmente alarmantes: tan sólo el 26,2% de la población sabe leer y escribir, la esperanza de vida al nacer es una de las más bajas del mundo: 51,4 años, de cada mil niños nacidos vivos mueren 191 antes de cumplir el año. El 27,9% de los niños malienses padecen desnutrición crónica.

Su gobierno, en las últimas décadas, mantuvo buenas relaciones con los Estados Unidos –que entrenaba a su mal pertrechado ejército- y con Francia y la Unión Europea que financiaban el 70% de su presupuesto. Los Estados Unidos han invertido desde 2010 unos quinientos cincuenta millones de dólares en el entrenamiento y equipamiento de los ejércitos de África Occidental.

Las crisis alimentarias son endémicas debido a la irregularidad de las precipitaciones, las rudimentarias técnicas agrícolas y la continua inestabilidad política que provoca el éxodo de la población de las áreas más violentas e interrumpe el flujo natural de los intercambios comerciales con los países vecinos.

También los circuitos habituales de pastoreo trashumantes se han visto alterados. Los pastores se han desplazado en busca de zonas de pasto y agua más lejanos para proteger a su ganado del pillaje creciente. Esta situación ha generado  la interrupción de las campañas de vacunación y ha creado el riesgo de que el ganado enferme.

Además el retorno a la región de unas doscientas mil personas del pueblo tuaregs que huyó de Libia para evitar la guerra civil y la crisis económica. Faltos de recursos y de medios para ganarse la vida, los recién llegados agravaron la situación alimentaria y rompió el equilibrio étnico

EL FIN DE LA PRESENCIA EUROPEA

El dominio europeo sobre África fue relativamente corto, si se excluyen unas pocas plazas o territorios ocupados precozmente. El territorio de Malí, con el nombre de Alto Senegal Níger, se convirtió, en 1895, en una colonia francesa integrada al África Occidental Francesa con una parte de Mauritania, Burkina Faso y Níger. Kayes fue el centro administrativo hasta 1907, cuando Bamako pasó a ser la capital. En 1920 cambió su nombre por el de Sudán Francés.

Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, toda actividad política estuvo prohibida en la colonia francesa. Al concluir la contienda mundial, fue muy difícil para Francia aceptar los reclamos de independencia de la población del Magreb y del Sahel. La presencia francesa allí era no sólo un problema militar o relacionado con el dominio de los intereses económicos metropolitanos, sino que se vinculaba especialmente con las comunidades francesas residentes, que controlaban los sectores más lucrativos de la economía y retenían el más elevado número de cargos en el gobierno, con la excepción de los niveles inferiores de la administración.

En Malí el proceso que llevó a la independencia fue pacífico y gradual. En 1946, los nacionalistas crearon en la ciudad de Bamako, el partido independentista para la Reunificación Democrática Africana (RDA). En 1956, el gobierno de Francia convirtió el Sudán francés en una república autónoma dentro de la Comunidad Francesa. El 17 de enero de 1959, Mali, Senegal, Dahomey y Alto Volga se unieron para formar la Federación de Mali que el 20 de junio de 1960 proclama su independencia. Esta Federación estalla algunos meses más tarde; casi inmediatamente se separaron Alto Volta y Dahomey, y en agosto se aleja Senegal. La República de Mali se proclama el 22 de septiembre de 1960.

Inmediatamente, Mali se convierte en miembro de la Organización de las Naciones Unidas y de la Unión de Estados Africanos. El nacionalista africano Modiko Keita, quien fue jefe de gobierno de la efímera Federación de Mali, se convirtió  en el primer presidente malinense. Pronto Mali comenzó a alejarse de la influencia de Francia y a aproximarse a la Unión Soviética.

En 1968, como consecuencia del creciente declive económico del país, el presidente Modiko Keita fue derrocado por un cruento golpe de Estado militar dirigido por el teniente Moussa Traoré. El gobierno fue asumido por un Comité Militar para la Liberación Nacional presidido por Traoré quien trató de reformar la economía e impulsar el desarrollo del país. Pero sus esfuerzos fueron frustrados por la creciente agitación política y una sequía devastadora que afectó a todo el Sahel durante el periodo de 1968 a 1974 provocando una terrible hambruna.

En 1976, Traoré fundó el único partido político legal, la Unión Democrática del Pueblo de Mali, pero debió enfrentar protestas estudiantiles que se iniciaron a finales de la década de 1970, así como tres intentos de golpe de Estado. Sin embargo, los disidentes fueron exitosamente reprimidos hasta el final de la década de 1980.

El gobierno continuó intentando aplicar reformas encaminadas hacia la economía de mercado. Se impulsó la inversión extranjera en el campo del comercio y los servicios públicos. Malí avanzó en la reforma económica firmando acuerdos en 1988 con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el gobierno militar no pudo mejorar su relación con la población civil que demandaba el retorno a un régimen constitucional. En respuesta a las crecientes demandas en favor de la instauración de una democracia pluripartidista, el presidente Traoré adoptó algunas medidas liberalizadoras pero se negó a poner una fecha para la realización de elecciones. Entre 1985 y 1986, Mali y Burkina Faso mantuvieron un conflicto armado por reclamos territoriales.

En 1990, comenzaron a surgir movimientos de oposición coherentes que contaban con cierta simpatía de la opinión pública internacional. Pero, el movimiento de apertura democrática se vio obstaculizado por los brotes de violencia étnica en el norte del país, en la región de Azawad, debido a las revueltas organizadas por los tuaregs. La sequía de 1990 originó el fin para gran parte de la economía tradicional tuareg, basada en la cría de ganado con la consiguiente marginalización de su población. El conflicto se prolongó hasta 1992.

El malestar y las protestas terminaron por provocar otro golpe de Estado militar, esta vez encabezado por el teniente coronel Amadou Toumani Touré, quien presidió un gobierno de transición –el Consejo Nacional de Reconciliación- que reformó la constitución y convocó a elecciones presidenciales. En 1992, Alpha Oumar Konaré, un profesor universitario, se impuso en los comicios con el partido ADEMA y pasó a presidir el país. Tras su reelección en 1997, el presidente Konaré impulsó reformas políticas y económicas al tiempo que intentaba reducir la creciente corrupción. En 2002, fue reemplazado por el general Amadou Toumani Touré quien ganó las elecciones presidenciales.

El 22 marzo de 2012, un golpe de Estado encabezado por el capitán Amadou Haya Sanogo, un oficial con tres años de formación militar en los Estados Unidos, al frente de las unidades de élite y paracaidistas y bajo la bandera del Consejo Nacional para la Restauración de la Democracia y el Estado (CNRDR), depuso al presidente de Malí,  Amadou Toumani Touré y suspendió la vigencia de la constitución. El golpe de Estado originó el cese de la ayuda internacional que tanto necesitaba el país. Pronto las endémicamente débiles fuerzas armadas de Malí pronto se vieron divididas por las pujas de poder.

Lejos de estabilizarse la gobernabilidad de Malí siguió tambaleándose. Un mes después la presión de Francia llevó a un proceso de transición con el nombramiento del presidente de la Asamblea Nacional, Diondunda Traoré  como presidente y Cheick Modibo Diarra, ex gerente de la empresa multinacional de capital estadounidense Microsof en África, como primer ministro de un gobierno provisional. En diciembre de 2012, Diarra fue reemplazado por el ex funcionario del FMI, Django Sissoko. Aunque Sanogo sigue ejerciendo el poder en la sombras.    

LOS TUAREGS EN PIE DE GUERRA

           Pero lo más significativo es el estallido de una nueva revuelta de los Tuaregs en el norte de Malí, en la región de Azawad, a comienzos de 2012. Desde la creación del Estado de Mali, en 1960, luego del retiro de Francia de la región, los tuaregs se han rebelado contra el gobierno central en 1990 a 1996, nuevamente en 2006 y de 2007 a 2009. Nunca una rebelión había alcanzado una expansión de tal magnitud impulsada por el ideario salafista y alimentada por combatientes y armas provenientes del escenario libio, una combinación de factores que ya hemos visto en Afganistán.

La denominación de “tuareg”, es una palabra árabe, popularizada en Europa para denominar a un pueblo nómade que se llama así mismo “kel tamasek” (gente del tamashek) identificándose por su idioma: el tamashek que es una lengua bereber.

Los tuaregs son por su origen una población blanca, libico – bereber, que a su llegada al Sáhara absorbió a grupos humanos preexistentes, en especial negros y libertos, cuyas culturas incorporó parcialmente. Hoy la sociedad tuareg, está conformada por hombres blancos o negros en un conglomerado, culturalmente integrado, estrictamente estratificado y jerarquizado que habla el tamashek y que cuenta con su propio sistema de grafía, una escritura, denominada “tifinar”, y practica un modo característico de vida.

Los tuaregs nunca se sintieron integrados a un estado donde los cargos gubernamentales, la administración pública y las fuerzas armadas quedaban en manos de la etnias Songhai y Fulani, que constituyen el 95% de la población malinense y donde ellos eran claramente minoritarios.

LA REBELIÓN DE LOS TUAREGS EN 2012

La nueva rebelión en el norte de Malí estuvo protagonizada por una alianza de distintos grupos separatistas y terroristas yihadistas a ambos grupos se integraron milicianos tuaregs que retornaban de la guerra de Libia con grandes cantidades de armamento pesado y sin otra profesión u ocupación posible que la de combatiente. La coalición rebelde puso en jaque al gobierno del presidente Amadu Toumani Touré en tan sólo un par de meses.

En esas condiciones las autoridades de Bamako y sus poco profesionales fuerzas armadas no estaban en condiciones de hacer frente a las milicias yihadistas.

Rápidamente los rebeldes lograron arrebatar al gobierno central el control de las más importantes ciudades del Norte: Kidal, Gao y Tombuctú. En esta forma los rebeldes pasaron a controlar un territorio de más de 820.000 km², el 65% de la superficie de Mali pero habitada solamente por 1,3 millones de personas.

A grandes rasgos los rebeldes se agrupaban en cuatro organizaciones: El Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad (MNZLA), Ansar al Din, Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) y el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO)

El 6 de abril de 2012, estos grupos acordaron declarar la independencia de los territorios bajo su control con el nombre de “Estado Islámico de Azawad”. Aunque no lograron el reconocimiento de otros países africanos. La Unión Africana, por ejemplo, rechazó la declaración de independencia considerándola “nula y de ningún valor” e hizo un llamamiento al resto del mundo para que la ignore.

El 27 de junio de 2012, los islamistas del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental se enfrentaron en un cruento combate con las milicias tuareg del MNLA en la denominada “batalla de Gao”. Los tuareg llevaron la peor parte en el enfrentamiento que provocó 35 víctimas fatales, en esa ocasión su secretario general Bidal Ag Acherif resultó herido. Los islamistas se hicieron con el control de la ciudad y los enfrentamientos entre ambos grupos se tornaron algo frecuente.

Para el 17 de julio de 2012, los rebeldes tuaregs del MNLA habían sido expulsados por sus aliados originales de los distintos grupos salafistas. Entonces las ciudades se distribuyeron entre los tres grupos salafistas principales: Ansar Dine en Kidal, AQMI en Tombuctú y el MUYAO en Gao. Así, inesperadamente el levantamiento tuareg y la crisis del estado fallido de Mali terminó en la creación de otro estado fallido, este de carácter fundamentalista salafista regido por la ley islámica, en la región de Azawad

La aplicación de la sharia con penas de azotes públicos, mutilaciones y lapidaciones, prohibición a la educación de las niñas, así como la destrucción del patrimonio cultural islámico en los territorios bajo control de los insurgentes yihadistas y las luchas violentas entre las distintas facciones insurgentes provocaron el éxodo de más de doscientos sesenta mil personas del norte de Mali hacia la ciudad capital: Bamako y hacia los otros países de la región.

Los milicianos salafistas destruyeron gran parte del patrimonio cultural de Tombuctú, en el marco de  su concepción radical del Islam. Comenzaron por demoler siete mausoleos o “morabitos” de ancestrales santones musulmanes que vivieron en la zona y luego destruyeron la puerta de manera labrada de la mezquita de Sidi Yahia (del siglo XV, declara patrimonio de la humanidad por la UNESCO. A los ojos de los salafistas esos monumentos eran haram (pecado).

No obstante, sus diferencias y las luchas de facciones los insurgentes pronto se encontraron a las puertas de Bamako con la intención de unificar a Mali en un estado yihadista – un Yihadistán, como señalaron alarmados los medios de prensa occidentales- en el centro de África y a las puertas de la Unión Europea.

Fue entonces, que, para impedir que los yihadistas se hicieran con el control total de Mali, los gobiernos europeos se decidieron a intervenir en el país africano. La iniciativa recayó en Francia, como antigua potencia colonial y por ser el país con mayores intereses en la región, se hizo precisa la intervención militar de Francia, en su antigua colonia.

LA OPERACIÓN SERVAL

A principios de enero de 2013, los grupos salafistas que controlaban el norte de Mali desde junio reagruparon sus fuerzas y lanzaron una exitosa ofensiva contra la localidad de Kona –situada al centro oeste de la provincia de Mopti, que sobrepasó a las tropas malienses.

Tras la caída de esta ciudad, el 10 de enero, en manos de los rebeldes, el presidente Dioncunda Traoré, al verse acorralado por la rebelión, solicitó al presidente de Francia, Franҫois Hollande, asistencia militar para enfrentar a los grupos armados compuestos por tuaregs y fundamentalistas islámicos. Hollande aceptó ayudar al gobierno de Mali pero con el consentimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El 13 de enero comenzaron las operaciones de combate francesas cuyo objetivo primordial era asegurar la vida de los seis mil ciudadanos franceses residentes en Mali y para proteger los intereses estratégicos galos en la región, en especial sus inversiones en el campo petrolero y el abastecimiento de uranio.

Francia inicialmente brindó apoyo aéreo y más tarde de tropas terrestres para apoyar al Ejército de Mali. Sobre el terreno, los 1.700 soldados de la fuerza de intervención francesa, apoyados por fuerzas del maltrecho ejército maliense y efectivos de la CEDEAO, especialmente ochocientos soldados de Chad repelieron con aparente facilidad el avance de los grupos rebeldes y recuperaron el control de las principales ciudades del norte de Malí: Tombuctú y Gao.

Otro trágico saldo del conflicto fue la pérdida del legado histórico de los pueblos de la región que constituye un auténtico patrimonio de la humanidad. Mientras las fuerzas francesas y malienses recuperaban el control de la ciudad de Tombuctú, los rebeldes salafistas en retirada incendiaron el Instituto Ahmed Baba, destruyendo entre dos y tres mil manuscritos, aunque afortunadamente otros trescientos mil documentos pudieron ser salvados y ocultados por la población. Muchos de estos textos datan del siglo XII al XVI y fueron elaborados por renombrados eruditos de la zona. Los documentos estaban por ser digitalizados, pero los rebeldes destrozaron las computadoras y otros equipos enviados por la UNESCO y otras ONGs para ese propósito.

ELVIETNAM DEL SAHEL

Desde 2012, Mali es un país en guerra con el yihadismo, ocupado por fuertes contingentes armados de diversos países.

La presencia francesa que comenzó en 2013 como la mencionada “Operación Serval”, cambio de denominación en 2014 por “Operación Barkhane” y comprende a un total de cinco mil efectivos, doscientos vehículos blindados, seis aviones de combate y veinte helicópteros de las fuerzas galas que suelen operar con las fuerzas del G-5 en especial en la zona denominada de las “tres fronteras”, entre Malí, Níger y Burkina Faso.

Las fuerzas francesas han perdido en combate a 43 soldados y otros 60 resultaron con heridas de diversa gravedad. Paris, por su parte ha reivindicado la “neutralización” (muerte) de entre 600 y 1.000 yihadistas pertenecientes a las dos principales redes yihadistas que operan en la región.

Ellos son El Frente de Apoyo al Islam y a los Musulmanes o Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin, creado el 1° de marzo de 2017, de la fusión de los grupos Ansar Dine, Al Qaeda en el Magreb Islámico en el Sahel, la katiba Macina y la Katiba Al Morabitun que constituye la franquicia de Al Qaeda en la región y su rival el Estado Islámico en el Gran Sáhara.

Pese a la intervención de fuerzas militares extranjeras la violencia terrorista se ha extendido al centro de Malí y a los país vecinos, Burkina Faso y Níger. Durante 2020 el Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin extendió sus operaciones a la frontera de Burkina Faso con Costa de Marfil y Ghana y este año se han producido ataques en suelo marfileño, así como en Benín.

El 19 de mayo de 2020, por ejemplo,  las fuerzas francesas capturaron a Mohamed el Mrabat, veterano terrorista del Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).   

El 6 de junio de 2020, los franceses en otra exitosa operación antiterrorista abatieron al emir de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el terrorista argelino Abdelmark Droukdal, una pieza clave en el entramado del yihadismo en el Sahel desde hace más de veinte años responsable de varios secuestros y asesinatos.

No obstante, la aparición de un grupo yihadista afiliado a Al Qaeda, liderado por el predicador de la etnia peul Amadou Koufa, que ha reclutado sobre todo en su comunidad, ha propiciado ataques y represalias entre los peuls, mayoritariamente ganaderos y las etnias bambara y dogon, que viven principalmente la agricultura.

A estos grupos yihadistas se suma el avance desde el otro gran foco islamista regional, la cuenca del lago Chad, de Boko Haram y su escisión, el Estado Islámico en África Occidental, hacia el oeste de Nigeria, donde su presencia es cada vez mayor, lo que hace temer a los países occidentales que se pueda crear una “área sin ley” que una ambas zonas controladas por los terroristas.

Desde 2012, más de diez mil africanos occidentales han muerto y más de un millón han huido de sus hogares convirtiéndose en refugiados y las fuerzas armadas de África Occidental y Francia han sufrido importantes bajas.

El 10 de agosto de 2020 fueron asesinados en la región seis cooperantes franceses y dos ciudadanos nigerianos en la región de Kouré (suroeste de Níger). Las fuerzas francesas, por su parte, son víctimas de acoso y emboscadas relativamente frecuentes, cuando los grupúsculos yihadistas, enfrentados entre ellos, confirman su implantación en los pueblos víctimas de una pobreza secular.

Naciones Unidas está presente con la “MINUSMA”, una de las misiones de paz más importantes y numerosa del organismo internacional.

Europa participa a través de la European Unión Training Missión (EUTM-Mali), con sede en Bamako, en la formación y capacitación de cuatro batallones del ejército de Malí (integrado por unos 3.000 soldados) para que estén en capacidad de hacerse cargo de la seguridad del país cuando se retiren las fuerzas extranjeras. República Checa y España suministraba instructores y personal de apoyo (actualmente hay 200 españoles, pertenecientes a la VII Bandera “Valenzuela” de la Legión Extranjera Española, en Malí, pero los ha retirado tras el golpe que desplazó al presidente Bah N’Daw.

Francia mantiene en Mali tropas de protección, Alemania un hospital de campaña y Bélgica dos helicópteros de evacuación médica. En total la Unión Europea ha desplazado unos quinientos militares a Malí e invertido cientos de millones de euros (32 millones de euros anuales) para contribuir a estabilizar el país.

Los Estados Unidos participan también suministrando “Predators”“drones” de gran utilidad para la vigilancia de grandes espacios abiertos y que operan desde el territorio de Níger.

Cinco países africanos: Mali, Mauritania, Níger, Burkina Faso y Chad han constituido la “Fuerza G-5” para contribuir en la lucha contra el islamismo.

Precisamente, el conflicto en Mali se mantiene como el mayor desafío a la seguridad en el Sahel. En opinión del profesor Alaya Allani, de la Universidad de Manouba en Túnez, “los yihadistas van a desarrollar una guerra de desgaste desde las zonas de difícil acceso en las que se han refugiado”.

EL GOLPE DE ESTADO DE 2020

En las elecciones presidenciales de 2013 se impuso Ibrahim Boubakar Keïta, quien obtuvo el 78% de los votos emitidos. Su mandato se desarrolló entre la crisis económica que afecta al país, los ataques de los grupos yihadistas y la cada vez mayor presencia de tropas extranjeras en el país

En 2018, Keïta se postuló para un segundo mandato y triunfó en la elección, pero sólo después de haberse visto forzado a pasar por una segunda vuelta electoral debido al debilitamiento de su imagen popular.

Desde julio se llevaban a cabo fuertes manifestaciones opositoras en las calles de Bamako, la capital maliense, que demandaban la renuncia del presidente debido a graves hechos de corrupción que involucraban a ciertos funcionarios y a miembros de su propia familia (en especial por la vida licenciosa de Karim Keïta, uno de los hijos del presidente) y la prolongada violencia que llena de sangre al país . La oposición también acusaba al presidente Keïta de haber hecho fraude en la elección parlamentaria el marzo pasado e instalar en el Parlamento a sus candidatos. Las movilizaciones opositoras fueron impulsadas especialmente por el imán popular Mahmoud Dicko y la coalición de agrupaciones políticas denominada Movimiento 5 de Junio – Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP).

La gobernabilidad del país se vio aún más afectada después de que las fuerzas de seguridad asesinaran a once manifestantes durante la represión de las protestas.

Finalmente, el miércoles 18 de agosto de 2020 los militares de la base de Kati (situada a unos 15 kilómetros de Bamako), la 3ª División Militar al mando del Coronel Mayor Malick Diaw se rebelaron contra las autoridades militares y detuvieron al presidente Ibrahim Boubacar Keïta, al jefe de gobierno Bubu Cissé y a otros altos funcionarios del gobierno y tomaron el poder.

Los militares golpistas constituyeron un “Comité Nacional para la Salvación del Pueblo”, presidido por el coronel mayor Assimi Goita del Ejército de Tierra y responsable de las Fuerzas Especiales en el centro del país, la región más golpeada por el terrorismo y la violencia intercomunitaria en los últimos años.

El Comité Nacional para la Salvación del Pueblo está integrado por cinco militares: coronel mayor Goita, el coronel mayor Malick Diaw, el coronel Sadiou Cámara, a quién los observadores consideran el “cerebro” del golpe y que acaba de regresar a Mali después de un período de instrucción militar en Rusia, el coronel mayor Ismael Wagué, Jefe Adjunto del Estado Mayor del Ejército del Aire.

Finalmente, el Comité Nacional para la Salvación del Pueblo prometió normalizar el país a través de elecciones en cinco años y designo presidente de transición al general Bah N’daw desplazado por Assimi Goïta el 25 de mayo pasado

REPERCUSIONES INTERNACIONALES

Los militares sublevados han prometido respetar la vida y la seguridad de los funcionarios desplazados y que Malí seguirá cumpliendo todos los tratados internacionales y con la hoja de ruta establecida para la transición a la democracia.

No obstante, el golpe de Estado fue inmediatamente rechazado por diversos organismos internacionales: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

La Unión Africana y la CEDEAO incluso suspendieron la membresía de Mali a sus respectivas organizaciones hasta tanto se restablezca el orden constitucional en el país. En el mismo sentido se pronunció el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

CONCLUSIONES

La República de Malí constituye una pieza clave en la situación de seguridad de la región sáharo – saheliana, un amplio espacio sin ley que abarca una superficie mayor que la de Europa.

Un espacio sin ley cuyos habitantes viven bajo la continua amenaza de hambrunas y los grupos criminales organizados y las organizaciones armadas yihadistas aprovechan para realizar sus negocios ilícitos.

Por tanto, la existencia de un gobierno de facto ilícito en Mali constituye un importante factor de inestabilidad y de promoción de la violencia que hará más difícil la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado transnacional.

La situación sigue siendo muy fluida en Malí y nada garantiza que los militares abandonen el poder y llamen a elecciones realmente libres y democráticas.

 

sábado, 29 de mayo de 2021

EL ASESINATO DEL DICTADOR DOMINICANO RAFAEL LEÓNIDAS TRUJILLO SESENTA AÑOS DESPÚES.


 

El 30 de mayo de 1961 se produjo un magnicidio en la República Dominicana. El hombre fuerte del país, generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, “El Benefactor” o “El Chivo”, fue asesinado de siete disparos en la avenida George Washington por un comando de nueve conspiradores apoyados por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos.

La República Dominicana es una antigua colonia española en el Caribe que comparte la isla La Española o de Santo Domingo con la excolonia francesa de Haití a través de una frontera de 376 km.

El territorio de la República Dominicana ocupa las dos terceras partes de la isla ( 48.670 km² -74%-, de los cuales 380 km² se encuentran cubiertos por agua). La Isla de Santo Domingo constituye la segunda en tamaño del grupo de Las Antillas después de Cuba.

El país, como la mayoría de los países latinoamericanos, arrastra una historia turbulenta y violenta llena de golpes de Estado y crímenes. Previamente al magnicidio que acabo con la vida de Trujillo, dos presidente dominicanos fueron asesinados mientras desempeñaban sus cargos: Ulises Hilarión Heureaux Lebert, conocido como “Lilis”, tres veces presidente dominicano, cayó bajo las balas de un grupo de conspiradores liderados por Ramón Cáceres Vásquez, Jacobo de Lara y Horacio Vásquez, el 26 de julio de 1899, en la localidad de Moca.

Uno de los asesinos de Heureaux, el general Ramón Arturo Cáceres Vásquez, conocido como “Mon”, convertido en presidente dominicano el 12 de enero de 1906, fue también asesinado por un complot de diez jóvenes, encabezado por el general Luis Tejera Bonetti, que no había cumplido los treinta años, en 19 de noviembre de 1911, en el área costera de Güibia, al sur de la capital dominicana. El presidente asesinado tenía 44 años.

De la República Dominicana podría decirse algo similar a lo que suele mencionarse con referencia a México: “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.

En 1905, el presidente Theodore “Thedy” Roosevelt, trató de impedir la intervención europea con la excusa de cobrarse la deuda externa dominicana.

Los Estados Unidos que se habían consolidado como potencia emergente en la región del Caribe después de haber derrotado a España en la guerra de 1898. En diciembre de 1902 cuando estalló la crisis de Venezuela Washington jugó un papel determinante. Una flota conjunta del Imperio Británico, el Imperio Alemán y el Reino de Italia bloquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago de las deudas contraídas por el gobierno venezolano con compañías de sus connacionales.

La crisis se resolvió el 13 de febrero de 1903 con los protocolos firmados en Washington donde Venezuela se comprometió a pagar la deuda externa cuyo monto fue reducido con el 30% de sus ingresos aduaneros.

Esta crisis dio origen al Corolario Roosevelt de 1904 a la Doctrina enunciada por el presidente James Monroe en 1823. Roosevelt afirmó que si un país latinoamericano y del Caribe situado bajo la influencia de los Estados Unidos amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de los Estados Unidos estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país “desquiciado” para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio d su ciudadanía y sus empresas.

Este corolario supuso, en realidad, una carta blanca para la intervención de los Estados Unidos y el Caribe estableciendo de facto un estado cuasi o neocolonial para los países de la región. En gran parte el “corolario” de Roosevelt estuvo motivado por la necesidad de proteger las rutas del futuro canal de Panamá, el cual se encontraba en construcción.

Así, en 1905, los Estados Unidos obtuvieron el acuerdo dominicano para que su gobierno tomara la administración de las aduanas del país, que para ese entonces constituían la principal fuente de ingresos.

Posteriormente, un tratado concretado en 1906 estableció la administración estadounidense por cincuenta años. Los Estados Unidos acordaron utilizar parte de los ingresos de aduanas para reducir la inmensa deuda exterior de la República Dominicana y asumieron la responsabilidad de dicha deuda.

Pocos años después, el 16 de mayo de 1916, otro presidente estadounidense Woodrow Wilson envió al Cuerpo de Marines a ocupar la República Dominicana que pasó conformar una suerte de protectorado con el contralmirante Harry Shepard Knapp como jefe de Estado. La ocupación fue repudiada por el pueblo dominicano.

El gobierno de ocupación mantuvo la mayoría de las leyes e instituciones dominicanas, en gran parte, reactivó la economía, redujo la deuda externa dominicana, para poder controlar mejor el territorio dominicano construyó una red de carreteras que por fin integraron todas las regiones del país. Incluso profesionalizó a los cuerpos militares y de seguridad creando la Guardia Nacional.

En 1924, el presidente John Calvin Coolidge puso término a la ocupación convocando a elecciones generales en la República Dominicana en marzo de ese año.

El presidente que resultó electo, Horacio Vásquez, realizó un buen gobierno contando con el apoyo estadounidense, durante seis años. Al frente del Ejército Nacional (la antigua Guardia Nacional) se encontraba el Teniente Coronel Rafael Leónidas Trujillo Molina que gozaba de la confianza tanto del presidente como de Washington.

A comienzos de 1930, el presidente Horacio Vásquez intentaba ser reelecto pero, se produjo una insurrección en su contra. Columnas rebeldes marcharon sin oposición hacia Santo Domingo donde entraron el 26 de febrero sin que el Ejército Nacional presentara alguna resistencia. El presidente Horacio Vásquez debió partir al exilio y el líder rebelde Rafael Estrella Ureña fue proclamado presidente interino. Aunque el verdadero poder residía en el “general” Rafael Leónidas Trujillo.

EL BENEFACTOR

Rafael Leónidas Trujillo nació en la ciudad de San Cristóbal, el 24 de octubre de 1891. Tercero de los once hijos de una familia de clase media baja formada por el comerciante José Trujillo Valdez y Altagracia Julia Molina Chevalier, “Mama Julia”. Además, Trujillo tuvo medio hermanos por parte de padre.

En esos años una familia numerosa podía constituir en una ventaja para un político ambicioso. La sociedad dominicana de entonces estaba estructurada en base a vínculos familiares y de “compadrazgo”[1]. Por lo tanto contar con muchos hermanos, cuñados y sobrinos resultaba una ventaja porque llegado el momento podían convertirse en un auténtico ejército de funcionarios y colaboradores leales en quienes era factible confiar para controlar áreas claves del gobierno.

Todos los hermanos varones de Trujillo con excepción de Amable Romeo se convirtieron en generales o coroneles del Ejército dominicano. Entre sus hermanos,  su  hermano Héctor “Negro” Bienvenido Trujillo Molina, fue general, Jefe de Estado Mayor y ministro de Guerra, incluso fue nombrado presidente (1952 – 1960) y ascendido a “generalísimo” en 1959. Aníbal general y Jefe de Estado Mayor, Virgilio cumplió la delicada función de ministro del Interior, Arismendi fue general de división. Los cuñados José García y José Román Fernández y los sobrinos José García Trujillo y Virgilio García Trujillo fueron generales u oficiales superiores y ocuparon importantes puestos de mando. De sus hijos puede decirse que nacieron oficiales. Radhames fue comandante honorario a los cinco años y Ramfis fue nombrado general a los nueve años. Llegó a haber más de una decena de parientes de Trujillo en la jerarquía superior del Ejército.[i]

Rafael Leónidas recibió educación básica, a partir de 1897, durante algunos años en la escuela Juan Hilario Meriño. En 1907, a los 16 años, comenzó a trabajar como telegrafista. Tres años más tarde abandonó ese empleo para dedicarse a actividades criminales como el cuatrerismo, falsificación de cheques y robo postal. Formando parte de una pandilla conocida como “La 42” que comandaba su hermano José “Petán” Arismendi. Rafael Leónidas incluso pasó algunos meses en la cárcel cumpliendo sentencia por delitos menores.

La intervención militar estadounidense de 1916 cambió las cosas para el joven Rafael Leónidas Trujillo.

En 1918, el futuro Benefactor comenzó su carrera militar incorporándose como Segundo Teniente a la Guardia Nacional formada por los estadounidenses. Un año más tarde, el 11 de enero de 1918, fue promovido a teniente. En 1921 ingresa a la Academia Militar creada por los americanos en Haina. Egresa el 22 de diciembre y es designado como Jefe de la guarnición de San Pedro de Mocorís con el grado de capitán.

En 1922 es trasladado a Cibao como jefe de la 10ª Compañía de la reorganizada Policía Nacional dominicana.

En 1923 cursa estudios en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. A su egreso es designado Inspector del Primer Distrito Militar.

Finalmente, cuando los estadounidenses se marcharon en 1924, Trujillo había alcanzado el grado de “mayor” con tan solo ocho años de servicio. Eran tiempos excepcionales donde un hombre audaz y con iniciativa podía hacer rápido una brillante carrera en el ejército dominicano.

En 1927, Trujillo pasó a la reorganizada Brigada Nacional con el grado de general, tenía 36 años.

LA DICTADURA

Sin dejar su cargo militar, Rafael Leónidas Trujillo compitió en las elecciones presidenciales del 7 de mayo de 1930 con Rafael Estrella Ureña como compañero de fórmula. La campaña electoral se llevó a cabo en medio de un clima de terror instaurado por una banda paramilitar conocida como “La 42” dirigida por el mayor del Ejército Miguel Ángel Paulin.

Tanto los candidatos opositores como algunos miembros independientes de la Junta Central Electoral renunciaron. Trujillo convertido en único candidato triunfo ampliamente.

El 16 de agosto de 1930, a la edad de 38 años, Rafael Leónidas Trujillo se convirtió en presidente de la República Dominicana alcanzando el poder que no dejaría hasta ser asesinado treinta años después.

Inmediatamente se suprimieron todos los partidos opositores y el oficialista Partido Dominicano fue la única fuerza política autorizada, salvo contadas y coyunturales excepciones. Se constituyó formalmente el 16 de agosto de 1931. Mario Fermín Cabral fue el principal dirigente del Partido, que tenía por emblema un árbol de Palma. El carné de miembro del Partido se convirtió en el documento obligatorio para todos los dominicanos mayores de edad. Era necesario para la mayoría de los trámites cotidianos como buscar empleo o salir del país.

En 1930, la población de la República Dominicana apenas superaba el millón de habitantes, el país esa predominantemente rural La ciudad capital, Santo Domingo, albergaba tan solo trescientas mil almas. La elite social y gobernante era fuertemente endogámica, sus miembros se conocían y eran pariente entre sí.

La dictadura trujillista se mantuvo por tres décadas gracias a una combinación de buena administración que introdujo muchos adelantos en el país y un régimen de terror que se cobró la vida de 25.000 personas y estableció un entramado de delaciones, represión y terror que despreciaba los más elementales derechos humanos.

Trujillo impulsó el crecimiento económico y la industrialización (la base industrial del país se triplicó durante la dictadura). El país avanzó en atención sanitaria, educación y transporte, con la construcción de hospitales y clínicas, escuelas, caminos y puertos.

El Benefactor también implemento un programa de construcciones de viviendas,  inició un importante plan de jubilaciones y otorgó el voto a las mujeres.

El 24 de septiembre de 1940 se firmó el Tratado Trujillo – Cordell Hull, que derogó la convención dominico – estadounidense de 1906 que legalizaba la administración de las aduanas dominicanas por parte de Washington durante cincuenta años.

En 1941, Trujillo compró la sucursal del National City Bank of New York en Santo Domino y el 24 de octubre fundó el Banco de Reservas. En 1947, también fundó el Banco Central de la República Dominicana y el 10 de enero de ese año estableció el peso dominicano como moneda oficial del país en reemplazo del dólar estadounidense.

El 19 de julio de 1947, Trujillo saldó la deuda externa de la República Dominicana que sumaba 9.271.855 dólares.

El TERROR TRUJILLISTA

Trujillo terminaba con sus enemigos por tres procedimientos expeditivos: exiliamiento, encarcelamiento o enterramiento.

A fines de 1950, la dictadura trujillista institucionalizó el aparato represivo hasta entonces en manos de grupos parapoliciales creando el Servicio de Inteligencia Militar (SIM). La organización contaba con un verdadero “ejército” de agentes secretos, funcionarios de la dictadura, informantes y delatores que operaban en forma coordinada tanto dentro de la isla como en la comunidades dominicanas del extranjeros, especialmente en los Estados Unidos, Cuba, México y otro países.

El jefe del SIM era el coronel Johnny Abbes García, un esbirro que solía presenciar personalmente los tormentos y las ejecuciones de opositores. Al igual que el jefe de la KGB, Lavrenti Pávlovich Beria (1899 – 1953) en la rusia estalinista, usaba su poder y la confianza que le dispensaba “El Jefe” a discreción, para justar cuentas con quienes lo molestaban u ofendían.


 El SIM sembró el terror en la población en general mediante la tortura y las desapariciones forzadas de personas. Desarrollo sus fechorías en instalaciones como la “Cárcel del 9” y la “Cárcel de la 40”.

Los cadáveres de los opositores asesinados en ocasiones eran dejados en lugares públicos como advertencia, en otros casos eran ultimados a golpes para luego simular accidentes de tránsito, como en el caso de las hermanas Mirabal. Finalmente, otras víctimas simplemente se esfumaban sin dejar rastros, como en el caso del catalán Jesús de Galíndez. Con frecuencia sus cuerpos eran arrojados al mar para que sirvieran de alimento a los tiburones.

Ni los exiliados podían escapar a las garras de los hombres del SIM. Los opositores que vivían en el exterior eran secuestrados en sus refugios en el extranjero, trasladados a Santo Domingo donde eran torturados y asesinados. Tal el caso del exiliado republicano español Jesús de Galíndez, quien después de pasar algunos años trabajando en la isla, se radicó en los Estados Unidos donde se convirtió en profesor de la Columbia University que escribió una tesis doctoral donde afirmaba que Ramfis Trujillo no era hijo biológico del Dictador sino de un cubano que se negó a reconocerlo. Galíndez fue secuestrado, en 1956, de los Estados Unidos y trasladado a la República Dominicana donde fue torturado y asesinado. Su cadáver nunca se encontró.

Los agentes del SIM luego ejecutaron a Charles Murphy, un aviador de Oregón que había piloteado el avión que llevó a Galíndez de Nueva York a la República Dominicana.

Anteriormente, en 1950, el líder sindical azucarero Mauricio Báez, exiliado en Cuba después de organizar una huelga en 1946, fue secuestrado y nunca más se supo su paradero.

En 1959, Trujillo ordenó el asesinato del presidente de Venezuela Rómulo Betancourt. El atentado explosivo se realizó el 24 de junio de 1960. Un automóvil estalló al paso del que conducía al primer mandatario venezolano cuando presidía un desfile militar en conmemoración de la batalla de Carabobo, en el Paseo de Los Ilustres en Caracas. El atentado se cobró la vida del Jefe de la Casa Militar, coronel Ramón Armas Páez, a un transeúnte, el estudiante Juan Eduardo Rodríguez y resultaron con quemaduras y heridas el ministro de defensa Josué López Henríquez, su esposa y el chófer Azael Valero. El propio Betancourt resultó afectado en el ojo izquierdo, parcialmente sordo y con quemaduras de segundo y tercer grado.  

Incluso después de la muerte del Dictador surgió una versión de que hombres del SIM serían responsables del complot que terminó con la vida del coronel guatemalteco Carlos Castillo Armas, el 28 de julio d 1957 en la Casa Presidencial.

La versión oficial es que mientras el presidente Castillo Armas, acompañado de su esposa, Odilia Palomo, se dirigían al comedor. Un soldado de la guardia presidencial identificado como Romeo Vásquez Sánchez se acercó a ambos y los saludo al mismo tiempo que disparaba dos veces contra el mandatario provocándole la muerte. El asesino buscó la terraza para escapar, pero al verse acorralado, optó por suicidarse de un balazo, llevándose a la tumba el móvil de su crimen y la participación de otros conspiradores.

La versión que implica a Rafael Leónidas Trujillo en el complot surge especialmente del libro publicado por el historiador y periodista Tony Raful titulado “La rapsodia del crimen. Trujillo vs Castillo Armas”, editado por Grijalbo en 2017.[ii]

Aunque resulta imposible determinar el número exacto de víctimas fatales provocadas por treinta años de sangrienta dictadura trujillista una estimación lo sitúa, tal como hemos mencionado, en aproximadamente 25.000 muertos.

De todos los crímenes ocurrido en esa época dos son los que han adquirido más notoriedad: la denominada Masacre del Perejil de 1937 y el Asesinato de La Mariposas, las tres hermanas Mirabal, en 1960.

LA MASACRE DEL PEREJIL

El asesinato de inmigrantes haitianos pobres llevado a cabo por el Ejército dominicano entre el 28 de septiembre y el 8 de octubre de 1937, en la frontera dominicana con Haití es un genocidio que ha recibido el nombre de Masacre del Perejil.

Aunque su abuela materna Eleonore Juliette “Diyetta” Chevalier Moreau era una mulata haitiana, Rafael Leónidas Trujillo siempre exhibió rasgos del racismo xenófobo contra los haitianos que vivían en la República Dominicana.

Trujillo pretendía “blanquear” (es decir, mezclarla con población europea) a la sociedad dominicana por cualquier medio. Incluso aceptó recibir judíos europeos que buscaban un refugio para escapar del nazismo aunque solo recibió a setecientas  personas de ese origen cuando su intención era albergar a muchos más.

Por lo tanto, la inmigración de haitianos negros era un severo obstáculo para la política racial que alentaba el régimen. Es por lo que en octubre de 1933 Trujillo viajó a Haití para reunirse con el presidente Sténio Vicent. Allí negoció la revisión del acuerdo fronterizo de 1929. En marzo de 1936 ambos presidentes suscribieron un nueva tratado que modificó la frontera en favor de los dominicanos.

Hacia fines de septiembre de 1937, Trujillo ordenó a sus tropas la erradicación masiva de la población de origen haitiano que vivía en las fincas agrícolas situadas a lo largo de la frontera dominico – haitiana.

El nombre de Masacre del Perejil para este genocidio se atribuye a que, para diferenciar a los haitianos de la población dominicana negra y multa que residía en la zona, los hombres de Trujillo exigía a sus potenciales víctimas pronunciar en español el nombre de la planta de “perejil”. En tanto en la lengua Creole hablada por los haitianos no existe la pronunciación suave de la letra “r” (en criollo haitiano la palabra perejil se pronuncia como “pesi” y en francés como “persil”. Los hombres de “El Jefe” tenían un método aparentemente fácil y rápido para identificar a los haitianos que inmediatamente eran ultimados por golpes de machetes, apuñalados o por disparos y luego arrojados al mar para que sirvieran de alimento a los feroces tiburones del Caribe.

El 2 de octubre de 1937, Trujillo acudió a un baile en su honor en la provincia de Dajabón y allí pronunció un discurso con ataques a la población haitiana. “El Benefactor”, con el mismo estilo de oratoria que por esos años empleaba Adolfo Hitler para atacar a los judíos, acusó a los inmigrantes haitianos de ser responsables de todos los problemas del país, de robar ganado y cosechas depredando los medios de vida de los dominicanos. Luego anunció que “remediaría el problema” sin dar mayores detalles.

El grueso de las matanzas, como hemos mencionado tuvo lugar entre el 28 de septiembre y el 8 de octubre de 1937 y se mantuvo en general ocultó a la población dominicana.

El gobierno haitiano se abstuvo de protestar, en tanto las masacres tuvieron por víctimas a emigrantes muy pobres y sin influencia política, por lo cual la élite haitiana no mostró mayor preocupación por la suerte de esos infortunados.

El presidente haitiano, Sténio Vicent, se limitó a reclamar ante la República Dominicana exigiendo el pago de 750.000 dólares estadounidenses como indemnización. El reclamo fue apoyado por el gobierno de los Estados Unidos presidido por el demócrata Franklin D. Roosevelt, ansioso por evitar pleitos fronterizos entre los dos países aliados en el Caribe. Trujillo negoció la cifra y sólo pagó 525.000 dólares. Aunque gran parte del dinero de la indemnización nunca llegó a los sobrevivientes de las matanzas que lograron huir a Haití, sino que fue robada por los dirigentes haitianos.

EL ASESINATO DE LAS MARIPOSAS



Las hermanas Mirabal, también conocidas como “Las Mirabal” o “Las Mariposas”, fueron tres hermanas dominicanas, pertenecientes a la clase alta, que se opusieron a la dictadura de Trujillo. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960. Una cuarta hermana, Bélgica Adela “Dede” Mirabal, no tuvo un papel activo en las acciones contra el dictador. La hermana mayor, Patria, no había desarrollado el mismo nivel de actividad política que su otras hermanas, pero las apoyaba; incluso prestaba su casa para guardar armas y herramientas de los insurgentes.

En 1959, Manolo Tavares Justo y su esposa Minerva Mirabal formaron un grupo insurgente de izquierda denominado Movimiento Patriótico 14 de junio que pronto se convirtió en un blanco preferencial del SIM.

Las jóvenes Mirabal estudiaron como internas en el Colegio Inmaculada Concepción de la Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias Franciscanas de Jesús y María donde, tanto Minerva como María Teresa, se destacaron por su inteligencia y concentración en el estudio. Minerva se recibió de abogada aunque el dictador Trujillo le negó la matrícula para ejercer.

Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, ultrajadas y torturadas en varias ocasiones, en una de ella en la cárcel de La Victoria. Ellas y sus esposos fueron sometidos a crueles torturas durante el régimen de Trujillo. A pesar de estos hechos, continuaron luchando contra la dictadura.

El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y María Teresa habían sido juzgado en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del Estado. Declaradas culpables fueron condenadas a tres años de prisión. Inmediatamente todos comenzaron a cumplir sus condenas.

El 9 de agosto y por expresa orden de Trujillo, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad. Sus maridos, sin embargo, permanecieron en prisión.

Inmediatamente, las hermanas Mirabal reanudaron sus trabajos conspiratorios. Por lo cual Trujillo encargó al general José René (Pupo) Román que procediera a eliminar definitivamente a ambas mujeres.

La primera parte del plan consistió en trasladar a los esposo detenidos en la Penitenciaria Nacional de La Victoria a la Fortaleza Juana Núñez en el municipio de Salcedo, al noreste de la República Dominicana.

La segunda parte del plan estuvo a cargo del teniente Víctor Alicinio Peña Rivera jefe del SIM en la zona norte y consistía en interceptar a las hermanas Mirabal después de que concurrieran a ver a sus esposos, asesinarlas y hacer pasar el crimen por un accidente de tránsito en la serpenteante carretera de montaña entre Puerto Plata y Ojo de Agua en las afueras de la ciudad de Salcedo.

El grupo de sicarios estaba comandado por el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa y cuatro agentes del SIN designados por Peña Rivera ellos fueron: Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero y Ramón Emilio Rojas Lora.

El 25 de noviembre de 1960, tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chófer Rufino de la Cruz partieron rumbo a la ciudad de Salcedo.

Al llegar al puente de Marapica el Jeep donde viajaban las hermanas fue detenido por cuatro hombres que viajaban en un automóvil Volkswagen que atravesaron en la ruta. Las tres mujeres fueron obligadas a subir al vehículo de los asesinos, mientras que dos de ellos acompañaban el chófer en el jeep. Los dos vehículos arribaron a la finca La Cumbre donde esperaba el teniente Víctor Alicinio Peña Rivera.

Las infortunadas víctimas allí fueron estranguladas y sus cadáveres apaleados para simular que habían muerto a raíz del accidente de tránsito. Luego cargaron los cadáveres destrozados en el jeep que hundieron en un barranco, en proximidades de Salcedo.

Una vez muerto Trujillo, en junio de 1962, se llevó a cabo un juicio contra los asesinos de las hermanas Mirabal y el chófer Rufino de la Cruz. Fueron juzgados los ejecutores materiales del crimen y como cómplices fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido Torres Tejada, jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación central de Ciudad Trujillo, Víctor Alicinio Peña Rivera, Jefe de Operaciones del SIM en Cibao, Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Álvarez (Pechito), Pedro Peña Ortiz y David Olivero.

El tribunal condenó a los principales acusados a la pena máxima de treinta años, excepto a Ciriaco de la Rosa que de manera insólita recibió sólo una sentencia de  veinte años por colaborar con el esclarecimiento del crimen. Pero solo cumplieron dos años de esa condena, porque con ayuda de grupos militares trujillistas huyeron de la cárcel, fueron provistos de pasaportes y se les facilitó salir de República Dominicana.

Años más tarde, en 1999, la ONU declaró al 25 de noviembre “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” en honor a las hermanas Mirabal.

EL CULTO A LA PERSONALIDAD

Rafael Leónidas Trujillo era un hombre obsesionado con su imagen, coleccionaba trajes, zapatos y corbatas, vestía impecablemente y se cambiaba de atuendo varias veces en el día. Por la mañana solía usar siempre traje blanco y se protegía del sol con lentes oscuros.

Trujillo sentía una atracción especial por las condecoraciones. Su uniforme lleno de medallas hizo que el pueblo lo llamara “El chapitas”. Cuando en 1954 visitó a su colega español, el también dictador y generalísimo Francisco Franco Bahamonde, vistió un uniforme de gala de mariscal caribeño que pesaba doce kilogramos, entre chaquetilla y faldones, charreteras, bicornio, plumas de guacamayo, faja, flecos, medallas, espadín, bastón de mando, guantes de cabritilla, zapatos de charol y hebillas doradas.

Trujillo y su familia reunieron una enorme riqueza por medio de la corrupción o el simple robo de todo lo valioso que les gustaba. El Benefactor adquirió propiedades incluyendo tierras ganaderas a gran escala y se vinculó a la producción de carne y leche, operaciones que pronto evolucionaron hacia el monopolio. Otras industrias de su propiedad fueron: azúcar, sal, tabaco, madera y lotería. Para 1937, el ingreso anual de Trujillo era de aproximadamente un millón y medio dólares y en 1940 ya se había apropiado de la mayor parte de las empresas del país. En 1960 era propietario del 60% de la industria azucarera dominicana, de dos compañías marítimas, de un banco, controlaba la importación de productos farmacéuticos y otras muchas actividades.

En 1960, cuando el producto bruto per cápita en la República Dominicana era de doscientos dólares su fortuna personal alcanzaba a unos ochocientos millones de dólares, lo que situaba a Trujillo entre los seis hombres más ricos del planeta.[iii]

Al momento de su asesinato, era propietario en el país de más de ciento once empresas y comercios.

Como la mayoría de los dictadores de su tiempo (Stalin, Franco, Perón Mussolini, Stroessner, etc.), Trujillo ponía su nombre en todas las cosas importantes del país. En 1936, a sugerencia del diputado Mario Fermín Cabral, el Congreso aprobó por ley cambiar el nombre a la ciudad capital de Santo Domingo a “Ciudad Trujillo”. También la provincia de San Cristóbal fue renombrada como “Provincia Trujillo” y la montaña más alta del país, el pico La Pelona Grande (hoy Pico Duarte) fue bautizado “Pico Trujillo).

Las estatuas de “El Jefe” fueron fabricadas en serie e instaladas en toda la geografía del país. En ciudad Trujillo, por ejemplo, había 1.217 estatuas confeccionadas en todo tipo de materiales nobles y en todas las poses y atuendos imaginables: uniforme, toga o ropa civil, a pie o a caballo.

El 20 de diciembre de 1955, Trujillo inauguró un evento internacional para celebrar los 25 años de su obra de gobierno de Trujillo denominado la “Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”. Durante el desarrollo del evento, fue coronada una de sus hijas como “Angelita I”. La joven, en medio del calor del Trópico, lució un vestido que incluía una capa confeccionada con 600 pieles de armiño que costo 80.000 dólares.

La República Dominicana se convirtió en santuario para exdictadores depuestos como el venezolano Marcos Pérez Jiménez, el colombiano Gustavo Rojas Pinillas, el argentino Juan D. Perón y el cubano Fulgencio Batista.

En 1955, Trujillo adquirió el velero de lujo Hussar V, un antiguo buque escuela de ciento diez metros de eslora, convertido en el yate más grande del mundo que bautizó con el nombre de “Angelita”.

EL MAGNICIDIO

Cuando promediaba la segunda mitad de los años cincuenta, el régimen trujillista comenzó a mostrar inocultables signos de descomposición, la economía dejó de crecer al mismo tiempo que la situación internacional se modificaba en perjuicio de las dictaduras latinoamericanas. Los otrora poderosos dictadores como Juan D. Perón, Marcos Pérez Jiménez y Fulgencio Batista fueron derrocados y debieron partir al exilio.

El propio Rafael Leónidas Trujillo evidenciaba el paso de los años, su salud y concentración comenzaban a declinar. El Dictador padecía problemas de continencia urinaria e impotencia sexual.

Las atrocidades cometidas por los hombres del SIM provocaron incidentes internacionales: el secuestro, en marzo de 1956, de Jesús de Galíndez en los Estados Unidos deterioró seriamente las relaciones entre Washington y la República Dominicana, a ello siguieron hechos como el asesinato del presidente Carlos Castillo Armas y el atentado frustrado contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt que derivó en la aplicación por parte de la Organización de Estados Americanos de sanciones económicas contra el país.

El triunfo de la Revolución Cubana, en enero de 1959, abrió otro frente hostilidad para Trujillo en el Caribe. Recordemos que Fidel Castro, en 1947, con veintiún años, como presidente del Comité Pro-Democracia Dominicana de la Federación de Estudiantes Universitarios, promovió acciones para derrocar a Trujillo y hasta tomo parte en la Invasión de Cayo Confites, con el objetivo de derrocar al régimen trujillista salvando su vida a duras penas. Los invasores fueron interceptados en la Bahía de Nipe al intentar alcanzar suelo dominicano, Castro para escapar se lanzó al agua y nado hasta Cayo Saetía salvando así su vida.

Finalmente, el asesinato de las hermanas Mirabal en octubre de 1960, indignó y alarmó a la alta sociedad dominicana. Era señal de que nadie, ni las mujeres, estaban a salvo del Dictador y sus esbirros. También llevó a una ruptura definitiva con la Iglesia Católica. La familia Mirabal tenía sólidas relaciones con la jerarquía católica dominicana.

Washington se fue convenciendo de que no bastaba el anticomunismo de Trujillo para evitar que se repitiera lo ocurrido en Cuba. Allí, los Estados Unidos sostuvieron hasta último momento a Fulgencio Batista y la Isla terminó en manos de los hermanos Castro y del Che Guevara que llevaron al país a la órbita soviética.

En el furor de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos intentaban “contener” la expansión de los regímenes comunistas, nació el temor de que finalmente Trujillo fuera derrocado y reemplazado por un gobierno de izquierda.

Sin embargo, Trujillo era un político astuto que sabía muy bien cual era la importancia de contar con amigos en los Estados Unidos. A lo largo de los años con sobornos, vacaciones gratuitas de cortesía en la isla, aportes de campaña y la contratación de prestigiosos estudios jurídicos para representar sus intereses, había construido una red de apoyos y contactos con periodistas y políticos anticomunistas que iba desde el senador Joseph McCarthy hasta el vicepresidente Richard Nixon.

Por lo cual el presidente Dwight Eisenhower pensó que lo mejor era resolver la cuestión de la República Dominicana mediante una negociación y envió a un emisario para convencer a Trujillo que abandonara voluntariamente el poder y pasara a disfrutar de sus últimos años y la inmensa fortuna que había acumulado en el exilio. Incluso prometieron inmunidad y protección en el territorio americano.

Los encargados de transmitir la oferta fueron primero el senador por Florida, Georges Smathers quien arribó a Ciudad Trujillo el 9 de febrero de 1960 y partió pocos días después con la vaga promesa del Dictador de convocar a elecciones realmente democráticas sin candidatos de la familia Trujillo.

El presidente Eisenhower no quedó convencido de los magros resultado de la gestión de Smathers y en mayo envió a otro emisario. El elegido fue esta vez el general Ewin Norton Clark. En esta ocasión Trujillo fue más claro y terminante. Dijo a su colega estadounidense que sólo dejaría el poder una vez muerto.

Trujillo sabía muy bien cuál era la suerte de los exdictadores una vez que dejaban el poder, lo ocurrido con Perón, Pérez Jiménez y Batista se lo recordaban. También conocía lo poco confiables que eran las promesas de Washington una vez que cambiara el presidente. Además, muchas de sus inversiones estaban radicadas en la República Dominicana y las perdería si dejaba el poder. Incluso, estaban los miembros de su propia familia que sufrirían persecución y expropiaciones si el abandonaba el poder. Por último, había muchas personas ansiosas por vengar la muerte de sus seres queridos y las muchas humillaciones recibidas

La intransigencia de Trujillo, y el fracaso anteriormente de todas las “fuerzas expedicionarias” organizadas por exiliados dominicanos que siempre resultaban descubiertas e infiltradas por agentes del SIM y derrotadas en combate por la eficiente maquinaria bélica del bien pertrechado ejército dominicano, convenció a la Casa Blanca que la mejor alternativa para deshacerse del sangriento dictador caribeño era su asesinato.

El presidente Dwight Eisenhower dejo la tarea en manos de la Agencia Central de Inteligencia. El hombre de la CIA en la República Dominicana operaba bajo cobertura diplomática en el consulado estadounidense su nombre era Henry Dearbon quién se abocó a impulsar, brindar algún apoyo logístico y hacer muchas promesas de protección a los conspiradores antitrujillistas.

Cuando en enero de 1961, el presidente John F. Kennedy llegó a la Casa Blanca hizo un nuevo intento de apartar a Trujillo del poder en forma negociada. Envió para ello al diplomático Robert D. Murphy, el 15 de abril de 1961. La nueva negativa del Dictador llevó a Kennedy a dar luz verde a los planes de asesinato de Trujillo.

El atentado que terminó con la vida de “El Benefactor” fue producto de un complot que fue madurando durante tres años y que, según el historiador Juan Daniel Balcácer, fue organizado por cuatro grupos distintos de conspiradores que no se conocían entre sí[iv].

Para evitar a los delatores y el espionaje del SIM cada grupo estaba formado por parientes y amigos de toda la vida y sólo un hombre, Antonio de la Maza, conocía a los jefes de los otros tres grupos pero no a la totalidad de sus integrantes.

Los grupos eran:

-        Grupo de Moca.

-        Grupo de Salvador Estrella Sadhalá.

-        Grupo Político de Juan Tomás Díaz

-        Grupo de Mister X (apoyado por la Agencia Central de Inteligencia)

La composición de cada uno de estos grupos era la siguiente

Grupo de Moca

-        Antonio de la Maza Vázquez.

-        Eduardo Antonio García Vázquez

-        Luis Manuel Cáceres Michel (Tunti).

-        Miguel Ángel Bissié Romero (ciudadano español que recortó las escopetas empleadas en el atentado).

-        Ernesto de Maza Vázquez.

-        Mario de la Maza Vázquez.

-        Bolívar de la Maza Vázquez.

-        Pablo de la Maza Vázquez

Grupo de Salvador Estrella Sadhalá

-        Salvador Estrella Sadhalá.

-        Amado García Guerrero (Teniente del Cuerpo de Edecanes Militares de Trujillo).

-        Antonio Imbert Barrera.

-        César Estrella Sadhalá.

-        Máximo Muses.

-        Rafael O. Castillo (Muñeco).

-        Dr. Rafael Battle Viñas (médico de la familia).

Grupo Político

-        Juan Tomás Díaz.

-        Modesto Díaz

-        Luis Amiama Tío.

-        Pedro Livio Cedeño.

-        Roberto Pastoriza Nerek.

-        Huáscar Antonio Tejeda Pimentel.

-        Miguel Ángel Báez Díaz.

-        Manuel de Ovin Filipo (ciudadano español que suministró las postas de caza mayor con que se cargaron las escopetas).

-        Mayor General José René (Pupo) Román Fernández.

Grupo de Mister X

-        Juan Bautista Vicini (Gianni. Empresario de origen italiano. Él era “Mister X”).

-        Ángel Severo Cabral.

-        Andrés Freites Barreras.

-        Luis Manuel Baquero.

-        Jordi Brossa (médico)

Este grupo nunca fue detenido ni interrogado después del asesinato de Trujillo.

Los conspiradores se distribuyeron en dos grupos con integrantes y misiones distintas.

El Grupo de Acción: era responsable de efectuar la primera fase: el asesinato de Trujillo. Estaba formado por nueve hombres contaban con tres de sus propios automóviles con sus chapas patentes reales y un variado arsenal de armas, la mayoría de ellas de propiedad personal de los complotados que incluía pistolas Colt 1911, calibre 11,25 mm, revólveres calibre 38 mm, escopetas de repetición con los cañones recortados y cargadas con postas, carabinas M1 provistas por la Embajada de los Estados Unidos que habrían pertenecido a la guardia del Cuerpo de Marines que protegían el edificio de la legación americana.

La mayoría de los integrantes de este grupo eran exmilitares y tenían experiencia en el manejo de armas.

El Grupo Político: tenía por misión, una vez muerto el Dictador, llevar a cabo un golpe de Estado deteniendo a las principales figuras del régimen y en especial a los miembros varones de la familia Trujillo.

Los conspiradores esperaban detener a la mayor parte de los dirigentes trujillistas en las primeras veinticuatro horas posteriores al magnicidio. Pero, era tal el terror que la figura del tirano despertaba que muchos de los complotados se negaron a actuar hasta ver el cadáver de Trujillo. Esto resultaría fatal porque no hicieron planes detallados para tomar el poder, no se asignaron misiones a sus miembros y en realidad la segunda fase nunca se llevó a cabo.

EL ATENTADO

Los conspiradores contaban con buenas informaciones de las actividades y hábitos  del Dictador, suministradas especialmente por el teniente Amado García Guerrero.

La tarea de los asesinos se vio facilitada por que Trujillo era un hombre de costumbre rutinarias que nunca modificaba.

Después de analizar muchas alternativas, los complotados se decidieron por atacar a Trujillo un miércoles por la noche en la avenida George Washington, cuando este se dirigiera sin custodia a su establecimiento rural en la localidad de Sn Cristóbal, aparentemente para visitar a una joven amante que allí tenía.

Trujillo solía vestir su uniforme de calle de color verde oliva cuando viajaba a San Cristóbal lo cual también fue de gran ayuda a los conspiradores para anticipar sus movimientos.

El martes 30 de mayo a las 15.00 horas, Trujillo después de dormir la siesta partió de su establecimiento Estancia Ramfis vistiendo su uniforme verde oliva señal de que esa noche iría a San Cristóbal.

A las 17.30 Miguel Ángel Báez Díaz alertó al jefe del Grupo de Acción, Antonio de la Maza Vázquez de que “El Benefactor” vestido de verde oliva se disponía a viajar rumbo a San Cristóbal.

Los atacantes se distribuyeron en la siguiente forma: Antonio Imbert Barrera conducía el automóvil Mercuri Comet propiedad de Antonio de la Maza quien iba sentado a su lado. En los asientos traseros se ubicaron Salvador Estrella Sadhalá y Amado García Guerrero.

El segundo automóvil lo conducía Huáscar Tejeda Pimentel, a su lado se ubicó Pedro Livio Cedeño.

En el tercer automóvil estaba solo su conductor Roberto Pastoriza.

A las 21,50 del martes 30 de mayo, el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo partió en su automóvil Chevrolet Belair modelo 1957, color azul, conducido por su chófer el capitán Zacarías de la Cruz quien iba armado con dos subfusiles San Cristóbal de fabricación dominicana, calibre 9X19 mm Parabellum con cargadores de treinta proyectiles. Trujillo solía llevar en su portafolio un revolver calibre 38 mm.

Pocos minutos más tarde, al llegar al kilómetro 9 de la ruta a San Cristóbal frente a la Feria Ganadera el automóvil conducido por Imbert Barrera se ubicó en paralelo al auto de Trujillo inmediatamente Antonio de Maza y Amado García Guerrero descargaron sus armas sobre el Chevrolet azul.

Trujillo recibió el impacto de un disparo de escopeta que le destrozó el brazo izquierdo y lo hirió de gravedad.

El chófer Zacarías de la Cruz al sentir los impactos cometió el error de detener el vehículo para repeler el ataque. Los atacantes hicieron lo mismo, los cuatro ocupantes descendieron disparando sobre el automóvil de Trujillo.

Todo transcurrió en pocos minutos. El capitán Zacarías de la Cruz disparó sus armas hasta agotar los sesenta proyectiles.

En algún momento, Trujillo descendió del vehículo posiblemente desorientado por la gravedad de sus heridas y la abundante pérdida de sangre. Aquí las versiones difieren algunos historiadores afirman que el Dictador disparó hasta agotar los seis proyectiles de su revolver 38, otros como Balcácel por el contrario sostienen que Trujillo no estaba en condiciones de disparar y no lo hizo.

Lo cierto es que el cadáver de Trujillo presentaba siete impactos de bala entre ellos dos en el pecho que le realizó Antonio de Maza. Los únicos que dispararon sobre Trujillo antes de que cayera muerto fueron Antonio de la Maza y Amado García Guerrero.

La versión posterior de Antonio Imbert Barrera de que él le efectuó el último disparo a Trujillo en la barbilla no coincide con sus propias declaraciones hechas por escrito el 3 de junio de 1961.

El chófer Zacarías de la Cruz recibió también siete disparos de distinto calibre. Los atacantes lo dejaron en el lugar dándolo por muerto pero sobrevivió el atentado y pudo dar el alerta de lo sucedido.

Mientras esto ocurría arribó al lugar del atentado el segundo vehículo conducido por Huáscar Tejeda Pimentel y Pedro Livio Cedeño que también descendieron del vehículo y comenzaron a disparar.

Producto del nerviosismo, la oscuridad y la confusión Pedro Livio Cedeño resultó gravemente herido con dos disparos aparentemente efectuados por Antonio de la Maza.

Los atacantes cargaron el cadáver de Trujillo en su propio vehículo Chevrolet que presentaba sesenta impactos de bala y huyeron con ese vehículo y el que conducía Huáscar Tejeda Pimentel. Trasladaron al herido Pedro Livio Cedeño a la Clínica Internacional, sito en la calle México, un establecimiento privado, donde fue operado y se recuperó de sus heridas. Permaneció en la clínica hasta una vez estabilizado se lo llevaron detenido los miembros del SIM, el 3 de junio.

LA REPRESIÓN

El automóvil de Trujillo con su cadáver en el baúl fue llevado a la casa de la familia de Juan Tomás Díaz y guardado allí en un garaje. En ese lugar lo encontraron, en la madrugada del miércoles 31 de mayo, los hombres del SIM cuando realizaron un allanamiento buscando a los asesinos.

Los victimarios abandonaron en el lugar del atentado el automóvil Mercury perteneciente a Antonio de la Maza y una pistola Colt 1911 calibre 11,25 que estaba registrada a nombre de Antonio. Esto permitió a las autoridades orientarse rápidamente sobre la identidad de los atacantes.

Los hombres del SIM realizaron inmediatamente redadas y allanamientos en distintos puntos de Ciudad Trujillo. El 2 de junio de 1961, los agentes del SIM intentaron detener al teniente Amado García Guerrero que se resistió matando a uno de ellos antes de ser abatido. El 4 de junio caen también resistiéndose a tiros Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza. El 10 de junio fue apresado y torturado hasta morir el general José René (Pupo) Román Fernández hasta entonces Secretario General de las Fuerzas Armadas al descubrirse su vinculación con el complot. El resto de los participantes (salvo el grupo de Mister X) fueron detenidos rápidamente.

De los participantes en el complot solo sobrevivieron Antonio Imbert Barrera, protegido por el cónsul honorario de Italia, Francisco Rainieri, quien lo ocultó durante seis meses y Luis Amiama Tió que también logró ocultarse. Al no poder encontrar a Antonio, los hombres del SIM asesinaron a su hermano Segundo Imbert Barrera, que no formaba parte del complot, en venganza y arrojaron su cuerpo al mar.

El hijo del Dictador, el “general” Rafael Leónidas “Ramfis” Trujillo, de 32 años, se encontraba en París participando de la temporada de polo. Su madre María Martínez Alba de Trujillo se comunicó con él ordenándole que regresara. Ramfis no perdió el tiempo, alquiló un Boing de Air France por 28.000 dólares y regresó a Ciudad Trujillo para controlar el poder y vengar a su padre.

Con la ayuda de sus tíos los generales Héctor Bienvenido y José Arismendi Trujillo y el apoyo de alta jerarquía militar, así como algunos políticos e intelectuales que durante muchos años habían sido parte central del régimen, hicieron todo lo posible por conservar el control del país.

Una de las primeras medidas del gobierno conformado por Ramfis Trujillo y Joaquín Balaguer fue gestionar ante el gobierno de John F. Kennedy su apoyo para que la OEA levantara las sanciones económicas impuestas al país desde agosto de 1960, prometiendo una apertura política y el regreso de los exiliados.

Los meses que siguieron a la muerte de El Benefactor fueron caóticos y traumáticos. Mientras que por un lado Ramfis Trujillo llevaba a cabo una política de terror y represalias a plena luz del día. Los sectores opositores comenzaron a perder el miedo frente al aparato represivo montado por el Ejército, la Policía Nacional y el SIM.

Las protestas públicas se hacían cada vez más masivas multiplicándose en todo el territorio, exigiendo la salida de los Trujillo, la renuncia de Balaguer y de los principales personeros del régimen trujillista.

Los días 18 y 19 de noviembre de ese año constituyendo el punto final para los remanentes del trujillismo. En la base Aérea de Santiago, el general Pedro Ramón Rodríguez Echeverría se pronunció contra los Trujillo y lo mismo hizo el general Andrés Rodríguez Reyes en la capital dominicana.

Pero ya Ramfis Trujillo había decidido abandonar la República Dominicana en el yate “Angelita”, llevándose noventa millones de dólares en oro provenientes de las reservas del Banco Central y el cadáver de su padre para evitar que fuera profanado[v].

Antes de partir, Ramfis Trujillo, se trasladó a una finca propiedad de su familia denominada “Hacienda María”, situada en proximidades de la localidad de Haina, y allí, junto con algunos de sus cómplices asesino a seis de los participantes en el atentado contra su padre: Salvador Estrella Sadhalá, Luis Manuel Cáceres Michell, Roberto Pastoriza Neret, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño y Modesto Días Quezada a quienes habían estado torturando continuamente desde su apresamiento.

El cadáver de Trujillo fue en principio enterrado en París, en el cementerio de Pére – Lachaise, posteriormente sus restos fueron trasladados a la bóveda de los Trujillo en el Cementerio de Mingorrubio en la pequeña comunidad española de El Pardo, en proximidades de Madrid, donde también reposa Ramfis Trujillo muerto en un accidente de tránsito en España en 1968[vi].

El resto de la familia Trujillo abandonó la República Dominicana, los gobiernos posteriores confiscaron todas sus propiedades.

Así terminó sus días y el régimen de terror que por treinta años impuso uno de los dictadores y genocidas más sangrientos de América Latina en el siglo XX.

CONSECUENCIAS

Los participantes en el complot fueron posteriormente declarados héroes nacionales y se levantaron monumentos en honor de los atacantes torturados y muertos.

Luis Amiama Tió y Antonio Imbert Barrera fueron declarados generales del Ejército. Antonio Imbert Barrera ocupó diversos cargos públicos incluso fue brevemente presidente de la República Dominicana entre el 7 de mayo y el 30 de agosto de 1965. Falleció el 31 de mayo de 2016, a los 95 años. Hasta su muerte todos los 30 de mayo se calzaba los mismos zapatos marrones y el reloj que usaba la noche en que participó del asesinato de Trujillo.

Antonio Imbert Barrera fue el último de los atacantes vivos que conocía la realidad de lo ocurrido esa noche del 30 de mayo de 1961, hace sesenta años.

Finalmente, en el año 2000, el escritor y premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, un relato novelado de estos hechos titulado: “La fiesta del Chivo”, tomando el nombre de una canción dominicana muy popular.

 

 

 

 

 

 


 

B I B L I O G R A F Í A

 

BALCÁCER, Juan Daniel: El país tras la muerte del tirano (1 de 3). República Dominicana. https://listindiario.com/puntos-de-vista/2010/05/30/144047/el-pais-tras-la-muerte-del-tirano-1-de-3

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GALINDEZ, Jesús de: La era de Trujillo. Madrid 1958.

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SKIDMORE, Thomas E. y Peter H. SMITH: Historia contemporánea de América Latina. América Latina en el siglo XX. Ed. Crítica. Barcelona. 1996.

VARGAS LLOSA, Mario: La investigación del historiador Tony Vargas achaca al dictador dominicano Trujillo el asesinato del coronel guatemalteco Carlos Castillo Armas en 1957. Diario en El País. https://elpaís.com/elpaís/2017/11/30opinion/1512069791_290181.html

VARGAS LLOSA, Mario: La fiesta del chivo. Ed. Alfaguara. Madrid. 2000.    



[1] COMAPRADRAZGO: Vínculo que se establecía entre dos personas cuando uno de ellos se convertía en “padrino” de bautismo de un niño del hijo del otro. Era un vínculo fraterno de intensidad similar al de hermandad nada más que era por elección y no por biología.



[i] ROUQUIÉ, Alain: El Estado militar en América Latina. Ed. Emece. Bs. As. 1984. Ps. 188 y 189. 

[ii] VARGAS LLOSA, Mario: La investigación del historiador Tony Vargas achaca al dictador dominicano Trujillo el asesinato del coronel guatemalteco Carlos Castillo Armas en 1957. Diario en El País. https://elpaís.com/elpaís/2017/11/30opinion/1512069791_290181.html 

[iii] ROUQUIÉ, Alain: ob. Cit. P. 180.

[iv] BALCÁCER, Juan Daniel: El país tras la muerte del tirano (1 de 3). República Dominicana. https://listindiario.com/puntos-de-vista/2010/05/30/144047/el-pais-tras-la-muerte-del-tirano-1-de-3

[v] RAMÍREZ, Sergio: El barco fantasma. ElPaís.com. Madrid 7 de enero de 2019. Consultado en https://elpais.com/elpais/2019/01/07/opinion/1546885889_462057.html

[vi] DE LLANO, Pablo: Madrid, cementerio de dictadores. Pavelic, Batista, Pérez Jiménez y Trujillo están enterrados en camposantos de la ciudad. ElPaís.com. Madrid 21 de octubre de 2019. Consultado en  https://elpais.com/politica/2019/10/21/actualidad/1571652304_236697.html