miércoles, 31 de enero de 2018

CRECE EL PROTAGONISMO DE MARRUECOS EN LA UNIÓN AFRICANA


El Reino de Marruecos ha sido designado como miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana para el bienio 2018 – 2020.

Marruecos con una economía no dependiente de los precios siempre fluctuantes a la baja de las materias primas y con una sólida estabilidad institucional es una positiva excepción en el concierto de las naciones africanas donde lamentablemente son frecuentes las crisis económicas, los golpes de Estado y los estados fallidos.

Esto otorga a Marruecos un natural papel de liderazgo en la región. Esa estabilidad y liderazgo atraen inversiones extranjeras a su territorio, le dan un mayor protagonismo en  las misiones de paz de Naciones Unidas, lo convierten en sede de eventos internacionales como la “Cumbre de la Tierra – Río 1992” (que ha albergado en dos ocasiones en 2001 y 2016) de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP), la Cumbre Africana para la Acción (2016) o  la Conferencia Intergubernamental de Adopción del Pacto Mundial, así como el Foro Global para la Migración y el Desarrollo que se realizarán en Marruecos en diciembre de 2018.

En enero de 2017, el Reino de Marruecos se reintegró a la Unión Africana. Marruecos propició la creación de este organismo por impulso del entonces rey Mohamed V que convocó a la Conferencia de Casablanca, en 1961, y luego se incorporó a la entonces Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1963. En 1982, se apartó del organismo internacional en protesta por la inclusión de la pantomima de Estado creado por los separatistas del Frente Polisario apoyados por Argelia, la supuesta República Democrática Árabe Saharaui.

En 2016, Mohamed decidió revisar esa decisión y Marruecos retornó al foro regional donde su influencia no ha parado de crecer.

En 2017, Mohamed Vi fue nombrado como “Líder de la Unión Africana sobre la Cuestión de la Migración”.

Ahora, en la XXIIª Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo del Bloque Panafricano como preludio de la XXXª Cumbre de la Unión Africana, realizada este fin de semana en Addis Abeba, Etiopia, Marruecos ha sido designado miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, máximo organismo de la entidad regional.

Marruecos obtuvo 39 de los 53 votos posibles, tres votos más de la mayoría de 36 votos necesarios para ocupar ese puesto. Permanecerá en el Consejo de Paz y Seguridad por el período 2018 – 2010.

Esta designación no hace más que consolidar el creciente peso que Marruecos tiene en la política africana y también en el contexto de la política global.






martes, 30 de enero de 2018

MOHAMED VI PROPONE SOLUCIONES PARA EL PROBLEMA MIGRATORIO




El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha propuesto a la Unión Africana la creación de un Observatorio Africano de la Migración y la posición de Enviado Especial Encargado de las Migraciones como parte de una Agenda Africana para la Migración.

UNA RELEVANTE AGENDA

Mohamed VI, “Líder de la Unión Africana sobre la cuestión de la migración”, desde 2017, escogió a la XXX Cumbre de la Unión Africana, realizada ayer en la ciudad de Addis Abeba, capital de Etiopia, para presentar su propuesta de una “Agenda Africana para la Migración”.

En el centro de las preocupaciones geopolíticas del monarca marroquí, además de la defensa irrenunciable de la integridad territorial del Reino, se encuentran el impulso al desarrollo humano de todos los africanos sin distinción de nacionalidades y credos. Como así también la defensa del hogar común de todos los hombres: la Tierra, cuidando el medio ambiente y luchando contra el cambio climático. En este sentido, el monarca alauí es reconocido como un líder mundial en la lucha contra el flagelo del calentamiento global.

En su discurso a la XXXª Cumbre, Mohamed VI expuso las bases de una propuesta para acción. Esta propuesta fue resultado de una concertación con otros gobiernos africanos llevada a cabo en la Reunión Regional del  2 de noviembre de 2017, en Sjirat, de la cual tomaron parte más de ciento veinte líderes mundiales, representantes de organizaciones internacionales, expertos, investigadores y miembros de la sociedad civil africana; y en la Conferencia Ministerial de Rabat, realizada el 9 de enero de 2018, que reunió a una veintena de ministros en representación de las cinco subregiones del continente y a representantes de la Unión Africana y de las Comunidades Económicas Regionales.

La alocución de Mohamed VI comenzó reiterando principios sobre la cuestión de la migración irregular que el monarca había explicitado anteriormente en su mensaje a la Vª Cumbre Unión Africana – Unión Europea, en Abiyán, Costa de Marfil el pasado mes de noviembre de 2017.

Por su importancia merece que dichos postulados sean recordados:
1.     “No existe una invasión migratoria, dado que los migrantes sólo representan el 3.4% de la población mundial.
2.     La migración africana es ante todo intra-africana. En el plano mundial, la migración representa menos del 14% de la población. A escala africana, de cada 5 migrantes africanos, 4 se quedan en el continente.
3.     La migración no empobrece a los países de acogida, ya que el 85% de los ingresos de los migrantes se quedan en estos países.
4.     La migración es un fenómeno natural que constituye la solución y no el problema. Debemos adoptar una perspectiva positiva sobre la cuestión de la migración, privilegiando la lógica humanista de responsabilidad compartida y de solidaridad.”

No obstante, la “Agenda Africana para la Migración” propuesta por Mohamed VI en esta ocasión va mucho más allá, y propone la creación de un “Observatorio Africana de Migración” con el objetivo de “comprender, anticipar y actuar” en todo lo atinente a los flujos migratorios africanos. El nuevo organismo tendría su sede en Marruecos y el Reino se haría cargo de los costos de su mantenimiento y funcionamiento.

El proyecto marroquí contempla también que la Unión Africana cree la posición de “Enviado Especial de la Unión Africana encargado de las Migraciones” a los efectos de dotar a la organización regional de un funcionario de alto nivel responsable de atender en forma prioritaria todo lo atinente a esta problemática.

Mohamed VI también llamó a “adoptar una perspectiva positiva sobre la cuestión de la migración, privilegiando la lógica humanista de responsabilidad compartido y de solidaridad”.

La propuesta de Mohamed VI inmediatamente despertó una aceptación favorable entre los delegados a la Cumbre. En este sentido se expidieron, entre otros se pronunciaron en este sentido el Secretario General de la Comunidad de Estados Sahelo – Saharianos (CEN-SAD), Ibrahim Sin Abani y el ministro de Relaciones Exteriores de Malawi, Emmanuel Fabiano.

El monarca marroquí concluyó su alocución destacando que Marruecos será sede de la Conferencia Intergubernamental de Adopción del Pacto Mundial sobre Migración, así como del Foro Global para la Migración y el Desarrollo, en diciembre de 2018 y se comprometió a hacer de estos eventos una “tribuna para África”.

POSICIONES ENCONTRADAS EN EL MAGREB

La política seguida por Mohamed VI con respecto a la cuestión de las migraciones subsaharianas es radicalmente opuesta a la implementada sobre la misma cuestión por el gobierno del presidente argelino Abdelaziz Bouteflika.

Mientras Marruecos se lamenta por la pérdida, desde 2015, de 6.200 vidas africanas en el Mediterráneo y ha dado un trato humanitario y comprensivo a los migrantes subsaharianos, regularizado la situación de miles de ellos que han escogido al país magrebí como una segunda patria.

Argel aplica criterio racistas y discriminatorios para expulsar de su territorio a los subsaharianos. En octubre de 2017, la organización humanitaria Amnistía Internacional denunció la expulsión de dos mil migrantes subsaharianos -entre los cuales se hallaban 300 niños- deportados a territorio de Níger y Malí.  

No cabe ninguna justificación para detener y expulsar a cientos de personas basándose en el color de su piel o en su supuesto país de origen; es un caso evidente de aplicación generalizada de criterios raciales”, ha afirmado Heba Morayef, directora de Investigación de Amnistía Internacional para el Norte de África.

“Esto, sumado a las escalofriantes dimensiones que han alcanzado las detenciones arbitrarias y las expulsiones colectivas sumarias en las últimas semanas, pone de manifiesto la actitud profundamente discriminatoria de las autoridades argelinas hacia la población migrante procedente del África subsahariana”, agrego la funcionaria.

En julio de 2017, el ministro de Asuntos Exteriores argelino había afirmado que las redes de delincuencia organizada estaban detrás de la afluencia masiva de migrantes a Argelia, mientras que el jefe de gabinete de la Presidencia de la República se refirió a los migrantes presentes en el país como fuente de delincuencia y tráfico ilegal, de drogas y de otra índole.

En la misma línea de pensamiento, el presidente de la Comisión Nacional Consultiva para la Protección de los Derechos Humanos, Farouk Ksentini, defendió la decisión de su gobierno con argumentos sumamente racistas. El funcionario declaró que “la presencia de inmigrantes y refugiados africanos en varias localidades del país” puede causar problemas a los argelinos “porque”, según él, “los expone, en particular, al riesgo de propagación del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual”.
Esto demuestra, que en Argelia la discriminación contra los migrantes subsaharianos es una política de Estado y no la acción individual de un funcionario.

Tal aptitud discriminatoria ha despertado, como resulta lógico, el repudio por parte de los gobiernos involucrados en esta problemática y ha erosionado considerablemente la posición internacional de Argelia en el continente y acentuado su aislamiento.

miércoles, 24 de enero de 2018

VIOLENCIA EN EL CONGO



La intransigencia del presidente Joseph Kabila a dejar el poder después de diecisiete años y fijar una fecha para la realización de elecciones libres y transparentes amenaza con sumir a la República Democrática del Congo en una nueva guerra civil.

Una nueva ola de violencia sacude al país más pobre de la tierra según el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas: la República Democrática del Congo (RDC).

Situado en la región ecuatorial de África, comprende gran parte de la cuenca del río Congo, extendiéndose hasta la región de los grandes lagos. Es el segundo país más extenso del continente. Su superficie es similar a la de toda la Europa del Este en su conjunto. País predominantemente mediterráneo; una escasa faja costera de 37 kilómetros le otorga salida al mar.

Pese a las enormes posibilidades económicas que tiene gracias a sus ingentes recursos naturales (o, según algunos observadores, debido precisamente a ello), la RDC cuenta con una de las historias más sangrientas y convulsionadas de África.

UNA HISTORIA CARGADA DE VIOLENCIA

Esta antigua colonia belga, alcanzó su independencia, en 1960, de la mano del carismático y polémico Patrice Lumumba. Tras el asesinato de Lumumba, el 17 de enero de 1961, el país vivió varios años de inestabilidad y guerra civil. Finalmente, en 1965, un golpe de Estado desplazó del poder al presidente Joseph Kasavubu y permitió a Mobutu Sese Seko establecer una dictadura de partido único.

El régimen de Mobutu se caracterizó por la violencia y la corrupción. Fuentes occidentales estiman que el ex dictador robo entre 4.000 y 5.000 millones de dólares del erario de la RDC.

A mediados de la década de 1990, la situación interna de la RDC empeoró bruscamente. Dentro del marco de una gran crisis de refugiados de la región de los Grandes Lagos, el genocidio ruandés provocó una gran ola de refugiados que huían de la guerra y la tragedia humanitaria que asolaba a Ruanda y Burundi.

La incapacidad de Mobutu para manejar esta crisis, acompañado por la pérdida de apoyo por parte de las naciones occidentales que suministraban ayuda humanitaria, permitió a los grupos armados de oposición triunfar. El anciano dictador se vio forzado a huir y murió ese mismo año.

Un líder guerrillero, Laurent-Désiré Kabila tomó el poder en mayo de 1997. Pero los aliados de Kabila pronto se volcaron en su contra, apoyados por Ruanda y Uganda, en agosto de 1998. Tropas de Zimbabue, Angola, Namibia, Chad y Sudán intervinieron en favor del nuevo gobierno de Kinsasa. Así comenzó una de las guerras mas sangrientas que ha conocido África la llamada “Segunda Guerra de Congo” o “Guerra Continental Africana”.

El 10 de julio de 1999 se acordó un alto al fuego, pero la lucha continúo intermitentemente en especial en aquellas zonas del país con riquezas mineras, donde se extraían entre otros coltán, casiterita y diamantes entre otros. Laurente-Désiré Kabila fue asesinado, el 17 de enero de 2001, por el viceministro de Defensa, coronel Kayembe, al que acababa de destituir junto con otros oficiales superiores, debido a su conducta en la guerra.

Su hijo, Joseph Kabila, de 29 años, en ese entonces Comandante en Jefe del Ejército, asumió la presidencia. El nuevo presidente rápidamente comenzó negociaciones de paz. En 2002, el “Acuerdo de Pretoria” puso fin a las hostilidades.

Aunque la RDC nunca se pacificó en su totalidad, especialmente en la región de Ituri, en el nordeste del país, donde la etnia lendu de agricultores se enfrentaba con los ganaderos de la etnia hema por las tierras y en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur donde actuaban las guerrillas de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda.

Como parte del Acuerdo de Pretoria, en 2005, se promulgó una nueva Constitución reorganizando la administración pública. Las provincias pasaron de ser diez a ser veinticinco, se estableció un Parlamento bicameral (conformado por un Senado y una Asamblea Nacional) y se reorganizó la justicia.

El 30 de julio de 2006 se celebraron en el país las primeras elecciones multipartidarias y libres desde la independencia del país en 1960. Joseph Kabila se presentó como candidato del Partido de Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia. En los comicios Kabila se impuso en la segunda vuelta realizada el 29 de octubre. Desde entonces, Kabila es el árbitro de los destinos del país.

LA BOMBA DEMOGRÁFICA

Con ochenta y dos millones de habitantes, distribuidos entre 250 etnias, y un promedio de 6,37 hijos por mujer (una de las tasas más elevadas de África, la RDC es una verdadera bomba demográfica que para el año 2050 puede alcanzar más de 177 millones de habitantes.

Al problema que representa el incremento descontrolado de población se suma la pobreza generalizada que pone a una proporción importante de esta población en riesgo alimentario. Unos diez millones de personas de su población actual enfrentan inseguridad alimentaria y malnutrición.

Los más afectados entre estos congoleños mal alimentados se encuentran cuatro millones de niños. Uno de cada diez de los niños peor desnutridos del mundo reside en este país.

Además, la violencia que generan los más de setenta grupos armados que operan en el país y la brutal represión del régimen de Kabila, han generado que unos cuatro millones de congoleños se conviertan en desplazados, en especial, en las regiones más inestables de Kasai Norte y Sur, Tanganica y Kivu Norte.

Al menos quinientos mil congoleños se encuentran como desplazados en los países vecinos, mientras que otros deciden arriesgarse y se suman a los flujos subsaharianos que intentan llegar a Europa.

Por lo tanto, la inestabilidad política y la situación humanitaria en la República Democrática del Congo constituye una potencial amenaza a la estabilidad regional y del resto de mundo.

UNA DEMOCRACIA ENDÉMICAMENTE INESTABLE

En diciembre de 2011, Joseph Kabila fue reelecto para un segundo mandato presidencial. Al igual que ocurrió en 2006, la oposición cuestionó la legalidad de los comicios, pero sus protestas fueron infructuosas.

Después de diecisiete años en el poder, Joseph Kabila es inmensamente impopular, en parte por los conflictos en la RDC, pero también por los altos niveles de corrupción que rodean a su gobierno. La creencia generalizada es que el presidente y su familia se han enriquecido mientras millones de congoleños se debaten en la miseria.

En 2016, cuando estalló el escándalo de los Panamá Papers, se reveló que la hermana gemela de Kabila, Jaynet, era copropietaria de una de las principales empresas congoleñas de telecomunicaciones, Digital Congo TV, a través de empresas fantasmas en el exterior.

Los conflictos armados en el Este del país continuaron provocando numerosas violaciones a los derechos humanos de los civiles -incluidas ejecuciones sumarias, asesinatos, secuestros, actos de violencia sexual y saqueos- no sólo por parte de los insurgentes sino también por parte de las fuerzas de seguridad.

La operación conjunta “Sokola 2” realizada por las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo y la Misión de Estabilización Naciones Unidas para el Congo (MONUSCO), persistió en sus esfuerzos para neutralizar a las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), grupo armado establecido en el este de la RDC e integrado por hutus ruandeses vinculados al genocidio de Ruanda en 1994. La operación no logró la captura del jefe de las FDLR, Sylvestre Mudacumura.

Cientos de combatientes de Sudán del Sur, pertenecientes al Ejército de Liberación Popular de Sudán en Oposición (SPLA-IO, por sus siglas en inglés) entraron en la RDC tras los combates en la capital sursudanesa, Yuba.

La endémica crisis económica se agravó aún más aumentando los ya elevados niveles de pobreza y hambre. Para colmo de males se produjeron brotes de cólera y fiebre amarilla que causaron cientos de muertes. El descontento de la población estalló en nuevas protestas duramente reprimidas por el gobierno.

Los opositores son perseguidos por la policía y sus actividades, incluso en locales cerrados, prohibidas. La dura represión siempre termina con manifestantes muertos por las fuerzas que responden a Kabila.

De acuerdo con la Constitución de la República Democrática del Congo, el presidente Joseph Kabila no puede ser nuevamente reelecto. El 19 de septiembre de 2016 se realizaron protestas masivas en todo el país pidiendo la renuncia de Kabila que dejaron un saldo de diecisiete personas muertas.

Las elecciones presidenciales estaban originariamente para ser realizadas el 27 de noviembre de 2016. Pero, el gobierno estableció la obligatoriedad de la realización de un censo poblacional antes de los comicios.

El 29 de septiembre de 2016, la autoridad electoral anunció que debido a que el censo no había podido realizarse los comicios deberían posponerse hasta principios de 2018. La oposición inmediatamente denunció que se estaba llevando a cabo una maniobra para permitir al presidente permanecer en el poder. Se realizaron nuevas protestas en Kinsasa, Lubumbashi, Boma y Matadi, con mayor represión y nuevas víctimas fatales.

Los movimientos juveniles Lutte pour le changement (Lucha por el Cambio) y Filimbi son los más activos en la protesta y el gobierno los declarado ilegales.

La Conferencia Episcopal Congolesa (CENCO) y el Comité de Coordinación de los Laicos, propiciaron un diálogo entre el presidente y los sectores opositores. Finalmente, el 31 de diciembre de 2016, se establecieron los acuerdos de San Silvestre, con el objetivo de lograr la celebración de elecciones creíbles y transparentes en las cuales Joseph Kabila no se presente como candidato.

Los Acuerdos de San Silvestre, apoyados por la Unión Africana, establecieron el compromiso del presidente Kabila de no presentarse a un tercer mandato y el celebrar las elecciones antes del final de 2017.

El 5 de noviembre de 2017, la Comisión Nacional Electoral Independiente (CENI) anunció que las elecciones presidenciales, legislativas, provinciales y locales no tendrían lugar hasta el 23 de diciembre de 2018.

El anuncio despertó inmediatamente las protestas tanto de la oposición como de la Iglesia Católica. La CENCO anunció que cada jueves, entre las 21 y 21,15 las campanas de todas las iglesias sonarían en señal de protesta e invitó a la población a sumarse con bocinazos, vuvuzelas y cacerolazos.

A lo largo del mes de enero se produjeron protestas callejeras que dejaron el lamentable saldo de diez manifestantes muertos por acción de las fuerzas de seguridad.
Al frente de la protesta se ha situado la Iglesia Católica. El 21 de enero, desde Lima, sumó su voz el propio papa Francisco al pedir a la multitud congregada en la Plaza de Armas para asistir al Ángelus, “Recemos por el Congo”.

El 24 de enero, el arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo, se expidió duramente contra el régimen del presidente Kabila: “Estamos en una prisión a cielo abierto? ¿Cómo se puede matar a hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos que entonan cánticos religiosos y portan biblias, rosarios y crucifijos?” -dijo el prelado-.

También el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha indicado que el organismo está preocupado “por lo que parece ser un patrón recurrente de represión, incluso el uso de la fuerza, contra las manifestaciones en la RDC, en el contexto de las crecientes tensiones políticas”.

Todo indica que de no establecerse una hoja de ruta creíble para la realización de elecciones y la entrega del poder en la RDC la violencia continuará incrementándose con el riesgo de que el país nuevamente se vea sumido en una guerra civil.




domingo, 21 de enero de 2018

MASETTI. EL PERIODISTA DE LA REVOLUCIÓN



Comentario de la biografía de Hernán Vaca Narvaja “Masetti. El periodista de la revolución”, sobre el fundador de la agencia de noticias Prensa Latina y líder del grupo terrorista Ejército Guerrillero del Pueblo.

EL AUTOR

Hernán Vaca Narvaja (1968), es un periodista cordobés, escritor y docente universitario. Dirige la revista “El Sur”, editada en la localidad cordobesa de Río Cuarto. Es también autor de los libros "Ave César, la caída del último caudillo radical" (Narvaja Editor, 1995), "El Candidato. Biografía no autorizada de José Manuel De la Sota" (Sudamericana, 2001) y "Las cuatro muertes de Nora Dalmasso. La trama oculta del crimen del country" (Del Boulevard, 2008). Premios ADEPA Derechos Humanos (1997) y Rodolfo Walsh (2012).

Hombre de izquierda por adscripción, nació de un lado de la grieta que ha dividido a los argentinos por décadas. Su abuelo, el doctor Miguel Hugo Vaca Narvaja, es un desaparecido. Su padre Miguel Hugo Vaca Narvaja (hijo), apoderado del Partido Auténtico (Montoneros) y abogado defensor de terroristas, fue detenido el 20 de noviembre de 1975 y alojado en la Unidad Penitenciaria N°1. El 12 de agosto de 1976, fue ejecutado, con la pantomima de un intento de fuga.

Sus tíos Fernando y Daniel eran miembros de la organización terrorista Montoneros. Su tío Fernando hizo conocido el apellido Vaca Narvaja con su participación en la fuga de los guerrilleros detenidos en el Penal de Trelew y su posterior fuga a Chile.
Hernán tenía ocho años, el 23 de marzo de 1976, cuando integró el grupo de 26 personas que se asiló, en el mismo momento, en la embajada de México con sede en Buenos Aires.

LA OBRA

En 353 páginas Hernán Vaca Narvaja traza una importante semblanza no sólo de la vida y personalidad de Jorge Masetti, una figura trascendental en los primeros años de la Revolución Cubana por su participación de lo que posteriormente sería la agencia oficial cubana “Prensa Latina”, sino también de la forma en que la Cuba de Fidel Castro y el Che Guevara organizaron acciones terroristas contra diversos gobiernos latinoamericanos.
El trabajo de Hernán Vaca Narvaja es revelador por ser un autor de izquierda que no puede ser acusado de estar sirviendo intereses del capitalismo o del imperialismo estadounidense.
Por lo tanto, cuando Vaca Narvaja describe la forma en que los gobiernos de Cuba y Argelia financiaron, entrenaron y armaron a grupos a grupos terroristas para que vinieran a llevar a cabo un “guerra revolucionaria”, es decir una guerra civil con apoyo extranjeros, hay que creerle.

Las afirmaciones de Vaca Narvaja coinciden totalmente con lo revelado por Juan Bautista “Tata” Jofre en su libro “Fue Cuba: La infiltración cubano-soviética que dio origen a la violencia subversiva en Latinoamérica” (Ed. Sudamericana 2014) sobre la intervención de Cuba y los países del Bloque Soviético en la creación de focos guerrilleros en la región. Quien pretenda tener una idea clara sobre el patrocinio que los cubanos han brindado a violencia revolucionaria en América Latina deben leer ambos libros.

Vaca Narvaja nos dice claramente que en la creación del foco guerrillero en la provincia de Salta protagonizado por el autodenominado “Ejército Guerrillero del Pueblo”, en 1963, intervinieron oficiales del Ejército Rebelde de Cuba que participaron de acciones armadas en Argentina y mataron a un efectivo de la Gendarmería Nacional, financiamiento del gobierno de Argelia, apoyo del servicio de inteligencia de la República Socialista de Checoslovaquia y miembros del Partido Comunista de Bolivia.

Además, Vaca Narvaja nos habla de la intervención de Ernesto “Che” Guevara en los fusilamientos llevado a cabo en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña. Estos fusilamientos muchas veces negados o minimizados son plenamente aceptados por el autor y hasta cita a Fidel Castro como aval de estos procedimientos.

“El 22 de enero -dice Vaca Narvaja-, en el salón Copa Room del hotel Habana Riviera, Fidel habló ante centenares de periodistas extranjeros. Reivindicó la justicia revolucionaria de los tribunales populares, defendió los fusilamientos en la fortaleza de La cabaña y acusó a las agencias de información norteamericanas de distorsionar la realidad para atacar al gobierno revolucionario: […] Y por eso, el número de castigados será incomparablemente inferior al número de víctimas, porque las víctimas fueron unos 20.000 y los criminales sancionados a la pena capital en ningún caso, según los cálculos, pasarán de cuatrocientos”. Podría decirse qué a reconocimiento de parte, relevamiento de prueba.

A demás del patrocinio cubano a la violencia revolucionaria en América Latina, el libro es sumamente revelador del papel jugado por periodistas argentinos (Jorge Masetti, Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo y otros) en la creación de Prensa Latina como agencia noticiosa independiente y como, tras la plena incorporación de Cuba al Bloque Soviético, los argentinos son paulatinamente expulsados de agencia noticiosa y la misma es transformada en un organismo estatal cubano.

Por último, el libro proporciona un detallado relato de la trágica historia de Jorge Masetti y su disparatada experiencia guerrillera en el norte argentino. También plantea una clara imagen de como la teoría foquista resulta un verdadero fracaso cuando no hay un trabajo político previo y, además, se ignoran las condiciones geográficas y demográficas del territorio donde se pretende operar.

El texto tiene una redacción clara y sencilla que hace agradable y ágil la lectura. Ideal para una lectura de verano que además proporciona información. El libro es esencial para quien desee completar su conocimiento de la historia y la política argentina del siglo XX. Muy recomendable.

Hasta se puede disculpar la patética hipótesis, plateada por Vaca Narvaja, de que Jorge Masetti y su compañero Atilio Altamira fueron fusilados por la Gendarmería y sus cadáveres abandonados en la selva. El cuerpo de Masetti habría sido identificado porque tenía un reloj Rolex en la muñeca. Aunque hubieran sido asesinados en la selva, ningún asesino abandonada un reloj Rolex….


viernes, 19 de enero de 2018

DERECHAS E IZQUIERDAS


Los twitters y cadenas de emails suelen traer materiales de diverso origen, acertados y no tanto, divertidos y no tanto. Un amigo nos envío el siguiente texto y deseamos compartirlo con el lector.

¡Excelente paralelismo que se traza en este escrito... y patético por lo real!!

- Cuando un tipo de derecha no es cazador y no le gustan las armas, no sale a cazar y no compra armas.
- Cuando un tipo de izquierda no es cazador y no le gustan las armas, pide que sea prohibida la caza y la venta de armas.

- Cuando un tipo de derecha es vegetariano, no come carne.
-  Cuando un tipo de izquierda es vegetariano, hace campaña en contra de los alimentos de carne y le gustaría que se prohibiese comer carne.

- Cuando un tipo de derecha es homosexual, hace una vida normal.
- Cuando un tipo de izquierda es homosexual, hace apología de la homosexualidad, va a las manifestaciones "orgullo gay" y acusa de "homofóbicos" a todos los que no piensan como él.

- Cuando alguien de derecha pierde el trabajo, piensa en cómo salir de la situación y hace todo lo posible por encontrar un nuevo trabajo.
- Cuando alguien de izquierda pierde su trabajo, va a quejarse con el sindicato, gasta hasta el último día y va a todas las manifestaciones y huelgas contra la derecha y en contra de los empresarios.

- Cuando a un tipo de derecha no le gusta un programa de televisión, cambia de canal o apaga el televisor.
- Cuando a un tipo de izquierda no le gusta un programa de televisión, se queja y denuncia en los periódicos, las radios, los canales de televisión, se une a algún partido político de izquierda para promover una causa con el fin del alcanzar el cierre definitivo del canal de televisión que transmite el programa que no le gusta.

- Cuando un tipo de derecha es ateo, no va a la iglesia.
- Cuando uno de izquierda es ateo, se burla y persigue a todos aquellos que creen en Dios, denuncia la escuela o la institución que exponga un crucifijo, protesta contra cualquier signo de identidad religiosa, pide que se expropien los bienes de la iglesia, que se prohíba la semana santa y cada procesión o peregrinación (contra el islam no hace nada porque no tiene el coraje).

- Cuando un tipo de derecha tiene problemas económicos, busca la manera de trabajar y ganar más dinero o trata de encontrar financiación para pagar sus deudas, y si puede, ahorra.
- Cuando un tipo de izquierda tiene problemas económicos le echa la culpa a la derecha, a los empresarios, a la burguesía, al capitalismo, a los neo conservadores etc., etc., luego se pone en contacto con un sindicato con la esperanza de que luego lo metan en un partido político o donde se pueda.

- Cuando un tipo de derecha lee este escrito, se ríe y si tiene ganas lo envía a sus amigos.
- Cuando un tipo de izquierda lee este escrito, se enfada y trata de fascista y retrógrado a quién lo ha escrito y se lo envió.


LA GUERRA SECRETA: ESPÍAS, CÓDIGOS Y GUERRILLAS, 1939-45

    Sir Max Hastings

Comentarios al libro de Max Hastings sobre las actividades de inteligencia en la Segunda Guerra Mundial.

EL AUTOR
Sir Max Hastings (1945) es un periodista, hijo y nieto de periodistas. Sus escritos han aparecido en todos los periódicos nacionales británicos. Ahora escribe regularmente para el Daily Mail y revisa libros para el Sunday Times y el New York Review of Books. Ha publicado veintiséis libros, la mayoría de ellos sobre historia militar.
Ha recibido premios tanto por sus libros como por su periodismo. “Bomber Commad” (1979) ganó el Premio Somerset Maugham. Fue periodista del año y periodista del año en los Premios británicos de prensa de 1982 y Editor del año en 1988.

En 2008 y 2014 recibió la Medalla de Literatura Militar del Duque de Westminster de la RUSI por su contribución vitalicia a la literatura militar, y, en 2009, el Trofeo Edgar Wallace del London Press Club.

En 2012, la Biblioteca Militar Pritzker, de Chicago, le otorgó su Premio Literario de cien mil libras por su trayectoria como escritor militar.

Él ha presentado muchos documentales de televisión. Fellow de la Royal Society of Literature y miembro honorario de King's College, Londres, también recibió títulos honorarios de las universidades de Leicester y Nottingham. Fue presidente de la Campaña para proteger la Inglaterra rural 2002-2007 y fiduciario de la National Portrait Gallery 1995-2004. En 2002, fue nombrado caballero por sus servicios al periodismo. 

LA OBRA

El libro de Max Hastings: “La Guerra Secreta espías, códigos y guerrillas, 1939 – 1945”, editado en castellano por la editorial española “Crítica” de Barcelona, en 2016, dedica 694 páginas, más otros 94 a agradecimientos, notas y fuentes, bibliografía e índices. El libro tiene un total de 788 páginas.

Según sus propias palabras el autor realiza “un estudio sobre las maquinarias de aquellas batallas (de la Guerra Secreta) libradas en ambos bandos, así como de sus figuras más influyentes.

Agregando el autor sobre el objetivo de su trabajo que: “Por lo general, los estudios publicados sobre las labores de inteligencia durante la guerra se centran en las acciones de un único país. En este trabajo, sin embargo, mi deseo es ofrecer una visión de conjunto.”

Por lo tanto, este libro analiza (o al menos pretende hacerlo) las actividades de inteligencia de los aliados: Gran Bretaña, la Unión Soviética, Francia, Estados Unidos, Checoslovaquia y Polonia; de países neutrales como Suiza, Suecia, España y Turquía y de las potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón, durante los años previos al inicio del conflicto y luego durante toda la Segunda Guerra Mundial.

Lo primero que hay que señalar es que, cuando el objetivo general de una investigación o libro se plantea en forma tan ambiciosa siempre se corre el riego de no alcanzarlo plenamente. En tales casos el autor no puede evitar las omisiones y simplificaciones que vuelven al trabajo objeto de críticas. La obra de Hastings no escapa a esta regla general.

En Guerra Secreta, Hastings se propone como objetivo central determinar en que medida la información suministradas por espías y criptógrafos, las operaciones especiales y las actividades guerrilleras tuvieron incidencia en el resultado final de la contienda.

Hastings tiene una visión crítica del desempeño tanto de los servicios de inteligencia, como de las agencias de operaciones especiales, como el británico SOE o el estadounidense OSS, durante los años de la guerra. A través del análisis de la actividad de numerosos agentes y redes de agentes llega a la conclusión de que “la contribución de los servicios de inteligencia Aliados en la victoria final fue prácticamente nula.”

En favor de los servicios de inteligencia en general, Hastings señala que en muchos casos los servicios de inteligencia fueron capaces de anticipar los movimientos del enemigo, pero los conductores políticos a quienes informaban se negaron a prestar atención a sus advertencias.

Hastings sostiene que en general, tanto entre los Aliados como en el Eje los servicios de inteligencia estaban desprestigiados y no gozaban de mayor credibilidad. Por lo cual no se los tomaba en consideración al momento de planificar las operaciones militares salvo en los casos de “Ultra” y “Purpura”.

Hastings considera que el mayor aporte que los servicios de inteligencia hicieron al resultado final de la contienda estuvo en el campo de la inteligencia de señales, es decir, la interceptación y desciframiento de las comunicaciones enemigas, y no en la información suministrada por fuentes humanas (huminint, proveniente de espías, agentes dobles y traidores).

Los británicos alcanzaron sus mayores éxitos de inteligencia a partir de 1940, cuando los matemáticos y criptógrafos de Bletchley Park descifraron las comunicaciones de la Wehrmacht emitidas a través de las máquinas “Enigma”, un producto de inteligencia denominado “Ultra” que orientó las principales decisiones de los Aliados durante la contienda.

Mientras los estadounidenses hicieron otro tanto en Arlington Hall descifrando el código “Purpura” empleado por los japoneses en sus comunicaciones.

El análisis que Hastings realiza sobre las actividades de los espías y agentes más célebres y conocidos no aporta nada nuevo a su conocimiento. Probablemente porque, aunque el autor afirma haber basado su libro en investigaciones propias y en la consulta de archivos británicos, estadounidenses y soviéticos, lo que se aprecia es que trabajó con fuentes secundarias, es decir, libros de memorias de los participantes y relatos de otros autores, bibliografía por demás conocida.

Tampoco el escaso espacio destinado a analizar superficialmente las operaciones especiales del SOE y el OSS y la actividad de maquis, partisanos y guerrilleros presenta mayor interés o nuevos datos. Mientras que omite toda referencia a las operaciones especiales llevadas a cabo por las potencias del Eje, como el audaz rescate de Benito Mussolini, de su confinamiento en el macizo del Sasso, llevado a cabo por Otto Skorzeny.

Quienes no conozcan sobre las operaciones especiales en la Segunda Guerra Mundial tampoco adquirirán ese conocimiento a través de la obra de Hastings.

Sus mayores aportes residen en el pormenorizado análisis de los procedimientos de interceptación y descriptamiento de las comunicaciones de las potencias del Eje y su aprovechamiento por parte de los Aliados en distintos momentos de la guerra.

En medio de la hojarasca, Hastings introduce algunas interesantes reflexiones estratégicas, como cuando señala que de nada sirve conocer detalladamente las intenciones del enemigo si no se cuenta con el potencial y los medios necesarios para impedir que las concrete, o cuando revela la importancia del desciframiento de otros códigos de comunicaciones no militares que ofrecieron gran información complementaria a los análisis de inteligencia.

Una mención aparte merece la defectuosa traducción al castellano realizada por Cecilia Belza y David León, quienes ya han traducido para Crítica otras obras de Hastings. Por momentos la traducción es demasiado literal, en otro emplea términos que si bien forman parte del Diccionario de la Real Academia no son de uso corriente en el siglo XXI.

Hay notorios errores de traducción al confundir distinciones soviéticas como la Orden de Lenin, Orden de la Bandera Roja y Orden de la Estrella Roja. Lo mismo ocurre con las condecoraciones británicas, por lo cual no parece correcto atribuir ese tipo de errores a Hastings.

En síntesis, debería ser una lectura obligatoria para un público especialmente interesado en la historia del espionaje y las operaciones especiales. Pero, a este público no le aportará mucho la lectura de estas setecientas páginas porque el texto incurre en muchas reiteraciones y obviedades.

En tanto, que para el lector que busca una lectura ágil y entretenida que al mismo tiempo le proporcione una idea en general de las actividades de inteligencia en la Segunda Guerra Mundial el libro solo proporciona una visión fragmentaria, en otros da por sentado que el lector posee información previa sobre el tema.

En otras palabras, muy tedioso para una lectura de verano y muy superficial para una lectura académica.

Recomendación Final: Sólo para aquellos lectores que se sienten obligados a leer todo lo que se escribe sobre espionaje y operaciones especiales.