jueves, 30 de noviembre de 2017

DESTACADA PARTICIPACIÓN DEL REY MOHAMED VI EN LA V° CUMBRE UNIÓN AFRICANA – UNIÓN EUROPEA



El Rey de Marruecos en su primera asistencia a una Cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea cumple un destacado papel en la determinación de una estrategia conjunta para encarar el problema de la migración africana.

LA CUMBRE DE LA INMIGRACIÓN

Ha comenzado en Abijan, Costa de Marfil, la V° Cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea, que se desarrollará entre el 29 y 30 de noviembre, con la asistencia de 110 delegaciones de 54 estados africanos, 28 europeos y 52 Jefes de Estado africanos, 15 europeos, el Secretario General de la ONU y numerosos observadores e invitados especiales, bajo el lema: “Inversiones en la Juventud para un Desarrollo Sostenible.”

Los Estados miembros de la Unión Europea destinaron 21.000 millones de euros en ayuda para el desarrollo en 2016, lo que sitúa a esta organización como el primer donante, mientras que las empresas europeas invirtieron 32.000 millones de euros en África en 2015, que representan casi el 30% del total de las inversiones en el continente.

Allí reside, entre otros aspectos históricos políticos, humanos y culturales, la importancia de estos encuentros bilaterales entre los decisores en la cumbre del poder de ambos continentes.

La agenda inicial de la Cumbre comprendía un temario compuesto por los siguientes ítems:
·         La paz y la seguridad
·    La gobernabilidad en particular la democracia, los derechos humanos, la migración y la movilidad.
·       La inversión y el comercio.
·       El desarrollo de competencias.
·       La creación de empleo.

Pero el debate estuvo monopolizado por el impacto de las imágenes difundidas por la CNN sobre la venta de inmigrantes subsaharianos como esclavos en Libia.

Recordemos que un tercio de los 420 millones de jóvenes de entre 15 y 35 años en África esta desempleado y entre diez y doce millones se incorporan cada año al mercado laboral, aunque sólo se crean 3,1 millones de empleos en el continente. Además, se espera que el número de jóvenes se duplique hasta alcanzar los 830 millones de 2025, cuando sería necesario crear un mínimo de 25 millones de empleos.

Este hecho, y el drama humanitario que lo rodea, convierten a la inmigración africana en un tema prioritario.

LA AGENDA AFRICANA DE INMIGRACIÓN DEL REY MOHAMED VI

En este sentido, de particular interés fue para los Jefes de Estado y de Gobierno presentes las palabras del Rey Mohamed VI, no sólo por ser la primera vez que Marruecos asistía a una cumbre Unión Africana – Unión Europea y ser “líder de la Unión Africana sobre Cuestiones de la Migración”, sino especialmente porque presentó los lineamientos básicos para la creación de una estrategia conjunta frente al problema de la migración irregular africana.

En su breve, pero sustancial alocución, Mohamed VI comenzó señalando que “el siglo XXI será él de las grandes mezclas”. Por lo cual la migración no puede ser encarada con prejuicios ideológicos, pasionales o incluso xenófobos.

Prosiguió reconociendo que la migración ha adquirido en estos tiempos una connotación negativa al asociársela frecuentemente a la droga, los tráficos, la pobreza, la precariedad y hasta los efectos negativos del cambio climático.

Lógicamente, esto hace que en muchos casos la migración sea percibida como una amenaza. Aunque el monarca reconoció que esa percepción en ocasiones no siempre carece de fundamento.

Sin embargo, destacó que los países africanos, después de haber contribuido de manera sustancial a la reconstrucción de la Europa de la posguerra, se sienten vejados por el trato dado a los inmigrantes africanos. Recordemos que este año han perecido más de 3.000 inmigrantes en aguas del Mediterráneo y que desde la tragedia de Lampedusa, en 2013, el número de fallecidos ya sobrepasan los 15.000, más del 50% de todos los refugiados muertos en el mundo en los últimos cuatro años.

Los países africanos también sufren los perjuicios de la “hemorragia de cerebros” que provocan las empresas europeas cuando contratan a los mejores talentos africanos que asisten a las escuelas de negocios europeas.

Destaco que la geografía a condenado a algunos países “a convertirse en tierra de inmigración”, tal como le ha ocurrido a Marruecos y otros países del Norte de África, especialmente a Libia, como nueva tierra de tránsito entre África y Europa, hoy convertida “en el corredor de todos los males”. Aunque responsabilizó de los atropellos cometidos contra los infortunados inmigrantes a “milicias armadas que escapan al control del gobierno libio”.

Mohamed VI trazó un complejo panorama sobre el problema de la migración para finalmente anunciar que había concluido el “tiempo para el diagnóstico y para las polémicas de retaguardia. Es el tiempo de la acción”, dijo.

Para lo cual el monarca marroquí se comprometió a presentar a la próxima Cumbre de la Unión Africana, en enero de 2018 en Addis Abeba, una propuesta concreta destinada a “desarrollar una verdadera Agenda Africana sobre Migración”.

Como es su costumbre, el Rey Mohamed Vi aportó precisiones a su futura propuesta cuando destaco la existencia de cuatro mitos que debían ser superados:

·       “La migración africana no es predominantemente intercontinental. Es ante todo Inter africana. De cada cinco africanos que salen, cuatro permanecen en África.

·       La migración irregular no es mayoritariamente: representa únicamente el 20% de la migración internacional.

·       La migración no empobrece a los países de acogida: el 85% de las ganancias de los migrantes permanecen en los países de acogida.

·       No hay distinción entre países de emigración, de tránsito y de instalación.”

Mohamed VI precisó que una Agenda de este tipo “impone hablar con una misma y única voz africana” y actuar a nivel “nacional, regional, continental e internacional”.

En esta forma, “los países africanos asumirían sus responsabilidades en lo que se refiere a la garantía de los derechos y de la dignidad de los migrantes africanos sobre su suelo.”


Respondiendo a la exhortación y propuesta del Rey de Marruecos las Naciones Unidas, la Unión Africana y la Unión Europea acordaron crear un grupo conjunto de trabajo (task forcé) para “salvar y proteger vidas de migrantes y refugiados”, “acelerando el retorno voluntario asistido y el reasentamiento de los necesitados de protección.”

martes, 28 de noviembre de 2017

RELEVANTE PRESENCIA DE MOHAMED VI EN COSTA DE MARFIL



El rey de Marruecos Mohamed VI continua con su incansable política internacional de activa participación en los asuntos africanos y en especial de gran protagonismo en los organismos regionales.

Mientras se prepara para asistir a la transcendental V° Cumbre Unión Africana – Unión Europea, que se celebrará entre el 29 y 30 de noviembre en Abijan, Costa de Marfil, el monarca marroquí continua su política de amistad y cooperación Sur – Sur sólida, activa y solidaria con sus vecinos africanos.

Costa de Marfil, es una antigua colonia africana que se convirtió en república en 1960, con un territorio de 322.463 km² (que la sitúa en el puesto 68° más grande del mundo) y una población de 23 millones de habitantes (53° más poblado).

Su capital es Yamusukro, aunque las ciudad más populosa, centro comercial y sede del gobierno en Abijan. Su PBI global es de U$S 95.887 millones y el PBI per cápita es de U$S 3.841.

Costa de Marfil es parte de la francofonía y de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), organismo regional al que pronto se incorporará Marruecos.

Como en otras ocasiones en que Mohamed VI visita a otros estados africanos, el rey ha arribado a Costa de Marfil encabezando una nutrida delegación de altos funcionarios que adquieren experiencias de primera mano sobre la realidad local, proponen soluciones a los problemas más urgentes y suscriben acuerdos de cooperación para materializar esas soluciones.

Mientras tanto, el monarca estrecha sus vínculos con los mandatarios locales cosechando valiosos apoyos para la política internacional de Marruecos.

En esta ocasión Mohamed VI mantuvo una reunión privada con su anfitrión el presidente Alassane Dramane Ouattara, un connotado economista formado en los Estados Unidos.

También, como en otras ocasiones la visita del monarca alauí sirve de marco a la inauguración de importantes obras para el desarrollo donadas por Marruecos.

En esta ocasión el rey de Marruecos inauguró en Abijan, el “Centro Multisectorial de Formación Profesional Mohamed VI” de Yopougon. Las obras del Centro se iniciaron en 2015 y demandaron una inversión de 70 millones de dirhams (unos U$S 7 millones).

El Centro Multisectorial de Formación Profesional Mohamed VI con capacidad para albergar hasta mil alumnos por año comprende un polo de capacitación en “hostería, turismo y restauración” conformado por un espacio de acogida con aulas especialmente diseñadas para oficiar de restaurante, cocina, taller de panadería, chocolatería, hotel y laboratorio de informática.

Con un presupuesto anual de 22 millones de dirhams (U$S 2,2 millones) el alojamiento para alumnos comprende treinta habitaciones de cuatro camas, dos habitaciones individuales para personas con movilidad reducida, cuatro habitaciones individuales para preceptores, un comedor para 120 internos con sus correspondientes cocina, lavandería y área de descanso para estudiantes.

El Rey también inauguró el punto de desembarco de pesca Mohamed Vi de Locodjro (ubicado en la comuna Attécoubé en Abijan Norte), construido en una superficie de 10.300 m² de los cuales el área cubierta comprende 2.100 m².

El complejo comprende obras de protección marítima e infraestructura administrativa, sala de primeros auxilios, salón multiuso y guardería para uso de los pescadores artesanales y sus familias.

La zona de explotación comercial comprende una galería de pescado, cámara de frío, fabrica de hielo, local refrigerado para el almacenaje de cajas, unidad de ahumado de pescado y local de almacenado de pescado ahumado. También hay talleres bien equipados para la reparación y mantenimiento de automotores y embarcaciones.

Otros puntos de desembarco de pescado de similares características se están construyendo con financiamiento marroquí. Uno de ellos en Gran Lahou a 150 km al Oeste de Abijan, dos en Conakri en la República de Guinea (localizados en Temenitaye y Bonfi) y uno en Dakar “Soumbedioune”, en Senegal.

Además, Marruecos capacita al personal local de la industria pesquera local en el Instituto Superior de Pesca Marítima de Agadir.

Con estas obras de cooperación para el desarrollo Mohamed Vi demuestra que sus discursos no se quedan en simples expresiones de buena voluntad, sino que se materializan en acciones concretas que benefician a los africanos sin distinción de nacionalidades.

Es por eso por lo que se aguarda con expectativa su mensaje en la próxima Cumbre Unión Africana – Unión Europea, el primer evento de esta naturaleza a que asistirá Marruecos desde su retorno al organismo regional, en enero de 2017, en la reunión de Addis Abeba.


lunes, 27 de noviembre de 2017

DIFÍCIL BALANCE DE LA PAZ EN COLOMBIA


A un año de la firma del Acuerdo de Paz entre el presidente Juan Manuel Santos y la cúpula de la organización narcoterrorista FARC el balance es cuanto menos confuso.

Es difícil saber si en acuerdo ese acuerdo ha significado un avance hacia la definitiva pacificación de Colombia.

En el Foro sobre La Reincorporación y Reconciliación, Dimensiones de la Construcción de la Paz, organizado por el diario “El Espectador”, el Representante Especial del Secretario General y jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault brindó las siguientes cifras indicativas.

Según Arnault: 12.262 miembros de las FARC han sido certificados como desmovilizados -entre ellos 2.590 miembros que fueron excarcelados por las autoridades colombianas-; 10.445 están bancarizados para recibir subsidios por los siguientes 24 meses y 10.218 están afiliados a los sistemas de salud y de pensión.

El problema es que el 55% de estos miembros desmovilizados de las FARC abandonaron los 26 Espacios territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCRs) y no se sabe como han encausado su vida actual.

Al mismo tiempo se observa un incremento en la actividad de bandas criminales en las mismas áreas territoriales donde anteriormente operaban las FARC. Las autoridades policiales piensan que una buena parte de esos ex guerrilleros se han unido a las “disidencias de las FARC” que rechazan el proceso de paz, se han incorporado al ELN o alguna de las bandas criminales herederas de las desmovilizadas organizaciones paramilitares como las Autodefensas Unidas de Colombia, incluso podrían haberse incorporado a las filas del Cartel del Golfo.

A estas alturas, para algunos observadores en Colombia, parece evidente que el Acuerdo de Paz fue tan sólo un inmenso acuerdo de impunidad que beneficio a la cúpula histórica del grupo terrorista y permitió al presidente Santos obtener el premio Nobel a la Paz.

Recordemos que, al momento de la firma del Acuerdo de Paz, el Secretariado de las FARC acumulaba 56 sentencias en las cuales los jueces colombianos los condenaban a 1.629 años de cárcel, es decir, a más de dieciséis siglos tras las rejas.

Esas sentencias, al menos las de público conocimiento, incluyen 184 asesinatos, 129 cargos por lesiones graves, 198 secuestros, más de 827.000 millones de pesos colombianos en multas para resarcir a las víctimas y cubrir los incontables daños producidos en la infraestructura pública y en los inmuebles particulares ocasionados por los insurgentes en ataques a poblaciones, detonación de coches bomba, etc.

Según la Policía Nacional de Colombia, las FARC son responsables por la muerte de al menos dos mil personas y la desaparición forzada de otras cinco mil personas. Pero muy probablemente el número de víctimas provocado durante décadas por el accionar de esta letal organización narcoterrorista sea muy superior.

Los criminales hoy certificados ni siquiera han hecho un reconocimiento público de sus crímenes y mucho menos han expresados su arrepentimiento a los deudos de sus víctimas. Una parte de ellos han aprovechado el acuerdo para lanzarse alegremente a conformar un partido político y a pasar a narcotraficantes a dirigentes políticos.

Ni siquiera han resignado el empleo de su sigla, FRAC, que es un recordatorio permanente para el pueblo colombiano de más de cuatro décadas de sangrienta guerra civil. Así mutaron de ser una organización guerrillera las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a ser un partido político denominado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. Una auténtica burla.

Han entregado una parte sustancial de sus arsenales formado por: 8.994 armas de fuego, 1.765.826 municiones, 32.255 kilogramos de explosivos de diverso tipo, 11.015 granadas de mano, 3.528 minas antipersonales, 46.288 detonadores eléctricos, 4.370 proyectiles de mortero y 51.911 metros de cordón detonante.

El problema consiste en que nadie sabe cual era dimensión real del arsenal en manos de las FARC. Además, mucho del material entregado estaba muy deteriorado e incluso era inestable para su traslado por lo que hubo que detonarlo en el lugar. Los expertos piensan que los terroristas reservaron para cualquier uso eventual lo mejor y más moderno de su arsenal limitándose a entregar los excedentes deteriorados y poco confiables.

Tampoco se sabe si las FARC han dejado de brindar entrenamiento militar y apoyo político y logístico a otros grupos insurgentes de América Latina. Entre los que se encuentran los separatistas mapuches de la Resistencia Ancestral Mapuche o RAM. Habrá que estar muy atentos a la presencia de ex combatientes de las FARC en otros países latinoamericanos donde existan grupos insurgentes.

Por último, algo similar ocurre con los cuantiosos fondos recaudados en robos, secuestros extorsivos, cobros de “impuestos revolucionarios” y fundamentalmente a través del narcotráfico.

El Secretariado General de las FARC solo ha reconocido poseer una mínima fracción del sustancioso botín acumulado durante décadas. La mayoría de estos fondos se encuentran a buen recaudo en remotos paraísos fiscales y especialmente invertidos en Cuba y Venezuela.

Esos fondos están destinados a garantizar una vejez dorada y sin sobresaltos económicos al envejecido Secretariado General y los recursos necesarios para llevar a cabo su futura actividad política legal.

Por lo pronto, los terroristas de las FARC han presentado sus futuras candidaturas empleando sus “nombres de guerra” empleados en los años en que vivieron en la clandestinidad. Así, su líder Rodrigo Londoño Echeverri, aspira a convertirse en el “Presidente Timochenko”, en las elecciones de 2018.

De ser así, Colombia estrenará un presidente buscado por terrorista y narcotraficante por los Estados Unidos -quienes ofrecen una recompensa de cinco millones dólares por datos que permitan su captura en cualquier país del mundo- y con causas abiertas en la Corte Penal Internacional.





sábado, 25 de noviembre de 2017

NUEVOS AIRES PARA LA DEMOCRACIA EN ÁFRICA



El desplazamiento del anciano presidente Robert Mugabe, después de 37 años en el poder, crea nuevas esperanzas para la democracia en África.

El desplazamiento de Robert Mugabe, histórico presidente de Zimbabue, quien cumplía su séptimo mandato consecutivo cuando se enemistó con los veteranos de su partido ZAPU – PF y del Ejército, marca el comienzo de una etapa de transición hacia una mayor democracia en África.

El comienzo del fin para los líderes gerontocráticos y nepotistas, recordemos que el “Camarada Bob” pensaba hacerse suceder por su esposa sudafricana Grace “Gucci” Mugabe, anuncia que en África está emergiendo gradualmente una nueva generación de dirigentes más respetuosos de las instituciones y la legalidad democrática.

Así lo anticipó, a fines de enero de este año, el rey de Marruecos, Mohamed VI, cuando en su discurso a la XXVIII Cumbre de la Unión Africana, hablando del retorno de su país a dicha organización anticipó premonitoriamente que: “África esta dirigida hoy por una generación de líderes desacomplejados, que obran a favor de la estabilidad, la apertura política, el desarrollo económico y el progreso social de sus poblaciones. Actúan con determinación financiera y convicción sin preocuparse por ser calificados o evaluados por Occidente.”

Mohamed VI avizoraba que con el ocaso de líderes como el tunecino Zine El Abidine Ben Ali, el libio Muhammad Al Gadafi, el egipcio Hosni Mubarak, el burkinés Blaise Campaore, el gambiano Yahya Jammeh y ahora Robert Mugabe, se cerraba una etapa y deban comienzo nuevos tiempos.

Atrás quedaban los años de la lucha armada contra el colonialismo, la retórica tercermundista en los foros internacionales y la utopía de un socialismo a la africana.

Hoy, África vive nuevos tiempos y debe hacer frente a nuevos desafíos: la búsqueda de un desarrollo sostenible, la forma de hacer frente a los problemas generados por el cambio climático, una aprovechamiento más racional y equitativo de sus recursos naturales, un trato más igualitario y justo para la mujer africana, etc.

Sin embargo, aún quedan algunos resabios del pasado. En algunos países los viejos dinosaurios que condujeron el tránsito del colonialismo a la independencia se aferran tozudamente al poder que detentan desde hace décadas.

Tal el caso de Abdelaziz Bouteflika, que con sus ochenta años y una salud notoriamente declinante -no sólo está confinado a una silla de ruedas y tiene problemas para expresarse, sino que las fotografías frecuentemente lo muestran con la mirada perdida- se mantiene en el poder gracias al apoyo del Ejército y el control del partido oficial el Frente de Liberación Nacional.

El anciano presidente incluso pretende ser sucedido por su hermano menor Saïd Bouteflika. El hermano presidencial, de 60 años, conocido como “Monsieur Frére”, es un doctor en informática que detenta el cargo de “consejero especial” del presidente y desde la enfermedad de este, en 2005, es el verdadero poder tras el trono que pone y remueve ministros.

El actual mandato de Abdelaziz Bouteflika termina en 2019 y los candidatos a sucederle son dos. Por un lado, su hermano Saïd, apoyado por un grupo de grandes empresarios que medran con los contratos de obra pública y otros privilegios, como los hermanos Karim y Réda Kouninef.

Por otro, algunos especulan con la candidatura del jefe del Estado Mayor, el general Gait Salah, quien tiene el control real de las fuerzas armadas.

Mientras en Argel se desarrolla este “Juego de Tronos”, la economía argelina, totalmente dependiente de las exportaciones de petróleo y gas, padece los efectos del descenso de los precios internacionales de estos hidrocarburos.

Recientemente, el “Informe 2017 del Índice Ibrahim de Gobernabilidad Africana” sobre gobernabilidad situó a Argelia en la posición 41 entre los 53 estados de África, por detrás de Etiopía, Eritrea y Chad.

El Índice Ibrahim de Gobernabilidad Africana (IIAG) ofrece una evaluación anual de la calidad de la gobernanza en los países africanos. Compilado por la combinación de más de cien variables de más de treinta instituciones africanas e internacionales independientes, el IIAG es la colección más completa de datos sobre gobernabilidad africana.

El IIAG proporciona un marco para que los ciudadanos, los gobiernos, las instituciones y el sector privado evalúen con precisión la entrega de bienes y servicios públicos y los resultados de las políticas en todo el continente. Además de ser una herramienta para ayudar a determinar y debatir el desempeño del gobierno, el IIAG es un instrumento de toma de decisiones con el que gobernar.

El IIAG evalúa el progreso en cuatro categorías conceptuales principales: seguridad, Estado de Derecho, Participación y Derechos Humanos, Oportunidades económicas sostenibles y Desarrollo Humano. Estas cuatro categorías están evaluadas en función de datos que cubren elementos de gobernabilidad que van desde la infraestructura hasta la libertad de expresión y el saneamiento y los derechos de propiedad.

El IIAG permite a los usuarios comparar el desempeño de la gobernanza en una serie de dimensiones a nivel nacional, regional y continental. Los puntajes y rangos están disponibles para todos los años a partir del 2000, lo que permite el análisis de tendencias a lo largo del tiempo. Todos los datos subyacentes utilizados en la construcción del IIAG están disponibles libremente y se publican de forma transparente junto con una metodología integral.

Se publicó por primera vez en 2007 en asociación con el profesor Robert I. Rotberg de la Escuela de Gobierno Kennedy y clasificó el desempeño de los 48 países del África subsahariana. El Índice ahora es compilado por un equipo de investigación basado en la Fundación bajo la guía de un Consejo Asesor, compuesto por eminentes expertos académicos y profesionales en los diversos campos de la gobernabilidad y es un foro para debatir y mejorar el IIAG. En 2009, el índice incluyó a los 53 países africanos por primera vez, incluidos los de África del Norte.

No obstante, resulta imposible ser absolutamente optimista sobre las posibilidades de renovación del liderazgo africano y de una mayor democracia en el continente.

En Zimbabue, Robert Mugabe ha sido reemplazado por Emmerson “El cocodrilo” Mnangagwa, su vicepresidente y ex ministro de Defensa, de 75 años y con un oscuro historial de violaciones a los derechos humanos.

Por otra, el antiguo comunista Mugabe, de 93 años, y Grace “Gucci” se han retirado tranquilamente a su mansión de 7,3 millones de dólares para disfrutar de una fortuna estimada en mil millones de dólares.

También en Sudáfrica, un país con antecedentes de buena institucionalidad democrática, gobierna desde 2009 el presidente Jacob Zuma. El mandatario de 75 años, practica la poligamia se casó seis veces y tiene veinte hijos, aspira a ser sucedido por una de sus esposas: Nkosazana Dlamini Zuma.

En el pasado Zuma ha enfrentado numerosos cargos por corrupción e incluso violación.


Como puede apreciarse hay que ser prudente cuando se habla del futuro de la democracia en África.

jueves, 23 de noviembre de 2017

RENUNCIÓ ROBERT MUGABE EL ANCIANO DICTADOR DE ZIMBABUE



El desplazamiento del geronte presidente Mugabe de Zimbabue es tan sólo un cambio cosmético que no traerá más democracia al atribulado país africano.

Después de una semana de tensiones y negociaciones en la cúpula del poder de Zimbabue, y con el ejército controlando las calles, finalmente la crisis política parece haber entrado en vías de solución.

Después de 37 años de poder absoluto, el “Camarada Bob”, a sus 93 años, ha decidido finalmente dar un paso al costado y permitir que “el cocodrilo” Emmerson Mnangagwa, vicepresidente recientemente destituido por Mugabe, asuma la presidencia del país para completar el mandato presidencial.

Lamentablemente, el desplazamiento de histórico presidente Robert Mugabe no implica un cambio de régimen ni una transición hacia una mayor democracia en Zimbabue. Es tan sólo una disputa en la cúpula del poder, en el seno del partido gobernante desde la independencia, en 1979, la “Unión Africana de Zimbabue – Frente Patriótico” (Zanu – PF).

Para decirlo con las palabras de Giuseppe di Tomasso Lampedusa, en su célebre novela “Il Gatoppardo”: todo cambiará en Zimbabue para que nada cambie.

La crisis se desató por la ambición de la primer dama, Grace “Gucci” Mugabe que aspiraba a suceder al anciano dictador zimbabuense en la presidencia del país.

Grace Mugabe, de 52 años, era especialmente resistida en Zimbabue por ser sudafricana y por sus vida descaradamente ostentosa en un país empobrecido y al borde de la hambruna.

La hoy ex primera dama se apoyaba en un grupo de jóvenes funcionarios, tan ambiciosos como ella, conocidos como la “Generación 40”, que lideraba el ministro Jonathan Moyo, aparentemente la eminencia gris por detrás de las aspiraciones de “Lady Gucci”.

La “Generación 40” se disputaba el poder con la generación de los históricos del ZANU-PF, formada por ex combatientes guerrilleros de los años de lucha por la independencia.
El líder de los veteranos es el ex vicepresidente Emmerson Mnangagwa, conocido por sus conciudadanos como “El cocodrilo”, porque según ellos nunca llora y sólo muerde más fuerte. Por lo que a sus partidarios se los denomina con sorna como el “Team Lacoste”.

Mnangagwa se desempeño durante décadas como ministro de seguridad y goza del apoyo de las fuerzas armadas. En la década de 1980, Mnangagwa desempeño un activo papel en la guerra civil desatada entre las etnias shonas y ndebeles. Sobre “El cocodrilo” pesan serias acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos e incluso de haber llevado a cabo prácticas de “limpieza étnica”.

A principios de noviembre la situación detonó cuando Mugabe expulsó de su cargo de vicepresidente a Mnangagwa, que prudentemente huyó primero a Mozambique y luego se trasladó a Sudáfrica.

Pero, en la madrugada del miércoles 15, las tropas salieron a las calles, tomaron el control del país, sometieron al presidente Mugabe a arresto domiciliario y repusieron en la vicepresidencia Mnangagwa.

Los militares insistían en que no estaban produciendo un golpe de Estado y sólo exigían a Mugabe que presentará la renuncia a su cargo para permitir la normalización del país.
Pero, el anciano presidente se negaba tozudamente a dejar el cargo antes del vencimiento de su mandato en 2018.

Finalmente, el miércoles 22 de noviembre cuando el Parlamento había iniciado el proceso para realizar un juicio político y eventualmente destituir al presidente Mugabe entró en razón y presentó la renuncia.

Se ignora el destino final de la ex primera dama Grace Mugabe y sus dos hijos.
La renuncia de Mugabe fue inmediatamente objeto de ruidosas celbraciones en las calles de Harare.

Por lo pronto el calendario electoral que prevé elecciones presidenciales para el 2018 se mantiene, pero la presidencia en manos de Mnangagwa y el férreo control que el ZANU-PF mantiene sobre el país y sobre las fuerzas armadas no hacen prever mayores cambios en Zimbabue. Al menos en forma inmediata.


sábado, 18 de noviembre de 2017

MURIÓ TOTÓ RIINA, PADRINO DE LA MAFIA SICILIANA



Salvatore “Totó” Riina, capo de tutti i capi de la mafia siciliana y jefe de la “cosca” de los cornoleonesi, murió en la cárcel donde pasó más de treinta de sus ochenta y siete años.


“Uno jamás deja de ser sacerdote, ni tampoco mafioso”
Giovanni Falcone

El capo mafioso murió en la cárcel donde purgaba, desde 1993, trece condenas a cadena perpetua. Hasta su último momento se mantuvo fiel a las reglas del mundo en que había vivido y matado, sin arrepentirse de nada, cumpliendo con la “omerta”, la ley del silencio y afirmando desafiante: “Nunca podrán conmigo, aunque me condenen a tres mil años de cárcel”.

Totó Riina, conocido entre los mafiosos sicilianos como “u Cortú” -el bajo o petiso en dialecto siciliano, porque tan sólo medía 1,58 metros) o “La Bestia” por su ferocidad. 

Aunque nadie se refería a él por esos apodos en su presencia. Sólo unos pocos antiguos amigos podían tomarse la licencia de llamarlo “tío Totó”, para el resto de los mortales era “Don Riina” o el señor Riina. Nadie se tomaba libertades con un hombre que había asesinado con sus propias manos al menos a cuarenta personas y ordenado la muerte de un par de centenares más.

Totó Riina nació en 1930 en el pequeño pueblo siciliano de Corleone. Un lugar que inmortalizó el libro de Mario Puzzo, “El Padrino” y luego popularizó la trilogía fílmica de Francis Ford Coppola.

Creció como un “balicha” en tiempos del fascismo. Su infancia duró poco, en 1943, cuando los Aliados desembarcaban en su Isla, murieron su padre y su hermano mayor, mientras desarmaban una bomba de aviación para reciclar y vender el explosivo. Los Riina vivían de esa riesgosa actividad en esos duros años de la guerra.

A los trece años se convirtió en jefe de familia. En la Italia de la posguerra, Sicilia vivía de la ayuda estadounidense, el mercado negro, el bandidaje y, por supuesto, de los negocios de la mafia.

El joven Totó no tenía mucho donde elegir: la pobreza absoluta, emigrar o convertirse en mafioso. Eligió esto último y a los 18 años, realizó su juramento de fidelidad y se convirtió en un “hombre de honor” de la “cosca”, la familia o clan de los corleonesi. Para ganar su puesto debió matar y seguiría matando o mandando matar por el resto de su vida.

Al poco tiempo, en 1959, es detenido por primera vez por matar a otro mafioso en un tiroteo. Lo condenan a seis años de cárcel por homicidio. Riina cumplió su condena sin abrir la boca, después de todo, la cárcel es tan sólo “un accidente de trabajo” para un mafioso.

En 1958, Totó Riina y su amigo Bernardo “El tractor” Provenzano tomaron parte en el asesinato del jefe de los corleonesi, “Nuestro Padre” Michele Navarra.

Los jóvenes “soldados” seguían las órdenes de un nuevo y despiadado “capodecina”, Luciano Leggio, de tan sólo 33 años. El nuevo capo, luego de hacerse con el control del clan comenzó a incrementar el poder de los corleonesi dentro de la mafia siciliana.

En la década de 1950, Corleone era un pequeño y pobre pueblo siciliano, por lo tanto, los corleonesi no eran demasiado importantes dentro de la mafia siciliana, compuesta por un centenar de “coscas” o clanes distintos, la mitad de ellos pertenecientes a la ciudad de Palermo.

Más ricos y con mayor influencia política, los mafiosos palermitanos se referían despectivamente a los corleonesi como “i diddani” (los campesinos). Pero pronto cambiaría eso.

A comienzos de la década de 1960, Leggio y sus lugartenientes Riina y Provenzano había logrado eliminar a todos los partidarios de Navarra y controlaban el clan. Literalmente cazaron a decenas de mafiosos rivales asesinándolos donde los hallaban. La guerra entre los corleonesi ensangrentó las calles del pequeño pueblo e incluso continuo en Palermo.

Riina y sus socios debieron ocultarse para sobrevivir. Así, Totó comenzó lo que sería el resto de su vida. Deberá vivir en la clandestinidad o en la cárcel. Tendrá riqueza y poder, pero no podrá disfrutar muchos de ella ni llevar una vida pública.

El “don” mafioso Michele Cavataio desató una feroz guerra contra el resto de los clanes mafiosos para controlar totalmente la mafia siciliana. La gente de Cavataio detonó un coche bomba para asesinar a Salvatore “Ciaschideddu” Greco, jefe de la poderosa familia de Ciaculli. El atentado se cobró además la vida de siete servidores de la ley.

Poco después, Riina y Leggio son arrestados y juzgados, en 1969, por el asesinato de los partidarios de Navarra ocurridos unos años antes. Los mafiosos intimidaron a los jueces y testigos convirtiendo el juicio en una gran farsa. Resultaron absueltos.

No obstante, debieron pasar inmediatamente a la clandestinidad para sobrevivir. El 10 de diciembre de 1969, asesinaron a Cavataio en la “Matanza de Viale Lazio”. Riina pasará los siguientes 23 años ocultándose por este crimen y el resto de su vida en la cárcel.

En 1974 finalmente Luciano Leggio es detenido, juzgado y condenado por el asesinato de Michele Navarra cometido dieciséis años antes. Aunque Leggio siguió teniendo gran influencia en el clan entre rejas, Riina se convirtió en el auténtico líder de los corleonesi.

Ese mismo año, Salvatore Riina se casó con su novia Ninetta Bagarella, hermana de su amigo y asociado Leoluca Bagarella. De esta unión nacerán cuatro hijos dos varones y dos mujeres. Los hijos de Totó seguirán con la tradición familiar serán mafiosos y terminarán sus días en la cárcel.

Durante la década de 1970, mientras se incrementaba el consumo de drogas en Europa y los Estados Unidos, Sicilia se convirtió en un territorio de tránsito en las rutas del narcotráfico y en albergue de los grandes laboratorios de refinamiento de la heroína que proviene de Turquía a través de los Balcanes.

El tráfico de drogas y sus inmensas ganancias estaban transformando el equilibrio de poder dentro de la mafia relegando a segundo plano otras actividades hasta entonces tradicionales: la prostitución, el juego clandestino, la extorsión, la usura, el reciclado de la basura o los negocios con la obra pública.

Toto Riina era un individuo casi analfabeto, pero sumamente astuto capaz de obrar con la mayor violencia y no sentir el menor remordimiento. Cuando pensó que la familia de Ninetta se oponía a su matrimonio con la joven habría dicho: “No quiero a ninguna otra mujer que no sea Ninetta, y si ellos (su familia) no me dejan casarme con ella, tendré que matar a algunos”. Inmediatamente, los Bagarella entendieron el mensaje. Totó hablaba de manera susurrante y era un padre y esposo devoto.

Cuando decidió tomar el control del mercado de drogas en Italia lo hizo de la única manera que sabía, declarando la guerra al resto de las familias mafiosas rivales y a los funcionarios del gobierno.

A finales de la década de 1970, Totó Riina organizó el asesinato de mafiosos rivales, jueces, fiscales e incluso oficiales de los Carabinieri.

Curiosamente la responsabilidad por estos crímenes recayó muchas veces sobre los rivales de Riina. Los padrinos de las otras familias mafiosas solían ser personalidades públicas que gozaban de prestigio y reconocimiento en sus comunidades, tenían gran influencia política. Solían apoyarse en los alcaldes y codearse con jueces y otras personalidades públicas, empleando sobornos y tráfico de influencias dejando la violencia para casos extremos.

Mientras que Riina y el resto de los corleonesi eran individuos marginales, brutales, viviendo siempre en la clandestinidad, ocultos incluso del resto de los mafiosos.

Por lo tanto, cuando asesinaban a un policía o a un funcionario judicial nadie los conocía ni pensaba en ellos. Todas las sospechas apuntaban inmediatamente sobre los mafiosos por todos conocidos. Especialmente, porque los corleonesi se cuidaban de desviar las sospechas sobre ellos cometiendo sus crímenes cuando sus víctimas se encontraban el territorio de sus rivales.

Riina envió a sus sicarios a dar caza a los jefes mafiosos rivales pertenecientes a las otras familias de Palermo. El 23 de abril de 1981, cae ametrallado Stefano Bontade. Cuando aún no se había apagado la conmoción provocada por este asesinato, el 11 de mayo, las balas de los corleonesi terminan con la vida del capo Salvatore Inzerillo.

Pero la muerte de los capos no detiene la sangrienta guerra. Sus “capodecina” y sus soldados son perseguidos y aniquilados sin piedad. Inclusos los familiares de sus enemigos caen acribillados o desaparecen sin dejar ningún rastro como castigo y para evitar que busquen venganza. Incluso el hijo de quince años de Inzerillo, que comete la imprudencia de jurar venganza en el entierro de su padre, es asesinado sin piedad. Sólo Gaetano Badalamenti logra escapar a este trágico final y es porque huye de Sicilia.

Durante los siguientes dos años las calles sicilianas continúan siendo un campo de batalla. El 30 de noviembre de 1982, por ejemplo, doce mafiosos son asesinados en Palermo en doce ataques distintos. Para algunos mafiosos no hay lugar posible donde puedan ocultarse. El hermano de Inzerillo es asesinado en Nueva Jersey donde había huido en busca de refugio. Totó no deja enemigos tras de sí que puedan volver para buscar revancha.

Las autoridades italianas están alarmadas por la guerra abierta entre los clanes mafiosos sicilianos y deciden intervenir. El general de los Carabinieri Carlo Alberto Dalla Chiesa, el héroe que logró desarticular y someter a la justicia a los terroristas de las temibles Brigatte Rose, es designado prefecto de Palermo.

Pero la mafia siciliana es una institución ancestral con profundas raíces en la sociedad de Sicilia, nada parecido a un grupo de intelectuales y estudiantes de izquierda con vocación por la lucha armada. En Sicilia la violencia tiene otra dimensión y otros recursos.

El 3 de septiembre de 1982, solo seis meses después de su llegada a la isla, el general Dalla Chiesa, su joven y bella esposa y uno de sus custodios caen bajo las balas de la mafia en una emboscada cuidadosamente planificada.

El asesino de Dalla Chiesa es Pino Greco, el sicario de más confianza de Riina. Un diestro tirador con su fusil AK 47. A “El Zapato”, como curiosamente se conoce a Greco en el círculo de la mafia, se le adjudican ochenta asesinatos ordenados por Totó Riina entre ellos las muertes de Bontade e Inzerillo.

Pronto la guerra mafiosa abierta comienza a diezmar las filas de la mafia siciliana. Entre 1981 y 1982 murieron asesinadas nada menos que mil personas y doscientas desaparecieron sin dejar rastros: hombres de honor, parientes y amigos, policías y ocasionales transeúntes inocentes. Se les disparaba en la vía pública, frente a su familiares y amigos, o se los llevaba a escondites secretos donde eran salvajemente torturados y finalmente estrangulados. Los cuerpos se disolvían en ácido, se enterraban en hormigón, eran arrojados al mar o cuidadosamente destazados se los daban como alimento a los cerdos. Muchas personas desaparecieron sin dejar el menor rastro.

Filippo Marchese, por ejemplo, un sicario al servicio de Totó Riina, se hizo famoso por poseer un pequeño departamento en Palermo que llamaba “La habitación de la muerte”. Allí torturaba a sus infortunadas víctimas, luego las estrangulaba con sus propias manos y hacia que sus secuaces se deshicieran de los cadáveres.

Al igual que hizo Joseph Stalin en la URSS, Totó Riina no dejaba cabos sueltos. Con frecuencia pactaba con sus rivales para luego asesinarlos cuando dejaban de ser útiles y se creían a salvo. Ni siquiera sus hombres de confianza estaban a salvo de su desconfianza o su fría ira. Al igual que Stalin que primero uso a los hombres de la NKVD para sus sangrientas purgas y luego purgó sin piedad al servicio secreto comenzando por sus jefes. En 1983, Totó juzgó que Marchese sabía demasiado o había dejado de ser útil y ordenó a Greco que lo asesine. Tres años más tarde le llegó el turno a Greco, fue el propio capo quien le disparó cuando sospecho que se estaba volviendo demasiado ambicioso.

Entre las víctimas de las matanzas estaban dos hijos, un hermano, un sobrino, un cuñado y un yerno de un “hombre de honor” muy bien relacionado, Tommaso Bucetta. La prensa pronto lo denominó “El capo de dos mundos” debido a que operaba a ambos lados del Atlántico. Cuando los corleonesi lanzaron su ataque, ninguno de sus mundos siguió siendo seguro para él. Bucetta fue detenido en el Brasil. Tras ser extraditado a Italia intentó suicidarse ingiriendo la pastilla de estricnina que siempre llevaba para evitar ser torturado si era capturado con vida. Pero sobrevivió. Después de recuperarse comenzó a revelar al juez de instrucción Giovanni Falcone todo lo mucho que sabía de la mafia.

Había aparecido el primer “pentiti”, el primer arrepentido que rompía la omerta y hablaba de lo que nunca se debería hablar. Con el tiempo otros seguirían su ejemplo y unos 500 mafiosos brindarían su testimonio permitiendo asentar duros golpes al mundo criminal siciliano.

Junto con su estrecho colaborador Paolo Borsellino, Falcone verificó cuidadosamente sus testimonios y reunió 8.607 fojas de evidencias que integrarían el alegato fiscal del famoso “macro juicio” celebrado en un palacio de Justicia especialmente construido en Palermo, una especie de búnker a prueba de bombas.

El 16 de diciembre de 1987, después de un proceso de veintidós meses, el juez del macro juicio declaró culpable a 342 mafiosos, a los que condenó a un total de 2.665 años de cárcel.

En enero de 1992, el Tribunal de Casación confirmó las sentencias. Riina fue sentenciado a cadena perpetua por asesinato, pero debido a que seguía con paradero desconocido la condena fue dictada “in absentia”.

La sentencia rompió el pacto de impunidad entre los políticos de la Democracia Cristiana y la mafia siciliana y pronto comenzaron a caer las primeras víctimas. El primer muerto significativo fue Salvo Lima, asesinado el 12 de marzo de 1992, era el enlace entre la mafia siciliana y los políticos democristianos y había cometido el error de prometer que se anularía la sentencia del macro juicio.

El 23 de mayo de 1992, un joven sicario llamado Giovanni lo Scannacristiani Brusca -que luego se convertiría en pentiti- detonó una carga de cuatrocientos kilogramos de explosivos ocultos en una cañería de desagüe bajo un corto tramo de la autopista situado justo antes del desvío a la pequeña población de Capaci.

La explosión destruyó al convoy de tres automóviles que conducía al juez antimafia Giovanni Falcone. La detonación se llevó la vida del magistrado, de su esposa -también jueza de instrucción- y de tres miembros de su custodia.

Menos de dos meses después de la muerte de Falcone, la incredulidad y la indignación recorrieron una vez más toda Italia cuando el 19 de julio, Paolo Borsellino y cinco miembros de su custodia fueron asesinados con un coche bomba detonado frente a la casa de su madre. Ambos ataques fueron ordenados y planificados por Riina.

El capo mafioso siciliano cometió el mismo error de apreciación que el colombiano Pablo Escobar Gaviria, pensar que podía intimidar al Estado y sobrevivir sin protección política.

Los asesinatos de los magistrados antimafia conmocionaron a toda Italia y forzaron a las autoridades a tomar drásticas medidas. Se movilizaron siete mil soldados a la isla para relevar a la policía local. Se cambiaron las autoridades judiciales y políticas locales y Riina perdió la red de protección que lo cubría.

De pronto el hombre invisible a la ley apareció públicamente. Un pentiti, Balduccio di Maggio, brindó la información necesaria para la detención de “u Curtú”. El 15 de enero de 1993, cuatro hombres se abalanzaron tanto sobre él y su chofer en un semáforo de la “Piazza Einstein”. Riina que estaba desarmado y portaba documentación falsa, no ofreció ninguna resistencia, en un principio mostró claros signos de temor, que sólo se disiparon cuando entendió que era detenido por los Carabinieri, entonces fingió ser otra persona y aseguró que todo se trataba de un error. Al día siguiente de su detención, su mentor y padrino, Luciano Leggio, murió de un infarto en la cárcel. Una era había terminado.

El capo era un fugitivo de la justicia desde finales de la década de 1960. En aquel tiempo se había casado, había tomado su luna de miel en Venecia, había tenido hijos que inscribió en la escuela con su nombre real, había recibido tratamiento médico para la diabetes y había ejercido un férreo control sobre la vasta organización criminal. Incluso la lujosa villa con aire acondicionado en la que Riina y su familia habían pasado los últimos cinco años antes de su detención, estaba nada menos que en Uditore, la misma mafiosissima borgata que había sido sede de la cosca de Antonio Giammona allá en la década de 1870. ¿Cómo era posible que Riina hubiera logrado evitar su captura durante tanto tiempo?

A pesar de haber sido condenado ya por dos cadenas perpetuas. Riina fue nuevamente juzgado por más de cien asesinatos, incluso los ordenados contra Falcone y Borsellino. En 1998, Riina es sentenciado a una nueva cadena perpetua por el asesinato de Salvo Lima. En total reunió 26 condenas a cadena perpetua. Se le expropiaron 225 millones de dólares, que seguramente eran tan sólo una pequeña parte del botín que acumuló en su larga carrera criminal. También expropiaron la lujosa villa en que vivía donde hoy funciona el Istituto Professionale di Stato per l´Agricoltura de Corleone.

Tras su detención, el manejo de los asuntos diarios de la mafia siciliana pasó a manos de su cuñado y antiguo asociado Leoluca Bagarella y después de la detención de este a Salvatore El Tractor Provenzano.

Sus dos hijos varones, Giovanni y Giuseppe, siguieron los pasos de su padre y también terminaron encarcelados. En noviembre de 2001, con tan sólo 24 años, Giovanni es recluido de por vida por cuatro asesinatos cometidos en 1995. El 31 de diciembre de 2004, el hijo menor Giuseppe Riina, es también condenado a catorce años por varios crímenes.

Riina fue internado en un penal de máxima seguridad en Milán bajo el régimen del artículo 14 bis, el más duro del régimen penitenciario italiano. No se le permitía leer diarios ni mirar televisión. Además, sus visitas no podían acercarse a menos de un metro de distancia, debían verlo a través de un vidrio, no podían tocarlo, abrazarlo o darle un beso. Todas sus visitas eran videograbadas. A pesar de ello las autoridades creen que seguía enviando órdenes desde la cárcel y manejando ciertos asuntos de la mafia.

Después de 24 años en la cárcel y debido a su avanzada edad su salud fue deteriorándose. A los 87 años padecía de tumores cancerígenos en ambos riñones, serios problemas cardíacos, diabetes y mal de Parkinson. Pasó sus últimos días en un sector secreto de la Clínica Universitaria de Parma. Su celda – habitación estaba prácticamente lindada y era de 25 metros cuadrados, y cumpliendo con el régimen especial no podía contener nada, salvo materiales sanitarios. Solo veinte miembros del personal sanitario y agentes de seguridad tenían acceso al lugar.

Pasó los últimos cinco días en estado de coma hasta fallecer el jueves 16 de noviembre a los 87 años, una edad avanzada para un mafioso siciliano que tuvo el privilegio de morir en una cama aun cuando fuera la de una celda penitenciaria.