Se
trata de un grupo etno-separatista, la Resistencia Ancestral Mapuche, que
practica una suerte de guerra de guerrillas en la Patagonia.
Un conflicto
artificialmente creado y sobredimensionado amenaza la soberanía argentina, la
seguridad y tranquilidad de la población y el normal funcionamiento de la
actividad económica en la región patagónica.
El
conflicto afecta especialmente a las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut,
aunque a pocos días de la votación de las PASO, el incendio se ha trasladado a
la ciudad de Buenos Aires.
Se
trata de los ataques llevados a cabo por la Resistencia Ancestral Mapuche
(RAM), un grupo radicalizado que pretende asumir la representación de los
600.000 mapuches que viven en Chile y los casi 80.000 que residen en Argentina.
La RAM
cree en la lucha armada como único recurso para crear un Estado Mapuche en
parte de los territorios de ambos países.
Este
grupo terrorista fue creado en Chile, en 2012, por un activista argentino de
ascendencia mapuche llamado Francisco Facundo Jones Huala. Jones Nació en la
ciudad de Bariloche en 1986. Es hijo de un chacarero inglés y una activista mapuche.
De
ideas anarquistas, las reivindicaciones de Jones se basan en la consabida tesis
indigenista del despojo. La creencia de que los pueblos originarios fueron
despojados de sus tierras por los europeos y que deben recuperarlas arrancándoselas
a los “huincas” capitalistas por medio de la violencia.
Jones
se considera a sí mismo un “weichafe”
(guerrero), en tanto que sus seguidores ven en él a un “longo” (cacique). Mientras tanto, Jones es buscado por la justicia
chilena por delitos de terrorismo.
Los
miembros de la RAM han llevado a cabo, desde 2012, más de dos docenas de
ataques en territorio argentino. Sus acciones constituyen delitos de daño
contra la propiedad, uso de armas de fuego, intimidación y amenazas, lesiones
graves, vandalismo, robo, etc.
Algunos
de los hechos que la propia RAM se ha adjudicado, con inscripciones en el lugar
y volantes, figuran el incendio del refugio Neumeyer, en el Parque Nacional
Nahuel Huapi, incursiones violentas contra las estancias de la Compañía Tierras
Sud Argentino Limitado, propiedad de la empresa italiana Benetton, ataque con
bombas molotov a un automóvil marca Chevrolet Corsa, perteneciente al diario “Jornada” de la ciudad de Río Negro, el
incendio del refugio Jakob, en la zona de Laguna Negra, Bariloche y varios más.
Refiriéndose
a las actividades de la RAM en su provincia, el gobernador de Chubut, Mario Das
Neves, indicó: “A nosotros nos preocupa
por que aparecen y desaparecen. Aparecen en las rutas y rompen coches, queman
camiones, entran a las estancias y queman maquinarias, estaquean, les pegan y
les roban a los propios mapuches.”
“Acá hay profesores de la Universidad
Nacional de la Patagonia que están involucrados. Deberían dedicarse a
jerarquizar la universidad y no meterse en estas cosas porque son bandas
delictivas, no tiene otro calificativo”, denuncio el mandatario
provincial.
EL CONFLICTO SE EXPANDE
El
conflicto mapuche se expandió peligrosamente cuando a los activistas
indigenistas en la Patagonia se sumaron los colectivos anarquistas de la ciudad
de Buenos Aires.
El
viernes 5 de agosto un grupo de entre 15 y 20 individuos encapuchados atacaron
la sede porteña de la “Casa de Chubut”,
sita en la calle Sarmiento 1172, rompiendo vidrios, mobiliario y computadoras,
intimidando y agrediendo a los empleados, arrojando pintura y dejando
inscripciones de la RAM y símbolos de la anarquía.
Los
atacantes reclamaban la aparición del artesano de la ciudad bonaerense de La
Plata, Santiago “Lechuga” Maldonado, activista de un grupo anarquista.
Maldonado,
que había tomado parte de la ocupación de un predio perteneciente a la empresa
Benetton, en la localidad de Cushamen, provincia de Chubut, no fue visto desde
el 1° de agosto en que la Gendarmería Nacional desalojó el lugar.
Las
autoridades nacionales han negado cualquier participación en la desaparición de
Maldonado e incluso ofrecieron una fuerte recompensa por cualquier información
que permita establecer su paradero.
No
obstante, el lunes 7 por la noche se repitieron los incidentes cuando una
marcha hasta entonces pacífica reclamando la aparición de Maldonado degeneró en
una fuerte reyerta callejera en las inmediaciones del Congreso Nacional.
Los
incidentes fueron protagonizados por jóvenes encapuchados que al grito de “¡Viva
la anarquía!” lanzaron piedras y bombas molotov contra el personal policial que
custodiaba la marcha. Varios policías resultaron heridos y una motocicleta
policial incendiada.
Los
agresores no eran activistas mapuches sino jóvenes anarquistas porteños que
actuaban en apoyo de la “causa mapuche”.
APOYOS INTERNACIONALES
Paradójicamente,
los activistas mapuches que buscan una reparación del despojo y los abusos
sufridos a manos de los conquistadores españoles no dudan en recibir dinero y
apoyo político de ongs y grupos políticos europeos para llevar adelante su
lucha.
Fuentes
del ministerio de Seguridad afirman que durante los años del gobierno
kirchnerista, el ex titular de la AFI, Oscar Parrilli -oriundo de San Martín de
los Andes- habría proporcionado respaldo político y económico a las
organizaciones mapuches. Que estas organizaciones recibieron fondos por valor
de millones de pesos a través del Instituto de Asunto Indígenas e incluso de la
Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Esta
financiación de cortó a partir del cambio de gobierno y esa sería una de las
razones por las que recrudecieron los actos vandálicos este verano. También
circula una versión sobre contactos con milicianos kurdos, que habrían
ingresado legalmente al país desde Europa y habrían visitado las comunidades en
la Patagonia.
Las
autoridades argentinas afirman que un kurdo con ciudadanía alemana pasó por la
Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, donde realizó proclamas en favor de la
lucha armadas.
También
secuestraron materiales provenientes de la ETA, panfletos y manuales de
instrucción en poder de Jones. El kurdo con pasaporte alemán habría visitado a
Jones en la cárcel de Esquel, en junio de 2017.
Actualmente
las organizaciones separatistas mapuches están expandiendo sus actividades
gracias al apoyo político proveniente de fundaciones y grupos autonómicos
europeos, como el Bloque Nacionalista Gallego o Esquerra Republicana de
Catalunya.
Por su
parte, Alternative, constató que las
siguientes organizaciones anarquistas y que apoyan al separatismo catalán
también mantienen vínculos con la RAM: Casapueblos, Foro contra la Guerra
Imperialista y la OTAN, Colectivo 26 de Julio, Intersindical de Aragón,
Izquierda Unida de Madrid, Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de
Madrid, Ateneo Republicano de Carabanchel, Plataforma de Solidaridad con
Colombia, Asociación Crear por la Identidad y la Memoria, Mujeres de Negro
contra la Guerra de Madrid, Sindicato Asambleario de Sanidad, etc.
CONCLUSIONES
Por el
momento, ni el gobierno de Michele Bachelet, en Chile, ni el de Mauricio Macri
en Argentina, por un problema de imagen internacional que puede afectar la
llegada de inversiones, están dispuestos a aceptar la existencia de un grupo
guerrillero operando en su territorio y se contentan con tratar el tema como un
simple asunto policial.
Lamentablemente,
esta suele ser la actitud que adoptan todos los gobiernos en situaciones
similares y la experiencia indica que no resuelve el problema, muy por el contrario,
suele agravarlo.
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