viernes, 6 de enero de 2017

EN ATAQUE GUERRILERO MUEREN CASCOS AZULES MARROQUÍES INTEGRANTES DE LA MINUSCA


Dos miembros de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos han perdido la vida mientras contribuían al esfuerzo de Naciones Unidas para llevar la paz a la convulsionada República Centroafricana.

EL ATAQUE
Dos cascos azules marroquíes, que integraban la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana -MINUSCA- y, que formaban parte de la escolta de un convoy que trasladaba ayuda humanitaria a la ciudad de Bria, cita a unos 450 kilómetros al noroeste de la capital centroafricana, Bangui, resultaron muertos durante una emboscada realizada por fuerzas insurgentes locales. Otro militar marroquí resulto herido de consideración.

Los militares marroquíes eran parte de la contribución que el Reino de Marruecos hace a la paz y estabilidad del continente africano participando en los contingentes de Naciones Unidas, en este caso en la República Centroafricana.

LA SITUACIÓN EN LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA

La República Centroafricana es una antigua colonia francesa que consiguió su independencia el 13 de agosto de 1960. Su territorio comprende unos 622.000 kilómetros cuadrados y alberga a poco más de cinco millones de los habitantes más pobres del continente. Azotada por decenios de inestabilidad y lucha, la empobrecida República Centroafricana experimentó una reanudación de la violencia, en diciembre de 2012, cuando la coalición de rebeldes Séléka (palabra que significa “alianza” en la lengua local, el sango), principalmente musulmana, lanzó una serie de ataques.

Se firmó un acuerdo de paz (Acuerdo de Libreville) en enero de 2013, pero los rebeldes sitiaron la capital, Bangui, en marzo, obligando al presidente François Bozizé a huir. Se estableció un precario gobierno de transición, al que se le encomendó la misión de restablecer la paz. Sin embargo, el conflicto adquirió un tono cada vez más sectario en diciembre, cuando el movimiento “antibalaka” (antimachetes), principalmente cristiano, tomó las armas y volvieron a surgir enfrentamientos dentro de las comunidades en la ciudad de Bangui y sus alrededores.

Meses de violencia causaron destrozos en las instituciones del Estado, dejando a millones de personas al borde de la hambruna y amenazando con abatir a toda la región. Miles de personas resultaron asesinadas y 2,5 millones, casi la mitad de la población total, dependen de la ayuda humanitaria extranjera.

En septiembre de 2014, más de 174.000 personas se habían desplazado internamente. En tanto que otras 414.000 personas han huido también a países vecinos tanto o más pobres que la República Centroafricana, como el Camerún, el Chad, la República del Congo y la República Democrática del Congo.

Desde el inicio de la crisis, las Naciones Unidas, su Secretario General, así como otros actores regionales e internacionales, como por ejemplo la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE) y Francia han trabajado sin cesar para encontrar una solución pacífica al conflicto, detener los asesinatos, proteger a los civiles y proporcionar socorro humanitario.

La MINUSCA, creada en septiembre de 2014, mediante la resolución 2149 del Consejo de Seguridad de la ONU, destina cerca de 12.000 efectivos de diferentes nacionalidades (la dotación autorizada comprende 10.000 efectivos militares, incluidos 240 observadores militares y 200 oficiales de Estado Mayor, y hasta 1.820 agentes de policía civil y 10 unidades de policía constituidas por 1.400 agentes, además de otros 400 agentes y 20 oficiales de prisiones adscritos). Estos se despliegan junto con un importante componente civil y el personal de apoyo necesario para el mantenimiento de la paz en este atribulado país.

Las tareas de la MINUSCA, entre otras, son la protección de los civiles, la contención de la violencia y el apoyo a las autoridades para establecer una transición política a través de un diálogo político inclusivo. El mandato de la misión abarca también la protección de los derechos humanos y el apoyo a las actividades humanitarias en diferentes partes del país.
El actual Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y jefe de la MINUSCA es el político gabonés Parfait Omanga-Anyanga.

La MINUSCA realiza una importante labor en la contención de la violencia y en la asistencia humanitaria a la población centroafricana, aunque por el momento no ha logrado avances en la pacificación del país, tal como se evidencia con el ataque a un convoy que tan solo transportaba ayuda humanitaria.

MARRUECOS EN ÁFRICA

Es por demás conocida la fuerte vocación de Marruecos de participar en los procesos de pacificación y desarrollo en África. Como parte de este compromiso en los asuntos africanos el Reino magrebí participa en diversas misiones de paz en el continente que implican un gran esfuerzo económico, político y humano, así lo testimonia la reciente muerte de estos soldados marroquíes al servicio de Naciones Unidas.

Sin embargo, el rey Mohammed VI no está dispuesto a renunciar a este compromiso por la paz y desarrollo del continente, en especial, en momentos en que Marruecos se dispone a retornar al seno de la Unión Africana, un organismo que ayudo a crear y del que se alejó en 1984.

En la reunión de Addis Abeba, de fines del corriente mes, Marruecos se transformará nuevamente en miembro pleno de la organización regional reafirmando una vez más su fuerte presencia en la política africana.



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