Dos miembros de las
Fuerzas Armadas Reales de Marruecos han perdido la vida mientras contribuían al
esfuerzo de Naciones Unidas para llevar la paz a la convulsionada República
Centroafricana.
EL ATAQUE
Dos
cascos azules marroquíes, que integraban la Misión Multidimensional Integrada
de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana -MINUSCA-
y, que formaban parte de la escolta de un convoy que trasladaba ayuda
humanitaria a la ciudad de Bria, cita a unos 450 kilómetros al noroeste de la
capital centroafricana, Bangui, resultaron muertos durante una emboscada
realizada por fuerzas insurgentes locales. Otro militar marroquí resulto herido
de consideración.
Los
militares marroquíes eran parte de la contribución que el Reino de Marruecos
hace a la paz y estabilidad del continente africano participando en los
contingentes de Naciones Unidas, en este caso en la República Centroafricana.
LA SITUACIÓN EN LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA
La República
Centroafricana es una antigua colonia francesa que consiguió su independencia
el 13 de agosto de 1960. Su territorio comprende unos 622.000 kilómetros
cuadrados y alberga a poco más de cinco millones de los habitantes más pobres
del continente. Azotada por decenios de inestabilidad y lucha, la empobrecida
República Centroafricana experimentó una reanudación de la violencia, en diciembre
de 2012, cuando la coalición de rebeldes Séléka
(palabra que significa “alianza” en
la lengua local, el sango),
principalmente musulmana, lanzó una serie de ataques.
Se firmó un
acuerdo de paz (Acuerdo de Libreville) en enero de 2013, pero los rebeldes
sitiaron la capital, Bangui, en marzo, obligando al presidente François Bozizé
a huir. Se estableció un precario gobierno de transición, al que se
le encomendó la misión de restablecer la paz. Sin embargo, el conflicto
adquirió un tono cada vez más sectario en diciembre, cuando el movimiento “antibalaka” (antimachetes),
principalmente cristiano, tomó las armas y volvieron a surgir enfrentamientos
dentro de las comunidades en la ciudad de Bangui y sus alrededores.
Meses de
violencia causaron destrozos en las instituciones del Estado, dejando a
millones de personas al borde de la hambruna y amenazando con abatir a toda la
región. Miles de personas resultaron asesinadas y 2,5 millones, casi la mitad
de la población total, dependen de la ayuda humanitaria extranjera.
En septiembre
de 2014, más de 174.000 personas se habían desplazado internamente. En tanto
que otras 414.000 personas han huido también a países vecinos tanto o más
pobres que la República Centroafricana, como el Camerún, el Chad, la República
del Congo y la República Democrática del Congo.
Desde el inicio
de la crisis, las Naciones Unidas, su Secretario General, así como otros
actores regionales e internacionales, como por ejemplo la Comunidad Económica
de los Estados de África Central (CEEAC), la Unión Africana (UA), la Unión
Europea (UE) y Francia han trabajado sin cesar para encontrar una solución
pacífica al conflicto, detener los asesinatos, proteger a los civiles y
proporcionar socorro humanitario.
La MINUSCA, creada en
septiembre de 2014, mediante la resolución 2149 del Consejo de Seguridad de la
ONU, destina cerca de 12.000 efectivos de diferentes nacionalidades (la dotación autorizada comprende 10.000 efectivos
militares, incluidos 240 observadores militares y 200 oficiales de Estado Mayor,
y hasta 1.820 agentes de policía civil y 10 unidades de policía constituidas
por 1.400 agentes, además de otros 400 agentes y 20 oficiales de prisiones
adscritos). Estos se despliegan junto con un importante componente civil y el
personal de apoyo necesario para el mantenimiento de la
paz en este atribulado país.
Las tareas de la MINUSCA,
entre otras, son la protección de los civiles, la contención de la violencia y
el apoyo a las autoridades para establecer una transición política a través de
un diálogo político inclusivo. El mandato de la misión abarca también la
protección de los derechos humanos y el apoyo a las actividades humanitarias en
diferentes partes del país.
El actual Representante
Especial del Secretario General de Naciones Unidas y jefe de la MINUSCA es el
político gabonés Parfait Omanga-Anyanga.
La MINUSCA realiza una
importante labor en la contención de la violencia y en la asistencia
humanitaria a la población centroafricana, aunque por el momento no ha logrado
avances en la pacificación del país, tal como se evidencia con el ataque a un
convoy que tan solo transportaba ayuda humanitaria.
MARRUECOS EN ÁFRICA
Es por demás conocida la
fuerte vocación de Marruecos de participar en los procesos de pacificación y desarrollo
en África. Como parte de este compromiso en los asuntos africanos el Reino
magrebí participa en diversas misiones de paz en el continente que implican un
gran esfuerzo económico, político y humano, así lo testimonia la reciente
muerte de estos soldados marroquíes al servicio de Naciones Unidas.
Sin embargo, el rey Mohammed
VI no está dispuesto a renunciar a este compromiso por la paz y desarrollo del
continente, en especial, en momentos en que Marruecos se dispone a retornar al
seno de la Unión Africana, un organismo que ayudo a crear y del que se alejó en
1984.
En la reunión de Addis Abeba,
de fines del corriente mes, Marruecos se transformará nuevamente en miembro
pleno de la organización regional reafirmando una vez más su fuerte presencia
en la política africana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario