El Rey de Marruecos, Mohammed VI, convocó a la Primera
Cumbre Africana de la Acción para impulsar el cuidado del medioambiente en el
continente más afectado por el cambio climático.
PREOCUPACIÓN POR EL MEDIOAMBIENTE AFRICANO
El Rey
de Marruecos es uno de los jefes de Estado que ha evidenciado una mayor
preocupación por la promoción de las problemáticas ambientales en el mundo.
Esta
vocación por la defensa del medio ambiente se ha desarrollado, especialmente,
desde su participación en la “Cumbre de la Tierra – Río 1992” y ha sido
reconocida en el mundo al otorgarle a Marruecos el honor de albergar dos
sesiones (en 2001 y 2016) de la Conferencia de las Partes de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP).
Esa
misma preocupación por el medio ambiente se materializó en el marco interno en
el énfasis que el Rey ha dado al desarrollo sostenible en Marruecos. El Reino
ha dado un impulso considerable al desarrollo de energías limpias, tanto
solares como eólicas, y se ha fijado como meta que, en 2030, el 52% del consumo
eléctrico marroquí proceda de este tipo de energías limpias.
Un
claro ejemplo, de cómo estas políticas se implementan en Marruecos, es el complejo
de Uarzazate, la mayor planta de energía solar del mundo.
La
instalación se encuentra enclavada en un paraje desértico entre las cadenas del
Gran Atlas y el Antiatlas, un lugar que tiene una media de 3.000 horas de sol
al año y se compone de cuatro plantas independientes.
La
primera instalación del complejo, denominada Noor I (“luz” en árabe)
fue inaugurada este año, está operativa y costó 900 millones de euros. Abarca
una superficie de 480 hectáreas y está conformada por 500.000 espejos curvos alineados
en 800 filas. La planta tiene una potencia inicial de 160 megavatios, una
capacidad de almacenaje de tres horas y produce energía limpia para abastecer
las necesidades de 700.000 hogares evitando una emisión de 2,9 millones de CO2, en los próximos
diez años.
Noor
II, ya licitada, tendrá una potencia de 200 megavatios y una capacidad de
almacenaje de energía de siete horas, ocupará una superficie de 680 hectáreas y
su costo será de 1.800 millones de euros.
Noor
III, tendrá una capacidad de 150 megavatios y un potencial de almacenamiento de
ocho horas a un costo estimado de 650 millones de euros.
Noor
IV, tendrá una capacidad de 70 megavatios, aunque aún sus características no
están totalmente determinadas.
Este
fantástico megaproyecto ha sido financiado en conjunto por el Banco Europeo de
Inversiones, la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco Público Alemán y el
Banco Mundial.
El
claro liderazgo que el Reino de Marruecos ejerce en África con respecto a la
protección del medioambiente (y en muchos otros aspectos también) es lo que ha
permitido al rey Mohammed VI convocar a la “Primera
Cumbre Africana de la Acción”, destinada a dar prioridad y un nuevo impulso
a iniciativas y proyectos estructurales en materia de lucha contra el cambio
climático y el desarrollo sostenible.
Reunida
en la bella ciudad de Marrakech, en paralelo con la COP22, la Cumbre contó con
la participación de delegaciones de cincuenta países y la asistencia de treinta
Jefes de Estado y de Gobierno de la región. Además, concurrieron como
observadores representantes del Consejo de Cooperación del Golfo, la Unión
Africana, el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, los Estados Unidos
y Francia con la asistencia del presidente Franḉois Hollande.
UN DURO DIAGNÓSTICO
En el
discurso de apertura, el rey Mohammed VI trazó un duro y esclarecedor
diagnóstico de la situación medioambiental del continente y del porqué de la
urgencia de tomar medidas en este campo.
Dijo el monarca alaui:
“África paga un pesado tributo en la ecuación «clima»
y constituye, sin lugar a dudas, el continente más penalizado.”
“Efectivamente, la elevación
de temperaturas, la alteración de estaciones y las sequías repetitivas
empobrecen la biodiversidad de nuestro continente, destruyendo sus ecosistemas
e hipotecando su progreso, su seguridad y su estabilidad.”
“Sin embargo, nuestro
continente sólo emite el 4% de los gases de efecto invernadero.”
“Ahora bien, las alteraciones
climáticas a escala mundial dificultan sobremanera el desarrollo de África y
amenazan gravemente los derechos elementales de varias decenas de millones de
africanos.”
“Así pues, nuestro continente
constituye un concentrado de todas las vulnerabilidades.”
“África ya ha alcanzado los 10
millones de refugiados climáticos. Hacia el horizonte de 2020, cerca de 60
millones de personas serán desplazadas a causa de la escasez de agua, si no se
hace algo en este en este dominio.”
“¡La inmensa reserva de agua
dulce que constituía antaño el lago Chad, ya ha perdido el 94% de su superficie
y está amenazado de sequía definitiva!”
“Cuatro millones de hectáreas
de bosques, o sea dos veces más que la media mundial, desaparecen anualmente.”
“Mientras que la agricultura,
mayoritariamente de subsistencia, emplea el 60% de la mano de obra africana, nuestras
cosechas se encuentran fuertemente perturbadas y nuestra seguridad alimentaria
altamente amenazada.”
“Los rendimientos agrícolas de
nuestro continente podrían bajar en un 20% hacia el año 2050, en el mismo
momento en que nuestra población se habrá duplicado.
Franjas íntegras del litoral,
aproximadamente la tercera parte de las infraestructuras costeras, se
sumergirían.”
“Las epidemias de origen
hídrico, que anualmente causan miles de muertes, podrían ser erradicadas con la
única condición de que se creen infraestructuras de tratamiento de las aguas
residuales.”
“Finalmente, la degradación de
tierras y recursos naturales podría seguir representando la causa principal de la mayoría de los conflictos
transnacionales en África.”
Conmovidos
por las palabras del Rey y claramente conscientes de que los problemas
ambientales no dependen de un accionar individual de los Estados sino que
constituyen una problemática que solo puede resolverse en conjunto, los
delegados a la Cumbre de la Acción expresaron en la Declaración final, su “deseo de trabajar colectivamente en pro de
una África que sea resiliente al cambio climático y que de forma a su destino,
a través de enfoques subregionales y regionales”.
Y se
comprometieron a apoyar las siguientes iniciativas ya identificadas o puestas
en marcha para hacer frente a las amenazas del cambio climático:
-
Iniciativa de
Adaptación de África.
-
Iniciativa de la
Agricultura Africana.
-
Proyecto “Gran Muralla
Verde” para el Sáhara y el Sahel.
-
Iniciativa Seguridad,
Estabilidad y Sostenibilidad,
-
Iniciativa Resiliencia
Rural
-
Iniciativa Bosques en
la Región Mediterránea y el Sahel.
-
Iniciativa de Energía
Renovable de África.
-
Iniciativa Conservación
del Ecosistema de la Cuenca del Río Chad
-
Iniciativa Crecimiento
Azul.
-
Iniciativa del Corredor
Africana de Energía Limpia.
-
El Fondo Azul para la
Cuenca del Río Congo.
Para
llevar a cabo esta tarea en la “Declaración
de la Primera Cumbre Africana de la Acción para la Co-emergencia Continental”,
se dejaron establecidos tres comités especializados en:
-
La región del Sahel,
bajo la presidencia de la República de Níger.
-
La región de la Cuenca
del Congo, presidido por la República del Congo.
-
Los Estados Insulares,
bajo la presidencia de la República de las Seychelles.
UNA INICIATIVA EXITOSA
La
exitosa conclusión de la Primera Cumbre
Africana de la Acción fue un claro logro diplomático y político para
Marruecos que se dispone a retornar al seno de la Unión Africana en la próxima
cumbre de esta organización a llevarse a cabo en Addis Abeba en enero de 2017.
Por
último, la Cumbre Africana de la Acción
ha sido un claro ejemplo de cómo Marruecos guía los destinos del continente y
de cómo su positiva influencia ayuda a los pueblos africanos a promocionar sus
legítimos intereses.
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