lunes, 24 de diciembre de 2018

EN ARGENTINA LOS LIBERALES VUELVEN A TENER PARTIDO PROPIO




El economista José Luis Espert presentó su Partido Libertario que defiende el ideario de la economía liberal y con el cual pretende competir por la presidencia en octubre de 2019.

En Argentina suele confundirse y emplearse indistintamente los términos: derecha, conservador y liberal. Siendo que la derecha suele ser nacionalista, proteccionista en lo económico y xenófoba. Mientras que los conservadores se caracterizan por ser elitista y dividirse frente al tema del proteccionismo económico. Hay conservadores proteccionistas que miran con simpatía al populismo en tanto no amenace sus privilegios y posición social. Otros conservadores, por el contrario, abrazan los principios del libre mercado y la apertura económica mientras se atrincheran en los valores familiares, la Iglesia Católica y la idea de una sociedad jerarquizada y de escasa movilidad social.

Por último, están los auténticos liberales que no sólo defienden a la economía de mercado sino la totalidad de los principios de la democracia liberal, la libre competencia, la meritocracia, la movilidad social ascendente y la plena vigencia de los derechos humanos.
En otras palabras, el término “liberal” está rodeado en Argentina de una total ambigüedad.

Para incrementar la confusión terminológica, el economista José Luis Espert no encontró mejor idea que denominar a su partido “Libertario” lo que a primera impresión hará pensar que se trata de un grupo anarquista.

Algo que, después de todo no está muy lejos de la realidad. Porque tanto los anarquistas como los liberales ortodoxos consideran al Estado una institución nociva e innecesaria a la que debería suprimirse.

De todas maneras, la aparición de un partido liberal ortodoxo resulta saludable para la política argentina, entre otras cosas, para que de una buena vez quede claro que el partido PRO de Mauricio Macri no es de derecha y mucho menos liberal. En último caso, el PRO es un partido formado por empresarios sin otra ideología que el pragmatismo más puro.

El pasado miércoles 19 de diciembre, Espert reunió a trescientos de sus seguidores en el Salón Hamburgo del tradicional Club Alemán de Buenos Aires para presentar el Partido Libertario.

El lugar elegido para la presentación y el perfil social de la asistencia auguran que el Partido Libertario no será un partido de masas, sino, en el mejor de los casos un “partido de cuadros”, según la terminología creada por el politólogo francés Maurice Duverger.

Los partidos de cuadros están formados por profesionales y actúan en alianza con los partidos de masas. Cuando los partidos de masas llegan al gobierno los partidos de cuadros le suministran expertos para cubrir áreas técnicas de la administración del Estado.

El MID, Movimiento de Integración y Desarrollo fundado por Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio, actuó como partido de cuadros para los gobiernos peronistas en la década de los setenta y noventa.

El problema que tendrá el Partido Libertario es que los partidos de masas de hoy: el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical e incluso el PRO cuentan con suficientes cuadros técnicos experimentados sin recurrir a otros partidos.

Por otra parte, la ideología liberal ortodoxa y cerrada tampoco facilitará las alianzas con otros partidos.

Los cuadros de conducción del nuevo partido están formados por un elenco de economistas y consultores financieros muy conocidos en la City porteña y entre el periodismo especializado pero carente de toda experiencia en la política de comité y mucho menos en la construcción de un partido político nacional.

Entre ellos figuraban: el economista mediático Javier Milei, Miguel Boggiano, Fausto Spotorno del estudio Orlando Ferreres, Agustín Etchebarne de la Fundación Libertad y Progreso; el titular de la consultora Economía y Regiones y ex socio de Rogelio Frigerio, Diego Giacomini, Guillermo Nielsen, ex viceministro de Néstor Kirchner que renegoció la deuda en default y luego candidato a jefe de gobierno porteño en las filas del Partido Renovador de Sergio Massa, Eliana Scialabba, Daniel Lema, Mariano Fernández, Gustavo Lazzari, Jorge Bertolino, Miguel Adorni, Germán Messina, Leandro Moro, Guillermo Maresco, Juan Tyberian, Juan Martín Gazaneo, Guido Vignoli, Nicolas Naimo Charo y Martín Krause. Es decir, lo más granado de los economistas liberales.

En la segunda fila, como militantes, se encuentra un nutrido grupo de jóvenes subtreinta: en su mayoría graduados o estudiantes universitarios de carreras empresariales y de economía, pertenecientes a la clase media acomodada. Jóvenes con mucho entusiasmo y grandes ideas pero que están haciendo sus primeras armas en el ámbito de la política argentina.

El propio José Luis Espert (1961) es un outsider de la política. Se trata de un licenciado en Economía, con un máster en Economía de la UCEMA que siempre ha sido consultor y analista económico. Se inició en consultoría en el estudio del economista Miguel Broda, luego pasó por el Estudio Arriazu, fue socio de Econométrica S. A. hasta que en el año 2000 se independizó y fundo su propia consultora “Estudio Espert” donde brinda asesoramiento a diversas empresas locales y del exterior. No ha ocupado cargos públicos y tampoco gestionó empresas o industrias de envergadura.

Su experiencia política se reduce a la actuación como panelista en programas televisivos y a los artículos sobre economía que suele publicar en los diarios La Nación y El País de Uruguay.

Su candidatura es apoyada por la Fundación Friedrich Naumann por la Libertad, que sostiene financieramente a los partidos liberales en todo el mundo y por un grupo de empresarios locales a los cuales beneficia la apertura total de la economía argentina.
Espert aspira a representar a los votantes descontentos tanto con la gestión de Mauricio Macri como con un posible retorno del kirchnerismo.

Por el momento, el Partido Libertario enfrenta tres importantes desafíos. En primer término, lograr la personería jurídica en algún distrito para poder presentar candidatos.

Según la reforma electoral del 2009, Ley 26571 de Partidos Políticos, se requieren cuatro mil afiliados con residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otro tanto en la provincia de Buenos Aires. Tan sólo para obtener la personería jurídica en alguno de estos distritos y poder presentar una lista lectoral de diputados nacionales y provinciales en los próximos comicios.

Además, una candidatura presidencial requiere la personería nacional que a su vez demanda que el partido cuente con personería en al menos cinco distritos (provincias). Es decir, contar con unos veinte mil afiliados a nivel nacional pero distribuidos en cinco provincias.

El Partido Libertario tiene hasta el 22 de junio próximo para obtener la personería en cada distrito en el que aspire a presentar candidatos locales, nacionales y presidencial.

Claro que los libertarios siempre pueden recurrir al procedimiento habitual de realizar una alianza electoral con alguno de los pequeños partidos con personería jurídica y escaso caudal electoral, conocidos en el ambiente político como “sellos de goma”.

Este recurso extremo suele ser habitual en partidos nuevos y en candidatos sin partido para poder concretar rápidamente sus aspiraciones. Estas alianzas coyunturales en raras ocasiones resultan bien. Siempre surgen disputas al momento de confeccionar las listas de candidatos y por el manejo de la publicidad y los fondos de campaña.

El segundo obstáculo será superar el 1,5% de los votos válidos emitidos en cada distrito en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), del 11 de agosto próximo. Para entonces, el Partido Libertario deberá reunir 100.000 fiscales para supervisar la votación en todo el país. Sólo los candidatos que superen esa barrera podrán competir en las elecciones generales del domingo 27 de octubre.

Por último, para ingresar a la política argentina el Partido Libertario deberá obtener alguna representación legislativa nacional. Ningún partido que defienda el ideario liberal logro representación nacional desde que la Unión de Centro Democrático, creada por el ingeniero y economista Álvaro Alsogaray, obtuviera un escaño en las elecciones legislativas de octubre de 2001.

Por el momento, la iniciativa de José Luis Espert y su equipo de economistas liberales esta muy lejos de constituir una auténtica opción electoral, ni siquiera son un partido político legalmente constituido.

La lógica indica que un nuevo partido que irrumpe en la política con dirigentes poco experimentados, casi desconocidos para el gran público y con un rígido planteo ideológico debería, al menos en una primera etapa, concentrar sus limitados recursos humanos y financieros en un solo distrito y más tarde ir incrementando gradualmente su presencia en otros distritos hasta llegar a la personería jurídica nacional. El Partido Libertario no ha seguido este procedimiento.

Lo cual hace pensar que para José Luis Espert y sus principales socios en el Partido Libertario sus candidaturas en estas elecciones generales son tan sólo una gran campaña publicitaria para darse a conocer no sólo como economistas sino como potenciales dirigentes políticos.

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