La
desaparición de un militante anarquista durante una refriega entre mapuches y
la Gendarmería Nacional sirve de pretexto para que la izquierda más dura pase a
la acción contra el gobierno de Mauricio Macri.
LA
AGUDIZACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES
Para la izquierda dura de
Argentina, el gobierno del centrista Mauricio Macri es peor que un gobierno de
facto militar. Porque mientras que una dictadura militar agudiza la
contradicción del sistema capitalista y hace evidente la lucha de clases entre
explotadores y explotados. Un gobierno democrático y burgués, que además cuenta
con apoyo de la ciudadanía, sólo sirve para ocultar las contradicciones y hace
que los explotados se conformen con tibias reformas y abandonen la lucha
revolucionaria.
Este razonamiento es el que
lleva a consignas como “Macri basura vos
sos la dictadura” o las frecuentes comparaciones entre el dictador Videla y
el presidente Macri que suele expresar frecuentemente figuras caracterizadas de
la izquierda como la violenta y rencorosa Hebe de Bonafini, presidente de la
organización Madres de Plaza de Mayo.
Estos grupos minoritarios y
carentes de todo peso electoral aprovechan cualquier motivo para generar
acciones violentas del tipo de “resistencia civil” buscando que el gobierno
cometa el error de hacerles el juego y ordene una represión que provoque alguna
víctima mortal entre los manifestantes.
Finalmente, estos grupos
encontraron una causa lo suficientemente grave e importante para aglutinar a
los distintos sectores de la izquierda, las organizaciones defensoras de los
derechos humanos, al sindicalismo combativo y al sector de la opinión pública
de ideas progresistas en una campaña contra el gobierno.
EL
CASO MALDONADO
El pasado 1° de agosto,
efectivos de la Gendarmería Nacional avanzaron contra los manifestantes que
llevaban a cabo un piquete sobre la Ruta Nacional N° 40, en proximidades de la
ciudad de Esquel, en la provincia de Chubut.
Al ser desalojados por los
gendarmes, los manifestantes, en su mayoría activistas mapuches pertenecientes
a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), se refugiaron en el predio que ocupa
la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, en la estancia Leleque.
Durante los incidentes
desapareció un activista anarquista, de 28 años, Santiago Maldonado, quien
estaba de recorrida por la zona desde hacía tres meses para apoyar “la lucha”
de los mapuches por su derecho a la autodeterminación.
Los mapuches afirman que la
Gendarmería se llevó detenido a Maldonado durante los incidentes.
El Ministerio de Seguridad y
la Gendarmería afirman que Maldonado nunca estuvo detenido y hasta dudan de que
haya estado en el lugar.
Lo cierto es que un mes después,
ni Maldonado aparece ni nadie en el gobierno es capaz de explicar dónde está o
que ocurrió con él.
Desde un primer momento, el
gobierno no pareció darle la debida importancia al tema y tampoco supo
transmitir debidamente que medidas estaba llevando a cabo para esclarecer el
hecho.
Tampoco la justicia avanzó en
el esclarecimiento del hecho. Hoy, Santiago Maldonado se ha convertido en un “desaparecido”, una condición que tiene
un profundo impacto sobre la opinión pública argentina.
La izquierda radicalizada ha
aprovechado la torpeza e indecisión del gobierno para hacer de la aparición con
vida de Santiago Maldonado una bandera de lucha revolucionaria.
EL
ACTO
Ayer, al cumplirse un mes de
la desaparición del activista, diversas agrupaciones de izquierda convocaron a
un acto en Plaza de Mayo.
Entre los convocantes estaban:
el Frente Milagro Sala, la organización kirchnerista La Cámpora, los sindicatos
CTA, CTEP, Asociación de Trabajadores del Estado y CTERA, el partido Libres del
Sur, la agrupación “Corriente Nacional de la Militancia”, Abuelas de Plaza de
Mayo, Madres de Plaza de Mayo, Agrupación Hijos, el Partido Obrero, Partido de
los Trabajadores Socialistas, el colectivo Encuentro Memoria Verdad y Justicia,
grupo Quebracho, grupo Descamisados, etc.
El gobierno porteño colocó un fuerte
vallado para proteger a la Casa Rosada y la Catedral Metropolitana. Además,
implementó un amplio dispositivo de seguridad con personal policial con equipos
antimotines, motos, vehículos hidrantes y gran número de ambulancias para
socorrer a eventuales heridos.
El acto convocó a unas 60.000
personas y se desarrolló en forma pacífica. El único orador fue el hermano del
activista desaparecido, Sergio Maldonado quién responsabilizó al gobierno por
no esclarecer lo ocurrido con Santiago.
UNA
TARDE VIOLENTA
Desde las primeras horas de la
tarde se generalizaron hechos de violencia en distintos lugares.
En la localidad de El Bolsón,
provincia de Río Negro, grupos de activistas mapuches y anarquistas, en su
mayoría jóvenes adolescentes, atacaron la sede del Escuadrón 35 de la
Gendarmería Nacional con bombas Molotov y piedras.
Los atacantes eran un grupo
reducido de aproximadamente cincuenta personas que actuó con total impunidad
debido a que el personal de Gendarmería Nacional se limitó a proteger el
edificio, sin reprimir a los atacantes.
Como resultado de ese ataque
nueve gendarmes recibieron heridas de consideración durante la refriega.
En el microcentro porteño, la
tarde comenzó con incidentes entre los concurrentes al acto. Militantes de La
Cámpora y Quebracho se enfrentaron a golpes y pedradas sufriendo algunos de
ellos heridas.
Luego, mientras se llevaba a
cabo el acto, un grupo de entre 20 y 30 jóvenes anarquistas atacaron la mutual
del Círculo de Suboficiales de la Gendarmería Nacional, sito en la calle Tacuarí
al 500, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo. Los vándalos agredieron con
piedras y bombas molotov al edificio dejando en el lugar inscripciones
anarquistas.
Si bien, en un principio, la desconcentración
al finalizar el acto se efectuó en forma pacífica, no llegó a completarse
totalmente. A las 20.40 hs., los grupos anarquistas comenzaron a incendiar
contenedores de residuos, arrojando piedras y botellas, golpeando con palos los
vehículos estacionados, atacando las vidrieras de los comercios y provocando el
caos.
Los manifestantes atacaron
incluso a los periodistas que realizaban la cobertura de los incidentes y a las
ambulancias que socorrían a los heridos.
Los incidentes se produjeron
en distintos lugares: en la intersección de la Avenida de Mayo y la calle
Piedras, en la Avenida 9 de julio y Avenida de Mayo, en Avenida de Mayo y Luis Sáenz
Peña, en proximidades del Congreso Nacional.
Los choques entre
manifestantes y policías se prolongaron por dos horas dejando un saldo de 23
activistas detenidos y 17 personas heridas -entre ellos 9 policías-, además de
cuantiosos daños materiales. En la zona quedaron numerosas pintadas dejadas por
lo grupos anarquistas para adjudicarse los hechos.
Terminados los incidentes,
sobre las 23.00 horas, personal de limpieza del gobierno de la ciudad llevaron
a cabo intensas tareas en el lugar para limpiar y normalizar, dentro de lo
posible, la zona de los incidentes.
CONCLUSIONES
El gobierno del presidente Macri
enfrenta el activismo revolucionario de grupos anarquistas y mapuches que
expresan por medios violentos su descontento.
Los grupos violentos cuentan
con el apoyo financiero, político y de coordinación de ONG europeas y, en
especial de los gobiernos de Venezuela, Cuba e Irán que se ven perjudicados por
la política internacional del actual gobierno argentino.
El gobierno del presidente
Macri debe esclarecer cuanto antes lo ocurrido con Santiago Maldonado, para
demostrar que esos hechos no quedan impunes en una democracia y al mismo tiempo
impedir que se convierta en una bandera de lucha para los sectores de
izquierda.
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