La expulsión de la
dirigente opositora venezolana, Lilian Tintori, a su arribó al aeropuerto de
Guayaquil, pone en evidencia que el presidente Rafael Correa teme un triunfo
opositor en la segunda vuelta electoral de Ecuador y endurece el carácter
represivo de su gobierno.
RUMBO A LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL
Ecuador
realizará el próximo domingo 2 de abril la segunda vuelta de las elecciones
presidenciales para determinar quién gobernará el país hasta 2021.
La
contienda se libra entre el candidato oficialista de Alianza País, el
empresario populista Lenin Moreno, quien se impuso ampliamente en la primera
vuelta, y el candidato opositor Guillermo Lasso, de la coalición centrista Creo
– Suma, el también empresario y economista de orientación liberal.
La
segunda vuelta ha llevado a la natural polarización y consecuente unificación
del electorado opositor en torno de la candidatura de Lasso.
El
resultado de las elecciones es incierto en medio de una guerra de encuestas y
crecientes temores de que el gobierno de Rafael Correa recurra al fraude – en especial
después de la demora injustificada y nunca aclarada en publicar los cómputos durante
la primera vuelta- para imponer a su candidato y asegurar el continuismo del
régimen populista.
Los
ánimos están caldeados en Ecuador. El presidente Correa teme sufrir un destino
similar a otros ex presidentes populistas de la región que, luego de dejar su
cargo, se ven forzados a peregrinar por los tribunales para explicar los hechos
de corrupción ocurridos durante sus mandatos. Esto lo ha llevado a abandonar
toda prudencia y el menor vestigio de legalidad democrática, mostrando el
verdadero carácter represivo de la llamada “Revolución Ciudadana” que pretende
llevar a cabo en Ecuador.
UNA NUEVA PROVOCACIÓN
La
expulsión de la dirigente opositora venezolana, Lilian Tintori, a su arribo al
Aeropuerto Internacional de Guayaquil, el día de hoy, es una clara evidencia de
este hecho.
Tintori
concurría a Ecuador para brindar su apoyo y sumarse a la campaña de Guillermo
Lasso. Algo similar hizo, en 2015, cuando concurrió a Buenos Aires -la ciudad
natal de su padre- para incorporarse a la campaña de Cambiemos.
Pero,
al parecer, Rafael Correa es aún menos democrático que Cristina Kirchner y no
dudó en impedirle ingresar al país bajo el endeble argumento de que la visa
como turista era incompatible con las actividades que pretendía llevar a cabo,
en Ecuador, Lilian Tintori.
Cabe
preguntarse si la decisión de Correa más que perjudicar a la campaña de Lasso
no terminará favoreciéndola al publicitar sus apoyos políticos internacionales
e incentivar los deseos de mayor libertad en el electorado ecuatoriano.
TINTORI LÍDER DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA
Hace poco
más de tres años, Lilian Tintori, era una ex locutora de televisión y radio de
Venezuela que acompañaba a su esposo, el dirigente del partido Voluntad
Popular, Leopoldo López, en sus actividades de proselitismo.
Todo
cambio el 18 de febrero de 2014, ese día el régimen chavista de Nicolás Maduro,
encarceló a Leopoldo López en el penal de Ramo Verde. Luego de un juicio muy
discutible, López fue condenado a trece años y nueve meses de cárcel por
incitar a la violencia.
Fue
entonces cuando esta maestra jardinera, destacada deportista y madre de dos
hijos, dejó todo para convertirse en dirigente política e incansable luchadora
en pos de la liberación de su esposo y de la democratización de su país.
Su
figura comenzó a hacerse habitual en las tribunas políticas junto a otros
dirigentes opositores como Henrique Capriles y María Corina Machado, siempre
pidiendo por la liberación de los presos políticos de Venezuela.
Esta
mujer joven y agraciada, con un buen dominio de los medios de comunicación y un
correcto manejo de idiomas, comprendió que sólo la presión internacional
liberaría a su esposo y hacia allí encaminó todos sus esfuerzos.
Incasable,
viajó por varios países -Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos,
Italia, Panamá, etc.- reuniéndose con ex presidentes como el peruano Alan García,
el brasileño Fernando Henrique Cardozo y políticos como Mauricio Macri, Mariano
Rajoy o John Kerry.
En
diciembre de 2016 fue recibida por el Papa Francisco y en febrero último por el
presidente estadounidense Donald Trump quienes se sumaron a los reclamos
internacionales en favor de la liberación de Leopoldo López.
Hoy,
Lilian Tintori es posiblemente la dirigente opositora venezolana más conocida
en el mundo -incluso mucho más que su encarcelado esposo o el gobernador y ex
candidato presidencial Henrique Capriles- y con mejor imagen.
La
autoritaria decisión de Rafael Correa de impedirle ingresar a Ecuador no ha
hecho más que darle mayor difusión internacional a la figura de Tintori. Si el
gobierno ecuatoriano le hubiera permitido ingresar, posiblemente la
participación de la dirigente venezolana hubiera pasado relativamente
desapercibida, ahora es tema de todas las agencias noticiosas.
Posiblemente,
Correa, con esta decisión errónea, haya terminado de convertir a Tintori en
líder de la oposición venezolana.
Por el
momento, lo único cierto es que la expulsión de Tintori no ha favorecido a la
pobre campaña de su candidato, Lenín Moreno. De todas formas, la decisión está
en manos del pueblo ecuatoriano que dará a conocer su veredicto el próximo 2 de
abril.
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