lunes, 24 de octubre de 2022

ARGELIA INCREMENTA DESMESURADAMENTE SU GASTO MILITAR



Argelia da una nueva vuelta de tuerca a la carrera armamentista que impulsa en el Magreb invirtiendo 23.300 millones de euros en su presupuesto militar para 2023, el 15% de su PBI

CONTENIDO

La guerra en Ucrania y las sanciones económicas aplicadas a Rusia han beneficiado a la economía argelina. Los incrementos en los precios de los hidrocarburos han permitido a Argelia llenar sus arcas y destinar mayores recursos a modernizar y renovar los armamentos con que cuentan sus fuerzas armadas.

La carrera armamentista entre Marruecos y Argelia no es algo nuevo, pero se intensifico notablemente desde fines de 2020 cuando, primero Estados Unidos y luego España, reconocieron la soberanía marroquí sobre el Sáhara.

Estos avances en la solución del conflicto artificial del Sáhara pusieron punto final a los infructuosos intentos de Argelia para cercar a Marruecos con un hipotético Estado Polisario hostil en el Sur, bloqueando así al Reino magrebí su acceso terrestre al África Occidental Atlántica.

El vuelco de la situación estratégica en el Magreb también tornaba inútiles a las cuatro décadas invertidas por Argel en financiamiento y esfuerzos diplomáticos para sostener a los sus clientes del separatista Frente Polisario.

Es así como el liderazgo militar argelino, que constituye el poder real en el país, consideró que su única alternativa era recurrir a la intimidación bélica comenzando por cortar el suministro de gas a Rabat y luego rompiendo los ya precarios vínculos diplomáticos con el Reino.

Al mismo tiempo, el conflicto bélico en Ucrania puso en evidencia la obsolescencia de algunos armamentos fabricados por Rusia con relación a sus similares producidos por los Estados Unidos.

Esta revelación preocupó especialmente a los altos mandos militares argelinos. El 90% del armamento del ejército argelino es suministrado por Rusia y el 10% restante por Francia. Argelia es el tercer mayor comprador de armas rusas después de China e India.

Mientras que las Fuerzas Armadas Reales (FAR) se abastecen principalmente de armamento estadounidense más moderno: aviones F-16 C/D Block 70/72, sistemas antiaéreos MIM-104 (PAC-3) Patriot, carros de combate Abrams M1A1 y M1A2, helicópteros de ataque Apache AH-64 y los drones navales MQ-9B Sea Guardian.

El reino alauí cuenta con la mayor flota de drones de África. En sus arsenales hay drones suicidas franco-israelíes Harfand y los turcos Bayraktar TB 2 que le dieron la victoria a Azerbaiyán contra los blindados rusos del ejército armenio en la guerra de Nagorno – Karabaj de 2020. Los Bayraktar también demostraron su eficacia en Ucrania contra las fuerzas rusas.

Por último, Marruecos adquirió en Francia el sistema de artillería CAESAR de 155 mm, que tiene un alcance de 40 km y en Israel el sistema de defensa antimisil Iron Dome, considerado en la actualidad el más eficiente.

Por otra parte, los Estados Unidos consideran a Marruecos un aliado extra-OTAN. Los ejercicios militares conjuntos estadounidenses – marroquíes “African Lion”, que se realizan anualmente, en 2022 se llevaron a cabo por segunda vez en el Sáhara a cincuenta kilómetros de los campamentos de Tinduf.

La necesidad de Argelia de hacer creíble su amenaza frente a las muy bien preparadas y equipadas FAR de Marruecos ha llevado a Argel a convertirse en uno de los países que destinará la mayor parte de su PBI al gasto militar.

Para el año 2023, el gasto en defensa de Argelia equivaldrá al 15% de su producto interior bruto y concentrará el 23% de los presupuestos generales del Estado alcanzando a 23.300 millones de euros.

En esta forma el gasto militar argelino será el cuádruple de los algo más de 5.200 millones que destinará Marruecos a ese rubro y que constituyen solo el 4% de su PBI. Argelia es el país de África que más invierte en defensa.

Pese a que la guerra en Crimea ha demostrado la baja calidad del armamento ruso, Argelia seguirá abasteciéndose principalmente de armas de esa procedencia, aunque planea adquirir drones iraníes y turcos.

Dentro de las adquisiciones argelinas de armas rusas se incluyen aviones cazas Sukoi 57, que convierten a Argelia en el primer país del mundo en adquirir este tipo de aeronaves que están en servicio en Rusia y que hasta el momento no se exportaban por motivos de seguridad.

Argelia también ha adquirido en Rusia un centenar de vehículos blindados de infantería BMP-3, los mismos que Rusia tiene en servicio en Ucrania y la plataforma de defensa rusa S-400 (S 21 en su designación de la OTAN). Un sofisticado sistema de artillería antiaérea guiado por radar que el Kremlin solo ha vendido a otros seis países.

Además de armas, Rusia suministra al país magrebí entrenamiento militar conjunto. Este año, por primera vez Argelia participó de los ejercicios militares Vostok, que se realizaron en el extremo oriental de Rusia, a las orillas de los mares de Japón y de Ojotsk, juntamente con contingentes de las fuerzas armadas de India, China, Armenia, Kazajistán, Siria, Nicaragua, Laos, Mongolia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Tayikistán y Kirguistán, es decir, de los principales aliados internacionales del Kremlin.

En noviembre, las fuerzas armadas de Argelia y Rusia efectuarán ejercicios militares conjuntos en los alrededores de la base militar de Hammaguir, en la provincia de Béchar, perteneciente a la IIIº Región Militar, y no muy lejos de la frontera con Marruecos. Los ejercicios “Escudo del Desierto 2022” contarán con la participación de una unidad de tropas especiales Spetsnaz y de una brigada de “Motostreki”, infantería mecanizada que emplea vehículo BMP-3, haciendo un total de 200 hombres pertenecientes a las fuerzas armadas rusas.

Por último, Rusia ha adquirido a Turkish Aerospace un primer pedido de seis drones estratégicos de combate TAI Aksungur y ha iniciado conversaciones con Irán para adquirir sus drones Shahed 136 (Testigo en farsi) que tienen un alcance operativo de 2.000 a 2.500 km en vuelo de baja altura a una velocidad de 180 km. Teherán entregó este tipo de armamentos a los rebeldes hutíes en Yemen y a las fuerzas rusas en Ucrania, junto con personal capacitado para operarlos.

CONCLUSIONES

-       El incremento del gasto militar argelino no tiene ningún de sentido en un país donde la población carece de los servicios más elementales, tiene serias falencias sanitarias y educativas y hasta el abastecimiento de productos de primera necesidad es precario.

 

-       La creación de un clima bélico con Marruecos permite a los mandos militares argelinos cohesionar el frente interno apelando al nacionalismo para ahogar las demandas de reformas democráticas del movimiento Hirak.

 

-       La adquisición de grandes volúmenes de armamentos, por montos siderales, crean la oportunidad para el enriquecimiento de los altos mandos argelinos mediante el cobro de comisiones y sobreprecios.

 

-       Además, un ejército de mayores dimensiones implica la creación de muchos cargos jerárquicos nuevos. En esta forma los generales argelinos podrán premiar a aquellos oficiales que les son particularmente fieles y al mismo tiempo aferrarse por más tiempo a sus posiciones de poder ascendiendo a los mandos subalternos que demandan promociones que impulsen sus carreras y les permitan disfrutar de la corrupción imperante. En esta forma, el mayor número de cargos jerárquicos alivia tensiones dentro del Ejército Nacional Popular de Argelia.

 

-       Para preservar la paz en el Norte de África es necesario limitar la carrera armamentista desatada por Argelia y poner fin a su política aventurera de amenazas y agresiones. Es precisamente, la actitud belicosa de Argelia y su injerencia en el diferendo del Sáhara, alentando los delirios separatistas del Frente Polisario, el principal obstáculo a la paz e integración del Magreb.

No hay comentarios: