La Administración Biden ratifica con
hechos la vigencia de su reconocimiento de la soberanía del Reino de Marruecos
sobre el Sáhara.
El
Frente Polisario y sus aliados no terminan de asimilar el duro revés que para
sus delirios separatistas ha significado el reconocimiento por parte de los
Estados Unidos de la soberanía marroquí en el Sáhara.
Es por
lo que pretenden restarle importancia a esta decisión, presentando lo que es
una política permanente del Departamento de Estado como una medida transitoria
de un gobierno que ya ha cumplido su mandato.
Pero,
esa ridícula y burda maniobra no es creíble ni se ve ratificada en los hechos.
Basta
con mencionar, por ejemplo, que las maniobras militares conjuntas entre las
fuerzas armadas estadounidenses y marroquíes que se realizan anualmente este
año se llevaran a cabo en las provincias saharianas de Marruecos, en las
localidades de Tantán, Mehbes y Dakhla.
Los
ejercicios militares “African Lion” suelen efectuarse cada año y en esta
oportunidad tendrán lugar entre el 7 y 18 de junio en el Sáhara marroquí.
Estas
maniobras militares conjuntas constituyen una ratificación clara y concreta que
para la Administración Biden la soberanía marroquí sobre el Sáhara está fuera
de toda discusión.
Así lo
entienden también connotados expertos en temas internacionales y exfuncionarios
estadounidenses, como el republicano Elliot Abrams, exsubsecretario de Estado
para Asuntos del Hemisferio Occidental del presidente Donald Reagan y Emisario
Especial del Departamento de Estado para Venezuela durante la Administración
Trump, actualmente especialista en Medio Oriente del más prestigioso think
thank estadounidense en política internacional “The Council on Foreign
Relations”.
En un
conferencia virtual organizada por la Asociación de Abogados de la Ciudad de
Nueva York, Abrams fue categórico al calificar al Reino de Marruecos como “un
antiguo y leal aliado estratégico” de los Estados Unidos.
El
experto estadounidense destacó también que el diferendo artificial en el Sáhara
se mantiene por el apoyo que Argelia brinda al Frente Polisario con el único
propósito de perjudicar a Marruecos.
Sin la
intervención de Argelia el conflicto del Sáhara se habría resuelto hace tiempo
en el marco de la propuesta marroquí de autonomía, afirmó el exdiplomático
estadounidense.
En el
mismo sentido se expresó en ese encuentro académico el Director del Centro para
el Medio Oriente y el Derecho Internacional de la Universidad George Marson,
Eugene Kontorovich quién destacó que el reconocimiento a la soberanía marroquí
en el Sáhara es una política estadounidense vigente que el presidente Joe Biden
“no necesita refrendar” por que “él mismo es el actual presidente de
un país que ya reconoce esta soberanía.”
En otro encuentro académico
similar llevado a cabo también la semana pasada, esta vez organizado por la ONG “Republic-Underground. The truth
unpolished” de los Estados Unidos y de la que tomaron parte entre otros: Michael Flanagan, ex
congresista estadounidense; Erik Jensen, ex jefe de la MINURSO y representante
especial del Secretario General de la ONU para el Sáhara (1993-98); Richard
Weitz, director del Centro de Análisis Político-Militar en el Hudson
Institute; Elisabeth Myers, abogada y académica, y Nancy Huff, presidenta
de la ONG estadounidense "Teach the Children International", así como
Ghalla Bahiya, vicepresidente de la región de Dajla Ued Eddahab, y Mohamed
Abba, vicepresidente de la región de Laayún Sakia El-Hamra.
Los conferenciantes llamaron
a Argelia a contribuir eficazmente a los esfuerzos de la ONU destinados a
alcanzar una solución política al diferendo regional del Sáhara marroquí y a
asumir su responsabilidad como parte real del conflicto.
Finalmente, los panelistas afirmaron que los Estados
Unidos deberían oponerse a ciertos usos abusivos del derecho internacional y
del principio de autodeterminación destinados a desestabilizar y fragmentar
Estados soberanos.
Según el derecho internacional, el principio de
autodeterminación no se aplica al territorio del Sáhara, que es geográfica e
históricamente parte integrante y completa del Reino de Marruecos y comparte
las mismas características étnicas, religiosas y culturales, argumentaron.
Como puede apreciarse claramente los principales
referentes estadounidenses en política internacional tienen muy en clara la
soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y que dicha soberanía solo es realmente
cuestionada por Argelia empleando para ello a los separatistas del Frente
Polisario.
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