El Rey de Marruecos se moviliza en apoyo
de su hermano el Rey Abdullah II al Hussein ante un intento de atentar contra
la seguridad y estabilidad del Reino Hachemita de Jordania.
El Rey
Mohammed VI fue el primer jefe de Estado en comunicarse telefónicamente con Su
Majestad Abdullah II para expresar su solidaridad y pleno apoyo a todas las
medidas que adopte el monarca hachemita para asegurar la gobernabilidad del
Reino ante cualquier intento de desestabilización.
Ambas
casas reinantes tienen una larga tradición de fraternidad. El Reino de Jordania
siempre ha apoyado la causa marroquí en su Sáhara y el año pasado abrió su
oficina consular en la ciudad de El Aaiún.
Aunque
la información disponible aún es escasa y algo confusa, al parecer el rey
Abdullah II abortó un intento de “golpe palaciego” protagonizado por su
hermanastro el príncipe Hamzah bin Hussein que fue detectada desde hace un
tiempo por los organismos de inteligencia del Reino.
Se
trataría de un complejo complot de gran alcance que incluiría al menos a otro
miembro de la realeza jordana el Cherif Hasán Ben Zaid y a un antiguo asesor
del Rey, ex ministro de Finanzas y ex jefe de la Corte Real Hachemita Bassem
Ibrahim Awadallah, a algunos líderes tribales, miembros de los cuerpos de
seguridad jordanos e integrantes de la ruidosa oposición en el extranjero.
Las
autoridades jordanas sospechan también de la activa participación de “entidades
extranjeras”, que por el momento no han identificado, en el complot.
Según
declaraciones del viceprimer ministro jordano, Ayman al Safadi, “los
servicios de seguridad monitorearon a una persona con vínculos en los servicios
de inteligencia extranjeros que se comunicó con la esposa del príncipe Hamzah y
que le habrían ofrecido “inmediatamente un avión para salir de Jordania al
extranjero.”
Hasta
el momento entre 14 y 156 personalidades sobresalientes del Reino de Jordania
se encuentran detenidas entre ellas varias personas del círculo de confianza
del príncipe Hamzah, incluido el director de su oficina, Yasser Suleiman al-Majali
y el director de su palacio, Adnan Abu Hammad, fueron detenidos por personal de
la Dirección General de Inteligencia de Jordania.
El
Jefe del Estado Mayor jordano, el general Yussef al Huneiti, se reunió el
sábado con el príncipe Hamzah para advertirle que se tenía conocimiento de sus
reuniones con figuras importantes del Reino para incitarlos a desarrollar
actividades contra la estabilidad del Reino y “le pidió que cesara todos los
movimientos y las actividades que tienen como objetivo la seguridad y la
estabilidad de Jordania.”
Pero,
el príncipe según viceprimer ministro Safadi “no respondió y trató esta
petición de forma negativa sin preocuparse por los intereses del Estado y del
pueblo.”
El
propio príncipe Hamzah reconoció la reunión con el Jefe de Estado Mayor, en un
vídeo remitido a la cadena noticiosa británica BBC por parte de su abogado.
Mencionó que un alto jefe militar, al cual no identificó, acudió el sábado a su
casa y le advirtió que “no podía comunicarse con la gente por haber
criticado al gobierno en las reuniones en que estuvo presente.”
Al
parecer, el príncipe Hamzah bin Abdullah se encuentra desde entonces con su
familia en su palacio sujeto a arresto domiciliario.
Jordania,
un país de diez millones de habitantes, con escaso territorio, recursos
naturales y una economía muy dependiente del turismo y las ayudas
internacionales, se vio muy afectado económicamente por la pandemia del
coronavirus y las oleadas masivas de refugiados provenientes de Siria, su
vecino al Norte, lo que facilitó el accionar de los complotados.
Sin
embargo, el rey Abdullah cortó de raíz el complot y al parecer mantiene el
control total del país mientras recibe la solidaridad internacional de los
Estados Unidos, las monarquías del Golfo y hasta de Turquía e Irán.
Pero,
el primero en hacer llegar su solidaridad incondicional fue el monarca
marroquí, Mohammed VI, una voz que adquiere cada vez mayor peso en los asuntos
internacionales como así lo demuestra la crisis jordana.
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