El Tribunal Constitucional del Perú
sepulta las ilusiones del Frente Polisario de hacer creer al mundo que unos
miserables campamentos en el Sahara argelino son un Estado.
El
Tribunal Constitucional del Perú acaba asentar un demoledor golpe a las
pretensiones del Frente Polisario de hacer creer que la inexistente República
Árabe Saharaui Democrática (RASD) es realmente un Estado al rechazar por
improcedente un intento de simular que una activista polisaria era una “diplomática”.
En
realidad el hecho se remonta al 9 de septiembre de 2017. Ese día la activista
Jadiyetu El Mohtar Sidahmed intentó ingresar a territorio peruano con un
pasaporte apócrifo de “diplomática saharaui” y otro como ciudadana
española.
Cuando
la activista intentó ingresar por el control migratorio del Aeropuerto de Lima
se activó una alerta roja y fue conducida por las autoridades a las oficinas
internas que allí tiene la Superintendencia Nacional de Migraciones del Perú
donde un funcionario notificó a Jadiyetu El Mohtar que se le denegaba el
ingreso al país por que en un Informe de la Comisión de Relaciones Exteriores
del Congreso de ese país se denunciaba que en una visita anterior había
desarrollado “acciones políticas de un diplomático sin tener reconocimiento
oficial de esa condición”.
Además,
el funcionario peruano le reiteró a El Mohtar que las relaciones diplomáticas
con la RASD “estaban suspendidas desde el año 1996”. Por ese motivo “el
gobierno peruano no reconoce el ejercicio oficial de representación en
gestiones diplomáticas a delegados de la RASD”.
El
Frente Polisario suele emplear como táctica habitual hacer ingresar a sus
activistas con visas turísticas y pasaportes españoles o argelinos, una vez en
el país se presentan en los círculos políticos de izquierda y entre el
estudiantado universitario como “embajadores” de la inexistente RASD. Luego
antes que el país en cuestión tenga reaccionar frente a estas actividades de
propaganda abandonan el país. Así, se pretende montar la ilusión de un supuesto
Estado saharaui.
Inmediatamente
la activista saharaui decidió aprovechar propagandísticamente el incidente.
Jadiyetu El Mohtart se mantuvo durante 19 días viviendo en la zona de “viajeros
en tránsito” del Aeropuerto de Lima negándose a embarcarse a su país de
origen, no aceptó las facilidades de alojamiento ofrecidas por el gobierno
peruano y se rehusó a ingresar como ciudadana española para actividades
turísticas bajo apercibimiento de no desarrollar acciones políticas ni
participar en actos públicos.
Mientras
tanto el aparato de propaganda del Frente Polisario inició una de sus
habituales campañas internacionales de solidaridad y consiguió que un grupo de
abogados presentase un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional del
Perú.
Después
de algo más de dos semanas de circo mediático el gobierno peruano finalmente
perdió la paciencia y cinco policías embarcaron por la fuerza a Jadiyetu El
Mohtar en un vuelo con destino a Madrid. Al arribar al aeropuerto de Barajas
siguió la maniobra propagandística destinada a disimular el enorme papelón
mundial de la expulsión de un falso diplomático saharaui.
No
obstante el trámite judicial en Perú siguió su curso y ahora cuatro años más
tarde el Tribunal Constitucional del Perú puso fin a la cuestión con un fallo
unánime de sus siete magistrados quienes consideraron infundada la demanda de
habeas corpus, recurso que la defensa de Jadiyetu El Mohtar había presentado
contra el director General de Migraciones y Naturalización del ministerio del
Interior, los funcionarios de la Dirección General de Migraciones y
Naturalización del ministerio del Interior y el ministro de Relaciones
Exteriores del Perú, que se inició el 9 de septiembre de 2017.
Esta
decisión judicial no sólo ratifica la inexistencia de la RASD y sus falsos
diplomáticos sino también el aire de decadencia y descredito internacional que
rodea al Frente Polisario y a la causa separatista que solo sobrevive por el
apoyo de todo tipo que le suministra el gobierno de Argelia y un puñado cada
vez más reducido de partidos de izquierda y compañeros de ruta dedicados
profesionalmente a defender causas seudo humanitarias para mantener cierta
vigencia política.
Las
tácticas que los separatistas del Frente Polisario han empleado durante
cuarenta años para sostener su existencia no convencen a nadie y su
organización esta condenada a desaparecer a mediano plazo como ocurrió en su
momento con el IRA irlandés o la ETA en España.
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