El
rey Mohammed VI ha hecho del cambio en el paradigma energético del Reino hacia un
mayor empleo de energías renovables y limpias un objetivo nacional para
Marruecos.
Seguramente, en el futuro
cuando los historiadores analicen los logros del reinado de Mohammed VI
destacaran como una de las mayores preocupaciones del monarca marroquí, después
de la inclaudicable defensa de la soberanía del Reino sobre sus provincias del
Sur y la constante preocupación por la plena vigencia de los derechos humanos,
a sus esfuerzos pro convertir a Marruecos en abanderado de la revolución
energética mundial basada en fuentes de energía renovable.
Precisamente, el desarrollo
sostenible de las provincias del Sur y la diversificación de la matriz
energética de Marruecos se combinan en la política implementada por el monarca
alauí.
Mohammed VI ha apostado fuerte
en favor de las energías renovables para compensar el incremento de consumo
energético que ha generado el acelerado proceso de crecimiento económico e
industrialización que vive el reino magrebí, especialmente, debido a la llegada
de importantes inversiones extranjeras.
El incremento de consumo
energético se ha estimado en un 5,4% anual para el período 2014 / 2023 y el
Reino pretende que esa mayor demanda sea abastecida por energías renovables.
Desde 2009, con la implementación
del “Plan Solar” y el “Programa Integral de Energía Eólica, Marruecos se
propuso alcanzar en 2020 un mix-energético que incluyera un 42% de energía
proveniente de fuentes renovables, combinando 14% de energía solar, 14% de
eólica y 14 hidráulica.
Ahora, cuando está a punto de
cumplir con esa meta, Mohammed VI ha elevado la apuesta e intenta abastecer en
un 52% con energías renovables (20% de energía solar, 20% eólica y 12%
hidráulica) el consumo energético del Reino dejando, gradualmente, atrás la era
de los combustibles fósiles y contribuyendo significativamente a la lucha
contra el cambio climático.
Para alcanzar este objetivo,
Marruecos tendrá que encarar inversiones para obtener 10.000 MW adicionales de
fuentes renovables en el período 2018 – 2030; (esto incluye 4.500 MW de energía
solar, 4.200 MW de eólica y 1.300 MW de hidroeléctrica). En total estas
inversiones supondrán 40.000 millones dólares en los próximos quince años.
Este es un objetivo totalmente
posible para un país que debido a su posición geográfica privilegiada cuenta
con un potencial solar de 3.500 horas de sol al años, especialmente en sus
provincias del Sur.
Es así como, en abril de 2018,
con la puesta en marcha del complejo solar Noor Ouarzazat, con sus 582 MW, que,
con la exitosa sincronización con la torre Noor Ouarzazat, consolidó su
posición de liderazgo internacional en la materia con el mayor complejo solar
multi-tecnológico en funcionamiento del mundo.
Las centrales solares Noor
Laayún y Noor Boujdour también se complementaron, con una capacidad combinada
de 100 MW. Estas dos centrales se construyeron en el marco de un innovador plan
de financiamiento que empleó la primera emisión de “bonos verdes” del Reino.
Precisamente, estas dos
centrales forman parte de los primeros proyectos de desarrollo para las
provincias del Sur promovido por Mohammed VI en beneficio de la población
local.
También la energía eólica
tiene un importante papel que cumplir en el desarrollo del Sáhara marroquí. Los
parques eólicos de Midelt, con 180 MW, y de Taza, con una primera fase de 100
MW, comenzaran a producir energía limpia y renovable en el primer semestre de
2019.
También en 2019, se pondrá en
marcha el proyecto de repotenciación del parque eólico de Koudia El-Baida que
incrementará su capacidad de 50 MW a 120 MW con la incorporación de los mayores
avances tecnológicos en este campo.
Mohammed VI también dispuso
loa implementación de un programa integrado adicional para respaldar todas las
plantas desalinizadoras de agua programadas con unidades de producción de
energía renovable para garantizar su autonomía y permitir ahorrar energía,
basándose prioritariamente en los depósitos disponibles cerca de las plantas,
como la energía eólica en Dakhla, o incluso en la exploración de nuevas fuentes
de energía, como la conversión de energía proveniente de biomasa en las grandes
ciudades como Casablanca.
Estas inversiones, desarrollos
y proyectos en materia de empleo de fuentes de energía renovable convierten claramente
a Marruecos en un país líder en el campo del empleo de energías renovables. Un
logro indudable de la visión estratégica y modernizadora de Mohammed VI.
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