MARRUECOS PRESIDENTE DE LA 3ª COMISIÓN
Marruecos,
en una muestra de su cada día más ascendiente imagen internacional, fue elegido
el 15 de junio pasado, en la persona de su embajador ante la Organización de
Naciones Unidas, Omar Hilale, por unanimidad de los 193 Estados miembros de la
Organización, presidente de la Tercera Comisión para la 70ª Sesión de la
Asamblea General de la ONU.
La
designación de Marruecos, en representación de África, en la presidencia de
esta estratégico órgano de la Asamblea General de Naciones Unidas es un claro
reconocimiento internacional de las audaces reformas implementadas por el Rey
Mohammed VI, desde su ascensión al trono marroquí, en el ámbito de los derechos
humanos y de su solidaridad y compromiso en la búsqueda de soluciones para los
problemas que aquejan a muchos de los países africanos.
LOS DERECHOS HUMANOS EN MARRUECOS
Podemos
reseñar algunas de las principales medidas en materia de protección a los
derechos humanos aplicadas en Marruecos desde la asunción al trono del rey
Mohammed VI, en 1999, de la siguiente forma.
Entre
las decisiones más importantes adoptadas en este campo cabe mencionar la
reforma al Código de Familia o Al-Mudawana, la Instancia para la Equidad y la
Reconciliación, el Consejo Nacional de Derechos Humanos, la creación de la
Autoridad para la Paridad y la Lucha contra las Formas de Discriminación
(APALD) y la misma reforma constitucional de 2011. Veamos una breve referencia
a cada una de estas medidas:
El Código de Familia permitió que la mujer
marroquí ya no necesitara autorización ni tutor para contraer matrimonio, puede
negarse a un matrimonio pactado que “por
el honor de la familia” antes debía aceptar, pudo ejercer su derecho al
divorcio, la edad para contraer matrimonio se elevó de los 15 a los 18 años y
los hijos varones de padres separados podían decidir con que progenitor vivir a
los 15 años, entre otras muchas medidas. A partir de la sanción de Al-Mudawana,
la mujer marroquí consiguió la mayoría de edad, un hecho hasta ahora inimaginable,
en la mayoría de los países musulmanes.
La Instancia para la Equidad y la
Reconciliación, creada el 20 de abril de 2004, constituye una iniciativa
similar a la adoptada por el presidente Raúl Alfonsín, en 1983, al crear la Comisión Nacional para la Desaparición de
Personas y a la que en Sudáfrica se implementó, en 1994, al crear la Comisión para la Reconciliación y la Verdad.
Este organismo elaboró un informe estableciendo la responsabilidad de los
organismos de seguridad marroquíes, en relación con casos de violaciones graves
de derechos humanos, e instó a la presentación por parte del Estado de las
correspondientes excusas y compensaciones económicas a las víctimas.
El Consejo Nacional de Derechos Humanos, es
un organismo que nació como “consejo
consultivo”, es decir como una entidad de asesoramiento, y luego se
transformó en una institución gubernamental encargaba de la protección de los
derechos humanos y las libertades en Marruecos. Cuenta con trece “comisiones regionales” con facultades
para recibir y examinar las denuncias e intervenir en casos de violaciones a
los derechos humanos. En materia de protección a los derechos humanos el Consejo interviene en cuatro niveles: el
monitoreo, el tratamiento de las denuncias, la mediación e intervención por
anticipación y las investigaciones.
Además
este organismo tiene competencia en materia de derecho internacional
humanitario y en la aplicación de las convenciones internacionales a las que ha
adherido Marruecos. El Consejo elabora un “Informe Anual” sobre el estado de
los derechos humanos y el balance y perspectivas de acción del organismo. Para
la promoción de los derechos humanos este consejo mantiene relaciones de
colaboración con otras instituciones internacionales tales como el Centro
Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos argentino (CIPDH) que
depende del Ministerio de Justicia.
La Autoridad para la Paridad y la Lucha contra
Todas las Formas de Discriminación (APALD) es una entidad especializada,
creada en virtud de los artículos 19 y 164 de la Constitución de 2011, a la
cual le concierne en forma exclusiva la lucha contra la discriminación por
razón de sexo, en especial en casos de violencia de género o violencia
familiar. Es una institución con oficinas territoriales en todo Marruecos.
La Constitución de 2011 se ocupa del
establecimiento y protección de los derechos humanos en cuarenta de sus ciento
ochenta artículos. En su Preámbulo establece que, fiel a su decisión
irreversible de construir un Estado democrático de derecho, el Reino de
Marruecos constituye un Estado fundado en los principios de participación
pluralismo y recto gobierno. Asimismo, proclama los principios de seguridad,
libertad, igualdad de oportunidades, respeto por la dignidad y justicia social,
así como el compromiso del pueblo marroquí respecto a los valores de apertura,
moderación, tolerancia y diálogo para el entendimiento mutuo entre todas las
culturas y civilizaciones del mundo.
En
cuanto a los derechos individuales, se reconoce la igualdad de sexos, a la
seguridad, el derecho a la integridad física y moral, prohibiéndose la tortura
y los tratos inhumanos o vejatorios, derecho a no ser detenido arbitrariamente,
a la defensa, a no declarar, a la presunción de inocencia, a la asistencia
jurídica y a un juicio justo, derecho a la inviolabilidad del domicilio, la
libertad de opinión, pensamiento y expresión en todas sus formas, la libertad
de creación y expresión artística, así como la libertad de comunicarse, derecho
al acceso a la información pública, libertad de prensa sin censura previa, libertad
de reunión, manifestación pacífica, asociación y afiliación sindical y
política, derecho a elegir y ser elegido, libertad de empresa, derecho a la
propiedad, derecho a una educación pública y derecho al matrimonio, recociendo
la igualdad de los niños con independencia de su estado civil.
Son
precisamente estas instituciones y las reformas e iniciativas desarrolladas en
estos años los que otorgan a Marruecos la entidad suficiente en materia de
protección a los derechos humanos como para presidir esta importante Comisión
de la Asamblea General.
RESUMIENDO
Las
medidas que desde hace más de una década viene adoptando Marrueco para la
promoción de los derechos humanos y el hecho de haber alcanzado ahora la
presidencia de la 3ª Comisión de la Asamblea General de la ONU han convertido
al reino del Magreb en un claro referente en esta materia en África y en los
países de Medio Oriente y confirman el creciente liderazgo internacional del
Rey Mohammed VI.
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