jueves, 31 de julio de 2025

Marruecos vuelca su solidaridad en Palestina


 


El rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Quds, lidera la respuesta solidaria del pueblo marroquí frente a la tragedia humanitaria que vive el pueblo palestino.

 

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En medio del deterioro humanitario sin precedentes en la Franja de Gaza, Marruecos ha vuelto a situarse en la primera línea de la solidaridad internacional con la población palestina. Por instrucciones directas de Su Majestad el Rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Quds, el Reino ha enviado un nuevo cargamento de 180 toneladas de ayuda humanitaria urgente destinado a aliviar el sufrimiento de miles de civiles atrapados en la espiral de violencia y escasez.

La operación, coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, comprende grandes cantidades de productos alimentarios, suministros médicos esenciales y agua potable. La entrega se está realizando a través de una ruta segura que garantiza el rápido acceso de estos recursos a la población palestina necesitada eliminado el fantasma de la hambruna que la amenza. La medida humanitaria se inscribe, según Rabat, “en el marco del compromiso constante del Soberano en favor de la causa palestina”.

Esta acción no es un gesto aislado, sino la continuidad de una política humanitaria sostenida. En marzo de 2024, Marruecos logró lo que ningún otro país había conseguido hasta entonces: hacer llegar un cargamento de ayuda a Gaza por vía terrestre a través de Israel, tras un transporte aéreo hasta Tel Aviv. Aquella operación pionera, compuesta por 40 toneladas de alimentos, medicinas y mantas, marcó un hito logístico en la cooperación internacional hacia Palestina.

Apenas unos meses después, una nueva entrega —esta vez de 180 toneladas— incluía productos infantiles, tiendas de campaña y material quirúrgico. Todo ello bajo el amparo del Comité Al-Quds, institución presidida por el rey alauí y dedicada a la defensa del estatus de Jerusalén Este y del pueblo palestino.

Pese al mejoramiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel desde 2020, en el marco de los Acuerdos de Abraham, el Reino ha mantenido firme su respaldo político y moral a Palestina. En múltiples foros árabes e internacionales, Mohammed VI ha reiterado su adhesión a la solución de los dos Estados, con Jerusalén Este como capital palestina, y ha exigido el respeto del Derecho Internacional por parte de Israel.

En febrero pasado, en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, el embajador marroquí Mohamed Ait Ouali remarcó la necesidad de impulsar la reconstrucción de Gaza y apoyar los proyectos económicos palestinos. Poco antes, el Comité Ejecutivo de la OLP había reconocido públicamente la mediación exitosa de Marruecos para liberar fondos congelados por Israel.

Este equilibrio diplomático —mantener relaciones con Israel sin renunciar al apoyo a Palestina— no está exento de tensiones internas, que Su Majestad el Rey Mohammed VI ha sabido superar con sabiduría y valentía.

A pesar de la complejidad regional, Marruecos ha reforzado su perfil como actor humanitario clave en el mundo árabe. En la reciente Cumbre de la Liga Árabe celebrada en mayo, Mohammed VI dejó clara su postura: “Reafirmamos nuestro apoyo constante al pueblo palestino para recuperar sus derechos legítimos y establecer su Estado independiente y soberano”.

En Gaza, donde la cifra de víctimas supera los 65.000 muertos según fuentes palestinas, y donde la infraestructura civil está al borde del colapso, el cargamento marroquí supone un alivio, aunque parcial. En actual contexto de bloqueo, bombardeos y devastación, la intervención del monarca marroquí adquiere una dimensión política y humanitaria difícil de soslayar.

Más allá del peso simbólico, la ayuda marroquí representa una línea de continuidad en la defensa de los valores de justicia, dignidad y solidaridad en Oriente Medio. Y sitúa a Mohammed VI como uno de los pocos líderes árabes con capacidad de tender puentes sin perder de vista el drama de Palestina.

 

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