La inauguración de la oficina África
de la FIFA en el Complejo Mohammed VI de Salé simboliza un nuevo capítulo en la
proyección global de Marruecos como potencia futbolística y centro neurálgico
del desarrollo deportivo en el continente africano.
Contenido:
En
una jornada colmada de simbolismo, con la presencia de los máximos dirigentes
del fútbol mundial y africano, Marruecos celebró este sábado un hito sin
precedentes: la inauguración de la nueva sede de la FIFA para África. Ubicada
en el imponente Complejo Mohammed VI de Fútbol en Salé, a pocos kilómetros de
Rabat, esta nueva oficina representa mucho más que una descentralización
administrativa. Es, en palabras de Gianni Infantino, presidente del organismo
rector del fútbol mundial, “un centro mundial que tendrá un impacto global
en la práctica del fútbol”.
La
ceremonia oficial, que coincidió con las celebraciones por la Fiesta del Trono,
del próximo 30 de julio, congregó a figuras de peso como el propio Infantino,
el presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Patrice Motsepe, y
el presidente de la Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF), Fouzi Lekjaa.
Todos coincidieron en un diagnóstico: Marruecos ha dejado de ser una promesa
para convertirse en una realidad palpable en el mapa futbolístico global.
Una
infraestructura a la altura de los grandes
El
Complejo Mohammed VI no es solo una academia o un centro deportivo. Erigido
como una obra estratégica impulsada por el Rey Mohammed VI, su infraestructura
cuenta con instalaciones de última generación para el entrenamiento,
alojamiento y formación de jugadores, árbitros, técnicos y dirigentes. Es un
ejemplo de cómo un país puede traducir una política pública deportiva en una
plataforma de desarrollo humano, con vocación continental y proyección global.
En
este moderno complejo se diseñarán políticas, se planificarán competencias y se
fortalecerán vínculos con las 54 federaciones africanas. Para Patrice Motsepe,
la elección de Marruecos como sede era natural: “No podría haberse elegido
mejor lugar. El país ha demostrado, en los hechos, su compromiso con el
crecimiento del fútbol en todas sus variantes”.
Marruecos:
locomotora del fútbol africano
La
inauguración de la sede no llega en un vacío. Marruecos lleva años consolidando
su peso específico en el fútbol continental. Fue el primer país africano en
alcanzar las semifinales de una Copa del Mundo masculina, en Catar 2022. Su
selección femenina debutó con éxito en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda
2023 y disputará por segunda vez consecutiva la final de la Copa Africana de
Naciones femenina, en la misma jornada de la inauguración, en Rabat.
Además,
Marruecos organizará cinco ediciones consecutivas del Mundial Femenino Sub-17,
a partir de 2025, y será sede de la Copa Africana de Naciones masculina en
diciembre de este año. Pero su mayor desafío está en el horizonte: coorganizar
el Mundial de 2030 junto con España y Portugal, en una edición centenaria que,
en palabras de Infantino, “será la más hermosa jamás vista”.
La
nueva oficina en Rabat sustituye a la que antes operaba desde París y se suma a
una red de sedes regionales que la FIFA ha impulsado para estrechar vínculos
con sus federaciones miembro, como las ya existentes en París, Miami, Yakarta o
Dubái. Se trata de un paso más en el proceso de africanización del fútbol
global, con Marruecos como punta de lanza.
Diplomacia
del balón
La
sede de la FIFA en África no es solo un reconocimiento a los logros deportivos
marroquíes. También es un éxito diplomático. El Reino ha sabido capitalizar su
estabilidad institucional, su inversión sostenida en infraestructuras y su
vocación panafricana para posicionarse como puente entre Europa, el mundo árabe
y África subsahariana.
La
visión del rey Mohammed VI, expresada a través de su política de “África
para los africanos”, ha encontrado en el deporte una herramienta eficaz de
proyección internacional. Así lo destacó Fouzi Lekjaa al referirse a Marruecos
como “una tierra de encuentro y de diálogo entre civilizaciones, al servicio
del desarrollo de la juventud africana”.
Infantino,
por su parte, elogió sin reservas al soberano marroquí: “Quiero agradecer a Su
Majestad el Rey Mohammed VI por el impulso sin precedentes que ha dado al
deporte. Lo que se está haciendo aquí no solo es bueno para Marruecos o para
África. Es bueno para el mundo entero”.
Un
futuro prometedor
La
sede africana de la FIFA en Rabat funcionará como un espacio de trabajo,
formación y toma de decisiones, pero también como símbolo. Un símbolo de un
continente que quiere tomar las riendas de su destino futbolístico y dejar de
ser periférico en las grandes decisiones del deporte rey.
Infantino
lo resumió con claridad: “África es FIFA. Y desde aquí, desde Marruecos, vamos
a construir el futuro del fútbol mundial”.
En
tiempos donde el fútbol profesional está atravesado por intereses comerciales,
tensiones geopolíticas y desigualdades persistentes, la experiencia marroquí
ofrece una lección: con voluntad política, inversión estratégica y visión de
largo plazo, el balón también puede ser un instrumento de unidad, desarrollo e
identidad.
Tres
claves de la nueva sede de la FIFA en África
- Infraestructura de
vanguardia: El Complejo Mohammed VI en Salé
cuenta con canchas profesionales, unidades médicas, residencia para
jugadores y áreas de formación.
- Proyección continental:
Marruecos será sede de la CAN 2025 y del Mundial 2030, y albergará
múltiples torneos femeninos juveniles en los próximos cinco años.
- Visión diplomática:
La oficina refuerza la imagen del país como referente continental y
promotor del fútbol como herramienta de integración y desarrollo.
Marruecos
no solo juega al fútbol. Lo piensa, lo planifica y lo proyecta. Desde ahora, con oficina propia para África.
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