Jeannette Jara, la candidata
oficialista, lidera las encuestas para los comicios presidenciales de este
domingo, pero la ultraderecha de José Antonio Kast y la derecha tradicional de
Evelyn Matthei confían en una victoria en segunda vuelta. La seguridad y el
voto obligatorio marcan una elección que cierra un ciclo de promesas
frustradas.
Chile
se mira de nuevo al espejo este domingo 16 de noviembre. Lo hace con una mezcla
de cansancio y una esperanza cautelosa, al final del ciclo de Gabriel Boric, el
primer presidente nacido tras el retorno a la democracia. El país que Boric
deja está lleno de ambigüedades, marcado por el fracaso del proceso
constituyente, una crisis de seguridad que domina la agenda y un mapa político
donde los moldes tradicionales ya no encajan.
Más
de quince millones de chilenos están llamados a las urnas en unas elecciones
que, por primera vez en décadas, para una presidencial, cuentan con voto
obligatorio. Esta variable introduce una incertidumbre radical, con casi cinco
millones de nuevos votantes forzados a participar, un electorado silencioso que
nadie sabe a ciencia cierta cuáles son sus preferencias.
La
contienda, que también renueva el Congreso, se ha configurado como una batalla
de tres grandes proyectos. Sin embargo, el foco está puesto en los tres
candidatos con mayor caudal electoral: la comunista Jeannette Jara, el
ultraconservador José Antonio Kast y la liberal-conservadora Evelyn Matthei.
Aunque
Jara, la abanderada única de la izquierda, se mantiene como favorita para ganar
la primera vuelta, todos los sondeos pronostican que será derrotada en el
balotaje del 14 de diciembre por cualquiera de sus dos rivales de derecha. La
elección de este domingo, por tanto, se vive en la práctica como una primaria
de la derecha para decidir quién será la punta de lanza que enfrente a la
izquierda radical.
Los
tres rostros del dilema chileno
La
papeleta ofrece tres visiones de país encarnadas por figuras que representan la
herencia del Gobierno, la ruptura radical o la gestión tradicional.
Jeannette
Jara: La simpatía comunista
Jeannette
Jara Román (51 años), la dirigente comunista, es la gran apuesta del
oficialismo. Como ministra del Trabajo de Boric, se convirtió en una de las
figuras mejor valoradas del gabinete y la artífice de los dos mayores logros
legislativos del Gobierno: la reforma de pensiones y la reducción de la jornada
laboral a 40 horas semanales.
Militante
del Partido Comunista (PC), su biografía rompe con el estigma que su partido
arrastra en Chile. Nacida en Conchalí, en la periferia de Santiago, de origen
humilde y educada en el sistema público, fue dirigente estudiantil en los 90 y
sindical en el Servicio de Impuestos Internos antes de licenciarse en Derecho.
- Propuestas:
Encarna un "modelo social-estatal" centrado en la
protección social, la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Ante
la crisis de seguridad, ha endurecido su discurso: propone levantar el
secreto bancario para perseguir el dinero del narco, establecer mayores
impuestos, reforzar el control de puertos y construir nuevas cárceles.
- Fortalezas y Debilidades:
Su mayor fortaleza es una innegable simpatía personal que le ha permitido
sortear la alta impopularidad del PC. Es una debutante en la arena
presidencial, lo que le da un aire de renovación. Sus debilidades son, precisamente,
su militancia comunista y la cercanía con Boric. Sus rivales la atacan
como "la continuadora de un gobierno fracasado" y "la
ministra del desempleo".
José
Antonio Kast: La apuesta a la mano dura
José
Antonio Kast Rist (59 años) no es un desconocido. Este será su tercer intento
por alcanzar La Moneda, tras ser derrotado en la segunda vuelta de 2021 por
Gabriel Boric. Abogado y exdiputado de la UDI, fundó el Partido Republicano
como una escisión más a la derecha de la derecha tradicional.
Hijo
de migrantes alemanes y hermano de un exministro de Pinochet, Kast defiende con
orgullo el "orden, la seguridad y los valores tradicionales".
Esta alineado con las ideas que en el plano internacional sostienen figuras
como Donald Trump, Georgia Meloni, Javier Milei y Santiago Abascal.
- Propuestas:
Su programa es una réplica del "modelo Bukele" de El
Salvador. Promete cárceles de alta seguridad con aislamiento total, y un
control fronterizo con "vallas, zanjas y 3.000 unidades
militares". Propone la expulsión masiva de inmigrantes irregulares y
un recorte drástico del gasto público de 6.000 millones de dólares.
- Fortalezas y Debilidades:
Su fortaleza es su sintonía absoluta con la principal preocupación
ciudadana: la seguridad. En un país "extremadamente
atemorizado", su discurso radical resuena. Es visto como el
candidato con mayor capacidad para unificar a toda la derecha en un
balotaje. Su debilidad es su extremismo, que repele al centro y su defensa
de la dictadura de Pinochet.
Evelyn
Matthei: La gerente de la derecha tradicional
Evelyn
Matthei Fornet (71 años) es la encarnación de la derecha histórica. Hija del
general de la Fuerza Aérea y miembro de la Junta Militar, Fernando Matthei, su
carrera política abarca toda la historia del retorno a la democracia: fue
diputada, senadora, ministra del Trabajo bajo Sebastián Piñera y alcaldesa de
la influyente comuna de Providencia.
Economista
de formación, esta es su segunda carrera presidencial tras ser derrotada por
Michelle Bachelet en 2013. Representa a la Unión Democrática Independiente
(UDI) y a los partidos tradicionales de Chile Vamos.
- Propuestas:
Representa a una "derecha liberal moderna" centrada en la
"estabilidad económica y la gestión eficiente". En
economía, propone "una tijera de podar" en el Estado, en
contraposición al "hacha" de Kast. En seguridad, no se
queda atrás: propone una Policía Militar Fronteriza, fosas, centros de
expulsión y cinco nuevas cárceles.
- Fortalezas y Debilidades:
Su principal activo es su imagen de gestora eficiente y su capacidad para
atraer al votante de centro. Sin embargo, tras liderar las encuestas
durante meses, su campaña ha perdido fuelle. Es vista por algunos como una
figura del "establishment" y su sector (Evópoli) ha
mostrado una enorme resistencia a una eventual alianza con Kast.
Una
campaña marcada por el miedo y la polarización
La
campaña que finaliza ha girado casi exclusivamente en torno a la seguridad. Los
temas sociales que impulsaron el estallido de 2019 y el gobierno de Boric han
sido reemplazados por el miedo al crimen organizado, el narcotráfico y la
inmigración irregular.
Esto
ha beneficiado a la derecha, que compite dividida pero con ventaja. La primera
vuelta es una lucha fratricida entre Kast y Matthei por demostrar quién tiene
la mano más dura. Kast cerró su campaña en el Movistar Arena ante 10.000
personas, prometiendo un "gobierno de emergencia" donde "el
delincuente tenga miedo".
Jeannette
Jara, por su parte, busca polarizar la elección en otros términos. En su cierre
en la popular comuna de Maipú, aseguró que lo que está en juego son "dos
modelos muy distintos de país". Su estrategia pasa por intentar
desmarcarse sutilmente de Boric y apelar a la protección social frente al "odio
y el miedo" que, según ella, representa Kast.
Tres
escenarios para la segunda vuelta
Salvo
una sorpresa mayúscula, nadie alcanzará el 50% este domingo, y Chile se
encaminará a una segunda vuelta el 14 de diciembre. El orden de los factores sí altera el producto.
- Escenario 1: Jara vs.
Kast (El más probable) Es el escenario que
vaticinan la mayoría de las encuestas y una repetición del balotaje de
2021. Sería un choque de polos: la candidata comunista contra el líder
ultraconservador. En este enfrentamiento, Kast es el claro favorito.
Lograría unificar a toda la derecha, desde los liberales de Matthei hasta
los libertarios de Kaiser, en un bloque cohesionado contra el oficialismo.
- Escenario 2: Jara vs.
Matthei (La disputa por el centro)
Si Matthei logra revertir las encuestas y superar a Kast, el escenario se
complica para la izquierda. Matthei es vista como más moderada y tendría
una capacidad mucho mayor para capturar al votante de centro e incluso a
sectores de la antigua Concertación huérfanos de representación. Las
encuestas también la dan como ganadora frente a Jara.
- Escenario 3: Jara vs.
Kaiser (El terremoto libertario)
Un escenario "improbable pero no imposible" es que el
cuarto candidato en liza, el libertario Johannes Kaiser —apodado el "Milei
chileno"—, dé la sorpresa y supere a Kast. Esto provocaría una
crisis en la derecha. La derecha tradicional, que ya "le dolería
el estómago" pactando con Kast, encontraría "enorme
resistencia" en apoyar a Kaiser. Aunque las encuestas muestran a
Jara perdiendo incluso contra él, esta fractura podría ser la única y
remota posibilidad de victoria para el oficialismo.
Chile,
un país que hace apenas cuatro años votó por un cambio refundacional, llega a
estas elecciones agotado. La elección de este domingo no decidirá solo un
presidente; decidirá cuál de los miedos chilenos es más fuerte: el miedo al
desorden y la delincuencia, o el miedo a las soluciones extremas.







