LA RESOLUCIÓN 2218
En una votación por
unanimidad, el Consejo de Seguridad de la ONU acaba, una vez más, de renovar el
mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara
Occidental (MINURSO) que desempeña operaciones de mantenimiento de la paz en la
frontera de Marruecos con Argelia, especialmente el alto el fuego entre las
fuerzas armadas marroquíes y las milicias separatistas del Frente Polisario
armadas y protegidas por Argel.
La MINURSO fue establecida, en 1991, y su mandato se
renueva anualmente, en esta ocasión hasta abril de 2016. Todos los años al
aproximarse el momento de la renovación del mandato de la fuerza de paz, tanto
el Frente Polisario como Argelia realizan intensas gestiones diplomáticas y
presiones políticas de todo tipo tendientes a obtener algunas ventajas.
En los últimos años, el Frente Polisario realizaron
maniobras intentando desnaturalizar la función originaria de la MINURSO
tratando de involucrarla en actividades para las cuales no fue concebida ni
preparada, como la supervisión del cumplimiento de los derechos humano, pese a
que los dirigentes polisarios contaban con el abierto apoyo de Argelia y la
Unión Africana. Pero, todos sus intentos resultaron infructuosos frente a la
decidida aptitud de Marruecos y a su firme compromiso en la promoción de los
derechos humanos tal como ha reconocido la comunidad internacional.
La Resolución 2218, recientemente aprobada por el
Consejo de seguridad fue un claro revés para el Frente Polisario y sus
asociados. El órgano ejecutivo de la ONU realizó en esta Resolución un “llamamiento a las partes y a los Estados
vecinos para que cooperen más plenamente con las Naciones Unidas y entre sí e
intensifiquen su implicación para poner fin a la actual situación de
estancamiento y avanzar hacia una solución política.”
“Reconociendo –sigue la Resolución- que el logro de una solución política a está controversia de larga data
y la mejora de la cooperación entre los Estados miembros de la Unión del Magreb
Árabe contribuirían a la estabilidad y la seguridad de la región del Sahel.”
LA ÚNICA SOLUCIÓN
Al tiempo que calificaba de serios y creíbles los esfuerzos
de Marruecos por encontrar una solución política del conflicto a través de la
“Iniciativa Marroquí de Autonomía para la región del Sáhara, de abril de 2007.
En los considerandos previos a la votación formulados por los representantes de
los Estados miembros del Consejo, el delegado de Francia, Alexis Lamek, afirmó
que su país “considera al Plan de
Autonomía presentado por Marruecos como una base sería y creíble para una
solución negociada” y que “confiere
el impulso necesario al proceso político en el Sáhara.”
Finalmente, el Consejo de Seguridad demandó que tanto
el Frente Polisario como Argelia permitan el libre acceso a los funcionarios
internacionales para llevar a cabo un censo y registro efectivo de la población
asentada en los campos de Tinduf.
EL NEGOCIO DEL CENSO
Los dirigentes del Polisario se oponen a la
realización del censo, como así también a que los residentes en los campamentos
puedan viajar fuera de ellos a Marruecos o cualquier otro país, debido a que en
sus informes suelen incrementar artificialmente la cantidad de pobladores y el
volumen de la ayuda humanitaria que realmente distribuyen entre la población.
El Frente Polisario y Argelia se dedican en forma
sistemática y organizada a la venta masiva de la ayuda humanitaria, recibida
anualmente de Europa, para ello declaran que la población de los campos es de
155.000 personas. Sin embargo, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude
(OLAF) encargó al Centro de Investigación de Ispra (Italia), dependiente de la
Unión Europea, que determinase –mediante fotointerpretación de imágenes
satelitales- el real volumen de esa población, al cifra obtenida por el Centro
fue de 91.000 personas. Aunque fuentes marroquíes estiman que la cifra real no
supera los 60.000 habitantes.
Esto permite a los dirigentes polisarios, con la
complicidad de la Media Luna Roja argelina, apropiarse ilegalmente de la ayuda
alimentaria destina a alimentar al menos a 64.000 personas inexistentes. La
ayuda humanitaria excedente es luego vendida en sus propios envases –con la
sigla que identifica a la Oficina Europea de ayuda humanitaria de la Comisión
Europea (ECHO)-, en marcados informales de Argelia, Mauritania y Malí.
Este fabuloso negocio ilegal financia con dinero de
los contribuyentes europeos parte de las actividades internacionales del Frente
Polisario, pero la mayor parte de este dinero ilegal termina en las cuentas
secretas que los dirigente del Polisario y altos funcionarios argelinos
mantienen en diversos paraísos fiscales, tal como ha denunciado el presidente
del Centro Europeo de Inteligencia Estratégica y Seguridad (ESISG)
Sintetizando, el balance general de la Resolución 2218
del Consejo de Seguridad de la ONU es ampliamente favorable a los intereses de
Marruecos en la medida que recoge muchos de sus reclamamos y argumentaciones
para la búsqueda de una solución junta del litigio que afecta sus provincias
del Sur.
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