Debe el pueblo
ucraniano inmolarse como los judíos de Massada para mantener a Zelensky en el
poder y ayudar a la OTAN a contener el expansionismo ruso.
La historia registra muchos hechos de resistencias heroicas
y desesperadas hasta la muerte.
Algunos de ellos han sido protagonizados por reducidas
fuerzas militares como la tan recordada del rey Leónidas y sus trescientos guerreros
espartanos en el desfiladero de las Termópilas durante la Segunda Guerra Púnica,
en el 480 a. C.
O la resistencia hasta el último hombre de los soldados
de la 3º Compañía de la Legión Extranjera Francesa, al mando del capitán Jean Danjou,
en la hacienda mejicana de Camarón, el 30 de abril de 1863.
Los legionarios eran 62 hombres de tropa y dos oficiales
y se enfrentaron a una fuerza mejicana de 850 hombres. Atrincherados en un
pequeño rancho de adobe resistieron sabiendo que no podían ser socorridos y
pese a las intimaciones de rendición de los lanceros mejicanos del comandante, Francisco
de Paula Milán, quién garantizó a los sitiados su vida. Muertos los oficiales y
agotadas las municiones los últimos tres legionarios en pie, aunque estaban heridos
calaron sus bayonetas y cargaron contra cientos de soldados mejicanos que ante
su heroísmo decidieron respetar su vida. Durante el combate murieron 52
legionarios y los doce que sobrevivieron resultaron heridos de gravedad.
Otros hechos más terriblemente heroicos fueron llevados a
cabo por poblaciones civiles. Los ejemplos más conocidos ocurrieron en la
Antigüedad en Numancia y Massada.
La población celtíbera de Numancia, situada en el Cerro
de Muela, actual provincia de Soria en España.
Los numantinos en el 133 a. C. prefirieron suicidarse
antes de rendirse a las tropas romanas de Publio Cornelio Escipión Emiliano, el
Africano Menor y ser reducidos a la esclavitud.
Por último, pero no menos heroica fue la resistencia de los
judíos en la meseta fortificada de Massada.
Allí, en el 66 d. C. durante la primera guerra judeo –
romana un grupo de judíos zelotes liderado por Eleazar ben Yair decidió
inmolarse antes de rendirse a las fuerzas del gobernador romano de Judea Lucio
Flavio Silva.
A punto de ser capturados, para no violar las leyes
judías que prohíben el suicidio, los hombres dieron muerte a sus familias, y
posteriormente eligieron por suertes a diez de ello para quitarle la vida al
resto. Finalmente, entre estos diez eligieron de nuevo a uno de ellos que acabo
con la vida de los demás, y antes de arrojarse sobre su espada prendió fuego a
la fortaleza, excepto a los depósitos de víveres, para así demostrar a sus
enemigos que actuaban por resolución y no por desesperación.
Hoy los nuevos soldados israelíes acuden al lugar y
prestan su juramento con tres palabras: “No más Massada”.
Todos estos ejemplos históricos de heroísmo colectivo
resultan muy conmovedores e inspiradores sobre el valor y el amor a la libertad,
pero nos llevan a preguntarnos si los gestos testimoniales son recomendables
cuando se condena a este trágico destino a toda una nación.
Por eso, las palabras del presidente ucraniano Zelensky a
la Cámara de los Comunes del Parlamento británico, donde parafraseando al
primer ministro inglés Winston Churchill en junio de 1940, dijo: “No nos
rendiremos y no perderemos. Lucharemos hasta el final, en el aire. Seguiremos
luchando por nuestra tierra, cueste lo que cueste, en los bosques, en los
campos, en las costas, en las calles”.
Zelensky, en realidad está alentando al pueblo ucraniano
a resistencia hasta el último hombre tan heroica como desesperada y estéril.
Cuando Churchill pronunció su histórico discurso, después
de la derrota de la Fuerza Expedicionaria Británica en Francia y su evacuación
(abandonando todas las armas pesadas y equipos) por el puerto de Dunkerque en
la Operación Dínamo.
El Reino Unido parecía a punto de ser derrotado cuando en
realidad no lo estaba.
Después de Dunkerque, el Imperio Británico contaba con la
Royal Navy, la flota más poderosa de su tiempo y el apoyo de sus colonias en
India, Australia y Canadá, un Imperio de 500 millones de almas. La prueba está
en que pese a toda su retórica Adolfo Hitler no se animó a invadir las Islas
Británicas.
El discurso de Winston Churchill alentado a la
resistencia tenia sentido. Además, Churchill no solo hablaba para el pueblo
inglés, sino a los Estados Unidos anunciándoles que el Imperio Británico no se
rendiría frente a las fuerzas de la Wehrmacht como había hecho el gobierno
francés.
El resultado de ese discurso fue la sesión por parte de Estados
Unidos de cuarenta destructores por el sistema de préstamo y arriendo, la apertura
de importantes créditos para la compra de alimentos y armamentos y la colaboración
de la armada americana en la custodian de los convoyes de barcos mercantes que
trasladaban esos materiales por el Atlántico.
Pero la situación en Ucrania es muy distinta. El ejército
ucraniano y los civiles que lo apoyan luchan denodadamente para contener el
avance de las fuerzas rusas. En algunas ocasiones logran retrasarlo e incluso
le provocan grandes bajas. No obstante, las fuerzas rusas continúan avanzando,
bombardeando y destruyendo la valiosa infraestructura de Ucrania: viviendas, caminos,
puentes, escuelas, hospitales, redes de suministro de agua y energía eléctrica,
etc. Al mismo tiempo se incrementan las víctimas civiles y la población
desplazada fuera de Ucrania supera los dos millones de personas.
Aunque Ucrania reciba algún armamento y voluntarios de
escaso valor militar, no parece posible que el su Ejército sea capaz de
derrotar a los rusos sin la participación de fuerzas de la OTAN.
Pero, al menos por el momento, los países de la OTAN no
parecen dispuestos a intervenir. Especialmente porque Rusia ha manifestado que
replicará con armas nucleares y nadie parece dispuesto a correr el riesgo de
poner a prueba determinación de los rusos.
En consecuencia, demorar lo inevitable solo causa mayores
daños al pueblo ucraniano. Aunque claro está una vez que logre un alto al fuego
posiblemente Zelensky y sus partidarios serán excluidos del gobierno de
Ucrania.
Continuar la lucha aumentando los costos para el Kremlin
de su agresión a Ucrania al costo de la devastación del país solo es funcional
a los intereses de la OTAN que busca detener lo que interpreta como una expansión
de la influencia de Rusia en Europa Oriental. Por eso la OTAN resiste hasta el
último ucraniano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario