La designación de un dirigente buscado por
la justicia española como secretario general del Frente Polisario acelera el
aislamiento internacional y la decadencia del grupo separatista
UNA
NOTICIA CONFIRMADA
La previsible designación del
cuestionado Brahim Ghali como Secretario General del Frente Polisario es un
claro indicio de que esta organización separatista ha iniciado un proceso
irreversible de decadencia.
El lector recordará que, en
junio pasado, al conocerse la muerte del secretario vitalicio de este grupo, el
stalinista Mohamed Abdelaziz, anticipamos que Argelia impondría a su hombre,
Brahim Ghali como sucesor. Ha sí lo ha hecho.
Nuestra anticipación fue
certera. Poco le importó a Argelia que el nuevo secretario general sea una
figura seriamente cuestionada, tanto fuera como dentro de la organización
separatista. En Argel sólo interesa que el nuevo líder separatista acepte sus directivas
sin realizar objeciones.
LOS
CRÍMENES PENDIENTES
Sobre Brahim Ghali pesan
imputaciones de todo tipo. Ha sido procesado por terrorismo, serias
transgresiones a los derechos humanos e incluso por la violación a una joven
saharaui. Ésta fue ultrajada por Ghali cuando intentaba obtener un permiso para
dejar transitoriamente los campamentos argelinos respondiendo a la invitación
cursada a ella por una ONG italiana.
Por eta última acusación,
Brahim Ghali tiene pendiente un pedido de captura por parte de la justicia
española que restringe notablemente sus actividades fuera de Argelia.
UN
LIDERAZGO CUESTIONADO
Con casi setenta años de edad,
Brahim Ghali, es parte de un liderazgo Polisario cada vez más gerontocrático.
Los jóvenes revolucionarios de los setenta se han transformado, con el paso de
los años, en un conjunto de ancianos aburguesados, atrincherados en sus
privilegios y solo interesados en disfrutar del dinero que han acumulado robado
la ayuda humanitaria enviada a su pueblo.
Este liderazgo, disciplinado a
través de tiempo por Argelia, se ha anquilosado en un rancio discurso
ideológico que sólo despierta algunas simpatías en Cuba, Venezuela o los trasnochados
españoles de Podemos.
Pero, las nuevas generaciones
de marroquíes, obligados a vivir en los campos de Tinduf, son impermeables a
este discurso.
Para esos jóvenes, la
ideología pasa a un segundo plano cuando su realidad transcurre en la miseria
más absoluta de la hamada argelina
sin ninguna esperanza de que su situación mejore.
UN
LARGO CAMINO DE DERROTAS
En verdad. ¿Qué puede mostrar,
como un avance o un logro, el Frente Polisario después de unos cuarenta años de
confrontación con Marruecos? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! No ha logrado
conquistar ni un metro del Sáhara marroquí. También fracasó en sus intentos de
obtener apoyo internacional para su causa.
Hasta las Naciones Unidas no
han encontrado una solución aceptable al conflicto en el Sáhara. La única
propuesta realista ha sido “La Iniciativa
para la Negociación Autonomía en la Región del Sáhara”. Ha sido presentada
por Marruecos, en abril de 2007, y desde entonces el Polisario se niega
siquiera a discutirlo.
PERDIDA
DE APOYOS INTERNACIONALES
Incluso los intentos del
Polisario de obtener reconocimiento internacional, para la inexistente
República Árabe Saharaui Democrática (RASD), han sido otro notorio fracaso.
Los pocos países que en algún
momento reconocieron a ese seudo estado están cambiando gradualmente de
posición. Hace un par de años fue Paraguay, recientemente hizo otro tanto Zambia,
que rompió con los separatistas para reforzar sus vínculos con Marruecos. Es un
claro ejemplo de que la RASD no convence a nadie.
Otra clara evidencia de la
pérdida creciente de apoyos internacionales que sufre el Frente Polisario se
evidenció al momento de la muerte de Mohamed Abdelaziz. Ningún jefe de Estado –ni
siquiera de África- asistió al sepelio y la única representación diplomática
fue de embajadores acreditados en Argel, sobre quienes la cancillería argelina
ejerció presiones para obtener su concurrencia.
En este desfavorable panorama
internacional, la designación de un hombre requerido por la justicia bajo la
acusación de crímenes comunes, Brahim Ghali sin duda aumentará la decadencia y
el aislamiento del Frente Polisario.
Esta organización debe
desaparecer para que todos los marroquíes retornen a su hogar nacional y vivan
en paz y armonía en el Sáhara.
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