Con
motivo del decimoséptimo aniversario de su ascenso al trono de Marruecos, el
rey Mohamed VI pronunció un trascendental mensaje que reúne al mismo tiempo las
características de balance y hoja de ruta para el futuro del Reino magrebí.
EL
DISCURSO
El sábado 30 de agosto, en
conmemoración del decimoséptimo aniversario de su ascenso al trono, el rey
Mohamed VI pronunció su tradicional discurso de la “Fiesta del Trono”.
Esta alocución anual presenta
la versión marroquí de lo que en Occidente se considera el “discurso sobre el estado de la Nación”. Es decir, el balance anual
de la marcha del Estado y la oportunidad en que un jefe de Estado realiza el
señalamiento de los principales desafíos que deberá afrontar y las grandes
metas que buscará consolidar la Nación en los próximos meses.
En esta ocasión Mohamed VI
dedicó la mayor parte de su discurso para referirse a cuestiones de política
interna del Reino.
LAS
ELECCIONES LEGISLATIVAS
El primer tercio de la
alocución, lo destino Mohamed VI a consideraciones sobre la forma en que deberán
llevarse a cabo las próximas elecciones legislativas. Porque en Marruecos, a
diferencias de otros estados del continente,
periódicamente el pueblo ejerce su soberanía a través de elecciones
libres, democráticas y pluralistas.
El rey comenzó marcando su
prescindencia e imparcialidad en los próximos comicios. Al “único partido al que me enorgullece pertenecer es Marruecos”,
afirmo en forma categórica Mohamed VI.
Luego destinó algunos párrafos
a una apelación a la responsabilidad cívica del electorado marroquí. Exhortó a
los votantes a “elegir y pedir cuenta a
los electos”. Y a votar siguiendo los dictados de sus conciencias, tomado
en consideración solo los intereses de la patria y de los ciudadanos.
A los partidos políticos, el
monarca les señaló que más que destinar sus esfuerzos a llegar al ejercicio del
poder debían abocarse a nominar candidatos competentes que dieran evidencias de
su probidad y responsabilidad en el servicio al ciudadano.
A las autoridades civiles les
indicó su responsabilidad en que los comicios se desarrollaran en un marco de
trasparencia e imparcialidad.
Concluyendo con una categórica
advertencia a toda la clase política marroquí. “Basta ya de utilizar a la patria para saldar cuentas personales o para
realizar estrechos intereses partidistas”, exhortó el monarca.
EL
CAMINO AL DESARROLLO
Luego, Mohamed VI, al
referirse a la marcha de la economía marroquí destacó, que pese a las
dificultades relacionadas con el rumbo de la economía internacional, y a que el
país no cuenta con recursos petroleros y gasíferos, eso no ha impedido que
Marruecos viva actualmente un proceso de desarrollo sostenido y continuo,
gracias al talento y esfuerzo de sus hijos.
Menciono como ejemplos de este
desarrollo las inversiones realizadas por la firmar Peugeot, por empresas
chinas en la zona industrial de Tánger y el complejo termo solar de Nour-Warzazate, el mayor emprendimiento de
este tipo del planeta.
En dos ocasiones, durante su
discurso, el monarca mencionó como los principales socios comerciales del Reino
a Francia, España, China, Rusia e India.
DESAFÍOS
A LA SEGURIDAD
Un lugar importante ocupó en
el discurso real la referencia a los organismos de seguridad. El monarca
agradeció su eficiencia y dedicación en la lucha contra los terroristas en el
marco del respeto a la ley, los derechos humanos y las libertades civiles.
En este campo, Mohamed VI,
mencionó la necesidad de una mayor coordinación entre los organismos de
seguridad y las Fuerzas Armadas Reales.
Finalmente señaló, un hecho que
la prensa internacional suele omitir, que la cooperación de los servicios de
seguridad marroquíes con sus homólogos de otros países amigos habían contribuido
a frustrar numerosas operaciones terroristas y evitado enormes tragedias
humanas.
LA
MARROQUIDAD DEL SÁHARA
Como resulta lógico, el
discurso del monarca también incluyó una referencia a la defensa de la
marroquidad del Sáhara. En este aspecto Mohamed VI fue categórico al señalar: “Continuaremos defendiendo nuestros derechos y
adoptaremos las medidas necesarias para hacer frente a futuros deslizamientos.
De igual modo, no cederemos ante ningún tipo de presión o intento de extorsión
cuando se trate de una cuestión sagrada para todos los marroquíes. Sin embargo,
Marruecos seguirá abierto y constantemente dispuesto al diálogo constructivo,
con el fin de hallar una solución política definitiva a este artificial
diferendo.”
En sus referencias a la política exterior de Marruecos, el monarca mencionó
que, Marruecos cumpliría con sus promesas y compromisos con respecto a sus
aliados históricos.
Destacó la pertenencia a Marruecos al Consejo
de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y la reciente e histórica
decisión del Reino de retornar al seno de la Unión Africana para de esta forma contribuir de modo más eficiente
a solucionar los problemas que aquejan a las naciones del continente y
contribuir a su desarrollo.
MARRUECOS EN EL MUNDO
El discurso de Mohamed V finalizó con el señalamiento de la contribución
que hace Marruecos a cuestiones y problemáticas internacionales de impacto mundial.
Mencionó en este sentido, la presidencia que Marruecos ostenta
–conjuntamente con Holanda. Del Foro Global contra el Terrorismo y la
participación como organizador y país sede de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático (COP 22) que tendrá lugar del 7 al 18 de noviembre de 2016,
en la histórica ciudad de Marrakech.
Mohamed VI finalizó su alocución agradeciendo a Dios por que Marruecos sea
hoy: “un espacio para obras de
construcción y desarrollo, y un oasis de seguridad y estabilidad, a pesar de
los obstáculos propios de un contexto internacional marcado por la sucesión de
crisis y la escalada de tensiones.”
Como ocurre habitualmente con los discursos de la Fiesta del Trono, este
texto será objeto de pormenorizados análisis de los expertos en política
internacional tratando de comprender hacia donde marcha Marruecos para
vislumbrar hacia donde irá África.
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