sábado, 12 de agosto de 2023

Marruecos, una pieza clave en la lucha contra el terrorismo yihadista


 


La liberación de un rehén rumano en manos de AQMI, después de ocho años de cautiverio, pone de manifiesto el papel clave que desempeña el Reino de Marruecos en la seguridad de la región mediterránea y del Norte de África.

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La reciente liberación del rehén rumano secuestrado por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Iulian Ghergut, gracias a la decisiva intervención de los servicios de inteligencia y seguridad marroquíes, pone en evidencia una vez más el rol protagónico que el Reino de Marruecos juega en la seguridad de la compleja región del Sahel, una amplia franja territorial al sur del Sáhara que constituye un amplio espacio sin ley, y, especialmente, en la lucha contra el terrorismo yihadista.

Iulian Ghergut, por ese entonces de 39 años, era un ciudadano rumano que trabajaba como oficial de seguridad en una mina manganeso, en norte de Burkina Faso, en proximidad de la triple frontera con Malí y Níger. El 4 de abril de 2015 fue secuestrado por terroristas pertenecientes al grupo Al Murabitun (los almorávides) que lideraba al ex miliciano del Frente Polisario, Lehbib Ould Ali Ould Said Ould, conocido como Adnan Abu Walid Al Saharaui (1973 – 2021). Un terrorista instruido en técnicas de combate en la Escuela de Suboficiales de Tropas de Chabid El Ouali, en los campamentos del polisario en Tinduf, Argelia.

Al Murabitun y su líder Walid Al saharaui adhirieron, en 2018, a la franquicia de la red Al Qaeda en el Sahel y el Magreb: Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Walid Al Saharaui reivindicó el secuestro del rumano un mes más tarde en un vídeo donde exhortó al gobierno de su país a que negociara su liberación.

A fines de agosto de 2015, cuatro meses después del secuestro, los captores enviaron un vídeo del rehén rumano hablando en francés. Será una de las últimas y raras pruebas de vida, luego el rastro de Iulian se perderá en los innumerables campamentos irregulares del Sáhara y el Sahel.

En 2018, la familia de Ghergut recibió como prueba de vida algunas fotos. Las autoridades rumanas, sin embargo, sabían de que estaba vivo por el testimonio de otros rehenes liberados, como el padre Pier Luigi Maccalli, sacerdote para las Misiones Africanas, quien compartió con el rumano parte de sus dos años de cautiverio a manos de los yihadistas y por un vídeo, que databa de diciembre de 2021, pero que recién obtuvieron en abril de 2023.

Ahora, Iulian Ghergut, después de ocho largos años de un injusto cautiverio poblado de múltiples penurias y peligros, se ha reunido con su familia y se dispone a reconstruir su vida.

La ministra rumana de Asuntos Exteriores, Luminita Odesbescu, agradeció la colaboración de todos los socios de Bucarest, particularmente el apoyo de las autoridades marroquíes, que posibilitaron la liberación de Iulian Ghergut.

Por su parte, el presidente rumano Klaus Iohannis, empleando la red social X (Twitter) reiteró su agradecimiento a “los socios externos” que apoyaron a Rumania “en esta difícil empresa”.

Esta no es la primera ocasión en que el Reino de Marruecos, siguiendo expresas directivas del Rey Mohammed VI, desempeña un papel clave en la repatriación de un ciudadano extranjero en manos de los terroristas yihadistas en la convulsionada región del Sahel, que, como hemos dicho, es una zona cada vez más inestable e insegura debido a la amenaza de los grupos terroristas y a las actividades del crimen organizado transnacional.

El 9 de diciembre de 2022, los medios informativos germanos informaron que el activista Jörg Lange había sido liberado gracias a los servicios de inteligencia marroquíes que operaban en Malí. Langer dirigía la ONG Help en Níger cuando fue secuestrado junto con su chófer, en abril de 2018, por hombres armados en proximidades de la frontera con Mali.

La estratégica posición geopolítica de Marruecos, situado a tan solo 14 kilómetros del territorio europeo, con costas e importantes puertos sobre el océano Atlántico y sobre las aguas del Mediterráneo, convierte al Reino alauí en un socio esencial de los países occidentales para enfrentar los retos a la seguridad en el Norte de África y el Sahel. Retos que comprenden desde las mafias que explotan los flujos migratorios irregulares, a los carteles del narcotráfico y los grupos del terrorismo yihadista.

Marruecos comparte con sus aliados (en especial Estados Unidos, España e Israel) información e intercambia experiencias en la aplicación de estrategias antiterroristas. Es por ello, que los Estados Unidos han otorgado a Marruecos la importante condición de aliado extra OTAN.

Bajo el reinado de Mohammed VI, Marruecos ha demostrado su fuerte e inquebrantable compromiso en la lucha contra el terrorismo yihadista. Las autoridades marroquíes han aplicado estrictas medidas de control, tecnologías de vigilancia y operaciones especiales de inteligencia para impedir la radicalización de su población, evitar la prédica errónea en la difusión del mensaje del islam, prevenir los actos de violencia y los atentados, tanto dentro del territorio marroquí como en el de sus aliados occidentales.

Marruecos ha emprendido decididamente la aplicación de medidas proactivas para contrarrestar el reclutamiento y la radicalización de sus ciudadanos. Los esfuerzos del gobierno incluyen una gran inversión en educación, la promoción de enseñanzas islámicas moderadas y el compromiso con las comunidades locales para crear resiliencia frente a las ideologías extremistas.

En respuesta a estas acciones preventivas de Marruecos, AQMI acaba de divulgar un vídeo titulado “Oh, ciudadanos de Marruecos” con una duración de 38 minutos y 35 segundos. En la proyección se incluyen imágenes y un audio de su vocero, Abu Yasser Al-Jazaairi, destinado al reclutamiento de jóvenes musulmanes para la yihad.

Hasta el momento, AQMI solía difundir mensajes hostiles contra el gobierno de Argelia. Sin embargo, en esta oportunidad el grupo terrorista ha dirigido sus ataques contra Marruecos. Posiblemente, el cambio de blanco por parte del aparato de propaganda de AQMI se deba a la cada vez más eficaz y certera actividad de los servicios de inteligencia marroquíes.

En este contexto, la importancia del Reino e Marruecos como pieza clave del armado de seguridad occidental en el Norte de África no hace más que crecer. Cada vez es más evidente que sin la abierta colaboración y apoyo de Marruecos nada importante puede ocurrir ni en la región ni en el Mediterráneo occidental.  

 

 

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