El IX Foro de la
Alianza de Civilizaciones ha elegido a la histórica ciudad de marroquí de Fez
para la realización de su IX congreso internacional.
CONTENIDO
El
Reino de Marruecos es frecuentemente sede de importantes eventos internacional,
cumbres climáticas, reuniones para la defensa de los derechos humanos, la lucha
contra el terrorismo o la protección de los migrantes encuentran en el
hospitalario territorio marroquí un ámbito propicio para el encuentro, el
debate y la elaboración de consensos.
Marruecos
es frecuentemente elegido sede de estos eventos por su creciente protagonismo
internacional, como así también, por el clima de tolerancia, tranquilidad y
seguridad que impera en el Reino y, al mismo tiempo, por la excelente calidad
de su infraestructura turística y hotelera, que le permite albergar con
comodidad a numerosos contingentes diplomáticos y de organizaciones
humanitarias internacionales.
La
más reciente muestra de las capacidades de Marruecos para organizar cumbres
internacionales ha sido el IX Foro de la Alianza de Civilizaciones que se
realizó entre el 22 y el 23 de noviembre, en la ciudad de Fez.
Del
evento en Fez participaron más de mil representantes de un centenar de países,
comenzando por el secretario general de Naciones Unidas Sr. António Guterres,
el Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones Sr. Miguel Ángel de
Moratinos y el consejero del Rey Mohammed VI, André Azoulay.
La
Alianza de Civilizaciones (United Nations Alliance of Civilizations
-UNOC-) es un programa adoptado por
Naciones Unidas, el 26 de abril de 2007, que tiene por objetivos: Fomentar el diálogo y la cooperación entre diferentes
comunidades, construir puentes que unan a los pueblos y personas más allá de
sus diferencias culturales o religiosas, desarrollar acciones concretas
destinadas a la prevención de los conflictos y a la construcción de la paz, abordar
las fisuras entre las sociedades, reafirmando un paradigma de respeto mutuo
entre los pueblos de diferentes tradiciones culturales y religiosas, contribuir
a crear las condiciones necesarias para que los responsables procedentes de
entornos culturales y religiosos diferentes tengan un mejor conocimiento y
entendimiento mutuos y movilizar a colectivos que puedan actuar como factores
de moderación.
INTERVENCIÓN DE GUTERRES
En su discurso de apertura al IX Foro de la Alianza, el secretario general
Guterres ha solicitado la creación de una “alianza de paz” que reconozca
la diversidad como riqueza y garantice que todas las personas puedan vivir en
dignidad e igualdad de oportunidades.
En un mundo en el que "los viejos males, como el
antisemitismo, la intolerancia contra el islam, la persecución de los
cristianos, la xenofobia y el racismo, están recibiendo nuevos impulsos",
la Alianza de Civilizaciones de la ONU está ayudando a mostrar el camino sobre
cómo actuar de forma solidaria, declaró António Guterres.
"Las
fuerzas de la división y el odio están encontrando un terreno fértil en un
paisaje estropeado por la injusticia y los conflictos", explicó, tras lo cual
pidió la creación de una alianza de paz a través del reconocimiento de "la
diversidad como riqueza" y “la inversión en la inclusión”. Para
ello, es necesario asegurar que "todos nosotros, independientemente de
la raza, la ascendencia, el origen, el fondo, el género, la religión, u otra
condición, podemos llevar una vida en dignidad e igualdad de
oportunidades."
"El Sagrado Corán nos
enseña que Dios creó las naciones y las tribus ‘para que nos conociéramos unos
a otros’", dijo el secretario general instando, en este momento de
peligro, a inspirarse en la esencia de estos significados y "permanecer
juntos como una sola familia humana: rica en diversidad, igual en dignidad y
derechos, unida en solidaridad".
AUDIENCIA REAL
Al término del evento
internacional, el Sr. Guterres fue recibido en audiencia, en el Palacio Real de
Rabat, por el Rey Mohammed VI, en esa ocasión el secretario general de la ONU
celebró el compromiso permanente del Soberano Alauí a favor de la promoción de
los valores de apertura, tolerancia, diálogo y respeto a las diferencias
El Sr. Guterres también
elogió la contribución constructiva y constante del Reino para el mantenimiento
y la consolidación de la paz, el refuerzo de la estabilidad y la promoción del
desarrollo, especialmente en el continente africano.
La audiencia también
permitió que ambas partes trataran la cuestión artificial del Sáhara en el
contexto de la Resolución 2654 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
adoptada el 27 de octubre de 2022.
El rey Mohammed VI reiteró
la posición de Marruecos de resolver este diferendo aplicando la Iniciativa
para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara.
En este sentido es
oportuno recordar la benévola actitud del secretario General Guterres en
oportunidad de la “Operación Guerguerat” de octubre de 2020.
Hoy la posición del Reino
de Marruecos en lo que involucra a su soberanía sobre el Sáhara es aún más
ventajosa que en ese momento. Desde entonces unos sesenta países expresaron su
apoyo a esta iniciativa, los Estados Unidos y España han reconocido
directamente la soberanía marroquí sobre sus provincias del Sur, 42% de los
países africanos han abierto oficinas consulares en estas provincias, a ellos
se suman naciones árabes e incluso latinoamericanas.
Mientras se consolida el
reconocimiento internacional a la soberanía marroquí en el Sáhara, Argelia,
sumida en la impotencia, desafía no solo a Marruecos sino también a las
Naciones Unidas impulsando una carrera armamentista en el Norte de África, cerrando
fronteras, su espacio aéreo, interrumpiendo el funcionamiento del gasoducto
Magreb – Europa (único proyecto de cooperación bilateral) y alentando los
vientos bélicos al destinar 22.000 millones de dólares a su presupuesto militar
para el 2023, e impulsando un conflicto militar por procuración llevado a cabo
a través de sus títeres del Frente Polisario.
Al mismo tiempo, Marruecos
se esfuerza por colaborar con Naciones Unidas en otros escenarios conflictivos:
Libia, Medio Oriente, República Centroafricana y el Sahel, Argelia hostiga a la
Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO)
impidiendo al personal de la misma abastecer de agua potable y combustible a
sus puestos de observación.
Mientras tanto, el Frente
Polisario considera roto el alto al fuego y en guerra con Marruecos por lo cual
se niega ha involucrarse en el proceso político que pretende encontrar puntos
de acuerdo con través de mesas de diálogo.
Como puede apreciarse las
posiciones de Marruecos y Argelia no pueden ser más disímiles. Mientras
Marruecos trabaja por la paz y busca una solución realista y posible a la
cuestión del Sáhara apoyando las tareas del Enviado Personal del secretario
general, Sr. Stefan de Mistura y la labor de la MINURSO.
Argelia, por el contrario,
amenazada desde febrero de 2019 por las protestas del Hirak y las acusaciones
internacionales por las violaciones a los derechos humanos, estrecha sus lazos
con Rusia. Realiza maniobras militares conjuntas con Rusia y adquiere grandes
volúmenes de armamentos rusos.
En una actitud amenazante,
exhibe “músculo militar” y parece dispuesta a comportarse en el Sáhara
como el Kremlin hizo en Ucrania, apelando al uso de la fuerza para cumplir con
sus objetivos expansionistas.
Pero Argel puede encontrarse con una sorpresa militar aún más desagradable a la que han recibido las tropas rusas en Ucrania. No debe llamarse a engaño ni tensar demasiado la cuerda, Marruecos no será un país agresor, pero tampoco el rey Mohammed VI, ni los hombres de las FAR, cederán un centímetro del territorio marroquí en el Sáhara.
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