Las fuerzas estadounidenses se adjudicaron un importante éxito al abatir al yihadista Maher Al-Agal máximo líder del Daesh en Siria
El martes el Mando
Central de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos (CENTCOM) anunció que en
las primeras horas del martes 12 de julio sus efectivos lograron abatir al terrorista
yihadista Maher Al Agal mediante el empleo de un dron en la aldea de Khaltan,
del cantón de Afrin, en la zona norte de la gobernación de Alepo, un territorio
controlado por fuerzas kurdas.
En el ataque
también resultó muerto otro miembro de Daesh que lo acompañaba y cuya identidad
no fue revelada. Ambos terroristas viajaban en una motocicleta al momento de
ser abatidos. Se trató de una operación quirúrgica que no ocasionó víctimas
civiles.
Existe muy poca
información pública sobre Maher al Agal se ignora cuál es su nombre real, dónde
y cuando nació y cual era su familia, pero se estima que tendría una edad
aproximada de entre 40 y 50 años, que habría nacido en Siria y que era uno de
los cinco miembros del Consejo la Sura del
Daesh.
En el pasado, Al
Agal fue un jefe destacado en la ciudad de Al Raqa cuando esta se encontraba en
manos del Daesh.
Además de ser un
líder veterano del Estado Islámico, Al Agal era responsable de promover
intensamente el desarrollo de redes del grupo yihadista fuera de Irak y Sira
Al Agal habría
retornado a Siria en 2020. Tenía una identidad falsa, emitida por el Consejo
local de Afrin. En la misma se lo identificaba como miembro de la facción Jaysh
al Sharkiya, respaldada por las fuerzas turcas.
El grupo terrorista
conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante o Estado Islámico de Irak y
Siria o por el acrónimo “Daesh” (Al-Dawla al-Islamiya al Iraq
al Sham) es una organización yihadista de ideología salafista. El salafismo es
una interpretación extrema dentro del islam suní.
El Daesh es
conocido ampliamente por sus truculentos vídeos de decapitaciones y otras
ejecuciones aberrantes, tanto de contratistas (mercenarios) estadounidenses
como de soldados iraquíes y sirios, corresponsales de guerra, cooperantes de
organizaciones humanitarias. También por el genocidio de minorías raciales o
religiosas como la Yazid.
Este grupo es
responsable además de la destrucción de patrimonio histórico y cultural de la
humanidad en Siria e Irak.
Fue creado por el
muyahidín jordano Abu Musab al Zarqaui (nombre real Ahmed
Fadel al-Jalaylah) con la denominación de “Ŷama at al-tawhïd wal-ŷihad”
(Organización para el monoteísmo y la yihad) con el objeto de oponerse a la
invasión estadounidense de Irak, en 2003. Inicialmente era una rama de la red
Al Qaeda conducida por Osama Bin Laden.
Abu Musab al
Zarqaui murió en un bombardeo estadounidense en 2006 y el liderazgo del grupo
paso a Abu Bakr al-Bagdadí (nombre real Ibrahim Awwad Ibrahim
Alí al-Badri al-Samarrai).
El nuevo emir
expandió territorialmente al grupo que comenzó a operar por las gobernaciones
iraquíes de Ambar, Nínive, Kirkuk y en gran medida por Saladino.
Abu Bakr al-Bagdadí
supo aprovechar el caos provocado por la Guerra Civil en Siria para ocupar gran
parte del territorio de ese país enfrentándose para ello con el Ejército Sirio
de Bashar al-Ásad, los rebeldes del Ejército Libre de Siria y del Frente
Revolucionario, los separatistas kurdos y otros grupos yihadistas como el
Frente Islámico o el Frente Al-Nusra.
El 29 de junio de
2014, después de romper con Al Qaeda y capturar la ciudad de Faluya, el Daesh
proclamó el Estado Islámico y Abu Bakr al-Bagdadí fue declarado como “Ibrahim,
imán y califa de todos los musulmanes”.
La proclamación del
califato y la gran actividad del grupo en las redes sociales atrajo a conversos
y musulmanes residentes en Europa a sus filas. En su momento de mayor expansión
el Daesh llegó a contar con entre 50.000 y 420.000 combatientes y con un botín
de mil millones de dólares en fondos provenientes de contrabando de petróleo,
rescate de rehenes y otras actividades.
Contando con esos
recursos, el Daesh intentó conquistar Siria e Irak para convertir sus
territorios en la base de un nuevo Estado yihadista en el centro de Medio
Oriente y luego expandir su influencia por el resto del mundo musulmán.
En respuesta a esta proclamación Occidente decidió crear la “Coalición
Internacional contra el Estado Islámico de Irak y el Levante” (Combined
Joint Task Force – Operation Inherent Resolve), dirigida por el Mando Central
de los Estados Unidos para coordinar la alianza militar contra Daesh. Esta
fuerza de tareas estaba integrada por militares estadounidenses y las fuerzas
armadas de más de 30 países.
Siria decidió intervenir en la guerra con apoyo aéreo, y varios medios
afirmaron que la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, al mando del general
Qasem Soleimani, participaba en el conflicto desde hacía tiempo, cosa que el
gobierno iraní siempre negó.
Pese a que la ofensiva de la Coalición Internacional contra Estado
Islámico se basaba en operaciones de apoyo aéreo, sus tropas terrestres
sufrieron ataques y atentados mientras entrenaban a fuerzas iraquíes en sus
respectivas bases. Estas respondieron de manera defensiva, aunque se llevaron a
cabo algunas misiones ofensivas para rescatar rehenes.
En enero de 2015, el Daesh penetró y se instaló en Afganistán para
rivalizar con los talibanes, pero las fuerzas estadounidenses detuvieron su
avance. Paralelamente el Estado Islámico estaba ya interviniendo activamente en
la guerra civil de Libia. Anteriormente el Daesh había desembarcado en África
instalado franquicias en el Sahel (Estado Islámico en el Gran Sáhara liderado
por Lehbib Ould Ali Ould Said Ould Joumani, conocido
como Adnan Abu Walid Al Saharaui), en Egipto y en una alianza con Boko
Haram en Nigeria.
En julio de 2015, la Coalición Internacional confirmaba que había
causado serios daños al Daesh que incluían muerte y captura de combatientes,
destrucción de vehículos y demás unidades tácticas.
En diciembre de 2015, Rusia entró oficialmente en la Guerra
Civil de Siria y en contra Estado Islámico, aunque unos meses más tarde el
Kremlin retiró sus tropas manteniéndose tan solo en el puerto sirio de
Tartús y en la Base Aérea de Hmeymim. No obstante, continuó la acción
bélica directa, especialmente empleando mercenarios de la Organización Wagner,
en conjunto con operaciones ofensivas de las Fuerzas Armadas Sirias que le
permitieron recuperar el control de los territorios perdidos a manos de Estado
Islámico.
El 6 de diciembre de 2017, Rusia anunció la derrota total de los
terroristas de Daesh en Siria, mientras que Irak hizo otro tanto en su
territorio tres días después. Al mismo tiempo, Irán también declaró
la derrota de la organización terrorista en Irak y Siria.
En 2019, a principios de febrero, las fuerzas kurdas sirias respaldadas
por la aviación de la Coalición Internacional lanzaron un asalto final contra
el último reducto del Estado Islámico en Baghuz, en el este de Siria.
Finalmente, el 22 de marzo del mismo año, las fuerzas kurdas lograron tomar el
reducto y con ello Casa Blanca declaró Siria libre de la presencia del
Daesh y su victoria sobre la organización terrorista en ese país
Las actividades de la operación extranjera contra el Daesh se
paralizaron temporalmente en enero de 2020 debido a la amenaza de Irán en
la región y al brote del coronavirus.
El 9 de diciembre de 2021, el consejero de seguridad nacional iraquí,
Qasim al Araji, anuncio el fin de la misión de combate de Estados Unidos y sus
aliados de la Coalición Internacional contra Daesh.
No obstante, el Daesh sigue sus operaciones en Libia, Afganistán, en los
países africanos de la franja del Sahel y en muchos otros conflictos donde hay
población musulmana involucrada.
Fuentes de inteligencia occidentales estiman que este grupo yihadista cuanta
todavía con entre 14.000 y 18.000 combatientes, incluidos 3.000 voluntarios
extranjeros, aunque estas cifras resulta difíciles de ser comprobadas.
Por otra parte, cuando un líder del Daesh cae inmediatamente es sustituido
por otro dirigentes. Sin embargo, durante el presente año la organización ha
perdido muchos de sus mandos más calificados y seguramente esto incidirá en la
eficacia de operaciones.
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