El rápido accionar las fuerzas de
seguridad del Reino de Marruecos ha desarticulado una célula terrorista del
Estado Islámico en proceso de instalación en su territorio.
CONTENIDO
La
activa vigilancia preventiva de los cuerpos de aplicación de la ley marroquíes
ha impedido la instalación en el territorio del Reino de una franquicia de la
organización yihadista transnacional denominada Estado Islámico (ISIS/DAESH)
salvando la vida de muchas potenciales víctimas de su accionar criminal.
Al
parecer la célula terrorista desarticulada la madrugada de ayer en la ciudad de
Tánger estaba integrada por cinco individuos radicalizados de entre 22 y 28
años. El grupo se encontraba en proceso de formación reclutando nuevos miembros
(otros cuatro integrantes fueron detenidos en otros operativos) y acopiando
armamentos y productos químicos y otros implementos para la elaboración de
artefactos explosivos. Incluso algunos de sus integrantes tomaban cursos
técnicos para capacitarse en la elaboración de dispositivos complejos de
detonación a distancia.
La
operación antiterrorista fue implementada por un equipo de fuerzas especiales
perteneciente a la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ) que operó
en base a la precisa inteligencia suministrada por la Dirección General de
Vigilancia del Territorio (DGST).
Las
fuerzas antiterrorista llevaron a cabo el arresto de los yihadistas con
precisión y sin víctimas ni heridos. Para ello debieron emplear granadas
paralizantes lumínica e insonorizantes y evacuar al mismo tiempo a los
familiares y vecinos de los detenidos para evitar que resultaran dañados.
Entre
los elementos secuestrados por los hombres de la Oficina Central de
Investigaciones Judiciales cabe mencionar a un gran estandarte del DAESH e
impresos con retratos del antiguo dirigente del separatista Frente Polisario
devenido en “emir” del Estado Islámico en el Gran Sáhara, Lehbib Ould Ali Ould Said Ould Joumani,
conocido como Adnan Abu Walid Al Saharaui.
Recordemos que el terrorista de origen
polisario resultó abatido por fuerzas francesas en Níger desde donde dirigía
las operaciones del Estado Islámico en la región sahelo-sahariana.
La desarticulación de una célula del Estado Islámico
en el Norte de Marruecos indica que los terroristas yihadistas derrotados en
Siria e Irak han trasladado sus operaciones al Norte de África.
Precisamente los terroristas detenidos en
Tánger, tal como se ha verificado, mantenían vínculos con el Estado Islámico en
el Gran Sáhara que operaba en la triple frontera formada por los estados sahelianos
de Malí, Níger y Burkina Faso.
Así lo indica también la participación de
fuerzas del DAESH en la larga guerra civil de Libia.
Hasta el momento, las fuerzas de seguridad
marroquíes han demostrado gran eficiencia en la prevención de actos
terroristas, pero la permanencia de los campamentos de Tinduf en territorio
argelino, donde reciben preparación militar jóvenes en situación de
vulnerabilidad que pueden resultar en su desesperación propensos a la
radicalización y la captación por las organizaciones yihadistas, demanda de
ellas esfuerzos adicionales.
Al mismo tiempo, esos campamentos militarizados
constituyen un factor de vulnerabilidad para todos los Estados de la región.
Esta importante amenaza a la seguridad regional debe ser un tema prioritario
por solucionar por la comunidad internacional.
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