El Frente de Todos insiste en los mismos
procedimientos, las mismas consignas y dirigentes con mala imagen, buscando el
improbable milagro de revertir su derrota electoral de septiembre
En el
primer acto de campaña después de la aplastante derrota sufrida en las PASO el
12 de septiembre, el mayor revés electoral sufrido por el peronismo unido en
toda su historia, el kirchnerismo insiste en repetir las viejas fórmulas
proselitistas que fracasaron en la elección primaria.
El
gurú electoral, Jaime Durán Barba plantea en sus libros que insistir en la
realización de actos masivos de campaña, donde los asistentes se reúne más por
los incentivos económicos y las presiones de todo tipo que reciben que por expresar
su fervor partidario, es un error.
Para
el experto ecuatoriano, las movilizaciones rentadas masivas son técnicas
proselitistas obsoletas que en general no aportan votos, ni convencen a nadie y
solo sirven para confundir a los candidatos haciéndoles creer que tienen más
apoyo popular del que realmente poseen.
Cómo
puede ayudar a captar nuevos votos el insistir en mostrar los mismos discursos
bizarros de figuras políticas desgastadas e impopulares que las PASO
demostraron que cosechan la desaprobación de más del 70% de los argentinos.
Tampoco
pueden aportar muchos votos las mismas organizaciones sociales de izquierda que
diariamente obstruyen las avenidas y puentes porteños con sus columnas de
reclamantes que enfadan a quienes transitan la ciudad rumbo a sus ocupaciones.
Los
argentinos están cansados de las patéticas hileras de cansados militantes
forzados a la concurrencia a prolongadas marchas para poder llevar unos pocos
pesos y algo de comida a sus hogares. Rechazan las tristes figuras de los
necesitados del conurbano que caminan arrastrando los pies y empujan los
carritos de sus bebes y que por lo general ignoran para qué están allí e
incluso que están reclamando.
El
acto proselitista del oficialismo de ayer en la cancha del club Nueva Chicago, fue convocado bajo la consigna por “La
unidad y la victoria” por las siguientes organizaciones: el Movimiento Evita; Somos Barrios de Pie; Organización 25 de Mayo; CTD
Aníbal Verón; Corriente Nuestra Patria; Frente 22 de Agosto; Frente Desocupado
Eva Perón; MNCI Vía Campesina; MTL; MUP/FOP; Octubres; Corriente Pueblo Unido;
MPDL; Movimiento Popular Los Pibes; OLP; MP La Resistencia; Martín Fierro;
FRENAPO; Nueva Independencia; y la Néstor Kirchner.
Estas
organizaciones cuando compitieron electoralmente en forma independiente nunca
superaron el umbral mínimo de votos exigido por las PASO para ingresar en la
elección real. ¿Cuál puede ser su caudal electoral: 2 ó 3% de votantes que, en
último caso son los mismos votantes que ya sufragaron por el Frente de Todos en
las PASO. ¿Cuántos votos espera sumar el kirchnerismo con ese tipo de actos?
Hace
tiempo que el kirchnerismo ha perdido, por ejemplo, la bandera de los derechos
humanos. Posiblemente fue en el preciso momento en que transformó a las Madres
de Plaza de Mayo en una empresa constructora, asociando a los pañuelos blancos
con el parricida Sergio Shocklender en la estafa de “Sueños Compartidos”.
Los
militantes de izquierda realmente honestos que en sus comienzos apoyaron al
Frente por la Victoria hoy no pueden sentirse representados o conducidos por un
puñado de dirigentes archimillonarios que viven en barrios exclusivos, que
nunca han trabajado de otra cosa que de funcionarios públicos y que exhiben con
descaro su riqueza y su bajo nivel intelectual. Políticos que nunca leyeron a
Marx ni a Perón pero los citan continuamente y que creen que Maquiavelo es el
nombre de algún un nuevo video juego.
Es por
lo que resulta patético escuchar a Máximo Kirchner, a quién hasta hace unos
años sólo se lo identificaba como “el pibe de la PlayStation”, exhortar
a los militantes de la Cámpora al trabajo político barrial dejando de lado los
celulares y las redes sociales para volver a “caminar rancho a rancho”.
“Basta de redes sociales virtuales, hay que
reconstruir las redes sociales humanas, vernos, discutir, llorar y reír pero
juntos. Hay que dejar los
celulares de lado y volver a tocarnos, caminar rancho por rancho”, dramatizó el hijo de la vicepresidente.
Al escuchar este discurso, muchos
peronistas recordaron que nunca vieron a Máximo, a su madre o a Néstor Kirchner
militar barrialmente recorriendo ranchos.
Pero, el reclamo es para los muchachos de
La Cámpora que hoy han dejado de ser jóvenes militantes y son prósperos
funcionarios con algo de “pancita” y auto oficial. Antiguos militantes
actualmente poco propensos a retornar a los barridos que dejaron hace mucho.
Alguien el este peronismo de la derrota
debería advertir al presidente del Bloque del Diputados del Frente para Todos
que la política del nuevo milenio es algo muy distinto del fervor setentista de
sus padres.
Como
puede apreciarse el kirchnerismo sigue sin comprender que sus reiterados
ataques a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal han aburrido al electorado que
los escuchan con indiferencia y luego van y votan por Juntos por el Cambio.
El
oficialismo esta desorientado insistiendo en un círculo vicioso donde su
propuesta se basa minimizar la pandemia, repartir dinero y electrodomésticos,
creyendo que así revertirá el resultado electoral de septiembre.
Su
ignorancia les impide recordar la siempre reiterada advertencia de Alberto
Einstein de que es un grave error repetir siempre los mismos procedimientos y
esperar un resultado diferente.
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