Las declaraciones del Jefe de Inteligencia
de la dictadura chavista confirma el financiamiento ilegal que realizaron
Venezuela y Cuba de las campañas electorales del kirchnerismo.
Actualizado 21/10/2021 a las 20.24 hs.
El exdirector
de Inteligencia militar de la República Bolivariana de Venezuela general Hugo
Armando Carvajal Barrios detenido en España, donde ingresó con pasaporte falso
en agosto de este año, a raíz de un pedido del gobierno de los Estados Unidos
que lo busca por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y vínculos con
organizaciones terroristas internacionales (como las FARC colombianas y la
libanesa Hezbollah) y ha ofrecido una recompensa de diez millones de dólares
por su captura; ha formulado impactantes revelaciones que complican a diversos
políticos latinoamericanos y europeos por recibir financiamiento ilegal. Entre
los políticos mencionados por el prófugo venezolano se encuentran Néstor y
Cristina Kirchner.
La
defensa de Carvajal presentó un escrito de siete fojas al Juzgado Central de
Instrucción N° 6 de la Audiencia Nacional de España, conducido por el juez
Manuel García Castellón; detallando la forma en que las dictaduras de Cuba y
Venezuela intervenían en los asuntos internos de diversos países
latinoamericanos para apoyar la instalación de gobierno populistas que el
fueran afines ideológicamente y le permitieran extender su influencia internacional.
En el
escrito, publicado inicialmente por el periódico español “Ok Diario”,
Carvajal menciona datos concretos de financiamiento clandestino e ilegal a
políticos populistas extranjeros entre los que se menciona a Néstor y Cristina
Kirchner en Argentina, a Evo Morales en Bolivia, Inacio “Lula” Da Silva en
Brasil, Fernando Lugo en Paraguay, Ollanta Humala en Perú, Manuel Zelaya en
Honduras, el exterrorista Gustavo Petro en Colombia, el Movimiento Cinco
Estrellas en Italia y el partido anticapitalista Podemos de España.
El
financiamiento a los políticos populistas -según declaraciones de Carvajal- se
llevaba a cabo a través de valijas diplomáticas pertenecientes a las embajadas
de Cuba y Venezuela en cada país.
El
general Hugo Carvajal, hoy de 61 años, se desempeñó en diversos cargos de la
Dirección General de Inteligencia Militar de Venezuela (DGIM) y fue su director
entre 2004 y 2012 cuando debió pasar a retiro.
Precisamente,
durante su mandato como director de la DGIM, se produjo el affaire de la valija
del venezolano Guido Antonini Wilson que puso en evidencia la intervención
chavista en las elecciones presidenciales de Argentina en 2007.
El 4
de agosto de 2007 a las 2.40 de la madrugada aterrizó en la Terminal Sur del
Aeroparque Jorge Newbery, proveniente del Aeropuerto Internacional de Maiquetía
Simón Bolívar, un vuelo privado de la empresa Royal Air que transportaba
funcionarios públicos venezolanos y argentinos, algunos de ellos relacionados
con el sector energético. En este vuelo, que fue contratado por la Empresa de
Energía Argentina S. A. (ENARSA), se encontraban, entre otros, los argentinos
Exequiel Espinoza (presidente de ENARSA), Claudio Uberti (Director del Órgano
de Control de Concesiones Viales -OCCVI-), Victoria Bereziuk (asistente de
Uberti) y el presidente de PDVSA, Uzcategui Matheus, su hijo Daniel Uzcátegui
Specht y el empresario venezolano Guido Antonini Wilson. Cuando la agente de la
Policía de Seguridad Aeroportuaria María Luján Telpuk ordenó abrir una valija
del empresario venezolano Antonini Wilson encontró U$S 790.550.
Los
funcionarios de la Aduana Nacional y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria
Argentina decomisaron el dinero en base al artículo 978 del Código Aduanero,
debido a que los dólares no fueron declarados previamente al control.
Interrogado
por las autoridades argentinas, Antonini Wilson manifestó: “La valija era
para la campaña presidencial. Yo supuse que era de Uberti y él me dijo que la
manejaba el presidente. Yo me baso en lo que Uberti me dijo en Miami, cuando me
envió saludos de parte del entonces presidente Néstor Kirchner”.
En
medio de la campaña presidencial donde Cristina Kirchner se enfrentaba con
Elisa “Lilita” Carrió, el caso de la “valija de Antonini Wilson”
se transformó inmediatamente en un grave escándalo político.
El
empresario Guido Antonini Wilson un día después y tras participar de un acto en
la Casa Rosada abandonó la Argentina con destino a Uruguay, sin reclamar el
dinero que le había sido incautado, desde allí se trasladó a los Estados Unidos
nunca retornó a Venezuela o la Argentina.
Para
reducir la presión ante la opinión pública el gobierno kirchnerista buscó un “chivo
expiatorio”. El ministro de Planificación, arquitecto Julio de Vido, declaró
que el director de OCCV, Claudio Uberti era el “responsable político” del
vuelo. Uberti era hasta entonces el hombre de confianza del ministro de Vido y
operador de todos negocios con Venezuela. Uberti se reunió con el entonces jefe
de Gabinete, Alberto Fernández acordando los términos de su renuncia que se
hizo efectiva el 9 de agosto de 2007.
Guido
Antonini Wilson fue acusado en Argentina por contrabando. El juez federal Diego
Zysman a pedido de la fiscal María Luz Rivas Diez, pidió la captura
internacional de Antonini Wilson, pero a esas alturas el venezolano era un colaborador
del FBI y los Estados Unidos no estaban dispuestos a extraditarlo.
A comienzos
de diciembre de 2007, los venezolanos Moisés Maionica, Franklin Durán y Carlos
Kauffman y el uruguayo Rodolfo Wanseele fueron arrestados en Miami por el FBI y
posteriormente fueron acusados por el fiscal federal Thomas Mulvihil de ser “agentes
de la República Bolivariana de Venezuela”. Franklin Durán y Carlos Kauffman
son los actuales propietarios de Venoco, empresa fabricante de lubricantes
automotrices, en la cual Antonini Wilson se desempeñó como asesor. Según el
FBI, Guido Antonini Wilson había sido presionado en una serie de reuniones por
los supuestos agentes para que aceptara dos millones de dólares a cambio de no
revelar el origen ni el destino del maletín de ochocientos mil dólares. La
seguridad de las hijas de Antonini Wilson habría sido amenazada por los
supuestos agentes venezolanos.
Antonini
Wilson había estado colaborando con el FBI desde su llegada a los Estados
Unidos en agosto y abría grabado las reuniones.
De
acuerdo con el fiscal Mulvihil, el FBI tenía numerosas grabaciones que
probarían que los gobiernos chavistas de Venezuela y kirchnerista de Argentina
habrían acordado ocultar la fuente y el destino del dinero decomisado a
Antonini Wilson, siempre y cuando este colaborara.
El 13
d diciembre de 2007, la entonces flamante presidenta argentina Cristina
Fernández de Kirchner, acusó al gobierno estadounidense por implementar una “operación
basura”. Poco después, el 18 de diciembre, el dictador venezolano Hugo Chávez,
negó que los acusados fueron agentes venezolanos y calificó al proceso judicial
estadounidense como un intento del “Imperio” de dañar a Venezuela y
Argentina.
En
junio de 2018, el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, que se negó a procesar
al exfuncionario Claudio Uberti, y el fiscal Pablo Turano, fueron los
encargados de cerrar la causa. El caso prescribió finalmente, tras la
indagatoria de Claudio Uberti que se mantuvo con bajo perfil, mientras que
Antonini Wilson no se presentó, el expediente pasó por tres jueces de primera
instancia y llegó hasta la Corte Suprema, no se produjo ninguna condena ni se
procesó a Uberti, la fiscalía no reunió las pruebas suficientes.
La
fiscal María Luz Rivas Diez declaró: “Luchamos contra todo el poder político
que protegió a Uberti porque temían que abriera la boca. Fue luchar contra
molinos de viento. Aún así, es increíble que la causa no haya llegado a una
condena y ni lográramos que lo procesaran a Uberti, y es una vergüenza que ya
pisando este gobierno no se haya podido avanzar sobre él.”
En
diciembre de 2018, el mismo juez Yadarola proceso al ministro de Planificación
Julio de Vido, a Claudio Uberti, al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray, a
Victoria Bereziuk, al extitular de ENARSA Ezequiel Espinosa y a otras personas
involucradas. A todos les trabó embargo de cincuenta millones de pesos por “tentativa
de contrabando de importación de divisas, agravado por la concurrencia de tres
o más personas y por la intervención de funcionarios públicos, tanto nacionales
en ejercicio o en ocasión de sus funciones, como funcionarios aduaneros
encargados del referido control y en concurso ideal con el delito de
receptación de dinero con el fin de aplicarlo en una operación de lavado de
activos.”
En
2019, el fiscal Pablo Turano pidió la elevación a juicio oral de un dictamen d
cuatrocientas fojas. En el caso de Exequiel Omar Espinosa, el fiscal pidió que
se ordenen otras medidas de prueba antes de formular la acusación.
En
abril de 2021, el juez Yadarola elevó la causa a juicio oral y le correspondió al
Tribunal Penal Económico N° 1.
En la
etapa de instrucción solo quedaron pendientes las detenciones del expresidente
de PDVSA Uzcátegui Matheus, de su hijo Daniel Uzcátegui Specht y de Guido
Antonini Wilson.
Durante
la campaña presidencial de 2019, el entonces candidato Alberto Fernández
aseguró que la versión de un financiamiento chavista de la campaña presidencial
de 2007, de la cual él era jefe de Campaña del kirchnerista Frente para la Victoria,
nunca pudo ser confirmada en la justicia argentina. Por último, afirmó que el
dinero de Antonini Wilson posiblemente estaba destinado a políticos uruguayos,
lo cual generó la protesta de legisladores de ese país.
Pero, con las revelaciones
del escrito presentado por el general Hugo Carvajal al juez Manuel García
Castellón se revela que previamente a la valija de Antonini Wilson hubo un
total de veinte vuelos con entregas de un millón de dólares cada entregadas sin
problemas, ya que contaban con la complicidad de los funcionarios aduaneros argentinos
que los dejaban pasar sin ningún inconveniente.
Si estas revelaciones son ciertas la campaña electoral del Frente para la Victoria que en 2007 llevó a Cristina Kirchner a la presidencia estuvo financiada con veintiún millones de dólares provenientes de la República Bolivariana de Venezuela y la generosidad del dictador Hugo Chávez que intervenía en los asuntos internos de los países latinoamericano contando con la venalidad de los políticos locales.
Ahora, la detención del jefe de inteligencia de Hugo podría golpear aún más la campaña electoral del Frente de Todos que transcurre de escándalo en escándalo impidiendo al kirchnerismo remontar su aplastante derrota en las PASO de septiembre.
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