La Argentina cuenta con un sistema
electoral que obliga a los partidos políticos a realizar elecciones primarias
abiertas y a los electores a votar obligatoriamente en ellas. Este sistema,
cuya función muchas veces no es debidamente comprendida, es resistido por un
sector de la sociedad.
CONTENIDO
Muchos
argentinos cuestionan la existencia de las Primarias Abiertas Simultáneas y
Obligatorias -PASO- consideran que esos comicios son innecesarios y costosos. Las
PASO 2021, por ejemplo, costarán 6.800 millones de pesos (unos 38 millones de
dólares al cambio oficial del “dólar blue” paralelo e ilegal pero el único que
consiguen los argentinos).
Sin
embargo, las PASO tiene sus ventajas. Veamos algunos de los aspectos más
favorables de las mismas.
El
sistema de primarias y elecciones genera un período de aproximadamente ciento
veinte días dónde los candidatos (o al menos los principales de ellos) se ven
sometidos al escrutinio público. Deben exponer con claridad sus propuestas,
argumentar con solidez, demostrar capacidad de resiliencia y buen humor…
No
todos logran alcanzar satisfactoriamente estos objetivos y pronto quedan
expuestos ante el electorado.
El día
después de una votación la mayoría de los ciudadanos expresan su hartazgo
contra el bombardeo de propaganda política y el tratamiento de temas
electorales en los noticieros y otros programas de actualidad.
Pero,
lo cierto es que los electores han tenido la oportunidad de evaluar
detenidamente a los candidatos, conocer la composición de las listas de cada
partido, sus propuestas, la eficacia de sus equipos de campaña, en especial el
ejército de “punteros” rentados que le permiten controlar la votación y
movilizar a sus partidarios y la forma en que trasmiten su programa de
gobierno.
La
campañas electorales son (o al menos deberían ser) una prueba para los partidos
políticos y sus candidatos demuestren su capacidad para resolver situaciones
bajo presión. En este caso la presión consiste en la necesidad de organizar los
mensajes y la contrapropaganda que se difunde por las redes sociales, hacer el
mejor papel posible en las decenas de entrevistas que debe conceder, coordinar
la fiscalización de los comicios, captar el mayor número de votantes y fondos
de campaña posibles.
Las
PASO son especialmente importantes para asegurar los mayores márgenes de
democracia interna sin que los partidos políticos se fracturen o se imponga la
voluntad monolítica de un caudillo.
El
politólogo francés de izquierda, Maurice Duverger, autor de un libro clásico
sobre los partidos políticos, no duda en denominar “partidos totalitarios”
a aquellas agrupaciones que muestran una cohesión monolítica y donde todas las
voces disidentes son sistemáticamente acalladas o eliminadas.
En
este tipo de partidos cualquier miembro que piensa diferente de la línea
oficial fijada por las autoridades de él o intenta competir por los cargos
partidarios es automáticamente considerado un traidor a la causa y al líder de
este.
En
contrapartida, los militantes que disciplinadamente acatan las directivas
emanadas de la cúpula dirigente y demuestran gran capacidad para adular a sus
jefes son premiados con cargos partidarios o inscriptos como candidatos a cargos
públicos.
Estas
características hacen que los partidos totalitarios presenten siempre una lista
única en las PASO.
Duverger,
quien también afirma que no existe ningún tipo de organización menos
democrática que un partido político; reconoce que algunas de estas entidades
muestran una mayor tolerancia hacia las disidencias internas y al surgimiento
de liderazgos partidarios alternativos. Duverger denomina como “democráticos”
a este tipo de partidos.
Porque
después de las PASO cuando las listas minoritarias alcanzan un apoyo electoral
significativo (por lo general igual o superior al 15%) la lista final de
candidatos a legisladores a competir en la elección debe incorporar a una parte
de los candidatos de las otras listas del mismo partido.
En algunos
casos, se intercala un candidato de la lista opositora interna cada tres o
cuatro de la lista oficial en función también de la representación por género.
En
esta forma las facciones internas de un partido político sobreviven y se
fortalecen cuando sus principales dirigentes también acceden a cargos públicos.
Es
decir, que las PASO son mecanismo destinados a incentivar la democracia en la
vida interna de los partidos políticos y poner de manifiesto ante el electorado
a aquellos partidos que muestran fuertes tendencias totalitarias.
Un
indicador del grado de democratización interna en los partidos políticos
argentinos es que para las PASO 2021 una de cada tres agrupaciones que compiten
presentaron más de una lista. Para diputados nacionales presentaron más de una
lista 55 de las 177 listas intervinientes (31%) y para senadores nacionales 24
de las 62 listas que compiten (39%). Juntos por el Cambio (o simplemente “Juntos”
como es su denominación actual) presentó más de una lista en 17 distritos,
mientras que el Frente de Todos lo hizo solo en 5 y las distintas expresiones
de la izquierda los hicieron en 18 distritos.
Además,
como las PASO impiden participar en la elección a aquellos partidos que en
todas sus listas internas no alcancen un número de votos igual o superior al
uno y medio por ciento (1,5%) de los votos válidos emitidos en el distrito en que
intenten competir (Art. 45 de la Ley de Democratización de la Representación
Política, la Transparencia y la Equidad Electoral); actúan como filtro de las
expresiones políticas testimoniales y extremadamente minoritarias, permitiendo
a los electores reorientar sus votos y hacer un mejor aprovechamiento de estos.
A
ningún observador de la vida política argentina le pasa por desapercibido que
existen partidos políticos minoritarios, tanto de la derecha radicalizada o
extrema izquierda, que siempre presentan los mismos candidatos tanto para
cargos presidenciales como legislativos. Pareciera que en sus minúsculas
agrupaciones no hay otros dirigentes capacitados que los de siempre.
Esos
partidos testimoniales (tanto del nacionalismo conservador como del trotskismo
y el marxismo maoísta) suelen emplear las elecciones para dar a conocer sus
propuestas extremas; sin una esperanza real de alcanzar algún cargo porque
nunca logran captar un apoyo electoral suficiente para superar la barrera del
1,5% de los votos que establecen las PASO.
En
este sentido, las PASO son un elemento esclarecedor del sistema político
eliminando a las expresiones políticas menos representativas.
LAS
PASO COMO GRAN ENCUESTA NACIONAL
La
experiencia muestra que en Argentina las encuestas electorales son muy
imprecisas y que además en muchos casos son difundidas con la intención de
influir sobre los votantes, o sea hacer propaganda mostrando que ciertos
candidatos cuentan con mayor apoyo del que realmente tienen y que otros, por el
contrario, carecen de aceptación por parte de los eventuales votantes.
Incluso,
recientemente se ha difundido en un prestigioso medio de prensa masivo una
encuesta elaborada por la consultora Proyección (vinculada al kirchnerismo y
que curiosamente no está inscripta en el Registro de Empresas Encuestadoras
publicada por la Cámara Electoral Nacional) donde se evalúa la intención de
voto en la ciudad de Buenos Aires en las PASO. Allí se presentaba como ganador
por el 32,4% al Frente de Todos que compite con una sola lista. Situando en
segundo término a Juntos por el Cambio con el 30,7% seguido de Republicanos
Unidos con el 8,1% y Adelante Ciudad con el 1,8%. Pero, en realidad estas tres últimas
listas pertenecen todas al mismo espacio de Juntos por el Cambio que totaliza así
el 39,6% y es en realidad el auténtico candidato a ganar en CABA.
Al
presentar los datos en esta forma se intenta confundir al lector menos
informado y llevar a cabo una típica maniobra de manipulación de la opinión
pública en favor de una alianza electoral determinada.
Pero,
la manipulación de la opinión pública con encuestas dibujadas cesa cuando se
conocen los resultados del escrutinio final de las PASO.
Después
de las PASO, el elector conoce antes de emitir su voto qué candidatos tienen
mayores posibilidades de ser electos y cuáles no, de manera que pueden, si así
lo desean, modificar sus preferencias entre una y otra votación.
En
síntesis, podría decirse que las PASO son instrumentos destinados a
democratizar y transparentar la vida interna de los partidos políticos. También
permiten a los electores más reflexivos contar con mayores elementos de juicio
para decidir su voto.
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