Después
de una agitada campaña electoral en que perdieron la vida 233 personas, 72,8
millones de lectores nigerianos concurrieron a las urnas el pasado sábado 23
para elegir a un nuevo presidente
Después de una postergación de
siete días por “problemas logísticos”,
el sábado 23 de febrero abrieron sus puertas más de 120.000 centros de votación
para recibir a 72,8 millones de electores que deberían elegir a un nuevo
presidente para Nigeria.
Además, los votantes escogieron
a 360 diputados nacionales, 109
senadores a los 36 gobernadores y a los integrantes de las asambleas estaduales.
El fraude electoral es
habitual en las elecciones nigerianas. Para contrarrestarlo, la legislación
electoral exige que los votantes sean verificados biométricamente antes de
sufragar, un cambio importante respecto del pasado cuando con solo llenar un
formulario se permitía votar a electores no correctamente identificados. Aunque
subsisten las tradiciones prácticas de compras de votos, fraude en el recuento
de votos y el desbaratar las elecciones en bastiones de oposición, lo que
conduce a frecuentes impugnaciones y estallidos de violencia. A lo largo de la
campaña presidencial perdieron la vida 233 personas, 16 de ellas en el día de
la votación acompañadas de ataques incendiarios a locales del CENI.
La justicia electoral
nigeriana ha inscripto a 73 candidatos presidenciales. Aunque la legislación
vigente favorece a los dos grandes partidos: el oficialista All Progressives Congress y el opositor Partido Democrático del Pueblo, porque
exige al vencedor que obtenga al menos un 25% de los votos, en 24 de los 36 estados.
Entre los candidatos solo dos postulantes
tiene posibilidades, ambos son septuagenarios musulmanes nacidos en el Norte
del país. El favorito es el actual presidente general Muhammadu Buhari, de 76,
años, candidato por el partido Congreso de Todos los Progresistas, y el
opositor, abogado, empresario y político Atiku Abubakar, de 72 años, del
histórico Partido Democrático Popular, el principal retador.
El periodista español José
Naranjo, un experto en política africana, ha sentenciado sobre las elecciones
nigerianas: “Buhari tiene el poder, pero
Abubakar tiene el dinero.”
El presidente Muhammadu
Buhari, nació en Katsina, el 17 de diciembre de 1942 fue el séptimo presidente
de Nigeria y el primero del régimen militar que siguió a la llamada “Segunda República” de este país. Ocupó
el cargo desde el 31 de diciembre de 1983, año en que se produjo el golpe de
Estado, hasta el 27 de agosto de 1985, cuando otro golpe militar lo reemplazó
por el también general Ibrahim Babangida.
Intentó retornar a la
presidencia infructuosamente en las elecciones presidenciales de 2003, 2007 y
2011.
Finalmente, en las elecciones
celebradas el 28 de marzo de 2015, obtuvo la mayoría absoluta al conseguir el
53,23% de los votos y se convirtió en presidente del país, sucediendo a
Goodluck Jonathan. Su triunfo en la elección estableció el precedente, inédito
en la historia nigeriana, de que un opositor derrotó a un presidente en
funciones. Asumió el cargo el 29 de mayo de 2015.
Actualmente, existen sería
dudas sobre el estado de salud de Buhari, al punto tal que el presidente debió
presentarse en la televisión para aclarar que no era un “clon” de si mismo. Su frase “Soy
el verdadero yo, se los aseguro”, se hizo inmediatamente viral provocando
risas y burlas. Esa fue su espontánea respuesta a la versión de que había sido
reemplazado por un doble sudanés llamado Jubril.
Lo cierto es que Buhari, en
sus cuatro años de gobierno realizó más de diez viajes al Reino Unido para
recibir tratamiento médico para una enfermedad nunca identificada oficialmente.
Su enfermedad lo obligó a pasar 170 días en Londres con licencia médica oficial
desde que asumió la presidencia en 2015.
Nadie sabe cuánto tiempo su
salud le permitirá seguir gobernando si elegido para un nuevo mandato de cuatro
años que concluirá cuando Buhari tenga ochenta años.
El All Progressives Congress (APC) se formó el 6 de febrero de 2013, a
partir de una alianza entre tres partidos el Congreso de Acción de Nigeria, el
Congreso para el Cambio Progresivo, el Partido de los Pueblos de Toda Nigeria y
una facción de la Gran Alianza de Todos los Progresistas, que se unieron para
competir con el entonces oficialista Partido Democrático Popular. El 13 de
diciembre de 2014, el APC fue admitido como miembro consultivo en la
Internacional Socialista.
En general se considera que el
APC es un partido político de centroizquierda que favorece las políticas
económicas de regulación o intervención estatal en el mercado. Un número
sustancial de sus líderes políticos adhieren a la filosofía socialdemócrata de
Obafemi Awolowo y a los puntos de vista socialistas y anticapitalistas de Aminu
Kano.
El mayor apoyo electoral del
APC se encuentra en el suroeste y el norte de Nigeria, que están dominados por
los grupos étnicos más numerosos del país, los yoruba y los hausa-fulani.
El opositor con mayores
posibilidades, el abogado y exvicepresidente Atiku Abubaker, es el candidato
del más importante partido político de Nigeria, el Partido Democrático Popular,
que se impuso en todas las elecciones presidenciales entre 1999 y 2011 y que
actualmente controla 14 de los 36 estados del país.
El Partido Democrático Popular
propone la aplicación de políticas neoliberales de libre mercado en economía y
posiciones conservadoras sobre ciertos temas sociales, como la oposición a las
relaciones entre personas del mismo sexo por razones morales y religiosas.
Atiku Abubaker, nació el 25 de
noviembre de 1946, es el único hijo de un comerciante y agricultor fulani,
Garba Abubakar y su segunda esposa, Aisha Kande, en la aldea de Jada en el
estado de Adamawa. Se recibió de abogado en la Universidad Ahmadu Bello en 1969,
e inmediatamente fue contratado por el Servicio de Aduanas de Nigeria, donde
permaneció como funcionario por veinte años, alcanzando la posición de Director
Adjunto.
Es musulmán y polígamo, tiene
cuatro esposas, 28 hijos y más de un centenar de nietos.
Es un empresario acaudalado Se
inició comercialmente, en 1974, comprando una casa con un préstamo bancario
para construir una casa en Yola, que puso en alquiler. El crecimiento económico
más importante de Abubakar se produjo cuando era un oficial de aduanas en los
puertos de Apapa. Gabrielle Volpi, un empresario italiano que operaba en
Nigeria, le propuso establecer una empresa que denominó “Nigeria Container Services” (NICOTES), una firma de logística que
comenzó a operar dentro de los puertos.
NICOTES continuó brindando
inmensas ganancias a Abubakar. Desde entonces, las acusaciones sobre “conflicto de intereses” lo han
perseguido a raíz de su participación en negocios en el mismo ámbito en que se
desempeñaba como funcionario público y en asuntos que estaban bajo su directa
supervisión.
En respuesta, Abubakar adujo
que su participación en dicha empresa se limitó a la propiedad de las acciones
(lo que permite la legislación nigeriana), y que no estuvo involucrado en el
funcionamiento diario de la empresa. NICOTES más tarde cambió de nombre por
INTELS y mantiene negocios en la industria petrolera de Nigeria y de otros
países africanos.
En 2005, Abubaker fundó la
Universidad Americana de Nigeria, en Yola, estado de Adamawa. Se trata de la
primera universidad de estilo estadounidense del África Subsahariana.
Actualmente el imperio
comercial de Abubakar incluye una planta de fabricación de agua mineral y bebidas
a base de jugos de frutas, Adama Beverages Limited, en Yola, así como una
fábrica de alimentos para animales elaborados por extrusión.
En 1998, Abubaker lanzó una
oferta para la gobernación del estado de Adamawa en la plataforma del Partido
Demócrata Popular. Ganó las elecciones de diciembre de 1998, pero antes de
asumir el cargo, fue elegido por el candidato presidencial de su partido, el ex
jefe de Estado Olusegun Obansanjo, como su candidato a la vicepresidencia. La
fórmula Obansajo – Abubaker se impuso en los comicios presidenciales del 27 de
febrero de 1999, con el 62,78% de los votos.
Abubaker asumió el cargo de
Vicepresidente de Nigeria 29 de mayo de 1999. Al mismo tiempo, presidió el
Consejo Nacional de Privatización, supervisando la venta de cientos de empresas
públicas deficitarias y mal administradas.
Ese año, junto con el
vicepresidente sudafricano Jacob Zuma, lanzó la Comisión Binacional Sudáfrica –
Nigeria.
En 2006, Abubaker entró en
conflicto con el presidente Olusegun Obasanjo, aparentemente como resultado de
la intensión de este último de aspirar a un anticonstitucional tercer mandato.
Se presentó como candidato
presidencial por el partido Congreso de Acción en las elecciones del 21 de
abril de 2007, saliendo tercero con el 7% de los votos.
Abubaker tiene prohibido el
ingreso a territorio de los Estados Unidos, desde 2017, por un escándalo de
soborno internacional junto a Willian Jefferson y una de sus esposas, Jenifer
Atiku Abubaker.
Conscientes de que buena parte
de la elección se decidirá en el sur cristiano del país, los dos candidatos han
escogido con cuidado a sus vicepresidentes para tratar de obtener el apoyo de
la población de esa región.
El presidente Buhari cuenta
con su actual vicepresidente, Yemi Osinbajo, un pastor evangelista de Lagos
procedente de la poderosa etnia yoruba, que ha sabido construir una imagen de
hombre íntegro especialmente durante los largos periodos de ausencia por
enfermedad del presidente.
Por su parte, Atiku Abubaker
se apoya en la figura de Peter Obi, un empresario católico exgobernador de la
región de Anambra, situada en el sureste del país, y de la etnia igbo. Obi es
considerado un tecnócrata experto en economía.
Después de esa luctuosa
jornada comicial, la Comisión Electoral Nacional Independiente -CENI- ha
declarado que los resultados de la votación recién se conocerán una semana más
tarde debido a la distancia y la gran diversidad de candidatos. Mientras tanto,
todo el mundo contiene la respiración ante una posible crisis de gobernabilidad
en el gigante africano que incremente dramáticamente los niveles de violencia
en el país.
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