domingo, 17 de abril de 2016

YIHADISMO NUCLEAR


El terrorismo yihadista pone sus ojos sobre las instalaciones nucleares europeas generando la alarma.


EL RIESGO NUCLEAR
La mayor y más inmediata amenaza a la seguridad global es la menos mencionada: el terrorismo nuclear.
Los gobiernos suelen temer generar un clima de paranoia en la población y por ello tratan de ocultar o relativizar las informaciones referidas a la pérdida, robo o tráfico ilegal de materiales nucleares. Incluso los propios medios de prensa prefieren autocensurarse frente a noticias de este tipo.
Sin embargo, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha registrado en los últimos veinte años 2.700 casos de pérdidas o robos de material nuclear con capacidad para ser empleada con fines bélicos o atentados terroristas.
EL FANTASMA YIHADISTA
Recientemente, el mundo se conmocionó al saber que la célula yihadista que atacó Bruselas el pasado 22-M planeaba provocar en Bélgica un desastre similar a los ocurridos en Chernóbil o Fukushima.
El presunto cerebro logístico de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, guardaba en su departamento de Bruselas informaciones sobre el centro de investigación nuclear de Jülich, en el oeste de Alemania, según informó el grupo de medios Redaktionsnetzwerk Deutshland (RND).
Las autoridades belgas detectaron también que dos ciudadanos belgas con acceso a instalaciones nucleares se habían radicalizado viajando a Siria como combatientes.
Uno de ellos había trabajado durante años, antes de morir en Siria combatiendo en las filas de Daesh, en la zona de alta seguridad de la central nuclear belga de Doel como empleado de una empresa externa proveedora de servicios.
El otro terrorista de Daesh con acceso a instalaciones nucleares fue detectado por las autoridades belgas a su regreso de Siria y actualmente cumple condena en un penal de Bélgica.
Las autoridades europeas insisten en tanto las instalaciones nucleares como los arsenales de ese tipo se encuentran debidamente custodiados y protegidos contra la posibilidad de ataques terroristas.
Lamentablemente, el terrorismo no necesariamente necesita atentar contra una central nuclear o apoderarse de una bomba nuclear para estar en capacidad de provocar una tragedia de ese tipo.
En 1994, por ejemplo, durante la guerra entre rusos y separatistas chechenos, en momentos en que la aviación rusa machacaba a la población civil de Grozny, la ciudad capital de la República de Chechenia, las milicias separatistas amenazaron a las autoridades del Kremlin con una represalia nuclear si los bombardeos no cesaban.
Para dar credibilidad a sus amenazas, una madrugada convocaron a un grupo de periodistas rusos a una conferencia de prensa clandestina en el inmenso y desolado parque Ismailova, situado en el centro de Moscú.
Frente a los periodistas, los terroristas reiteraron sus alegatos y amenazas. Antes de retirarse los terroristas dejaron ante los sorprendidos hombres de prensa un gran barril conteniendo residuos nucleares altamente contaminantes.
Los terroristas advirtieron a los periodistas que poseían varios barriles similares ocultos de diversos sitios de Moscú a los cuales harían detonar diseminando su contenido contaminante por toda la ciudad si los bombardeos rusos sobre Grozny no cesaban.
Al referirse al incidente y las amenazas, las autoridades rusas de ese entonces minimizaron la cuestión diciendo que “no se habían producido fugas contaminantes”. Pero, lo cierto es que los bombardeos cesaron abruptamente tras el incidente.
INCREMENTAR LA VIGILANCIA
Los riesgos de un atentado nuclear no sólo residen en los arsenales o instalaciones de las grandes potencias. Otros 24 países almacenan unas dos mil toneladas de material nuclear al que se puede dar algún uso militar.
Las autoridades occidentales mantienen una particular vigilancia sobre aquellos países que combinan una numerosa población musulmana -algunos de cuyos habitantes podrían radicalizarse- con instalaciones o arsenales nucleares, como India y Pakistán.

No es nuestra intención generar alarma sino advertir a las autoridades responsables de la seguridad sobre los riesgos de este nuevo tipo metodología terrorista.

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