viernes, 14 de noviembre de 2025

Chile elige entre la racionalidad y la utopía comunista


 

Jeannette Jara, la candidata oficialista, lidera las encuestas para los comicios presidenciales de este domingo, pero la ultraderecha de José Antonio Kast y la derecha tradicional de Evelyn Matthei confían en una victoria en segunda vuelta. La seguridad y el voto obligatorio marcan una elección que cierra un ciclo de promesas frustradas.

Chile se mira de nuevo al espejo este domingo 16 de noviembre. Lo hace con una mezcla de cansancio y una esperanza cautelosa, al final del ciclo de Gabriel Boric, el primer presidente nacido tras el retorno a la democracia. El país que Boric deja está lleno de ambigüedades, marcado por el fracaso del proceso constituyente, una crisis de seguridad que domina la agenda y un mapa político donde los moldes tradicionales ya no encajan.

Más de quince millones de chilenos están llamados a las urnas en unas elecciones que, por primera vez en décadas, para una presidencial, cuentan con voto obligatorio. Esta variable introduce una incertidumbre radical, con casi cinco millones de nuevos votantes forzados a participar, un electorado silencioso que nadie sabe a ciencia cierta cuáles son sus preferencias.

La contienda, que también renueva el Congreso, se ha configurado como una batalla de tres grandes proyectos. Sin embargo, el foco está puesto en los tres candidatos con mayor caudal electoral: la comunista Jeannette Jara, el ultraconservador José Antonio Kast y la liberal-conservadora Evelyn Matthei.

Aunque Jara, la abanderada única de la izquierda, se mantiene como favorita para ganar la primera vuelta, todos los sondeos pronostican que será derrotada en el balotaje del 14 de diciembre por cualquiera de sus dos rivales de derecha. La elección de este domingo, por tanto, se vive en la práctica como una primaria de la derecha para decidir quién será la punta de lanza que enfrente a la izquierda radical.

Los tres rostros del dilema chileno

La papeleta ofrece tres visiones de país encarnadas por figuras que representan la herencia del Gobierno, la ruptura radical o la gestión tradicional.

Jeannette Jara: La simpatía comunista

Jeannette Jara Román (51 años), la dirigente comunista, es la gran apuesta del oficialismo. Como ministra del Trabajo de Boric, se convirtió en una de las figuras mejor valoradas del gabinete y la artífice de los dos mayores logros legislativos del Gobierno: la reforma de pensiones y la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.

Militante del Partido Comunista (PC), su biografía rompe con el estigma que su partido arrastra en Chile. Nacida en Conchalí, en la periferia de Santiago, de origen humilde y educada en el sistema público, fue dirigente estudiantil en los 90 y sindical en el Servicio de Impuestos Internos antes de licenciarse en Derecho.

  • Propuestas: Encarna un "modelo social-estatal" centrado en la protección social, la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Ante la crisis de seguridad, ha endurecido su discurso: propone levantar el secreto bancario para perseguir el dinero del narco, establecer mayores impuestos, reforzar el control de puertos y construir nuevas cárceles.
  • Fortalezas y Debilidades: Su mayor fortaleza es una innegable simpatía personal que le ha permitido sortear la alta impopularidad del PC. Es una debutante en la arena presidencial, lo que le da un aire de renovación. Sus debilidades son, precisamente, su militancia comunista y la cercanía con Boric. Sus rivales la atacan como "la continuadora de un gobierno fracasado" y "la ministra del desempleo".

José Antonio Kast: La apuesta a la mano dura

José Antonio Kast Rist (59 años) no es un desconocido. Este será su tercer intento por alcanzar La Moneda, tras ser derrotado en la segunda vuelta de 2021 por Gabriel Boric. Abogado y exdiputado de la UDI, fundó el Partido Republicano como una escisión más a la derecha de la derecha tradicional.

Hijo de migrantes alemanes y hermano de un exministro de Pinochet, Kast defiende con orgullo el "orden, la seguridad y los valores tradicionales". Esta alineado con las ideas que en el plano internacional sostienen figuras como Donald Trump, Georgia Meloni, Javier Milei y Santiago Abascal.

  • Propuestas: Su programa es una réplica del "modelo Bukele" de El Salvador. Promete cárceles de alta seguridad con aislamiento total, y un control fronterizo con "vallas, zanjas y 3.000 unidades militares". Propone la expulsión masiva de inmigrantes irregulares y un recorte drástico del gasto público de 6.000 millones de dólares.
  • Fortalezas y Debilidades: Su fortaleza es su sintonía absoluta con la principal preocupación ciudadana: la seguridad. En un país "extremadamente atemorizado", su discurso radical resuena. Es visto como el candidato con mayor capacidad para unificar a toda la derecha en un balotaje. Su debilidad es su extremismo, que repele al centro y su defensa de la dictadura de Pinochet.

Evelyn Matthei: La gerente de la derecha tradicional

Evelyn Matthei Fornet (71 años) es la encarnación de la derecha histórica. Hija del general de la Fuerza Aérea y miembro de la Junta Militar, Fernando Matthei, su carrera política abarca toda la historia del retorno a la democracia: fue diputada, senadora, ministra del Trabajo bajo Sebastián Piñera y alcaldesa de la influyente comuna de Providencia.

Economista de formación, esta es su segunda carrera presidencial tras ser derrotada por Michelle Bachelet en 2013. Representa a la Unión Democrática Independiente (UDI) y a los partidos tradicionales de Chile Vamos.

  • Propuestas: Representa a una "derecha liberal moderna" centrada en la "estabilidad económica y la gestión eficiente". En economía, propone "una tijera de podar" en el Estado, en contraposición al "hacha" de Kast. En seguridad, no se queda atrás: propone una Policía Militar Fronteriza, fosas, centros de expulsión y cinco nuevas cárceles.
  • Fortalezas y Debilidades: Su principal activo es su imagen de gestora eficiente y su capacidad para atraer al votante de centro. Sin embargo, tras liderar las encuestas durante meses, su campaña ha perdido fuelle. Es vista por algunos como una figura del "establishment" y su sector (Evópoli) ha mostrado una enorme resistencia a una eventual alianza con Kast.

Una campaña marcada por el miedo y la polarización

La campaña que finaliza ha girado casi exclusivamente en torno a la seguridad. Los temas sociales que impulsaron el estallido de 2019 y el gobierno de Boric han sido reemplazados por el miedo al crimen organizado, el narcotráfico y la inmigración irregular.

Esto ha beneficiado a la derecha, que compite dividida pero con ventaja. La primera vuelta es una lucha fratricida entre Kast y Matthei por demostrar quién tiene la mano más dura. Kast cerró su campaña en el Movistar Arena ante 10.000 personas, prometiendo un "gobierno de emergencia" donde "el delincuente tenga miedo".

Jeannette Jara, por su parte, busca polarizar la elección en otros términos. En su cierre en la popular comuna de Maipú, aseguró que lo que está en juego son "dos modelos muy distintos de país". Su estrategia pasa por intentar desmarcarse sutilmente de Boric y apelar a la protección social frente al "odio y el miedo" que, según ella, representa Kast.

Tres escenarios para la segunda vuelta

Salvo una sorpresa mayúscula, nadie alcanzará el 50% este domingo, y Chile se encaminará a una segunda vuelta el 14 de diciembre. El orden de los factores sí altera el producto.

  1. Escenario 1: Jara vs. Kast (El más probable) Es el escenario que vaticinan la mayoría de las encuestas y una repetición del balotaje de 2021. Sería un choque de polos: la candidata comunista contra el líder ultraconservador. En este enfrentamiento, Kast es el claro favorito. Lograría unificar a toda la derecha, desde los liberales de Matthei hasta los libertarios de Kaiser, en un bloque cohesionado contra el oficialismo.
  2. Escenario 2: Jara vs. Matthei (La disputa por el centro) Si Matthei logra revertir las encuestas y superar a Kast, el escenario se complica para la izquierda. Matthei es vista como más moderada y tendría una capacidad mucho mayor para capturar al votante de centro e incluso a sectores de la antigua Concertación huérfanos de representación. Las encuestas también la dan como ganadora frente a Jara.
  3. Escenario 3: Jara vs. Kaiser (El terremoto libertario) Un escenario "improbable pero no imposible" es que el cuarto candidato en liza, el libertario Johannes Kaiser —apodado el "Milei chileno"—, dé la sorpresa y supere a Kast. Esto provocaría una crisis en la derecha. La derecha tradicional, que ya "le dolería el estómago" pactando con Kast, encontraría "enorme resistencia" en apoyar a Kaiser. Aunque las encuestas muestran a Jara perdiendo incluso contra él, esta fractura podría ser la única y remota posibilidad de victoria para el oficialismo.

Chile, un país que hace apenas cuatro años votó por un cambio refundacional, llega a estas elecciones agotado. La elección de este domingo no decidirá solo un presidente; decidirá cuál de los miedos chilenos es más fuerte: el miedo al desorden y la delincuencia, o el miedo a las soluciones extremas.

 

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