martes, 7 de septiembre de 2021

MARRUECOS CONCURRE A LAS URNAS MOSTRANDO LA VIGENCIA DE SU DEMOCRACIA



El miércoles 8 de septiembre el electorado marroquí concurrirá a las urnas para elegir a la undécima legislatura para los próximos cinco años y legisladores regionales y municipales, dando una nueva muestra de la fortaleza de su democracia.

EL PARLAMENTARISMO MARROQUÍ

El Reino de Marruecos después de la restauración de su independencia en 1956 comenzó un paulatino proceso reorganización del Estado que llevó a la instauración de un régimen de monarquía constitucional desde que el Rey Hassan II aprobó el 14 de diciembre de 1962 el primer texto constitucional.

La monarquía constitucional de Marruecos se adapta a las características de una antiquísima nación con sus tradiciones y costumbres que es al mismo tiempo musulmana, árabe, africana y magrebí. Por lo tanto su sistema legislativo fue evolucionando conforme a las necesidades de cada etapa de desarrollo del Estado.

Conforme a la constitución de 1962 se eligió a la primera legislatura (1963/1965) para un parlamento bicameral que constaba de una Cámara de Representantes con 144 miembros elegidos por sufragio universal directo y con mandato por cuatro años, y una Cámara de Consejeros integrada por 122 diputados, que debían renovarse por mitades cada tres años.

En 1970 una reforma constitucional llevó a la elección de una segunda legislatura (1970/1971) bajo un sistema legislativo unicameral. El mismo estaba organizado en una Cámara de Representantes con 240 diputados, 90 de los cuales fueron elegidos por sufragio universal directo, 90 elegidos indirectamente en representación de autoridades locales y 60 electos indirectamente por las cámaras profesionales.

La tercera legislatura (1977/1983) estuvo integrada por 267 diputados, la cuarta para el período (1977/1983) con 267 diputados, y la cuarta (1983/1992) con 306 miembros y la quinta (1997/1997) con 333 diputados.

Con la aprobación de la reforma constitucional de 1996, el Reino de Marruecos retornó al sistema bicameral con la elección en la sexta legislatura (1997/2002) de una Cámara de Representantes de 325 miembros elegidos en forma directa por un período de cinco años, 295 de los cuales fueron elegidos por circunscripciones locales y 30 designados en representación de la nación, y una Cámara de Consejeros de 270 diputados elegidos con un mandato de nueve años, de los cuáles tres quintos fueron elegidos indirectamente en cada región del Reino por un colegio electoral formado por representantes de las autoridades locales, y los dos quintos restantes son elegidos a nivel nacional por organismos que representan a las cámaras profesionales y a los representantes de los trabajadores.

La misma composición del Parlamento se mantuvo durante la séptima legislatura (2002/2007) y la octava (2007/2011).

Debido al reforma constitucional de 2011, el Parlamento en la novena legislatura (2011/2016) estuvo compuesta por una Cámara de Representantes con 396 miembros elegidos directamente por voto universal sobre la base de un sistema de listas, y una Cámara de Consejeros de 120 miembros, de los cuales 72 son elegidos indirectamente por las autoridades locales, 20 por las cámaras profesionales, 8 por las organizaciones profesionales de los empresarios y 20 por los sindicalistas.

La reforma constitucional de 2011 incluyó un incremento de las facultades del Parlamento en materia legislativa y de control de las políticas públicas. Además se redujo el umbral de votos necesarios para una moción de censura, la creación de comisiones de investigación, la remisión de casos al Tribunal Constitucional y la celebración de sesiones extraordinarias.

Además, el Parlamento tiene competencias en materia internacional para consolidar la influencia mundial del Reino, defender las causas nacionales y reforzar la cooperación internacional, especialmente a través de los grupos parlamentarios de amistad, que constituyen un poderoso instrumento para impulsar los intereses nacionales de Marruecos en materia de desarrollo, especialmente en los campos económico, social y cultural.

La décima legislatura elegida en 2016 y que está terminando su mandato estuvo dividida entre los siguientes agrupamientos: el Partido Justicia y Desarrollo obtuvo el 27,88% de los votos válidos que se materializaron en 125 escaños (18 diputados más que en la anterior legislatura); segundo el Partido de la Autenticidad y Modernidad el 21% y 102 escaños, el Partido Istiqlal obtuvo el 10,68% y 46 escaños y La Agrupación Nacional de Independientes conquistó el 9,37% de los votos y 37 escaños, lo que le permitió presidir la coalición de gobierno. La mayoría en la Cámara se forma con 198 diputados sobre un total de 395.

SISTEMA ELECTORAL

En el Reino de Marruecos el voto es voluntario y el padrón electoral se constituye con los ciudadanos que libremente se inscriben para votar. La inscripción se realiza una vez en la vida y a partir de entonces la única obligación del votante es mantener actualizado su domicilio.

El gran inconveniente que presenta el voto voluntario es la escas concurrencia a los comisión que en 2016 alcanzó al 30% de los electores habilitados.

En estas elecciones el padrón electoral está formado por 17.983.490 de votantes capacitados para emitir su sufragio. El 8% de los votantes inscriptos son jóvenes de entre 18 y 24 años que votan por primera vez.

pero la campaña electoral, que comenzó el 26 de agosto, se ha desarrollado con importantes limitaciones debido a la crisis sanitaria desatada por la pandemia del Covid que ha hecho necesario imponer el toque de queda a las veintiuna horas, entre otras medidas. Por lo cual las redes sociales y las caravanas de automóviles han jugado un papel central.

En esta ocasión por primera vez Marruecos acudirá a las urnas en un día laborable, en lugar de un viernes, día en que tradicionalmente se celebran los comicios en el país.

Los predicadores e imanes tienen prohibido toda actividad política o sindical y en las mezquitas deben mantener neutralidad.

Las Leyes Orgánicas N° 06.21 y N° 59.11 contienen prescripciones para asegurar una participación equitativa de las mujeres en las listas electorales. No obstante, ninguno de los partidos más votados y con opción de imponerse en la votación lleva a una mujer como principal candidata. También los jóvenes se  ven relegados en las candidaturas. Los postulantes son hombres y, en su mayoría, superan los cincuenta años. No obstante, los escaños reservados a las mujeres se incrementaron de 60 a 90, cuota que supone el 22,7% de los cargos. Y, en las elecciones para cargos regionales, el cupo femenino es del 30%.

Marruecos desde 2002 un sistema electoral basado en la representación proporcional por lista incompleta con coeficiente o resto mayor que se calculaba a partir de los votos válidos emitidos. Pero en marzo de este año el sistema fue modificado y el coeficiente electoral pasó calcularse a partir del padrón electoral y no de los votantes. El problema es que en 2016 se registraron 5,8 millones de votos válidos de un padrón de 15,7 millones.

La reforma actual eleva el coeficiente electoral haciendo que cualquier partido pueda alcanzarlo, lo que se traduce en la práctica en un mayor reparto de escaños entre todos los partidos, especialmente los minoritarios. Esto lleva a una pérdida de escaños en los partidos hasta ahora mayoritarios y a una mayor fragmentación del Parlamento al suprimir la barrera del 3% del total de votos para obtener representación. En esta forma los pequeños partidos podrían incorporarse a la cámara baja y el partido triunfante se verá obligado a formar un gobierno de coalición, tal como ha ocurrido desde 2011.

 

Los expertos estiman que con esta reforma el Partido Justicia y Desarrollo podría perder hasta 40 escaños.

No obstante, la posible fragmentación del Parlamento, el gobierno que surja seguramente estará encabezado por el partido más votado y tendrá por misión fundamental implementar con rapidez el Nuevo Modelo de Desarrollo Nacional impulsado por Su Majestad el Rey Mohammed VI.

En estos comicios, los terceros desde la reforma constitucional de 2011 y el comienzo de la Primavera Árabe, coincidirán por primera vez las elecciones legislativas, regionales y locales. Esto implica cubrir 395 escaños parlamentarios y 31.000 cargos públicos de diverso nivel diseminados en distritos y provincias con la participación de candidatos pertenecientes a 32 partidos políticos. Para cubrir escaños en el Parlamento se han presentado 6.815 candidatos, es decir una media de 17 candidatos por escaño. Para cubrir los 678 cargos en los Consejos de las doce regiones se presentaron 9.892 candidatos, generando una media de 15 candidatos por cargo. En tanto que para cubrir los 31.000 cargos de concejales municipales lo hicieron 157.569 candidatos.

Este desafío organizativo y logístico habla del desarrollo, capacidad y eficiencia de la burocracia estatal marroquí para coordinar e implementar el correcto funcionamiento de la democracia en el reino alauí.

El Rey Mohammed VI ha ordenado el establecimiento de un Comité Central de Seguimiento para supervisar el desarrollo de las elecciones y asegurar su imparcialidad y credibilidad.

Además, a los efectos de asegurar la trasparencia de los comicios ante la comunidad internacional, el Rey Mohammed VI ha aceptado la presencia de más de cuatro mil seiscientos observadores internacionales que representas a unas noventas organizaciones de la más diversa naturaleza. Cabe citar en este conjunto a la Liga Árabe, el Parlamento Árabe, el Centro Africano de Prevención de Conflictos, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), la Comisión de Venecia, el Congreso de Autoridades Locales y Regionales, anexa al Consejo de Europa, las embajadas de Canadá, Reino Unido y Países Bajos acreditadas en Rabat, representantes de la sociedad civil y medios de prensa.

Los observadores internacionales estarán presentes en las doce regiones del país, especialmente en la Provincias del Sur, comprobando con objetividad el correcto desarrollo del proceso electoral.

LOS PARTIDOS EN COMPETENCIA

En los comicios del miércoles competirán treinta y dos formaciones políticas que componente un conjunto heterogéneo de propuestas e individualidades que responden al más amplio caleidoscopio ideológico, desde islamistas a marxistas pasando por los nacionalista y liberales, cubriendo todas las facetas en la preferencias del electorado marroquí. Entre los principales figuran.

Partido de la Justicia y el Desarrollo: es un partido de inspiración islámica y el mayoritario. Su secretario general Saad Dine El Otmani actual Jefe de Gobierno.

Partido Autenticidad y Modernidad (PAM): esta agrupación de tendencia izquierdista moderada tiene por secretario general es Abdellfit Ouahbi.

Partido Istiqlal: es el partido nacionalista que apoyó al Rey Mohammed V durante el proceso de descolonización. Su actual secretario general es Nizar Baraka

Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP): su primer secretario es Driss Lachgar.

Reagrupamiento Nacional Independiente: Es un partido de centro derecha que cuenta con el apoyo de los empresarios, los notables y muchos altos cargos de la administración. Su secretario general es Aziz Ajanuch, un veterano político de sesenta años que desde hace catorce es ministro de Agricultura y posiblemente sea el hombre más rico del país.

Unión Constitucional: su secretario general es Mohamed Sajid.

Partido de la Independencia: de tendencia izquierdista. Su actual secretario general es Nizar Baraka.

Con las elecciones del próximo miércoles 8 de septiembre el Reino de Marruecos dará una nueva muestra del sólido desarrollo de su sistema institucional y de la vigencia y fortaleza de su democracia dentro de un régimen de monarquía constitucional. Un hecho usual en la Europa Comunitaria pero sin precedentes en el continente africano y que no puede exhibir ningún otro país del Norte de África. 

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