El miércoles 8 de septiembre el electorado
marroquí concurrirá a las urnas para elegir a la undécima legislatura para los
próximos cinco años y legisladores regionales y municipales, dando una nueva
muestra de la fortaleza de su democracia.
EL
PARLAMENTARISMO MARROQUÍ
El
Reino de Marruecos después de la restauración de su independencia en 1956
comenzó un paulatino proceso reorganización del Estado que llevó a la
instauración de un régimen de monarquía constitucional desde que el Rey Hassan
II aprobó el 14 de diciembre de 1962 el primer texto constitucional.
La
monarquía constitucional de Marruecos se adapta a las características de una antiquísima
nación con sus tradiciones y costumbres que es al mismo tiempo musulmana,
árabe, africana y magrebí. Por lo tanto su sistema legislativo fue
evolucionando conforme a las necesidades de cada etapa de desarrollo del
Estado.
Conforme
a la constitución de 1962 se eligió a la primera legislatura (1963/1965) para
un parlamento bicameral que constaba de una Cámara de Representantes con 144
miembros elegidos por sufragio universal directo y con mandato por cuatro años,
y una Cámara de Consejeros integrada por 122 diputados, que debían renovarse
por mitades cada tres años.
En
1970 una reforma constitucional llevó a la elección de una segunda legislatura
(1970/1971) bajo un sistema legislativo unicameral. El mismo estaba organizado
en una Cámara de Representantes con 240 diputados, 90 de los cuales fueron
elegidos por sufragio universal directo, 90 elegidos indirectamente en
representación de autoridades locales y 60 electos indirectamente por las
cámaras profesionales.
La
tercera legislatura (1977/1983) estuvo integrada por 267 diputados, la cuarta
para el período (1977/1983) con 267 diputados, y la cuarta (1983/1992) con 306
miembros y la quinta (1997/1997) con 333 diputados.
Con la
aprobación de la reforma constitucional de 1996, el Reino de Marruecos retornó
al sistema bicameral con la elección en la sexta legislatura (1997/2002) de una
Cámara de Representantes de 325 miembros elegidos en forma directa por un
período de cinco años, 295 de los cuales fueron elegidos por circunscripciones
locales y 30 designados en representación de la nación, y una Cámara de
Consejeros de 270 diputados elegidos con un mandato de nueve años, de los
cuáles tres quintos fueron elegidos indirectamente en cada región del Reino por
un colegio electoral formado por representantes de las autoridades locales, y
los dos quintos restantes son elegidos a nivel nacional por organismos que
representan a las cámaras profesionales y a los representantes de los
trabajadores.
La
misma composición del Parlamento se mantuvo durante la séptima legislatura
(2002/2007) y la octava (2007/2011).
Debido
al reforma constitucional de 2011, el Parlamento en la novena legislatura
(2011/2016) estuvo compuesta por una Cámara de Representantes con 396 miembros
elegidos directamente por voto universal sobre la base de un sistema de listas,
y una Cámara de Consejeros de 120 miembros, de los cuales 72 son elegidos
indirectamente por las autoridades locales, 20 por las cámaras profesionales, 8
por las organizaciones profesionales de los empresarios y 20 por los sindicalistas.
La
reforma constitucional de 2011 incluyó un incremento de las facultades del
Parlamento en materia legislativa y de control de las políticas públicas.
Además se redujo el umbral de votos necesarios para una moción de censura, la
creación de comisiones de investigación, la remisión de casos al Tribunal
Constitucional y la celebración de sesiones extraordinarias.
Además,
el Parlamento tiene competencias en materia internacional para consolidar la
influencia mundial del Reino, defender las causas nacionales y reforzar la
cooperación internacional, especialmente a través de los grupos parlamentarios
de amistad, que constituyen un poderoso instrumento para impulsar los intereses
nacionales de Marruecos en materia de desarrollo, especialmente en los campos
económico, social y cultural.
La
décima legislatura elegida en 2016 y que está terminando su mandato estuvo
dividida entre los siguientes agrupamientos: el Partido Justicia y Desarrollo
obtuvo el 27,88% de los votos válidos que se materializaron en 125 escaños (18
diputados más que en la anterior legislatura); segundo el Partido de la
Autenticidad y Modernidad el 21% y 102 escaños, el Partido Istiqlal obtuvo el
10,68% y 46 escaños y La Agrupación Nacional de Independientes conquistó el
9,37% de los votos y 37 escaños, lo que le permitió presidir la coalición de
gobierno. La mayoría en la Cámara se forma con 198 diputados sobre un total de
395.
SISTEMA
ELECTORAL
En el
Reino de Marruecos el voto es voluntario y el padrón electoral se constituye
con los ciudadanos que libremente se inscriben para votar. La inscripción se
realiza una vez en la vida y a partir de entonces la única obligación del
votante es mantener actualizado su domicilio.
El
gran inconveniente que presenta el voto voluntario es la escas concurrencia a
los comisión que en 2016 alcanzó al 30% de los electores habilitados.
En
estas elecciones el padrón electoral está formado por 17.983.490 de votantes capacitados
para emitir su sufragio. El 8% de los votantes inscriptos son jóvenes de entre
18 y 24 años que votan por primera vez.
pero
la campaña electoral, que comenzó el 26 de agosto, se ha desarrollado con
importantes limitaciones debido a la crisis sanitaria desatada por la pandemia
del Covid que ha hecho necesario imponer el toque de queda a las veintiuna
horas, entre otras medidas. Por lo cual las redes sociales y las caravanas de
automóviles han jugado un papel central.
En
esta ocasión por primera vez Marruecos acudirá a las urnas en un día laborable,
en lugar de un viernes, día en que tradicionalmente se celebran los comicios en
el país.
Los
predicadores e imanes tienen prohibido toda actividad política o sindical y en
las mezquitas deben mantener neutralidad.
Las
Leyes Orgánicas N° 06.21 y N° 59.11 contienen prescripciones para asegurar una
participación equitativa de las mujeres en las listas electorales. No obstante,
ninguno de los partidos más votados y con opción de imponerse en la votación
lleva a una mujer como principal candidata. También los jóvenes se ven relegados en las candidaturas. Los
postulantes son hombres y, en su mayoría, superan los cincuenta años. No
obstante, los escaños reservados a las mujeres se incrementaron de 60 a 90,
cuota que supone el 22,7% de los cargos. Y, en las elecciones para cargos
regionales, el cupo femenino es del 30%.
Marruecos
desde 2002 un sistema electoral basado en la representación proporcional por
lista incompleta con coeficiente o resto mayor que se calculaba a partir de los
votos válidos emitidos. Pero en marzo de este año el sistema fue modificado y
el coeficiente electoral pasó calcularse a partir del padrón electoral y no de
los votantes. El problema es que en 2016 se registraron 5,8 millones de votos
válidos de un padrón de 15,7 millones.
La
reforma actual eleva el coeficiente electoral haciendo que cualquier partido
pueda alcanzarlo, lo que se traduce en la práctica en un mayor reparto de
escaños entre todos los partidos, especialmente los minoritarios. Esto lleva a
una pérdida de escaños en los partidos hasta ahora mayoritarios y a una mayor
fragmentación del Parlamento al suprimir la barrera del 3% del total de votos
para obtener representación. En esta forma los pequeños partidos podrían
incorporarse a la cámara baja y el partido triunfante se verá obligado a formar
un gobierno de coalición, tal como ha ocurrido desde 2011.
Los
expertos estiman que con esta reforma el Partido Justicia y Desarrollo podría
perder hasta 40 escaños.
No
obstante, la posible fragmentación del Parlamento, el gobierno que surja
seguramente estará encabezado por el partido más votado y tendrá por misión
fundamental implementar con rapidez el Nuevo Modelo de Desarrollo Nacional
impulsado por Su Majestad el Rey Mohammed VI.
En
estos comicios, los terceros desde la reforma constitucional de 2011 y el
comienzo de la Primavera Árabe, coincidirán por primera vez las elecciones
legislativas, regionales y locales. Esto implica cubrir 395 escaños
parlamentarios y 31.000 cargos públicos de diverso nivel diseminados en
distritos y provincias con la participación de candidatos pertenecientes a 32
partidos políticos. Para cubrir escaños en el Parlamento se han presentado
6.815 candidatos, es decir una media de 17 candidatos por escaño. Para cubrir
los 678 cargos en los Consejos de las doce regiones se presentaron 9.892
candidatos, generando una media de 15 candidatos por cargo. En tanto que para
cubrir los 31.000 cargos de concejales municipales lo hicieron 157.569
candidatos.
Este
desafío organizativo y logístico habla del desarrollo, capacidad y eficiencia
de la burocracia estatal marroquí para coordinar e implementar el correcto
funcionamiento de la democracia en el reino alauí.
El Rey
Mohammed VI ha ordenado el establecimiento de un Comité Central de Seguimiento
para supervisar el desarrollo de las elecciones y asegurar su imparcialidad y
credibilidad.
Además,
a los efectos de asegurar la trasparencia de los comicios ante la comunidad
internacional, el Rey Mohammed VI ha aceptado la presencia de más de cuatro mil
seiscientos observadores internacionales que representas a unas noventas
organizaciones de la más diversa naturaleza. Cabe citar en este conjunto a la
Liga Árabe, el Parlamento Árabe, el Centro Africano de Prevención de
Conflictos, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), la Comisión
de Venecia, el Congreso de Autoridades Locales y Regionales, anexa al Consejo
de Europa, las embajadas de Canadá, Reino Unido y Países Bajos acreditadas en
Rabat, representantes de la sociedad civil y medios de prensa.
Los
observadores internacionales estarán presentes en las doce regiones del país,
especialmente en la Provincias del Sur, comprobando con objetividad el correcto
desarrollo del proceso electoral.
LOS
PARTIDOS EN COMPETENCIA
En los
comicios del miércoles competirán treinta y dos formaciones políticas que componente
un conjunto heterogéneo de propuestas e individualidades que responden al más
amplio caleidoscopio ideológico, desde islamistas a marxistas pasando por los
nacionalista y liberales, cubriendo todas las facetas en la preferencias del
electorado marroquí. Entre los principales figuran.
Partido
de la Justicia y el Desarrollo: es un partido de inspiración islámica y el
mayoritario. Su secretario general Saad Dine El Otmani actual Jefe de Gobierno.
Partido
Autenticidad y Modernidad (PAM): esta agrupación de tendencia izquierdista
moderada tiene por secretario general es Abdellfit Ouahbi.
Partido
Istiqlal: es el partido nacionalista que apoyó al Rey Mohammed V durante el
proceso de descolonización. Su actual secretario general es Nizar Baraka
Unión
Socialista de Fuerzas Populares (USFP): su primer secretario es Driss Lachgar.
Reagrupamiento
Nacional Independiente: Es un partido de centro derecha que cuenta con el apoyo
de los empresarios, los notables y muchos altos cargos de la administración. Su
secretario general es Aziz Ajanuch, un veterano político de sesenta años que
desde hace catorce es ministro de Agricultura y posiblemente sea el hombre más
rico del país.
Unión
Constitucional: su secretario general es Mohamed Sajid.
Partido
de la Independencia: de tendencia izquierdista. Su actual secretario general es
Nizar Baraka.
Con
las elecciones del próximo miércoles 8 de septiembre el Reino de Marruecos dará
una nueva muestra del sólido desarrollo de su sistema institucional y de la
vigencia y fortaleza de su democracia dentro de un régimen de monarquía
constitucional. Un hecho usual en la Europa Comunitaria pero sin precedentes en
el continente africano y que no puede exhibir ningún otro país del Norte de
África.
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