Unidos
Podemos, el partido populista de la izquierda española pretende aprovechar la
debilidad del gobierno socialista encabezado por Pedro Sánchez y la crisis del
Partido Popular para convertirse en alternativa de gobierno en el 2020.
La crisis
del sistema político español, caracterizado en las últimas décadas por la
alternancia del Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, parece
crear las condiciones propicias para que nuevas formaciones políticas lleguen al
Palacio de La Moncloa.
Al
menos así lo cree el Secretario General del partido populista de izquierda
Unidos Podemos, el singular Pablo Iglesias
Recordemos
que Podemos es un partido político español financiado por el gobierno de los
ayatolas de Irán. Una agrupación que se ha caracterizado por defender al
régimen dictatorial venezolano de Nicolás Maduro y a los terroristas del Frente
Polisario.
Su
Secretario General, Pablo Iglesias se caracteriza por la reiterada descortesía
con que trata al rey Felipe VI y por practicar un descarado nepotismo
impulsando la carrera política de su pareja la diputada Irene Montero.
Recientemente,
la diarquía que conduce Cambiemos dio señales de su creciente aburguesamiento
al adquirir un fastuoso chalé, de 660.000 euros, en un selecto vecindario de
las afueras de Madrid. Seguramente, Iglesias y Monteros proyectan planificar
desde allí la revolución proletaria que llevará a España al socialismo.
Mientras
tanto Cambiemos se propone hostigar todo lo posible al débil gobierno del
socialista Pedro Sánchez.
En una
entrevista televisiva, Iglesias ha advertido que concederá tan sólo una “cortesía
mínima” de tres semanas a los socialistas, luego se dedicará a amargarles la
vida.
“Ha tardado 24 horas en olvidarse quien le
ha hecho presidente”, reprocho Iglesias con resentimiento al nuevo
Jefe de Gobierno debido a que no incluyó a miembros de Cambiemos ni a personas
afines a la izquierda radicalizada en el nuevo gabinete.
Luego
sentenció: “Normalmente el que se
desgasta es el que está en el Gobierno. No hay Gobierno que no se desgaste, y pasar
por Moncloa con el gobierno más débil de la historia de España probablemente
vaya a ser un calvario para Pedro Sánchez.”
Para acelerar
ese proceso, Cambiemos ha conformado un “gabinete
en las sombras” que integran la mayoría de los miembros del Comité
Ejecutivo de la formación anticapitalista, incluidos Iñigo Errejón, Juan Carlos
Monedero, el economista Vincenc Navarro, el ex Jefe de Estado Mayor de la
Defensa, Julio Rodríguez y la diputada gallega Carolina Bescansa.
Más
allá de las predicciones y deseos de Iglesias, lo cierto es que la tarea de
Pedro Sánchez no será sencilla ni agradable. Por primera vez gobierna en la
Península un político que nunca ganó una elección y que incluso en dos
ocasiones obtuvo las peores derrotas de un líder socialista (90 diputados en
2015 y 84 en 2016) y que sólo cuenta con 84 diputados de los 350 que integran
las Cortes. Sánchez es también el líder de un partido que pierde adhesiones año
a año, de elección en elección…
Los
socialistas conducen lo que el periodismo español ha bautizado como un “gobierno Frankenstein”. Es decir, un
gobierno que nació muerto y que sólo vive gracias aun cadáver (el PSOE) y los retazos
de otros cuerpos (en este caso partidos nacionalistas vascos y catalanes que
pretenden separar a sus regiones de España).
El PSOE
no sólo debe preocuparse por la hostilidad de la izquierda más radicalizada
sino también por los partidos de la derecha.
Tanto
el Partido Popular como Ciudadanos parecen muy poco dispuestos a colaborar con
los socialistas. Por el contrario, esperan que en el año y medio que falta
hasta el final de la legislatura los socialistas se desgasten y pierdan aún más
adhesiones. En especial de la clase media moderada propensa a cambiar su voto
hacia la derecha.
Tan
pronto como el Partido Popular renueve su conducción (tras la renuncia de
Mariano Rajoy) y comience a superar las heridas internas dejadas por el caso
Gütrel, la mayor trama de corrupción política de España que condujo a la cárcel
a 29 personas comenzará a pensar en nuevas elecciones para retornar al
gobierno.
Otro
tanto hará Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, un partido de derechas más “aggiornado”, honesto y presentable, que
los esperpénticos dirigentes, con tufillo a corruptos, del PP. Por el momento, Ciudadanos
es la fuerza política con mayor respaldo social que aspira (al igual que
Podemos) a salir ganador de la crisis y las contradicciones de un débil
gobierno del PSOE para romper con el bipartidismo y proyectarse a La Moncloa.
El
gobierno socialista, además, deberán hacer frente al separatismo intransigente
de los catalanes sin el apoyo del PP o de Ciudadanos.
Este
complejo cuadro de situación parece augurar que España se encuentra a las
puertas de una seria crisis de gobernabilidad. En las próximas semanas veremos
si Pedro Sánchez y los socialistas son capaces de campear el temporal.
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