CUARENTA AÑOS DE UNA GESTA NACIONAL
Al cumplirse cuatro décadas del momento en que el rey
Hassan II movilizó a su pueblo para llevar a cabo la gloriosa gesta de poner fin
a la presencia colonial en Marruecos recuperando su soberanía sobre las
provincias del Sur su hijo y heredero, Mohammed VI, actualiza su legado
lanzando un ambicioso programa de desarrollo económico y humano es esta región.
El rey Mohammed VI ha querido que este nuevo
aniversario de la Marcha Verde de 1975, que marca la reafirmación de la alianza
que vincula indisolublemente al pueblo marroquí con la monarquía alauí en la
defensa de la integridad territorial de Marruecos, constituya el hito inicial
de una nueva etapa en la vida de todos los marroquíes.
Los anuncios realizados por el rey de Marruecos están
destinados no sólo a mejorar las condiciones de vida de la población saharaui
en las provincias del Sur sino también a modificar la existencia de todos los
marroquíes sin distinciones y a proyectar los beneficios del crecimiento
económico de Marruecos sobre los pueblos del África subsahariana, en especial
en la región del Sahel.
UNA HOJA DE RUTA PARA EL DESARROLLO
El programa de desarrollo económico propuesto por
Mohammed VI comprende la construcción de una autopista, de calidad
internacional, entre las localidades de Tiznit, Laayún y Dajla. Mejorar la conectividad
aérea de las Provincias del Sur con destino a otras regiones africanas. La
construcción de una vía férrea desde la ciudad de Tánger hasta la de Lagüira
–para la cual Marruecos se encuentra actualmente buscando financiamiento
internacional- y transformar a Dajla en un gran puerto del Atlántico.
Para potenciar el crecimiento industrial y comercial
del Sur el programa anunciado por el Rey contempla la implementación de energía
limpia a través de plantas de generación solar y eólica, al mismo tiempo se
conectará a la ciudad de Dajla con la red eléctrica nacional.
Para promover el desarrollo humano y la radicación de
población en el Sur se está implementando un megaproyecto destinado a la
creación de una planta de generación de agua potable a partir de la desalinización
del agua de mar, en Dajla, y el establecimiento de unidades y polígonos
industriales en Laayún, Marsa y Bojador. Todo ello acompañado de medidas
administrativas destinadas a la descentralización y a hacer más atractiva la
región del Sáhara para las inversiones extranjeras.
PROMESAS CUMPLIDAS
En su discurso, el rey Mohammed VI destacó los
compromisos asumidos por Marruecos en años anteriores y como ha cumplido con
ellos. Así señaló el monarca: “Marruecos
cumple sus promesas, de palabra y de hecho. Además, sólo se compromete cuando
tiene la certidumbre de que va a cumplir. Por ello, queremos transmitir un
mensaje al mundo: nosotros no enarbolamos lemas hueros, ni tampoco vendemos
ilusiones, como hacen otros, todo lo contrario, ofrecemos compromisos que
cumplimos y realmente aplicamos.”
“Marruecos se ha comprometido
a aplicar la regionalización avanzada, cosa que ahora es una realidad palpable,
con sus instituciones y competencias.”
“Marruecos ha prometido la
democracia y la administración de los asuntos locales por los propios
habitantes de las Provincias del Sur. Ahora están eligiendo a sus
representantes y participando en las instituciones locales, con total libertad
y responsabilidad.”
“Marruecos también se ha
comprometido a poner en marcha un particular modelo de desarrollo para sus
Provincias del Sur. Ahora lanzamos obras estructurales y proyectos que generan
ingresos y oportunidades de empleo.”
“Marruecos se ha comprometido
a garantizar la seguridad y estabilidad, hoy, el Sahara marroquí es una de las
zonas más seguras de la región del Sáhel y el Sáhara. Si ahora Marruecos se
compromete a hacer del Sáhara marroquí un centro de intercambio y un eje de
comunicación con los países del África subsahariana, disponiendo las
infraestructuras necesarias para ello, sin lugar a dudas, hará nuevamente honor
a sus promesas, ante la enorme decepción y amargura de sus enemigos.”
Pero, no todo fueron anuncios sobre proyectos de
desarrollo en el discurso del Rey. Mohammed VI fue terminante en lo que se
refiere a la defensa de la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
DEFENSA INCLAUDICABLE DE LA
SOBERANÍA
El monarca comenzó estableciendo una clara distinción.
“Los saharauis, desde siempre fueron
reputados como gente de comercio y de ciencia, que viven de su trabajo, con dignidad
y altivez, sin esperar asistencia de nadie, a pesar de las duras condiciones
–señaló Mohammed VI-. Nos referimos a los verdaderos hijos del Sáhara, a los
verdaderos patriotas que han permanecido fieles a los vínculos de la pleitesía
que, lo mismo que sus antepasados, les ha unido a los soberanos de Marruecos a
través de la historia. En cuanto a aquellos que se dejan llevar por las tesis
de los enemigos, que luego van difundiendo, a pesar de su escaso número, no
tienen cabida entre nosotros. Sin embargo, quien recapacita y retoma el camino
correcto, hallará siempre la Patria clemente y misericordiosa.”
La Propuesta de Autonomía para la Región del Sáhara,
presentada en 2007, “constituye lo máximo
que Marruecos puede ofrecer”, advirtió el monarca reafirmando sus palabras
del año anterior, agregando que: “se
equivoca quien espera de Marruecos otra concesión, ya que lo ha dado todo: las vidas
de sus hijos en la defensa del Sáhara”.
Mohammed VI también se refirió en duros términos a los
dirigentes separatistas del Frente Polisario e incluso al gobierno de Argelia. “Los habitantes de Tinduf, en
Argelia, siguen padeciendo el hambre, la desesperación y la privación, además
de la violación sistemática de sus derechos fundamentales”, advirtió el monarca marroquí.
Seguidamente Mohammed VI se preguntó: “¿Dónde han ido a parar los cientos de
millones de euros que se ofrecen como ayudas humanitarias, que llegan a superar
los 60 millones anuales, sin contar los miles de millones destinados al rearme
y apoyo del aparato propagandístico y represivo de los separatistas?”
“¿Cómo se puede explicar el
sórdido y exagerado enriquecimiento de los dirigentes separatistas, que poseen
bienes inmobiliarios, cuentas y depósitos bancarios en Europa y América
Latina?”
Además, el rey de Marruecos recriminó al
gobierno de Argelia por no haber “hecho
nada por mejorar la situación de los habitantes de los campos de Tinduf, cuyo
número, como máximo, no superaría 40 mil personas, o lo que equivaldría a un
barrio mediano de Argel. O sea que a lo largo de 40 años Argelia no ha podido,
o no ha querido, procurar a estos habitantes unas 6.000 viviendas, es decir, un
promedio de 150 viviendas anuales, para vivir dignamente.”
“¿Cómo puede Argelia dejar a
los habitantes de Tinduf en esta dramática e inhumana situación, cuando se
permite gastar miles de millones en su guerra militar y diplomática contra
Marruecos? La historia juzgará a aquellos que han hecho de los libres y
honrados habitantes del Sáhara, unos pordioseros de las ayudas humanitarias.
También se registrará que hayan explotado el drama de un grupo de mujeres y
niños del Sáhara, convirtiéndolos en botín de guerra y capital de un comercio
ilícito, así como en instrumento de pugna diplomática.”
Una detenida lectura del discurso pronunciado
ayer por el rey Mohammed VI señala que, pese al gran esfuerzo que demanda para
los marroquíes la defensa de su soberanía y el desarrollo económico de la
región del Sáhara, la misma constituye una verdadera causa nacional que así es
asumida en forma irrenunciable por la monarquía y por el pueblo de Marruecos.
En consecuencia, se engañan quienes
aspiran a mutilar el territorio marroquí en pos de sus delirios separatistas u
oscuros intereses geopolíticos, enfrente encontrarán a un pueblo resuelto a defender
lo que legítimamente le pertenece.
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