viernes, 25 de septiembre de 2015

CUMBRE EN TÁNGER POTENCIA A LA ASOCIACIÓN FRANCO - MARROQUÍ


 
La histórica visita del presidente francés François Hollande a la ciudad puerto de Tánger para reunirse con el rey Mohammed VI, inaugura una nueva etapa en la asociación entre Francia y Marruecos.

La visita realizada, el pasado 19 y 20 de septiembre, por el presidente francés a Marruecos ha servido de punto de partida para una más íntima colaboración entre el país galo y el reino del Magreb.

El presidente Hollande respondió a una invitación formulada por el rey Mohammed VI visitando la ciudad portuaria de Tánger en la costa mediterránea. El encuentro entre ambos mandatarios ha servido para poner fin a pasados malentendidos entre el Eliseo y Rabat afianzando los intereses comunes en materia de seguridad, cooperación económica y preservación del medio ambiente.

Francia, país que comparte importantes lazos culturales con Marruecos, mucho más allá de la francofonía, es además el principal socio económico de Rabat en materia de inversiones. Aunque actualmente España se ha convertido en el socio número uno en los intercambios comerciales. Unas 750 filiales de empresas francesas están instaladas en Marruecos creando más de 120.00 puestos de trabajo. Entre las firmas francesas instaladas en Marruecos cabe mencionar por su importancia a Renault que posee, desde 2012, un gigantesco centro de producción en Tánger con capacidad para fabricar más de 200.000 vehículos al año.

También la firma PSA Peugeot Citroën ha firmado este año un convenio con el ministro marroquí de Industria, Comercio, Inversiones y Economía Digital, Moulay Hafid Elalamy, en el que se comprometió a realizar una importante inversión de 557 millones de euros con destino a la construcción de una importante fábrica automotriz.

La fábrica francesa se instalará en la localidad de Ameur Seflia, cerca de la costa atlántica, a unos setenta kilómetros de la ciudad de Rabat y dependerá de la plataforma industrial integrada de la Zona Libre Atlántica, en la región de Gharb Chrarda Bni Hssen.

La nueva instalación industrial deberá comenzar su producción en 2019, inicialmente fabricando anualmente unas 90.000 unidades y pronto acrecentaría su capacidad hasta alcanzar las 200.000 unidades según se incremente la demanda de vehículos en la región.

El complejo industrial marroquí de PSA Peugeot Citroën producirá motores y vehículos del segmento “B y C”, es decir, los automóviles compactos y medianos, que la compañía considera la parte más rentable del mercado regional.

Cuando el complejo alcance su plena producción, generará unos 4.500 puestos de trabajo directo y 20.000 empleos indirectos. También permitirá el desarrollo de un área de investigación y desarrollo que ocupará a unos 1.500 ingenieros y técnicos superiores.

Es por ello que, la visita de la delegación francesa -integrada por cinco ministros y un considerable número de empresario-, que acompañó al presidente Hollande fue también una ocasión oportuna para presentar los nuevos vagones del TGV marroquí, construidos por la firma francesa Alstom y que, a partir del año 2018, prestaran servicios entre las ciudades de Tánger y Casablanca, una importante inversión de 58 millones de euros.

FORMACIÓN DE IMANES

En el plano estrictamente político, Mohammed VI y Hollande comparten la preocupación por reforzar a las corrientes del Islam que propician la moderación y la tolerancia religiosa frente al avance de los grupos más radicalizados.

En este campo, la ocasión fue propicia para que el ministro de Asuntos Islámicos de Marruecos, Ahmed Taufiq y el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, en un encuentro presidido por el rey Mohammed VI y el presidente francés, suscribieran un acuerdo bilateral que permitirá a los imanes franceses recibir formación teológica en el Instituto Mohammed VI. Desde 2013, Mohammed VI, como Emir de los Creyentes, había respondido favorablemente al pedido de Malí para que interviniera en la formación teológica de algunos de sus imanes en los “valores de la tolerancia y la apertura”. En esta forma se gestó, en 2015, el Instituto Mohamed VI, que brinda a sus alumnos un programa de estudios de tres años. Hasta el momento unos cuatrocientos imanes provenientes de Malí, Guinea Conakry, Costa de Marfil, Túnez y Francia y podría, en el futuro, albergar hasta mil religiosos estudiando en sus instalaciones.

Francia ha enviado a cincuenta imanes que al concluir su perfeccionamiento en Marruecos cumplirán otro ciclo de estudios adicionales en su país centrada en sociología de la religión, teología, idioma francés y en los valores de la democracia francesa.

El tercer aspecto en que Marruecos y Francia han encontrado intereses en común ha sido la preservación del medio ambiente, en especial la prevención del cambio climático. En este campo, ambos estadistas suscribieron el “Llamamiento de Tánger”, una hoja de ruta de quince puntos donde entre otros aspectos: “Marruecos y Francia se comprometen a no escatimar esfuerzo alguno para trabajar en favor de la adopción, con motivo de la Conferencia de París, de un acuerdo universal, global, sostenible, equilibrado y jurídicamente vinculante –apoyándose en los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático- que permita limitar el calentamiento climático por debajo de dos grados Celsius y logra una economía con bajas emisiones de carbono.”

ASOCIACIÓN DE EXCEPCIÓN

En esta forma ambas naciones acordaron posiciones comunes para la próxima Cumbre de Cambio Climático propiciada por Naciones Unidas en París, entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre próximos, y la consiguiente, en abril de 2016, en Marrakech.

La histórica visita de François Hollande a Tánger, la primera de un mandatario francés a esta ciudad, ha permitido consolidar una “asociación de excepción” entre Marruecos y Francia que contribuirá al desarrollo y la estabilidad de toda la región mediterránea. Además, es una clara señal del creciente prestigio de Marruecos como interlocutor de África con la Europa comunitaria.

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