domingo, 2 de agosto de 2015

MOHAMMED VI FIJA PRIORIDADES PARA MARRUECOS


LA FIESTA DEL TRONO
El 30 de julio pasado Marruecos ha conmemorado un nuevo aniversario de la Fiesta del Trono. El evento que conmemora el 16º aniversario de la asunción al trono de su majestad el Rey Mohammed VI en 1999. Como ocurre habitualmente en esta ocasión el monarca alauí aprovecho la ocasión para dirigirse a su pueblo realizando un balance del estado de la Nación.
Este año el mensaje del Rey comenzó efectuando un análisis de la situación regional y de las contribuciones realizadas por Marruecos en búsqueda de soluciones a los distintos conflictos, con una especial referencia a las conversaciones de paz en Sjirat entre las distintas facciones en puja en Libia.
El mensaje del Rey contenía reflexiones y consideraciones para guiar la acción de la sociedad y del gobierno marroquí tanto en el plano interno como en el marco de la diplomacia y la política internacional.
CONSIDERACIONES DE CARÁCTER NACIONAL
En el marco interno Mohammed VI destacó que el objetivo principal de las reformas sociopolíticas e iniciativas de desarrollo llevadas a cabo durante su reinado tiene por propósito “preservar la dignidad del ciudadano”. Reconoció las difíciles condiciones de vida de los habitantes de “las zonas alejadas y aisladas particularmente en las cumbres del Atlas y el Rif, zonas saharianas, áridas y oasis, y algunos pueblos de las llanuras y costas;” comprometiéndose a “mejorar las condiciones de los habitantes de las mencionadas zonas y aliviar sus sufrimientos.”
También dedicó extensas referencias a los ciudadanos marroquíes residentes en el exterior en los que valoró el “apego a su identidad” y a los que aseguró es necesario brindar un más eficiente servicio consular y apoyo diplomático “acercándoles los servicios, simplificando y modernizando los trámites –consulares-, respetando su dignidad y preservando sus derechos”.
Para concluir las consideraciones de carácter nacional, realizó importantes consideraciones sobre las directrices que debe adoptar la política educativa a ser implementada en el Reino. El Rey afirmó resueltamente que: “El futuro de Marruecos está totalmente supeditado al nivel de enseñanza que ofrecemos a nuestros hijos.”
En este sentido destacó la importancia del estudio de las lenguas extranjeras “por constituir medios de comunicación e integración en la sociedad del saber.”
Al mismo tiempo señaló como objetivo en el campo educativo la necesidad de “cambiar y pasar de una enseñanza académica tradicional a una formación mixta que garantice un empleo a los jóvenes”. Buscando la formación profesional en campos tales como “las tecnologías modernas, la automatización, la aeronáutica, las profesiones médicas, la agricultura, el turismo, la construcción, etc.”
CONSIDERACIONES DE CARÁCTER INTERNACIONAL
En el marco de la política internacional, Mohammed VI estableció como principios rectores de la acción diplomática marroquí: “la intransigencia, la solidaridad y la credibilidad”. Definiendo la intransigencia como la defensa inclaudicable de los intereses supremos de Marruecos, es decir, el no permitir “de ninguna manera que la soberanía, integridad territorial y modelo social sean menoscabados.”
La solidaridad hace referencia al “afianzar una cooperación eficiente Sur-Sur, sobre todo con los países africanos hermanos”, consistente en la aplicación de “un modelo de cooperación económica, sobre la base de la realización de los intereses recíprocos y la promoción de las condiciones del ciudadano africano.”
En tanto, que “la credibilidad de nuestra acción diplomática, viene materializada por las relaciones de cooperación que Marruecos mantiene con varios agrupamientos y Estados amigos.”
Cerrando su mensaje, Mohammed VI tuvo referencias amistosas y elogiosas para “Nuestro Queridísimo Hermano, Servidos de los Dos Santos Lugares del Islam, el Rey Salman ben Abdulaziz Al Saud”, destacó la asociación excepcional con Francia, en cooperación con el presidente Franҫois Hollande, la amistad con su majestad el Rey Felipe VI y la cooperación y buena vecindad con España, la “cooperación estratégica con los Estados Unidos” y la intención de profundizar y enriquecer la cooperación con Rusia, China y los países de América Latina y Asia.
El mensaje también tenía la habitual y necesaria referencia a la cuestión del Sáhara Marroquí, donde el monarca explicitó: “Los desarrollos que ha conocido esta cuestión han permitido ver la pertinencia de nuestra postura ante las Naciones Unidas y la credibilidad de nuestras orientaciones a escala nacional, ya que, con la voluntad de Dios, tendrá lugar el lanzamiento de la aplicación de la regionalización avanzada y del modelo de desarrollo de las Provincias del Sur del Reino.”
El monarca marroquí concluyó su mensaje de la Fiesta del Trono con una exhortación a su pueblo: “¿Acaso existe algún motivo que nos lleve a abandonar nuestras tradiciones y nuestros valores civilizatorios, basados sobre la tolerancia y moderación, y seguir otras doctrinas, que no guardan relación alguna con nuestra educación y nuestra moral? Por supuesto, no. No permitas que nadie de afuera te dé lecciones de tu religión, no aceptes la invitación de nadie a seguir cualquier doctrina o secta, ya proceda de Oriente o de Occidente, del Norte o del Sur. Por supuesto, yo tengo respeto por todas las confesiones celestes y a todas las doctrinas que de ellos emanan. Deben rechazar cualquier motivo de división, permanecer como siempre has sido: celoso por la unidad de tu doctrina y tus valores sagrados, imperturbable ante tus principios y orgulloso de tu religión y pertenencia nacional.” 

Como puede apreciarse, el discurso de Mohammed Vi en ocasión de la Fiesta del Trono es el mensaje de un estadista que establece una clara hoja de ruta para dirigir la política del Reino de Marruecos en los próximos y una referencia obligada para quienes pretendan comprender los rumbos futuros de la más importante nación de la región. Para ello deberán tener en consideración que en las próximas décadas hacia donde vaya Marruecos irá todo el Norte de África.

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