lunes, 3 de marzo de 2025

DISERTACIÓN DEL DR. AGOZINO EN AL TERCERA CONFERENCIA INTERNACIONAL POR EL DIÁLOGO Y LA PAZ EN EL SÁHARA OCCIDENTAL



El Movimiento Saharaui para la Paz ha organizado la Tercera Conferencia Internacional para el Diálogo y la Paz en el Sáhara Occidental, en la ciudad Las Palmas de Gran Canaria, España, el 27 de febrero de 2023 con el objetivo de consolidar su impulso diplomático y político del movimiento tras su ingreso en la Internacional Socialista. L encuentro reunió a un amplio panel de personalidades influyentes provenientes del mundo político, diplomático y asociativo, que ilustra el creciente impacto del MSP en la escena diplomática internacional, y el interés cada vez mayor que genera su enfoque pragmático y pacifista como una alternativa creíble al Polisario.

 

Señores invitados especiales, honorables notables del pueblo saharaui, miembros del Movimiento Saharaui por la Paz, señoras y señores: debo comenzar por agradecer a mi estimado amigo el Primer Secretario Hach Ahmed Bericalla por haberme invitado, una vez más, a participar en estas conferencias en que se busca la paz y una solución justa y honorable para el Conflicto en el Sáhara.

Como Director del Instituto Argentino de Estudios Geoestratégicos y analista internacional debo comenzar por pedir disculpas al atreverme a opinar sobre el Conflicto del Sáhara sin ser saharaui ni marroquí.

La única excusa posible, es el hecho de haber dedicado los últimos quince años de mi vida a estudiar todo lo que rodea a este conflicto un tanto artificial y en el que se han visto involucrados los saharauis sin desearlo, por encontrarse en la encrucijada de los intereses geopolíticos de Marruecos y Argelia.

El Conflicto del Sáhara nace de la apropiación imperialista que realizaron a comienzos del siglo XX, los países europeos en el Norte de África y, más tarde, de un proceso de descolonización imperfecto afectado por los intereses de las grandes superpotencias, y sus representantes locales, en el marco de la Guerra Fría.

En este proceso, tanto Marruecos como los saharauis han sido víctimas de las aspiraciones geopolíticas de otros países y han pagado con la sangre de sus mártires el quedar en el medio de los intereses de otros.

Si bien no debemos olvidar las causas, los padecimientos sufridos por los involucrados y los mártires que han quedado en el camino, de nada sirve buscar respuestas en el pasado porque allí solo se hallarán motivos para el desencuentro.

Lo cierto, es que el Conflicto en el Sáhara lleva cincuenta años de parálisis y las viejas fórmulas, a las que insistentemente se aferra la dirigencia del Frente Polisario, han demostrado que son estériles, utópicas y nunca se aplicarán.

Mientras el Polisario, pierde día a día presencia internacional y aliados, su dirigencia ha entrado en un estado de irrealidad donde, insólitamente, llama a una guerra absurda, dada la disparidad de medios y poderío militar entre ambos contendientes, e insistentemente demanda la realización de un referéndum impracticable, que hasta las Naciones Unidas han descartado.

El Movimiento Saharaui para la Paz, en tan solo cinco años de creado se ha instalado internacionalmente como una nueva alternativa de representación de los deseos de autogobierno de la minoría saharaui de Tinduf. He  incluso ha logrado integrase a la Internacional Socialista.

El Reino de Marruecos, por su parte, construyó una poderosa red de apoyos internacionales que reconocen su soberanía sobre el Sáhara y que ahora se ve reforzada por el retorno del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. El mismo presidente que en 2020, convirtió a los Estados Unidos en el primer país en reconocer la plena soberanía marroquí sobre el territorio en disputa.

Desde 2020, ha corrido mucha agua bajo el puente y toda la corriente, es imposible no reconocerlo, ha sido en favor de Marruecos.

Frente a la amenaza de que el Diferendo del Sáhara salga de la agenda internacional, y de que la presencia de los saharauis en los campamentos de Tinduf se eternice, no hay muchas alternativas.

Solo resta un acto de audaz realismo. Reconocer la situación y apelar al diálogo y la negociación. Marruecos ha tendido generosamente la mano con su propuesta, de 2007, para la Negociación de un Régimen de Autonomía en la Región del Sáhara que constituye una alternativa justa, realista y posible para solucionar el Conflicto. Es una oportunidad para encontrar una solución negociada y honorables que, creo, los saharauis no deberían dejar pasar.

En este proceso nadie representa mejor los deseos e intereses de los saharauis que el Movimiento Saharaui para la Paz.

Es necesario de que la dirigencia del Frente Polisario reconozca –o los saharauis se lo hagan reconocer- que los tiempos han cambiado. Qué el Muro de Berlín ha caído y que el modelo soviético de repúblicas populares, como la que utópicamente han pretendido instalar en el Sáhara, es algo perimido, un rezago del pasado del que es necesario desprenderse.

El Frente Polisario es el símbolo de un pasado que para algunos puede ser heroico pero que solo ha conducido a sacrificios y frustraciones. El Movimiento Saharaui para la Paz, en cambio, constituye la esperanza de un futuro mejor, con autonomía y en paz.

La situación imperante requiere de ideas innovadoras, de otras alianzas internacionales y de actores nuevos. Es un momento propicio para que los saharauis demuestren todo su potencial creativo, su paciencia, realismo y vocación negociadora para forjarse su destino en paz corriendo la actual página de la historia.

La creación del Movimiento Saharaui para la Paz ha roto definitivamente con el monopolio de la representación de los saharauis que pretendía ejercer el Frente Polisario y ha aportado precisamente una visión más realista sobre el conflicto.

Es por ello que Naciones Unidas debe incluir en cualquier negociación a los representantes del Movimiento Saharaui por la Paz si desea avanzar hacia una solución realista y posible.

Por eso, desde el Comité Internacional para el Diálogo y la Paz apoyamos sin dudarlo a las iniciativas del Movimiento Saharaui para la Paz y la incansable labor de su primer secretario Hach Ahmed en búsqueda de una solución honorable.

El Movimiento Saharaui para la Paz está llamado a ser un actor central en el proceso de construcción de una autonomía en el Sáhara y para ello deberá captar la mayor cantidad de voluntades entre los saharauis que quieren la paz y aspiran a futuro de progreso y al retorno a su hogar ancestral.

No podemos engañarnos, la tarea es monumental, deberán conciliarse los intereses de aquellos saharauis que han permanecido en el territorio y los de aquellos que retornan. Habrá incluso aquellos que se resistan a deponer las armas, como en cualquier proceso de paz. Será necesario conformar un nuevo gobierno local y otra normatividad que respete los intereses y las tradiciones saharauis y al mismo tiempo concilie con los derechos del Estado marroquí.

En este arduo proceso, incluso deberá evitarse que algunos descontentos encuentren una excusa para radicalizarse y apelar a la violencia.

Pero, el paso más difícil será lograr que Argelia deje de aprovechar las necesidades, y el infortunio de los saharauis para satisfacer sus deseos de antagonizar con Marruecos e impulsar sus intereses geopolíticos en el Norte de África.

Sin duda, inevitablemente en esta negociación surgirán desacuerdos y conflictos que desafiarán la vocación de las partes por el diálogo y la paz. Pero, no existe más alternativa que el diálogo y la tolerancia de las diversidades si buscamos la paz.

Estas son tan solo algunas breves reflexiones de un observador que busca la paz y lo mejor para sus amigos saharauis.

Nuevamente, agradezco su paciencia y tolerancia a la impertinencia de un extranjero de opinar sobre el destino de un país y un pueblo que no es el suyo.

  

Muchas gracias.   

 

 

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