lunes, 1 de abril de 2019

EL REY MOHAMMED VI RECIBE EN MARRUECOS AL PAPA FRANCISCO


El rey de Marruecos y Comendador de los Creyentes recibe la visita del Papa Francisco en un significativo gesto hacia el entendimiento interreligioso.

LA VISITA

Respondiendo a una invitación del rey Mohammed VI, el Papa Francisco ha llevado a cabo el 28° viaje apostólico de su pontificado.

La llegada a Marruecos del Sumo Pontífice se produce ochocientos años después del histórico encuentro entre San Francisco de Asís (1181 / 1226) y  el sultán al Malik al Kamil (1180 / 1238) y treinta y dos años más tarde de la primera visita de un papa al país magrebí.

En 1985, el rey Hassan II (1961 – 1999), padre del actual monarca alauí, recibió a San Juan Pablo II (1978 – 2005) en un gesto de apertura, tolerancia y entendimiento religioso entre musulmanes y cristianos.

La religión oficial de Marruecos es el islam suní en la interpretación maleki, tradicionalista pero abiertamente tolerante. El 99% de los treinta y cinco millones de personas que componen la población marroquí profesa el islam. Los católicos constituyen una minoría de 23.000 personas provenientes de más de cien países. La Iglesia Católica en Marruecos cuenta con 4 obispos, 15 sacerdotes diocesanos, 31 religiosos, 10 laicos consagrados y 5 entre misioneros laicos y catequistas, distribuidos en 5 circunscripciones eclesiásticas y 35 parroquias.

Los centros de instrucción de propiedad o dirigidos por eclesiásticos o religiosos católicos suman un total de 34, de los cuales 10 son orfanatos, dos casas para ancianos, inválidos y minusválidos, 7 ambulatorios y un hospital.

La política desarrollada por Mohammed VI desde su ascenso al trono, en 1999, presenta varios aspectos en común con el accionar del Papa Francisco desde el comienzo de su pontificado en 2013. Estos aspectos son:
-        La preocupación por el medio ambiente.
-        La protección de los migrantes.
-        La búsqueda de una mayor tolerancia y diálogo interreligioso.

MEDIO AMBIENTE

Desde el comienzo de su reinado Mohammed VI ha mostrado una especial preocupación por el desarrollo sostenible de Marruecos, la preservación del medio ambiente y la adopción de medidas que contribuyan a la lucha contra el calentamiento global.

Marruecos bajo el impulso de Mohammed VI se ha transformado en un país precursor en el aprovechamiento de las energías renovables (solar y eólica) y ha sido sede de conferencias internacionales para combatir el deterioro medio ambiental, como la “Cumbre de la Tierra – Río 1992” (que ha organizado en dos ocasiones en 2001 y 2016) y de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 22), en Marrakech, en 2016.

Por su parte, Francisco I, que tomo su nombre del santo patrono de la ecología, al comienzo de su pontificado en junio de 2015, promulgó su principal encíclica “Laudato Si” (“Alabado Seas”, en latín) fijando la posición de la Iglesia Católica en defensa del hogar común de la humanidad.

MIGRACIONES

La XXXª Cumbre de la Unión Africana, de Addis Abeba, capital de Etiopía, en 2017, designó a Mohammed VI “Líder de la Unión Africana para la Migración”.
Un año más tarde, el rey alauí presentó su “Agenda Africana para la Migración” que inmediatamente recibió una muy favorable acogida de los países miembros.

El rey de Marruecos también propuso la creación de un “Observatorio Africano de las Migraciones” con el objetivo de “comprender, anticipar y actuar” en todo lo atinente a los flujos migratorios africanos.

A lo largo de su reinado Mohammed VI se ha caracterizado por la protección que ha brindado a los migrantes subsaharianos que llegan a sus tierras a quienes siempre ha visto como hermanos en desgracia.

El Reino ha legalizado en los últimos años la situación de miles de estos migrantes que han llegado a Marruecos con la intención de seguir su camino hacia las costas de la Europa comunitaria y luego decidieron construir una nueva vida en el país magrebí.
Además, en 2018, Marruecos ha sido sede la Conferencia Intergubernamental Encargada de Aprobar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular suscripto por 160 países.

El Papa Francisco, en tanto, ha alzado su voz en diversas oportunidades en defensa de los migrantes, especialmente los migrantes africanos que perecen en las aguas del Mediterráneo, en muchas ocasiones ante la indiferencia egoísta de algunos gobiernos europeos.

El 14 de noviembre de 2018, el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Monseñor Bernardino Auza al presentar la ponencia titulada “El Papa Francisco y el desafío global de la migración”, en el McMillan Center for International and Area Studies de la Universidad de Yale dijo: “El Papa Francisco ha resumido en cuatro verbos la aproximación general de la Iglesia Católica al desafío global de la migración: Estos cuatro verbos son: acoger, proteger, promover e integrar”, a los migrantes.

En clara sintonía con esta posición común sobre la migración, Su Santidad incorporó en su discurso de la esplanada de la mezquita Hassan II una frase de la alocución de Mohammed VI ante la Conferencia Internacional de Marrakech: “Un migrante no es más humano o menos humano, en función de su ubicación a un lado u otro de una frontera”, repitió el Pontífice.

DIÁLOGO Y TOLERANCIA RELIGIOSA

Tanto Mohammed VI como Francisco I comparten una doble condición de jefes de Estado y líderes religiosos.

Mohammed VI reivindico en su discurso de la esplanada de la mezquita Hassan II su condición de Amir Al Muminin, es decir, “Emir de los Creyentes”. Dijo el Rey: “En mi calidad de Emir de los Creyentes, no puedo hablar de la Tierra del Islam, como si en la misma solo vivieran musulmanes. Velo, efectivamente, y garantizo el libre ejercicio de las religiones del libro: protejo a los judíos marroquíes y a los cristianos de otros países que viven en Marruecos” e invocó a la “hermandad de los hijos de Abrahán”, como pilar fundamental de la riqueza y diversidad de la civilización marroquí.

Esa concepción del Rey de Marruecos se concretiza en el accionar de la Fundación Mohammed VI para los Ulemas y en las contribuciones que hace el Instituto Mohammed VI para la Formación de Imanes, Murchidíes y Murchidat en la capacitación de religiosos islámicos provenientes de diversos países africanos y europeos que estudian becados, en Rabat.

El Papa Francisco por su parte ha hecho del diálogo y entendimiento interreligioso uno de sus principales propósitos en el pontificado. En especial, busca mejorar las relaciones entre cristianismo e islam. Esto lo llevó a realizar visitas apostólicas a Turquía, Bosnia – Herzegovina, Jordania, Palestina, Azerbaiyán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos llevando su invocación para la “construcción de un mundo más solidario, más comprometido en el empeño honesto, valiente e indispensable por un diálogo que respete las riquezas y particularidades de cada pueblo y de cada personas”.

JERUSALÉN

Por último, la evidente sintonía de ideales y principios entre Mohammed VI y el Papa Francisco se expresó en forma directa y concreta en la “Declaración de Unicidad y Sacralidad de Jerusalén / Al Qods Acharif” que ambos dignatarios suscribieron y que señala claramente: “Consideramos importante preservar la Ciudad Santa de Jerusalén / Al Qods Acharif como patrimonio común de la humanidad, que para los fieles de las tres religiones monoteístas es, por encima de todo, un lugar de encuentro y un símbolo de convivencia pacífica, donde se cultivan el respeto mutuo y el diálogo.”

“Por todo ello, es deseo nuestro que se garantice la plena libertad de acceso a la Ciudad Santa para los fieles de las tres religiones monoteístas y el derecho de todos a ejercer su propio culto, a fin de que en Jerusalén / Al Qods sea posible que el conjunto de los fieles elevan sus oraciones al Dios creador de todos los seres, implorándole un futuro de paz y fraternidad sobre la tierra.”

Esta declaración constituye un claro rechazo a los intentos del primero ministro israelí Benjamín Netanyahu -que con el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump- de alterar el estatus internacional de la ciudad santa convirtiéndola en capital del Estado de Israel.

La actual visita del Papa Francisco a Marruecos ha servido claramente para poner de manifiesto que, pese a las diferencias culturales y religiosas, los líderes de buena voluntad que trabajan por el bienestar de sus pueblos encuentran siempre ideas y valores en común.  

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