Con las recientes
declaraciones del flamante ministro de Relaciones de Exteriores de Paraguay, Luis
Alberto Castiglioni en apoyo a la integridad territorial de Marruecos se
acentúa el aislamiento mundial del Frente Polisario.
LOS SEPARATISTAS
CADA VEZ MÁS SOLOS
Muchos países en el mundo están comprendiendo el
peligro que el separatismo significa para la estabilidad del mundo y han
comenzado a revisar sus vínculos con los grupos que lo emplean como excusa para
justificar sus actividades.
Esto se hace evidente, particularmente en África,
donde la inteligente diplomacia marroquí, conducida por el rey Mohamed VI, está
terminando uno por uno con los pocos apoyos internacionales con que contaban
los separatistas del Frente Polisario.
A comienzos de 2017, Marruecos retornó a la Unión
Africana, el único foro internacional donde el Polisario gozaba de algún
reconocimiento. Inmediatamente, Mohamed VI fue nombrado “Líder de la Unión Africana sobre la cuestión de la Migración”.
Precisamente en ese rol el rey de Marruecos aprovecho la XXX Cumbre de la Unión Africana para presentar una “Agenda Africana para la Migración”, que
consisto el rápido apoyo de la mayoría de los jefes de Estado africano.
Reflejando el creciente liderazgo marroquí en los asuntos africanos.
En África, son 36, sobre un total de 54 los Estados
del continente, que han resuelto retirar su reconocimiento a la parodia de
Estado creado por el Frente Polisario, aplicando una política más realista y
justa en torno al Sáhara al reconocer los justos derechos de Marruecos.
Otro tanto ocurre en América Latina donde la activa
diplomacia marroquí, en una hábil maniobra, estableció relaciones diplomáticas
con Cuba. La isla del Caribe ha sido, desde los tiempos del triunfo de la
Revolución Cubana y la guerra de independencia de Argelia, el principal aliado
de los argelinos y, más tarde, del Frente Polisario, en el continente
americano.
Fueron precisamente los cubanos quienes, con su
certera diplomacia y su dinámico servicio de inteligencia, proporcionaron a los
separatistas polisarios vínculos con los movimientos revolucionarios e
insurreccionales de América Latina, desde las narcoguerrillas colombianas de
las FARC hasta la Venezuela chavista.
Recordemos que Cuba ha brindado al Polisario, durante
décadas, un activo programa de cooperación militar que permitió capacitar a
miembros de la guerrilla separatista en tácticas militares. Además, la Habana
brindo un amplio plan de becas para la formación de recursos humanos
-especialmente en educación y sanidad- en la isla.
Ahora, el establecimiento de vínculos directos entre
Rabat y la Habana, y el desarrollo de una creciente cooperación económica entre
ambos gobiernos, pone en jaque los vínculos entre los cubanos y el Polisario.
AL POLISARIO SOLO
LO APOYAN LOS DICTADORES
Si a ello se agrega el hecho de que Rafael Correa
dejado, en mayo de 2017, la presidencia de Ecuador, el apoyo al Frente
Polisario en América Latina ha quedado reducido a un puñado de países tan
aislados internacionalmente como los separatistas. En primer término, la
República Bolivariana de Venezuela, en manos del régimen dictatorial de Nicolás
Maduro en Venezuela. Un gobierno cada día menos legítimo y aislado
internacionalmente en el país con mayor inflación del mundo.
Luego, Nicaragua donde el presidente sandinista Daniel
Ortega se aferra al poder al precio de más de la vida de cuatrocientos
opositores que desde comienzos de año tratan de evitar que el mandatario vitalicio.
Otro tanto ocurre con el último aliado regional de los
separatistas, en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde Evo Morales viola
todas las normas constitucionales de su país al presentarse por cuarta vez como
candidato presidencial.
Resumiendo, el Frente Polisario sólo recibe el apoyo
de dictaduras y regímenes parias: comenzando por Argelia y siguiendo por Irán
para culminar con Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
PARAGUAY SUMA SU
APOYO A LA PROPUESTA DE ESTATUTO DE AUTONOMÍA
Mientras tanto, Marruecos recibe el apoyo
incondicional de los países democráticos de Sudamérica. La semana pasada fue el
turno de Paraguay donde el nuevo gobierno del presidente Mario Abdo Benítez
expresó su apoyo a la integridad territorial del Reino y su decisión de buscar
una asociación estratégica con él.
El encargado del anuncio fue el flamante ministro de
Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni, quien expresó claramente el
apoyo de su país a la integridad territorial de Marruecos, afirmando que se
trata de una “decisión definitiva y constante”.
“Marruecos es un
gran país amigo -dijo el ministro
paraguayo- y aportamos nuestro apoyo a la
integridad territorial del Reino.”
Algo similar hizo el presidente de la Cámara de
Diputados del Paraguay, Miguel Cuevas, al expresar el claro apoyo de su país a
la integridad territorial del Reino, así como a la propuesta de autonomía
presentad por Marruecos para permitir el retorno de lo ciudadanos marroquíes
retenidos ilegalmente en los campamentos de Argelia.
Estas declaraciones se produjeron en el marco de la
visita que realizó a Paraguay el presidente de la Cámara de Representantes,
Habib El Malki, para representar al rey Mohammed VI en la ceremonia de
investidura del presidente electo Mario Abdo Benítez.
EN CONCLUSIÓN
La eficaz diplomacia marroquí y el cada vez mayor peso
internacional del Reino, además del paso del tiempo, convierten a la propuesta
de Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara en la
única solución posible para terminar con este conflicto remanente de la Guerra
Fría.
Por otra parte, el creciente aislamiento diplomático
que sufre el Frente Polisario y sus cada vez mayores vínculos con el yihadismo podrían
llevarlo a asumir posiciones aún más aventureras y radicalizadas en materia de
política internacional.
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