lunes, 27 de agosto de 2018

EL POLISARIO PIERDE A SUS ALIADOS




Con las recientes declaraciones del flamante ministro de Relaciones de Exteriores de Paraguay, Luis Alberto Castiglioni en apoyo a la integridad territorial de Marruecos se acentúa el aislamiento mundial del Frente Polisario.

LOS SEPARATISTAS CADA VEZ MÁS SOLOS

Muchos países en el mundo están comprendiendo el peligro que el separatismo significa para la estabilidad del mundo y han comenzado a revisar sus vínculos con los grupos que lo emplean como excusa para justificar sus actividades.

Esto se hace evidente, particularmente en África, donde la inteligente diplomacia marroquí, conducida por el rey Mohamed VI, está terminando uno por uno con los pocos apoyos internacionales con que contaban los separatistas del Frente Polisario.

A comienzos de 2017, Marruecos retornó a la Unión Africana, el único foro internacional donde el Polisario gozaba de algún reconocimiento. Inmediatamente, Mohamed VI fue nombrado “Líder de la Unión Africana sobre la cuestión de la Migración”. Precisamente en ese rol el rey de Marruecos aprovecho la XXX Cumbre de la Unión Africana para presentar una “Agenda Africana para la Migración”, que consisto el rápido apoyo de la mayoría de los jefes de Estado africano. Reflejando el creciente liderazgo marroquí en los asuntos africanos.

En África, son 36, sobre un total de 54 los Estados del continente, que han resuelto retirar su reconocimiento a la parodia de Estado creado por el Frente Polisario, aplicando una política más realista y justa en torno al Sáhara al reconocer los justos derechos de Marruecos.

Otro tanto ocurre en América Latina donde la activa diplomacia marroquí, en una hábil maniobra, estableció relaciones diplomáticas con Cuba. La isla del Caribe ha sido, desde los tiempos del triunfo de la Revolución Cubana y la guerra de independencia de Argelia, el principal aliado de los argelinos y, más tarde, del Frente Polisario, en el continente americano.

Fueron precisamente los cubanos quienes, con su certera diplomacia y su dinámico servicio de inteligencia, proporcionaron a los separatistas polisarios vínculos con los movimientos revolucionarios e insurreccionales de América Latina, desde las narcoguerrillas colombianas de las FARC hasta la Venezuela chavista.

Recordemos que Cuba ha brindado al Polisario, durante décadas, un activo programa de cooperación militar que permitió capacitar a miembros de la guerrilla separatista en tácticas militares. Además, la Habana brindo un amplio plan de becas para la formación de recursos humanos -especialmente en educación y sanidad- en la isla.

Ahora, el establecimiento de vínculos directos entre Rabat y la Habana, y el desarrollo de una creciente cooperación económica entre ambos gobiernos, pone en jaque los vínculos entre los cubanos y el Polisario.

AL POLISARIO SOLO LO APOYAN LOS DICTADORES

Si a ello se agrega el hecho de que Rafael Correa dejado, en mayo de 2017, la presidencia de Ecuador, el apoyo al Frente Polisario en América Latina ha quedado reducido a un puñado de países tan aislados internacionalmente como los separatistas. En primer término, la República Bolivariana de Venezuela, en manos del régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela. Un gobierno cada día menos legítimo y aislado internacionalmente en el país con mayor inflación del mundo.

Luego, Nicaragua donde el presidente sandinista Daniel Ortega se aferra al poder al precio de más de la vida de cuatrocientos opositores que desde comienzos de año tratan de evitar que el mandatario vitalicio.

Otro tanto ocurre con el último aliado regional de los separatistas, en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde Evo Morales viola todas las normas constitucionales de su país al presentarse por cuarta vez como candidato presidencial.

Resumiendo, el Frente Polisario sólo recibe el apoyo de dictaduras y regímenes parias: comenzando por Argelia y siguiendo por Irán para culminar con Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. 

PARAGUAY SUMA SU APOYO A LA PROPUESTA DE ESTATUTO DE AUTONOMÍA

Mientras tanto, Marruecos recibe el apoyo incondicional de los países democráticos de Sudamérica. La semana pasada fue el turno de Paraguay donde el nuevo gobierno del presidente Mario Abdo Benítez expresó su apoyo a la integridad territorial del Reino y su decisión de buscar una asociación estratégica con él.

El encargado del anuncio fue el flamante ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni, quien expresó claramente el apoyo de su país a la integridad territorial de Marruecos, afirmando que se trata de una “decisión definitiva y constante”.
“Marruecos es un gran país amigo -dijo el ministro paraguayo- y aportamos nuestro apoyo a la integridad territorial del Reino.”

Algo similar hizo el presidente de la Cámara de Diputados del Paraguay, Miguel Cuevas, al expresar el claro apoyo de su país a la integridad territorial del Reino, así como a la propuesta de autonomía presentad por Marruecos para permitir el retorno de lo ciudadanos marroquíes retenidos ilegalmente en los campamentos de Argelia.

Estas declaraciones se produjeron en el marco de la visita que realizó a Paraguay el presidente de la Cámara de Representantes, Habib El Malki, para representar al rey Mohammed VI en la ceremonia de investidura del presidente electo Mario Abdo Benítez.

EN CONCLUSIÓN

La eficaz diplomacia marroquí y el cada vez mayor peso internacional del Reino, además del paso del tiempo, convierten a la propuesta de Negociación de un Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara en la única solución posible para terminar con este conflicto remanente de la Guerra Fría.

Por otra parte, el creciente aislamiento diplomático que sufre el Frente Polisario y sus cada vez mayores vínculos con el yihadismo podrían llevarlo a asumir posiciones aún más aventureras y radicalizadas en materia de política internacional.


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