El presidente Mauricio Macri realizó este
sábado un multitudinario acto proselitista en el centro porteño para intentar
llegar a una segunda vuelta electoral en la elección presidencia del próximo 27
de octubre.
La
coalición oficialista Juntos por el Cambio (PRO, UCR y Coalición Cívica) que
impulsa la reelección del presidente Mauricio Macri ha llevado a cabo una multitudinaria
concentración en la zona del Obelisco porteño como parte de una activa campaña
electoral destinada a cambiar el resultado de las elecciones Primarias
Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que dieron una amplia ventaja al opositor
populista Frente de Todos.
El
objetivo de la fórmula oficialista es replicar el acto de cierre de campaña de
Raúl Alfonsín, el 26 de octubre de 1983, que congregó a un millón de personas.
En esa ocasión Alfonsín logró lo que se consideraba imposible: derrotar al
peronismo en una elección sin proscripciones.
La
manifestación oficialista se trató de un acto de masas protagonizado por la
clase media. Los asistentes concurrieron en grupos familiares, en muchos casos
con niños, en perfecto orden, portando banderas celestes y blancas en un clima
festivo y de gran optimismo.
Durante
el último mes Mauricio Macri ha realizado una intensa y activa campaña
proselitista recorriendo diversas ciudades del interior del país. En todos los
actos el presidente congregó una numerosa y optimista asistencia buscando
recuperar el voto de clase media que le permitió llegar a la presidencia en
2015 y que en los últimos tiempos se distanció del gobierno debido al impacto
de la crisis económica.
El
optimismo de los votantes de Juntos por el Cambio se ha visto reforzada en los
triunfos de candidatos macristas en las provincias de Mendoza y Salta.
Todos
los observadores reconocen que el oficialismo ha incrementado sus apoyos pero
dudan si este crecimiento será lo suficientemente importante como para llevar a
una segunda vuelta electoral.
Más
que el crecimiento de Macri es necesario que la fórmula Alberto Fernández –
Cristina Fernández de Kirchner pierda al menos tres puntos porcentuales y se
sitúe por debajo del 45% de los votos para que se llegue a esa segunda vuelta
electoral.
El
acto en el obelisco se replicó en diversos países: España (en la plaza de la
Puerta del Sol en Madrid y en La Rambla de Barcelona), en los Estados Unidos (en
Miami y Houston), en Francia (París), Canadá, México e Israel. En todos estos
lugares residentes argentinos en el exterior se congregaron en algún lugar
público para cantar el Himno Nacional, agitar banderas argentinas y expresar su
apoyo al presidente.
A las
18.14 horas, arribó al palco del Obelisco el presidente Mauricio Macri
acompañado del vicepresidente Miguel Pichetto y la primera dama Juliana Awada,
saludando a la concurrencia.
Fue
brevemente presentado por el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Horacio Rodríguez Larreta e inmediatamente comenzó un discurso que se prolongó
hasta las 19.00 horas.
El
presidente apostó a un discurso basado en el sentimiento y la emoción destinado
a alentar la esperanza de sus seguidores. No realizó ninguna autocrítica, tampoco
formuló propuestas, anuncios o promesas de ningún tipo.
Se
limitó en insistir en que la elección aún no ha tenido lugar y que es posible
dar vuelta los resultados de las PASO. Para ello convocó a lograr una mayor
asistencia a los comicios, una “asistencia histórica” la denominó el
presidente.
Convocó
también a no aceptar prepotencias en las mesas electorales y a fiscalizar
correctamente y hasta último momento la votación.
Aseguró
que “se viene una etapa de crecimiento, de mejor trabajo y de alivio para
los argentinos” y exhortó a no dejarnos robar el futuro. “Lo que se
define el domingo es mucho más que un gobierno, se define como vamos a vivir”,
dijo Macri.
El
candidato de Juntos por el Cambio también dedicó algunas palabras para los venezolanos
que viven en Argentina, lamentando que hayan perdido la libertad en su país.
Por
último, también dedicó algunas líneas a la oposición sin nombrarla al decir: “No
caigamos en espejismos […] No aceptemos que con el dedo en alto nos digan que
ellos son los que saben”.
En
todo momento, Macri apunto a mantener vivo el entusiasmo y la energía de sus
votantes insistiendo en que sí se puede revertir el resultado del 11 de agosto
pasado.
Al
acto asistieron los principales candidatos de Juntos por el Cambio y figuras
del actual gobierno: Martín Loustau, Hernán Lombardi, Fernando de Andreís,
María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Marcos Peña, etc.
Ahora
comenzará el debate sobre cuál fue el número real de asistentes al acto y si
fueron más o menos que los reunidos por Raúl Alfonsín. Pero, la magnitud del
acto del Obelisco seguramente tendrá su impacto sobre el clima del próximo
debate televisado de los candidatos presidenciales del domingo 20 a las 21.00
horas.
Lo
sustancial, por el momento, es que Mauricio Macri pese a lo que dicen las
encuestas está demostrando que mantiene un alto nivel de apoyo del electorado y
de que nada está realmente decidido en Argentina hasta las 18.00 horas del próximo
domingo 27 de octubre.
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