Las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos
pusieron fin, en la madrugada del viernes 13 de noviembre, a las acciones de
bandidaje, provocación y bloqueo a la circulación en la región de Guerguerat en
la frontera sur marrueco-mauritana.
Las
Fuerzas Armadas Reales del Reino de Marruecos decidieron poner fin a las
continuas provocaciones llevadas a cabo por el Frente Polisario con apoyo de Argelia
en la región Guerguerat donde una cincuentena de milicianos vistiendo ropas de
civil pero armados interrumpen, desde el pasado 21 de octubre, el tránsito vehicular
en la ruta por donde circulan los camiones cargados con mercancías provenientes
del sur de Marruecos hacia los mercados de Mauritania y Mali.
La interrupción
del flujo comercial de alimentos y otros productos marroquíes afecta
especialmente a la economía de estos países del Sahel al provocar escasez y
carestía de estos productos esenciales en los mercados subsaharianos por
desabastecimiento.
Los “piqueteros”
del Frente Polisario dañaron la falta asfáltica, quemaron neumáticos,
instalaron carpas y realizaron acciones de hostigamiento (lanzando piedras) a
los pocos efectivos de la Misión de Naciones Unidas para el Referendo en el
Sáhara Occidental -MINURSO- que intentan pacíficamente hacer cumplir su mandato
y la directivas del Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres,
que ha ordenado a los separatistas liberara el paso internacional.
Los
milicianos del Polisario acampaban en la franja de cinco kilómetros de ancho
que constituyen una suerte de “tierra de nadie” entre la aduana marroquí
y la frontera mauritana.
En sus
dislates propagandísticos esta suerte de “zona de amortiguación” en la
frontera es reivindicada por el Frente Polisario que pretende inútilmente hacerla
pasar por una suerte de “territorio liberado” de la inexistente
República Árabe Saharaui Democrática. Todo un dislate fantasioso que no engaña
a nadie pero confunde a las personas de buena voluntad que no conocen la
región. En especial, sirve de motivación a los “compañeros de ruta” que
desde Europa y otros países simpatizan ideológicamente con los separatistas.
Es por
lo que el sólido accionar de las Fuerzas Armadas Reales ha erradicado de un
solo golpe todas las fantasías de los separatistas que debieron huir
rápidamente después de prender fuego a su improvisado campamento, pese a que
contaban con armamento como para intentar alguna resistencia.
El
comunicado del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales en que
describe sus operaciones en la frontera sur del Reino consigna lo siguiente: “Tras
el bloqueo por unas sesenta personas, encuadradas por milicianos armados del
polisario, de la carretera que atraviesa la zona tapón de Guerguerat, que une
el Reino de Marruecos con la República Islámica de Mauritania, y la prohibición
del derecho de paso, las Fuerzas Armadas Reales proceden al establecimiento de
un cordón de seguridad para asegurar el flujo de bienes y personas a través de
este eje.”
“Esta
operación no ofensiva, sin ninguna intención bélica, es llevada a cabo según
claras reglas de compromiso que estipulan que debe evitarse todo contacto con
personas civiles y que uso de las armas debe ser únicamente en caso de legítima
defensa”, concluye el comunicado oficial.
Esta
nueva humillación pública que ha recibido el liderazgo del Frente Polisario a
manos de las Fuerzas Armadas Reales incrementa la crisis que enfrenta la
organización separatista. En los últimos años, ha perdido continuamente apoyo internacional
con el continuo drenaje de países que retiran su reconocimiento a la inexistente
República Árabe Saharaui Democrática, la apertura de quince delegaciones
diplomáticas de países africanos en Dakhla y El Aaiún, la interrupción de sus
actividades internacionales de proselitismo y captación de fondos, como el
Programa Vacaciones en Paz y la fuga de importantes cuadros políticos hacia sus
rivales del Movimiento Saharaui por la Paz y el estancamiento en que se
encuentra la cuestión del Sáhara después de cuatro décadas de negociaciones.
El
descontento de la población de los campamentos oscila entre la forzada
resignación y la rebeldía demandando cambios cualquiera de estas aptitudes
afectan al envejecido liderazgo separatista. Es por lo que cualquier incidente
con Marruecos les resulta útil para remozar la cohesión interna de sus
partidarios en Tinduf y ejercer presión sobre Naciones Unidas para que intente
forzar a Marruecos a aceptar sus demandas.
Los
dirigentes del Frente Polisario saben muy bien que no están en condiciones de
llevar adelante un conflicto militar abierto contra Marruecos por eso se
limitan a realizar provocaciones para que cualquier respuesta del Reino
aparezca ante el mundo como una agresión y ellos poder seguir alimentando el
mito de minoría perseguida. Pero, esta estrategia cada vez confunde a menos
personas.
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