jueves, 18 de diciembre de 2025

El rey Mohammed VI moviliza al Estado marroquí frente al invierno más duro: una respuesta coordinada para proteger a los más vulnerables


 

Las duras condiciones climáticas que se abaten sobre el territorio de Marruecos ha despertado la preocupación del Rey Mohammed VI, siempre antento a las necesidades de todos los marroquíes, quien ha impartido estrictas directivas para paliar el impacto climático.

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Por instrucciones directas de Su Majestad el rey Mohammed VI, Marruecos ha activado en las últimas semanas un amplio dispositivo institucional, logístico y humanitario destinado a atemperar los efectos de una de las temporadas invernales más severas de los últimos años. Olas de frío intenso, precipitaciones excepcionales y nevadas copiosas en las zonas montañosas han obligado al Reino a desplegar una respuesta de Estado que combina previsión, asistencia social y presencia territorial reforzada, con un objetivo claro: proteger a las poblaciones más expuestas y evitar que la adversidad climática derive en una crisis humanitaria.

El epicentro de esta estrategia es el Plan Nacional de Lucha contra los Efectos de las Olas de Frío para la temporada invernal 2025-2026, puesto en marcha en ejecución de las Altas Instrucciones Reales y coordinado por el Ministerio del Interior. El plan afecta a 28 provincias y prefecturas, muchas de ellas situadas en el Alto y Medio Atlas, donde las condiciones geográficas y la dispersión de los asentamientos multiplican la vulnerabilidad de las comunidades rurales.

Una movilización sin precedentes

El Ministerio del Interior activó su centro nacional de pilotaje y vigilancia, al tiempo que ordenó la creación y puesta en funcionamiento de comités provinciales de seguimiento, encargados de supervisar en tiempo real la evolución de la situación meteorológica y coordinar las respuestas sobre el terreno. Walis y gobernadores recibieron instrucciones precisas para reforzar la vigilancia, anticipar riesgos y adoptar medidas preventivas capaces de limitar daños humanos y materiales, en coherencia con las orientaciones marcadas desde el Palacio.

La estrategia se apoya en una actualización exhaustiva de los datos de campo, la ampliación del ámbito de intervención y la diversificación de los medios de actuación, con especial atención a las aldeas aisladas (douares) y a las zonas de gran altitud, donde la nieve puede superar los 80 centímetros y cortar los accesos durante días enteros.

La operación “Gran Frío”: solidaridad como política de Estado

En paralelo a la acción gubernamental, la Fundación Mohammed V para la Solidaridad lanzó, por Altas Instrucciones del monarca, la operación “Gran Frío”, concebida como una respuesta humanitaria de emergencia frente al descenso brusco de las temperaturas. De alcance nacional, la operación beneficiará a 73.000 hogares considerados vulnerables, que recibirán alimentos básicos y mantas, con prioridad para las familias más expuestas a los avatares climáticos.

El despliegue logístico es considerable. Equipos formados por personal médico, asistentes sociales y cuadros de la Dirección General de los Servicios Sociales de las Fuerzas Armadas Reales trabajan sobre el terreno en estrecha coordinación con las autoridades locales, las Fuerzas Armadas Reales y la Gendarmería Real. El objetivo es llegar incluso a los núcleos más remotos, donde el aislamiento geográfico convierte cada invierno en un desafío existencial.

Infraestructuras, ganado y comunicaciones

La respuesta estatal no se limita a la ayuda alimentaria. El dispositivo incluye el suministro regular de productos de primera necesidad y material de calefacción, el despliegue preventivo de medios logísticos cerca de ejes viales susceptibles de quedar bloqueados y la garantía de intervenciones inmediatas en situaciones críticas. También se ha previsto el aporte de forraje para proteger al ganado, un elemento clave para la subsistencia de muchas familias rurales

La continuidad de los enlaces viales y telefónicos figura entre las prioridades del plan, en un contexto en el que las perturbaciones meteorológicas ya han provocado tragedias, como las inundaciones en la provincia de Safi, que causaron decenas de víctimas mortales y pusieron de relieve la violencia de los fenómenos climáticos que atraviesa el país.

Llamamiento a la prudencia

Consciente de que ninguna política preventiva es eficaz sin la colaboración ciudadana, el Ministerio del Interior ha instado a la población a extremar la vigilancia, respetar las consignas de seguridad y evitar desplazamientos innecesarios por vías susceptibles de quedar interrumpidas. La Dirección General de Meteorología, por su parte, recomienda seguir de forma periódica los boletines de alerta en un periodo marcado por una inestabilidad atmosférica excepcional

El invierno como prueba de gobernanza

Más allá de la coyuntura climática, la respuesta articulada por Marruecos pone de relieve un modelo de gobernanza en el que la anticipación, la coordinación interinstitucional y la solidaridad se erigen como ejes centrales. Las Altas Directivas del rey Mohammed VI han convertido el invierno en una prueba de la capacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos, especialmente a aquellos que viven en los márgenes geográficos y sociales del país.

En un contexto global de creciente vulnerabilidad climática, Marruecos ensaya así una respuesta que combina autoridad política, presencia territorial y acción social, con la ambición de que el rigor del frío no se traduzca en abandono ni en olvido.

 

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