La
Cumbre de la Unión Africana concluye con un declaración de apoyo a la posición
de Marruecos de buscar una solución política y realista al conflicto artificial
en el Sáhara a través de Naciones Unidas.
El 5 y
6 de diciembre tuvo lugar en forma virtual la 14° Cumbre Extraordinaria de la
Unión Africana convocada bajo el lema “Silenciar las Armas en África”
con el objeto de eliminar o al menos reducir los conflictos armados en el
continente.
Durante
la misma el presidente del Secretariado de la Unión Africana, señor Moussa Faki
Mahamat reconoció que “a pesar de nuestra voluntad política, las armas
siguen hablando ruidosamente en numerosas regiones del continente”.
Pero,
el acontecimiento más significativo de la Cumbre fue la definición del
presidente pro tempore de la Unión Africana, el mandatario sudafricano Cyril
Ramaphosa quién remitió la cuestión del Sáhara a la aplicación de la Decisión
693 de la Cumbre africana de Nuakchott, Mauritania, llevada a cabo en julio de
2018. Sin hacer ninguna referencia a los recientes incidentes en la región de
Guerguerat.
La
Decisión 693 consagra el principio de que la solución al conflicto artificial
en el Sáhara debe ser realista y política a través de Naciones Unidas;
abandonando las inaceptables demandas de los separatistas del Frente Polisario
y de Argelia de implementar un referéndum en la región que es de imposible
materialización.
Gradualmente,
el mundo comprende que la única solución posible para estabilizar y desarrollar
la región del Magreb consiste en aplicar la propuesta marroquí de un estatuto
de autonomía que reconoce los derechos de la población de origen saharaui a
preservar sus rasgos culturales y tradiciones viviendo pacíficamente al amparo
de la soberanía del Reino de Marruecos.
Así,
lo expresa la referida declaración del presidente de Sudáfrica, país que el
pasado fue uno de los principales aliados de los separatistas polisarios y hoy
ha adoptado una posición más realista en favor de la paz en África.
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