La reciente
gira de Vladimir Putin por China, Corea del Norte y Vietnam refuerza los
vínculos estratégicos de Rusia con sus aliados en Asia y envía un mensaje a los
asistentes a la Cumbre sobre la Paz convocada por Ucrania.
Contenido
La prolongación de la guerra en Ucrania, que ha
entrado en su tercer año, fuerza a los contendientes a reforzar sus apoyos
internacionales.
Ucrania cuenta con los apoyos más importantes, los
provenientes de los países de la OTAN, ahora reforzada por el ingreso de nuevos
miembros: Suecia y Finlandia. También apoyan a Kiev otros Estados como Israel, Corea
del Sur, Argentina, Paraguay, etc.
Pero, el presidente Volodymyr Zelensky sigue
dependiendo de la ayuda económica y militar de Estados Unidos y sus aliados
para continuar la guerra.
Rusia pareciera estar más aislada y sufriendo los
efectos de las sanciones económica impuestas por Occidente. Los Estados Unidos
se apropiaron, en 2022, de más de la mitad de los activos del Banco Central de
Moscú (U$S 350.000 millones). Incluso la Corte Penal Internacional emitió una
orden de detención contra Vladimir Putin, por crímenes de guerra debido a su
presunta implicación en secuestros de niños ucranianos.
Sin embargo, un análisis más detenido podría brindar
otra imagen. Rusia cuenta también con importantes apoyos internacionales. Comenzando
por la asistencia del bloque de los BRICS, un foro donde se reúnen grandes
actores económicos: Brasil, India, China y Sudáfrica.
Además, el Kremlin cuenta con el apoyo de Corea del
Norte, Irán, Siria y Vietnam. Tiene otros aliados en América Latina: Cuba, Colombia,
Bolivia, Nicaragua, Venezuela y en alguna medida hasta a Chile.
En África, en especial en la región del Sahel, el
Kremlin apunta a ocupar el vacío de poder dejado por Francia y los Estados
Unidos, extendiendo su influencia geopolítica en un grupo de Estados fallidos: Mauritania,
Mali, Burkina Faso y Níger entre otros. Estos países enfrentan serios problemas
de gobernabilidad y sus economías son de subsistencia y están estancadas, pero
poseen importantes reservas de valiosos recursos naturales estratégicos.
Los aliados de Moscú en todo el mundo son, en general,
dictaduras que oprimen a sus pueblos, que violan los derechos humanos y sus
dirigentes se mantienen en el poder gracias a que establecieron regímenes
policiales.
Algunos de los aliados de Rusia cuentan con sólidas
industrias militares que producen armas sofisticadas (aviones, misiles, drones,
etc.) de buena calidad: China, Corea del Norte, Irán y Sudáfrica.
Estos países están contribuyendo con su tecnología a mejorar
la capacidad rusa de producir armas y con productos terminados al esfuerzo de
guerra ruso en Ucrania.
Putin enfrenta el inmenso soft power[i] de los Estados Unidos y
sus aliados que, con el peso de su diplomacia, su control de los organismos
financieros internacionales y la influencia de sus medios de prensa (CNN, BBC,
Deutsche Welle, EFE, RAI, France Press, etc.), han logrado instalar con éxito
la imagen de Rusia como una dictadura agresiva que desestabiliza al mundo invadiendo
a un país vecino, provocando el mayor conflicto armado, desde la Segunda Guerra
Mundial, poniendo al mundo al borde de una nueva contienda mundial, pero que,
en esta ocasión, entraña el riesgo de una escalada nuclear.
La Rusia de Putin se propone contrarrestar esta mala
imagen y encabezar una nueva alianza de países capaz de resistir el poder
hegemónico de los Estados Unidos y la OTAN.
Esta no es una decisión intempestiva o generada por la
actual situación estratégica en el conflicto de Ucrania, sino que es una
estrategia elaborada pacientemente desde hace años y que el Kremlin ha
explicitado en un documento titulado “Concepto de Política Exterior de la
Federación de Rusia” (CPE), promulgado por Putin el 31 de marzo de 2023.
Este extenso texto de 75 artículos (algunos de ellos
con varios incisos), contiene claramente cuales son los intereses, objetivos y
aspiraciones de Rusia. Allí se consignan, entre otros, los siguientes
objetivos:
“La consolidación de las posiciones de la Federación
de Rusia como uno de los centros más responsables, influyentes e independientes
del mundo contemporáneo”, artículo
16, inciso 3.
“Contrarrestar las actividades antirrusas de Estados extranjeros
y sus asociaciones y crear las condiciones para el cese de dichas actividades”, artículo 16, inciso 5.
“La eliminación de los vestigios de la dominación de
los Estados Unidos y otros Estados hostiles en los asuntos mundiales y la
creación de las condiciones para que cualquier Estado abandone las ambiciones
neocoloniales y hegemónicas”,
artículo 19, inciso 1.
En cumplimiento de esta política es que Vladimir Putin
ha enviado a los buques de la armada rusa a “pasear pabellón” en el
Caribe, tal como solía hacer la flota soviética en tiempos de la Guerra Fría.
Incluso podría reactivar alguna de las antiguas instalaciones soviéticas en
Cuba.
También está reforzando su presencia en el sudeste
asiático, un escenario geopolíticos muy sensible donde los Estados Unidos
enfrentan diversos problemas: el permanente hostigamiento a que Kim Jong un
somete a Corea del Sur (su última maniobra fue bombardear a Corea del Sur con
globos cargados de basura), la cada vez más frecuente e intensa presión que
Beijing ejerce sobre Taiwan y por último el choque de soberanía e intereses
estratégicos y económicos en el mar de China Meridional, entre China, Japón,
Corea del Sur, Vietnam y Taiwan.
Todos estos elementos hacen que la actual gira de
Putin por el sudeste asiático tenga propósitos mucho más amplios que el
aprovisionarse con armamentos norcoreanos. Recordemos que el Concepto de
Política Exterior señala, con respecto a esta región, lo siguiente: “El fortalecimiento de la capacidad y el papel internacional
de los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), la Comunidad de
Estados Independientes (CEI), la Unión Económica Euroasiática (UEE), la
Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el RIC (Rusia, India,
China) y otras asociaciones interestatales y organizaciones internacionales,
así como mecanismos en los que Rusia juega un papel significativo”, artículo 19, inciso 4.
Veamos entonces cual ha sido el resultado
de la reciente gira de Vladimir Putin por Asia.
China:
Con respecto a China el Concepto de Política Exterior señala: “Rusia
tiene la intención de seguir reforzando las relaciones de asociación integral e
interacción estratégica con la República Popular China y da prioridad al
desarrollo de una cooperación mutuamente beneficiosa en todas las esferas, la
asistencia mutua y la coordinación reforzada en el ámbito internacional para
garantizar la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible a nivel
global y regional tanto en Eurasia como en otras partes del mundo”,
artículo 52.
En
cumplimiento de estos objetivos, Putin visito Beijing, el 15 de mayo pasado. Para
evaluar este viaje hay que considerar que el
comercio bilateral entre China y Rusia alcanzó U$U 240.000 millones, en
2023, lo que significa que creció 26% anual en los dos años previos, con un
ritmo que lo lleva a duplicarse en los próximos dos
China ha diseñado un nuevo orden mundial centrado en Asia, y
ubicado más allá de la hegemonía estadounidense; y que abarca los cuatro
extremos del planeta, desde Indonesia a América del Sur, pasando por Australia
y Japón.
Este nuevo orden mundial, fundado en el comercio y las
inversiones, tiene también una manifestación física de la más extrema
importancia, expresada en la gigantesca expansión de la “Ruta de la Seda”,
que une a China Continental con la península europea a través del Asia Central,
las estepas rusas, y los países petroleros del Golfo, Arabia Saudita y Emiratos
Árabes Unidos, en primer lugar.
La clave de esta nueva red mundial fundada en el
comercio y las inversiones, es inequívocamente el vínculo entre China y Rusia,
el país más extenso del planeta (17.4 millones de km2), de los cuales 40% se
encuentran en Europa y el resto en Asia; y que reúne a su condición de gran potencia
nuclear la de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad con derecho a
veto.
El año pasado, por primera vez en la historia, Rusia
se convirtió en la
principal proveedora de petróleo de China, enviándole 930.000
barriles diarios (+21% respecto a 2022). Por su parte, China es la mayor
importador de petróleo del mundo con más de 9.4 millones de barriles por año.
La
visita de Putin a Beijing coincidió con las celebraciones del 75 aniversario
del reconocimiento de la República Popular China por parte de la Unión
Soviética, lo que resalta los lazos históricos entre ambas naciones.
El
presidente Xi enfatizó la disposición de China a colaborar con Rusia en
beneficio mutuo y en aras de la justicia global. Por su parte, Putin agradeció
el respaldo de Xi durante el conflicto en Ucrania y expresó críticas hacia
organismos internacionales como la ONU y el G20. Durante la cumbre, se
abordaron temas relacionados con la mejora de la seguridad en la región
Asia-Pacífico y se condenaron las alianzas percibidas antagonistas contra
China, lidereadas por Estados Unidos.
El
comercio fue uno de los puntos centrales de discusión, dado el crecimiento
significativo del comercio bilateral entre Rusia y China en la última década,
intensificada a partir de las sanciones económicas impuestas a Rusia por el
bloque occidental tras la invasión a Ucrania. Putin destacó varios sectores de
cooperación, como la energía nuclear y el suministro de alimentos.
A
pesar de enfrentar desafíos propios, como la ralentización de la economía china
y la expansión de la OTAN después de la invasión rusa de Ucrania, Xi y Putin
aspiran a desafiar el orden mundial liderado por Estados Unidos.
Durante
una conferencia conjunta ante los medios de comunicación, Putin y Xi elogiaron
su amistad y sus profundos lazos, así como su compromiso de fortalecer la
cooperación en diversos ámbitos. En su declaración conjunta, criticaron la
política exterior estadounidense, especialmente su presencia militar en la
región Asia - Pacífico, y condenaron las iniciativas occidentales de incautación
de activos rusos en apoyo de Ucrania.
La
cumbre subrayó la naturaleza duradera de la asociación entre Rusia y China,
especialmente frente a los desafíos planteados por Estados Unidos y Europa, al
tiempo que destacó sus intereses comunes en asuntos geopolíticos. Además, se
resaltó la cooperación en diversos sectores, como la energía nuclear, el
suministro de alimentos y la fabricación de automóviles.
Corea del Norte
Rusia
tiene una larga historia de estrechas relaciones con Corea del Norte. En agosto de 1945, sobre el final
de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética, cuya heredera es la
Federación Rusia, liberó el norte de la península coreana, que desde 1910
estaba se había convertido en una colonia del Japón.
Desde la
Guerra de Corea entre 1950 y 1953, que concluyó en un armisticio, y la división
de la península coreana en la República Popular Democrática de Corea (Corea del
Norte) y la República de Corea (Corea del Sur), separadas por una zona desmilitarizada.
Desde entonces, Pyongyang mantiene una relación conflictiva con Estados Unidos,
que participó de ese conflicto en apoyo de Seúl.
De manera
inversa, Corea del Norte tiene en China, que combatió en la guerra a su favor,
a su más importante aliado y socio comercial.
La URSS
también apoyó a Corea del Norte con armamentos en la guerra, aunque sin
participar directamente. Corea del Norte y la URSS, ambos estados comunistas,
tuvieron así buenas relaciones durante la Guerra Fría, que luego Rusia mantuvo,
aunque sin llegar a los estrechos vínculos existentes entre Pyongyang y
Beijing.
Especialmente
en el plano militar, las Fuerzas Armadas de Corea del Norte operan, como Rusia,
con equipamiento de origen o diseño soviético, y fueron creadas según la
doctrina soviética.
Los dos países
comparten, además, una frontera de 18 kilómetros en el norte.
Vladimir Putin
visitó Corea del Norte por primera vez en el año 2000, cuando se convirtió en
presidente, cuando el líder de la República Popular Democrática de Corea era
Kim Jong-il, y fue el primer líder ruso o soviético en concurrir al país. Por
su parte, Kim Jong-il visitó Moscú en 2001 y 2002.
En la última
década, sin embargo, las relaciones entre Rusia y Corea del Norte volvieron a
estrecharse, coincidiendo con el retorno al poder en 2012 —tras la presidencia
de Dmitry Medvedev— de Vladimir Putin, y el ascenso de Kim Jong-un, en
2011, como líder de Corea del Norte tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.
Ambos líderes se reunieron por primera vez, en septiembre de 2023, cuando Kim
visitó el cosmódromo Vostochni, que entró en servicio en 2016, situado en la
provincia de Amur, en el Lejano Oriente ruso, a unos 1.500 kilómetros de
Vladivostok.
Corea del
Norte reconoció la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y
Luhansk, las dos regiones ucranianas cuyos habitantes se levantaron en 2014 con
apoyo de Moscú y donde se combate actualmente, luego de que Rusia hiciera lo
mismo.
En marzo de
2024, Rusia utilizó su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas para poner fin al sistema de seguimiento de las sanciones impuestas a
Corea del Norte, que fueron instauradas sobre todo por el programa nuclear de
Pyongyang.
Además, este
mes se reanudo el servicio de trenes de pasajeros entre Corea del Norte y Rusia
interrumpido por la pandemia durante cuatro años.
Según fuentes
de inteligencia occidentales, entre agosto de 2023 y febrero de 2024, Corea del
Norte ha enviado unos 10.000 contenedores a Rusia transportando lanzadores
múltiples de cohetes, misiles antitanques y misiles tierra – aire portátiles,
fusiles de asalto, morteros y más de tres millones de proyectiles de artillería
de 152 milímetros y misiles Hwasong – 11, muy precisos y difíciles de derribar.
Moscú pagó estos armamentos con alimentos y combustible.
Mientras Corea
del Norte envía armamentos a Rusia, Corea del Sur envía armamentos a Ucrania y
el presidente Yoon Suk Yeol visitó Kiev en mayo pasado.
Durante esta
última visita, Vladimir Putin y Kim Jong-un suscribieron un “Tratado de
Asociación Estratégica Integral” que prevé la asistencia en caso de
agresión contra una de las partes. En conferencia de prensa, Putin mencionó que
no descarta el desarrollo de la cooperación técnico militar con la RPDC.
En este
sentido, los analistas occidentales muestran preocupación de que Moscú ayude a Pyongyang
en el mejoramiento de sus capacidades misilísticas, contribuya al programa
nuclear norcoreano o aporte tecnología para el programa satelital de Corea del
Norte.
Vietnam
La visita que
realiza el presidente Vladimir Putin se realiza en respuesta a la invitación
del secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong,
tiene lugar en el contexto de que los dos países celebran el 30º aniversario de
la firma del Tratado sobre principios básicos de las relaciones amistosas entre
Vietnam y Rusia (1994 - 2024), con miras hacia la celebración del 75º
aniversario de los vínculos diplomáticos binacionales en 2025.
El 30 de enero de 1950, la República Democrática de Vietnam (ahora República
Socialista de Vietnam) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(actualmente la Federación de Rusia) establecieron oficialmente relaciones
diplomáticas.
El 16 de junio de 1994, Vietnam y Rusia firmaron el Tratado sobre los
principios básicos de las relaciones amistosas, sentando las premisas y la base
jurídica para el desarrollo de los vínculos bilaterales en la nueva etapa.
El 1 de marzo de 2001, ambos países firmaron una declaración conjunta sobre la
asociación estratégica, y el 27 de julio de 2012, otra sobre la asociación
estratégica integral.
Vietnam es el
primer país en firmar un tratado de libre comercio con la Unión Económica
Euroasiática (UEEA), de la que Rusia es miembro. También deviene como el mayor
socio comercial del Kremlin en el Sudeste Asiático.
Rusia es uno de
los cinco principales socios comerciales de Vietnam en Europa. Los dos países
tienen proyectos de inversión mutuos, incluidos sectores importantes como
energía, ciencia, tecnología y educación. Además, adoptan muchas formas de
cooperación en los campos de defensa y seguridad. Mientras que la comunidad
vietnamita en Rusia cuenta con unas sesenta mil personas, incluidos cinco mil
estudiantes.
Putin
fue recibido en Vietnam, un importante
centro manufacturero mundial, que lleva años
protegiendo su posición en política exterior, mientras que tiene a los Estados
Unidos como el primer inversor en el país.
La
visita de Putin se produce después de que Hanoi evitara asistir a la Cumbre de
la Paz, organizada por Ucrania en Suiza la semana pasada y enviara a su
viceministro de Relaciones Exteriores a una reunión de los BRICS en Rusia.
Putin no visitaba Vietnam desde 2017 cuando asistió a la Cumbre del Foro de
Cooperación Económica Asia – Pacífico.
Durante
una reunión en Hanoi, el jueves 20 de junio, el líder de Estado vietnamita, To
Lam, le dijo a Putin que su país quiere impulsar
los lazos con Rusia, lo felicitó por su reelección y elogió
los logros de la nación más grande del mundo, incluida la “estabilidad
política interna”.
Tras
la reunión que ambos mantuvieron en el Palacio Presidencial, durante una rueda
de prensa televisada, el mandatario ruso junto a sus homólogo aseguró que
Moscú y Hanoi están interesados en construir lo que denominó una arquitectura
de seguridad fiable en la región Asia-Pacífico, “sobre los principios de no uso de la fuerza y solución
pacífica de disputas, en la que no habrá lugar para bloques político-militares
cerrados”.
“Aumentaremos
la cooperación en el campo de la defensa y la seguridad, y juntos lucharemos
contra los nuevos y tradicionales desafíos (a la estabilidad internacional)”, dijo To Lam, quien subrayó que ni Rusia ni Vietnam celebrarán “alianzas
ni tratados con terceros países que menoscaben la independencia, la soberanía y
la conexión territorial”.
En la rueda de prensa citada el presidente ruso afirmó que está
interesado en invertir en proyectos de gas natural
licuado en Vietnam y que está dispuesta a
asociarse con el país del sudeste asiático en materia de energía.
El comercio entre los dos países ascendió a sólo 3.500 millones de
dólares en 2022, una pequeña fracción de los 175.000 millones de dólares que
Vietnam comercia con China y de los 123.000 millones de dólares de
negocios con Estado Unidos.
Al
término de la visita, Vietnam y Rusia suscribieron una declaración conjunta y
acuerdos relacionados con la medicina, la educación y la energía.
A
modo de síntesis
Ni
Rusia ni Putin están tan aislados internacionalmente como señalan algunos
expertos y medios de prensa, sino que trabaja para construir un bloque de
países aliados (al estilo del antiguo “Bloque Socialista”, aunque de
características diferentes) para confrontar con lo que denomina el hegemonismo
estadounidense. Así lo dice expresamente el CPE: “Rusia aspira a transformar Eurasia en un solo espacio continental de
paz, estabilidad, confianza mutua, desarrollo y prosperidad”, artículo 54.
En
este sentido, aislado de Europa Oriental, ahora el Kremlin busca reforzar sus
alianzas comerciales y de seguridad en el Este, especialmente en el sudeste
asiático una espacio geopolítico que alberga importantes conflictos
territoriales que podrían agudizarse a corto plazo.
El
siguiente paso diplomático que debería dar Vladimir Putin es realizar una
visita a la India. Por eso, para concluir veamos que dice el Concepto de la
Política Exterior de la Federación de Rusia respecto a sus relaciones con India:
“Rusia seguirá construyendo una asociación
estratégica especialmente privilegiada con la República de la India para
aumentar el nivel y el alcance de la cooperación en todas las esferas sobre la
base de ventajas recíprocas y centrándose en profundizar los vínculos en el
medio de comercio bilateral, inversiones y tecnología, así como en garantizar
su resistencia frente las acciones destructivas de los Estados no amigos y sus
alianzas”, Artículo 53.
[i] SOFT POWER: Poder blando es un término usado en
relaciones internacionales para describir la capacidad de un actor político,
como por ejemplo un Estado, para incidir en las acciones o intereses de otros
actores valiéndose de medios culturales e ideológicos, con el complemento de
medios diplomáticos.
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