Tras la derrota en 2016 de Hillary
Clinton, el Partido Demócrata se ha quedado sin un candidato claro para
enfrentar el intento de reelección del presidente Donald Trump y deberá decir a
través de primarias, en 2020, a quién nominará como su candidato en la
Convención Nacional a realizarse en la ciudad de Milwaukee, Wisconsin.
En los Estados Unidos el
Partido Demócrata se encuentra fracturado entre los sectores más moderados,
ligados al establishment tradicional y los sectores más radicalizados con
propuestas más progresistas en temas vinculados a la matrícula universitaria,
la atención sanitaria y la política migratoria.
Por el momento se han
registrado veinticinco precandidatos que han ocupado cargos públicos de diverso
tipo, han sido incluidos en un mínimo de cinco encuestas nacionales independientes
o han iniciado su campaña de algún modo (sitios web, etc.). Uno de ellos deberá
recibir al menos el apoyo de 2.026 de los 4.051 delegados del partido para
consagrarse en candidato.
Se trata de legisladores, exgobernadores,
alcaldes, fiscales y hasta un exvicepresidente. Los postulantes cubren un
amplio espectro etario desde el exsenador por Alaska, Mike Gravel, con 89 años,
hasta el joven Alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg.
Aunque la campaña propiamente
no ha comenzado, aún faltan doscientos días hasta el caucus de Iowa en febrero
-la primera gran cita de las primarias demócratas- y las elecciones recién se
realizaran en la primera semana de noviembre de 2020, las encuestas dicen que
al menos cuatro o cinco precandidatos demócratas podrían derrotar al presidente
Trump.
Donald Trump que tampoco ha
iniciado su campaña, aparece sólidamente instalado en las encuestas con un 45%
de apoyo, aunque ese porcentaje lo sitúa por debajo de los guarismos alcanzados
en su momento por Barack Obama, a estas alturas cuando compitió por su
reelección.
Según una encuesta dada a
conocer esta semana por NBC/Wall Street Journal, el exvicepresidente Joe Biden
aventajaría por nueve puntos a Trump (51% a 42%), el senador Bernie Sanders por
siete (50% a 43%), la senadora Elizabeth Warren por cinco (48% a 43%) y aún la poco
conocida senadora Kamala Harris lo haría por un punto (45% a 44%). Aunque la
encuesta tiene un margen de error de ± 3,5 puntos.
El 26 de junio tuvo lugar el
primero de los doce debates para la selección del candidato demócrata. En este
primer debate se destacó la senadora por California Kamala Harris quien zarandeó
duramente a sus competidores, especialmente al favorito Joe Biden. Kamala
también lidera en el voto de los hispanos. Veamos de quien se trata.
Kamala Harris nació el 20 de
octubre de 1964 en Oakland, California, de madre hindú tamil y padre Jamaiquino.
Sus padres eran graduados extranjeros que realizaban estudios de postgrado en
la Universidad de Berkley. Su madre, Shyamala Gopalan era una médica oncóloga y
su padre Donald Harris era profesor de economía en la Universidad de Stanford.
Después del divorcio de sus
padres, a los doce años se trasladó con su madre y su hermana Maya a Montreal,
Québec, Canadá donde ésta trabajó como médica investigadora en el Hospital
General Judío.
Después de graduarse en 1981,
Harris se especializó en ciencia política y economía en Howard, la universidad de
la elite negra en Washington, D.C. Más tarde, regresó a California, donde
obtuvo su “Juris Doctor” en la Universidad de California, Hasting
College of the Law, en 1989. Fue admitida en el Colegio de Abogados de
California en 1990.
Desarrollo una carrera de
veinticinco años en la justicia de California que incluye dos mandatos como
fiscal de distrito en San Francisco y cinco años como Fiscal General de
California.
En 2014, a los cincuenta años,
contrajo matrimonio con el abogado Douglas Emhoff, de religión judía y con dos
hijos adultos de un matrimonio anterior. Kamala no tiene hijos biológicos
propios.
Su hermana Maya Harris es
también abogada y analista política del canal de noticias MSNBC (formado por la
unión de las empresas Microsoft y NBC, emite noticias por cable las 24 horas). El
primer canal de este genero de los Estados Unidos antes de Fox News y CNN.
A lo largo de su vida, Kamala
ha quebrado una serie de techos de cristas. Fue la primera mujer afroamericana
en servir como Fiscal de Distrito en San Francisco, la primera mujer de color
en desempeñarse como Fiscal General en California y la primera mujer de color
en convertirse en Senadora de los Estados Unidos por California, en 2017, el
Estado más poblado de los Estados Unidos con treinta y nueve millones de
habitantes. Es también la primera mujer negra y asiática en ser elegida para el
Senado.
En 2012, siendo Fiscal General
de California atrajo la atención de su partido al hablar en la Convención
Nacional Demócrata.
Sus posiciones políticas la
acercan al sector más radicalizado del Partido Demócrata y es una clara
contracara de las políticas de Donald Trump. Aunque coincide con el presidente
en su apoyo al Estado de Israel. Harris considera a los lazos entre los Estados
Unidos e Israel como “inquebrantables”.
Harris es una gran recaudadora
de fondos aunque se niega a aceptar contribuciones de campaña provenientes de
corporaciones o Comités de Acción Política que se financian de
corporaciones.
Kamala apoya el matrimonio
entre personas del mismo sexo, el derecho al aborto, aún después de las veinte
semanas, apoya el acuerdo nuclear con Irán para evitar que este país adquiera
armas de destrucción masiva.
Defiende el Informe del Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático y la Evaluación Nacional del
Clima.
Patrocinó la Ley Choose
Medicare, que amplio el seguro de salud e incrementó los subsidios del ObamaCare.
Propone una reforma migratoria
integral más tolerante y que proteja a los “soñadores”, los migrantes que
llegaron a Estados Unidos siendo niños y que han hecho su vida en el país.
Se opone a la pena de muerte y
es partidaria del control de armas, busca “sacar las armas de la calle”
aunque ella misma es propietaria de un arma de fuego para “seguridad
personal”.
Como puede apreciarse en una
candidata a medida de los sectores progresistas del Partido Demócrata y del
electorado de las costas Este y Oeste del país. Lo que falta saber es si los
demócratas están dispuestos a nominar por segunda vez una mujer para enfrentar
a Trump. Especialmente si es una mujer afroasiática e hija de inmigrantes.
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