ESTABILIDAD Y
CRECIMIENTO
El Reino de Marruecos, que actualmente desarrolla una activa
política internacional buscando diversificar sus mercados de exportación y
consolidarse como una potencia emergente en África, ha aplicado un “Plan de Despegue Industrial”, que entre
otros logros ha convertido a la región de Tánger – Tetúan en el más importante polo
de desarrollo del Mediterráneo Occidental.
Un emblema de este polo de desarrollo y del crecimiento
económico del país ha sido la construcción del puerto de Tánger Med, situado a
veinticinco kilómetros de la ciudad de Tánger, en la localidad de KsarSghi,
dotado de una capacidad inicial para operar con tres millones de contenedores,
pero que gradualmente se irá incrementando hasta alcanzar los ocho millones de
contenedores hacia el año 2016.
Además, Tánger cuenta con cinco grandes zonas industriales
que concentran la actividad productiva. La Zona
Franca Tánger Free Zone, enteramente dedicada a la exportación; la Zona Franca de Melloussa, y la Zona Industrial de Tánger Med y las
zonas industriales de la Mghogha, Gzenaya;
y A Majd. En febrero de 2012 se
inauguró la planta de Renault en Tánger que absorbe la producción de las
fábricas de autopartistas de SNOP, Relats, etc.
Aproximadamente unas mil cuatrocientas empresas españolas y
francesas se han instalado –o relocalizado sus inversiones- en esa región
marroquí. A fines de 2012, España destinó cuatrocientos millones de euros a una
línea de crédito orientado a financiar proyectos de empresas españolas en
Marruecos.
Las características de la regulación laboral, el perfil de la
obra y la cercanía con Europa han convertido a la región en un territorio
privilegiado para la relocalización de los procesos de producción.
El proceso de crecimiento marroquí ha sido recientemente
destacado por el director del Departamento del Magreb del Banco Mundial, Simón
Gray, quien es una entrevista concedida al diario “Le Matin du Sahara et du Maghreb” afirmó: “En Marruecos, enormes progresos institucionales fueron realizados
estas últimas décadas, y numerosas obras están en curso en el marco de la nueva
Constitución” […] “Reforzando significativamente su capital humano e
institucional, Marruecos podría realizar ganancias importantes en términos de productividad
y acelerar su recuperación económica en comparación con los países más
avanzados”.
EN BÚSQUEDA DE NUEVOS
MERCADOS
El proceso de crecimiento en que está inmersa la economía
marroquí demanda que el país aproveche todas las oportunidades y lleve a cabo
una diversificación y ampliación de sus mercados de exportación.
A tal efecto está orientando su acción diplomática hacia el
escenario del Asia – Pacífico, donde Rusia y China se están convirtiendo en un
eje de desarrollo involucrado en grandes inversiones que demandan volúmenes
crecientes de materia prima y productos elaborados.
Rusia en especial constituye un interesante mercado de 146
millones de consumidores para las exportaciones Marruecos. El reino alauí es el
segundo cliente árabe de Rusia, después de Egipto, y Moscú es el quinto socio
comercial de Marruecos, con un intercambio de aproximadamente 1.600 millones de
euros, o sea el 1,7% del comercio internacional marroquí. Las exportaciones
marroquíes a Rusia están dominadas principalmente por los cítricos, harina y
aceite de pescado. En cuanto a las exportaciones rusas, se componen
principalmente de petróleo crudo, carbón, el hierro y azufre en bruto.
Pero, un hecho reciente puede modificar esta relación
comercial en favor del país magrebí. El pasado 7 de agosto, el presidente
Vladimir Putin estableció un “embargo
total” sobre muchos productos agroalimentarios provenientes de la Unión
Europea, Estados Unidos, Canadá, Noruega y Australia en respuesta a las
sanciones impuestas por estos países a Moscú por su papel en la crisis de
Ucrania. Tan sólo las exportaciones europeas de productos agrícolas a Rusia
fueron el año pasado de 11.800 millones de euros, o sea 9,9% del total de las
exportaciones de la Unión Europea a este país. Ahora, Rusia deberá reorientar
esas importaciones hacia otros proveedores.
La posibilidad de incrementar la participación marroquí en el
mercado ruso llega en un momento en que Rabat se ha fijado el objetivo de
aumentar, mediante el denominado “Plan
Marruecos Verde”, su producción de cítricos hasta los 2,9 millones de
toneladas para el 2018 e incrementar sus exportaciones hasta el 1,3 millones de
toneladas. Recientemente, la FAO ha premiado a Marruecos por haber alcanzado,
con sus planes de desarrollo “Marruecos Verde” y “Alientis”[i],“La Metas del Milenio” en la lucha
contra la pobreza y el hambre, dos años antes del plazo fijado.
Hasta hace un tiempo, Marruecos había estructurado su
política exterior orientándose tradicionalmente hacia la Unión Europea con
quien mantiene un “Estatuto Avanzado”
y donde se encuentran sus principales socios comerciales, y hacia los países
que forman el “Consejo para la
Cooperación del Golfo” donde suele encontrar buenas condiciones de financiamiento
para sus inversiones en materia de obras públicas.
En los últimos tiempos, Mohamed VI ha mostrado la firme
decisión de ampliar los vínculos diplomáticos y comerciales con otros países
que pueden convertirse en importantes socios de Marruecos en sus planes de
desarrollo económico. El monarca ha llevado a cabo una política exterior muy
activa, especialmente en el África Subsahariana, con eje en los países
francófonos de África del oeste, donde ha realizado dos de sus giras más
importantes. Así lo ha destacado el propio Mohamed VI al señalar, en su
discurso del “61º Aniversario de la
Revolución del Rey y del Pueblo”, que “Marruecos
ocupa el segundo puesto en tanto que país inverso en África” y que “es considerado como un enlace fundamental
en la cooperación triangular y multilateral particularmente en lo que se
refiere a la seguridad, estabilidad y desarrollo en África”.
Hace unos días, al pronunciar su discurso de la Fiesta del
Trono, que conmemoró el pasado 30 de julio el 15º Aniversario de su coronación,
el monarca reiteró su intención de ampliar la presencia de Marruecos en los
mercados internacionales, especialmente de Rusia y China. Subrayó que pretende
consolidar “las relaciones seculares”
que unen a Marruecos con esos dos países “para
reforzar la política de apertura y diversificación de socios” internacionales.
Con ese objeto, Mohamed VI visitará Rusia en el mes de octubre a los efectos de
impulsar la cooperación estratégica entre ambos países y luego hará lo mismo
con China.
Marruecos puede proveer a Rusia de muchos otros productos
además de los frutihortícolas pero para ello hay que remover algunos obstáculos
como mejorar las rutas comerciales y ajustar los aranceles impositivos.
Recientemente, por ejemplo, el presidente de la Asociación Marroquí de
Exportadores, Hasan Sentisi, destacó que el país produce y vende a la Unión
Europea zapatos que luego son reexportados a Rusia, si se mejoran los vínculos
económicos se podrá eliminar la intermediación en beneficio de ambas
partes.
NO TODO ESTA HECHO
Este conjunto de buenas señales indican claramente que
Marruecos se encuentra en el camino correcto en lo que hace a desarrollo
económico, no obstante aún persisten problemas que deben ser corregidos para
que el país pueda ingresar al exclusivo club de las potencias emergentes. Así
lo ha reconocido el propio Mohamed VI, quien es su referido discurso del “61º Aniversario” señaló: “Es cierto que para sumarse al pelotón de
los países emergentes se requiere la constante mejora del clima de negocios,
especialmente avanzando en la reforma de la justicia y de la administración,
luchando contra la corrupción y moralizando la vida pública, que consideramos
como una responsabilidad que atañe a todos los componentes de la sociedad, ya
sean ciudadanos o asociaciones y no como un terreno exclusivo del Estado.”
“De igual modo, es
necesario consolidar el papel estratégico del Estado, en términos de control y
regulación, a la vez que se han de acometer las grandes reformas, especialmente
aquellas relativas al régimen de pensiones y al sector fiscal, y velar por la
continua aplicación de los principios de buena gobernabilidad en todos los
sectores.”
En otro párrafo, el rey hizo referencia a: “la seriedad y dedicación al trabajo que
caracterizan a los marroquíes que, efectivamente, han dado prueba de su
rendimiento y creatividad siempre que dispongan de los medios necesarios y de
las condiciones adecuadas para desempeñar toda labor, cualquiera que fuera su
índole o dimensión, tanto intelectual como manual, a pesar del problema de
empleo.”
Finalmente, el monarca hizo referencia a los problemas de
desigualdad en los ingresos que naturalmente suelen acompañar a todo proceso de
crecimiento económico acelerado señalando que: “… no queremos un Marruecos con dos velocidades: una categoría de ricos
que se beneficia de los frutos del desarrollo y no hace sino incrementar sus
riquezas; y otra de pobres que permanecen fuera del progreso, acentuándose su
pobreza y miseria.”
A MODO DE SÍNTESIS
Marruecos es el único país del Norte del MENA que actualmente
goza de estabilidad y crecimiento que le permite claramente en la posibilidad de alcanzar
la condición de “país de rápido crecimiento”. Este importante logro “… no es producto de la casualidad, sino más
bien el resultado de una visión clara, de unas estrategias bien establecidas y
del esfuerzo y sacrificio de todos los marroquíes conscientes.” Para
decirlo en las palabras de Mohamed VI.
[i]
PLAN ALIENTIS: constituye un plan de apoyo a la construcción de viviendas, la
salud y la educación para los sectores menos favorecidos de la población
marroquí.
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